La Emperatriz se volvió a casar 137
Cosas que empiezan a mostrarse
Al no necesitar ya el cuidado del médico del palacio, Rashta visitó a Sovieshu y le preguntó,
"Estoy muy sorprendida por lo ocurrido, Su Majestad. ¿Puedo ir al tranquilo campo para recuperarme y despejar la mente?"
"¿Al campo?"
"Sí, el médico del palacio dijo que Rashta tiene que relajarse por el bienestar del bebé. Pero hay muchos problemas aquí... ¿no es así?"
Rashta quería visitar Rimwell. Aunque el incidente de la silla fue desagradable, de todos modos llevaba tiempo buscando la oportunidad de ir a Rimwell, así que consideró que este era el momento oportuno.
"¿Dónde piensas quedarte?"
"Moire."
Moire era un pequeño territorio rural justo al lado de Rimwell.
"Ya he estado allí antes. El aire puro y el hermoso paisaje todavía permanecen en mi memoria."
Afortunadamente, Sovieshu aceptó inmediatamente.
"Lleva muchos guardias."
De hecho, Sovieshu no sólo le proporcionó muchos guardias, carruajes especialmente resistentes, sino que también se apresuró a comprar una villa noble en Moire.
Podría haberse quedado en la residencia de un noble, pero había decidido que sería mejor para Rashta disfrutar de su tiempo libremente en su propia residencia en lugar de estresada con todas las innecesarias formalidades.
Además, en los últimos días, Rashta había estado sufriendo mucho por la enorme cicatriz que vio después de que le quitaron la venda.
Era una larga cicatriz que iba desde su frente hasta un extremo de sus cejas, la cicatriz era un poco más gruesa y larga de lo que el médico del palacio esperaba.
Después de arreglarse el flequillo para ocultar la cicatriz, se sentía un poco mejor, pero aún necesitaba calmar su cuerpo y mente.
"¡Gracias, Su Majestad!"
Rashta estaba sinceramente agradecida y complacida. Recientemente Sovieshu actuaba de forma distante, estaba muy contenta de que cuidara de ella como antes.
Sin embargo, al día siguiente de su llegada a Moire, Rashta se escabulló de la villa, inmediatamente después de colocar a una sirvienta en su lugar.
Después de ir al pueblo cercano en un carruaje que había preparado de antemano, fue a ver a un hombre que solía admirarla.
Fue este hombre quien ayudó a Rashta a escapar de las manos del Vizconde Roteschu. Si seguía siendo leal, entonces podría encomendarle la tarea que tenía en mente.
Previamente había realizado una investigación que reveló un hecho sorprendente. El hombre perdió un ojo a causa de un severo castigo por parte del Vizconde Roteschu por haberla ayudado a escapar, pero aún así no dejó de defender a Rashta y nunca dijo nada al respecto.
'Si quiere tanto a Rashta, entonces puedo confiar en él.'
Rashta fue a su casa, convencida.
"¿Te acuerdas de mí?"
"Rashta..."
El hombre rompió a llorar cuando Rashta le preguntó, bajándose la capucha de la capa. Incluso la canasta que estaba sosteniendo cayó al suelo, pero sollozaba sin poder recogerla.
Tras entrar en la casa y preguntar cómo estaba, Rashta le explicó su situación con una expresión de tristeza.
"Apenas puedo vivir como un ser humano, pero el Vizconde Roteschu sigue amenazando a Rashta."
"¡Es un pedazo de mierda!"
"Rivetti se ha comportado desvergonzadamente para robar el esposo de Rashta..."
Cuando Rashta comenzó a llorar sin poder hablar más, el hombre resopló y dio un puñetazo en la mesa furioso.
Aunque en parte porque la quería, el hombre también tenía un profundo rencor contra el Vizconde Roteschu. Al escuchar que el Vizconde y su familia estaban intimidando a su querida Rashta, la sangre en sus venas comenzó a hervir.
"Entonces, ¿escapaste de nuevo? Pero venir aquí no es una buena opción, Rashta."
"Fix, vine aquí para verte."
"¿A mí?"
"Tú eres el único que puede ayudar a Rashta. Por favor, ayúdame."
"¿Qué puedo hacer? ¿Cómo puedo ayudarte?"
El hombre estaba dispuesto a entregar su corazón por Rashta.
Rashta se aferró a sus mejillas demacradas y rompió a llorar. Su aspecto era tan lamentable, que el hombre juró proteger al ángel que tenía delante de cualquier manera.
"No será una petición difícil. No te pediría algo así."
"No te preocupes. Pídeme lo que quieras."
"Confiable y..."
"¿Confiable y?"
"hábil..."
"¿?"
"Quiero contratar a un asesino."
El hombre quedó completamente estupefacto.
Era un plebeyo y tenía muchos malos amigos. Naturalmente, sabía muchas cosas del lado malo del mundo. Pero en realidad, nunca había hecho uso de sus servicios.
¡Pero esta gentil y delicada esclava quería contratar a un asesino!
"¿Quieres matar al Vizconde Roteschu, Rashta? Pero aquellos que son lo suficientemente hábiles como para matar a los nobles son realmente caros."
"Rashta se encargará de eso."
"..."
"Lo siento, Fix. Puede salir mal, así que es mejor que no conozcas los detalles. No quiero causarte problemas."
Al final, el hombre buscó por diferente lugares para encontrar el gremio de asesinos y al propio asesino que sería útil para este trabajo mientras Rashta descansaba en su casa. Por supuesto, nunca reveló el nombre de Rashta en el proceso.
Unas horas más tarde, después de escuchar la información de Fix, Rashta fue sola al gremio de asesinos. Sorprendentemente, el gremio de asesinos se encontraba en las afueras del territorio.
Además, el edificio de la sede del gremio parecía una tienda tranquila y apartada, definitivamente no un lugar para hacer nada horrible.
Ante la pregunta muy amable del empleado en el mostrador, Rashta le entregó una gran joya que había traído.
El empleado sonrió sutilmente y dijo, "Un momento, por favor." Antes de irse.
Después de unos diez minutos de espera, el empleado volvió a aparecer y abrió la puerta detrás suyo.
"Por favor, pase por aquí."
Al entrar, pudo ver un pasillo largo y estrecho. Había numerosas habitaciones a ambos lados del pasillo, y el empleado señaló el final del mismo con un dedo.
"No entres en ninguna habitación, sigue por ahí."
Aunque sentía un dolor en el estómago debido a los nervios, Rashta hizo lo que se le indicó.
Al final del pasillo había un pequeño espacio completamente blanco, con sólo un escritorio y dos sillas colocadas en el centro del espacio.
Mientras caminaba de un lado a otro, incapaz de permanecer sentada tranquila en una silla, un hombre alto con una máscara que cubría su rostro apareció poco después desde la misma dirección en la que vino Rashta.
Sus ojos eran tan fríos y afilados que a simple vista se podía notar que no hacía nada ordinario.
El hombre arrastró la silla frente a Rashta despreocupadamente y se sentó, pero incluso después de sentarse, se limitó a observar a Rashta en silencio.
Rashta, que no podía esperar, abrió la boca con dificultad,
"¿Haces cualquier cosa por dinero?"
El asesino asintió en silencio.
Rashta preguntó vacilante.
"¿Conoces a Fix?"
El asesino volvió a asentir.
Rashta preguntó con más cautela.
"Si te doy dinero... ¿También matarías a Fix?"
En los ojos del indiferente asesino se reflejó por primera vez un rastro de emoción.
Rashta esperaba nerviosa su respuesta.
Si el asesino decía que no, iba a cambiar sus palabras, diciendo, 'sólo trataba de ver hasta dónde era capaz de llegar", y si decía que podía hacerlo, realmente iba a pedirle que matara a Fix como prueba.
Tenía que comprobar lo desalmado y hábil que era.
El asesino asintió de nuevo.
"Entonces mátalo. Es una petición de prueba."
El asesino asintió y salió, diciendo, "Espera aquí un momento."
Había pasado bastante tiempo en lo que respecta a 'esperar un momento'. Rashta sentía como si hubieran pasado tres o cuatro horas.
¿Qué demonios está haciendo que aún no regresa? Cuando Rashta se estaba cansando de esperar.
El asesino volvió a aparecer sosteniendo algo envuelto dentro de una tela. A medida que se acercaba, el terrible olor a sangre se intensificaba.
Rashta se tapó la nariz y se levantó de un salto. ¿Qué es este olor? Sintió náuseas.
A pesar de todo, el asesino dejó casualmente lo que estaba sosteniendo sobre la mesa. Cuando el hombre soltó su fuerte agarre, la tela cayó lentamente, revelando ligeramente lo que había en su interior.
Al ver el cabello despeinado y el parche en el ojo, Rashta no pudo soportarlo y vomitó. Incluso viéndola en ese estado, el asesino terminó de desvelar completamente la cabeza en el interior.
Rashta vomitó durante un tiempo, y después de mirar la cabeza en la mesa volvió a vomitar.
Pero no tardó en alegrarse. El asesino era desalmado y hábil. Si utilizaba a este hombre, no sería un problema deshacerse de Rivetti.
Rashta preguntó, limpiándose la boca con la manga.
"¿También puedes matar a nobles?"
El asesino también asintió esta vez.
Rashta, que pensó en pedirle que matara al Vizconde Roteschu de una vez por todas, no tardó en cambiar de opinión.
¿No dijo que en caso de que muriera tenía preparado todo para que se difundieran rumores al respecto?
"Entonces, ¿puedes matar a Rivetti, la hija del Vizconde Roteschu?"
El asesino asintió.
Rashta sacó un montón de joyas de su bolsillo y se las entregó a este hombre.
Sin embargo, cambió su solicitud en el último momento.
"No, no la mates. Véndela como esclava a otro país. ¿Es eso posible?"
Ella se burlaba y la ignoraba señalando que era una vulgar esclava.
'Esa vulgar esclava, serás tú misma.'
***
Durante la cena, observé a Heinley atentamente.
Hace dos noches. Aunque dijo que creía en la existencia de los fantasmas y les tenía miedo, condujo a sus hombres al lugar donde aparecía el fantasma con una corona en la cabeza y lo observé actuar con tranquilidad. Pero en vez de llamarlo en el acto, me fui directamente a mi habitación.
Ahora lo volví a recordar, así que pensé en probar a Heinley. Ayer no se había quedado en el palacio por otro asunto urgente.
"¿Sigues teniendo miedo a los fantasmas?"
"Mucho, Reina. Pero a tu lado me siento seguro."
"¿En serio?"
"Por supuesto. Reina, tú me das valor."
Sonriendo suavemente, Heinley extendió su mano por encima de la mesa. Cuando puse mi mano sobre la suya, la agarró, besó el dorso de la misma y sonrió aún más.
Su sonrisa era adorable y su actitud encantadora. Se veía lindo fingiendo ser débil, pero también resultaba desconcertante. Parecía un enorme perro de caza gimiendo y actuando excesivamente lamentable.
En cualquier caso, esto dejó claro una cosa. Heinley era un hombre que moldeaba su imagen según considerara necesario.
Era obvio que tenía una actitud un poco diferente cuando estaba conmigo en comparación a cuando estaba con otros.
***
Al día siguiente, Heinley pensó detenidamente en la expresión de Navier de ayer con suspicacia.
La expresión de Navier, que solía ser fría y a veces suave, fue realmente extraña ayer.
Parecía querer decir algo... Pero Navier no dijo nada especial.
Heinley se sentía incómodo, así que caminó de un lado a otro por la habitación con las manos entrelazadas a la espalda.
Pero no tardó mucho en dejar esos pensamientos a un lado. Debido a que el espía situado en el Imperio Oriental vino en persona.
El espía informó sobre el 'fenómeno de la disminución de los magos' en curso en el Imperio Oriental.
"Además, existe un alto riesgo al extraer el maná de un mago calificado."
"¿Con alto riesgo quieres decir que no funciona? O—"
''Ha habido algunos casos en los que al intentar extraer el maná ha ocurrido lo contrario, aumentando aún más."
"... Es una situación difícil."
Heinley frunció el ceño y se presionó la sien. Había muchas ocasiones en las que un mago experto era más útil que diez magos inexpertos. Era una gran pérdida para el Imperio Occidental aumentar aún más el maná de los magos ya sobresalientes.
"Entonces, lo mejor es extraer el maná justo después de que se manifiesta o cuando aún no está bien establecido."
Heinley lo consideró un verdadero dolor de cabeza y chasqueó la lengua. En este escenario, la guerra que tenía como objetivo podría tener que retrasarse un poco más.
Mientras Heinley reflexionaba sobre esto, el espía continuó.
"Y puede que esto no sea gran cosa, pero el Emperador Sovieshu tiene una nueva concubina."
"¿Una concubina? ¿Una concubina diferente a esa mujer llamada Rashta?"
"Sí."
"¿Esa concubina es un mago? Si no es así, no me interesa."
"Actualmente no es un mago, pero es asistente de un mago de la corte."
"¿Un mago de la corte?"
¿Un mago de la corte utiliza a alguien que no es mago como asistente? Heinley consideró extraño este hecho y esperó a escuchar el resto de la historia, así que el espía continuó,
"Lo que es aún más inusual es que se trata de una persona que perdió su maná mientras asistía a la academia mágica. Me preguntaba si estaba relacionado con nuestro plan..."
"Cómo puede colocar a su propia concubina, que ha perdido su maná, como asistente de un mago. El Emperador Sovieshu es demasiado codicioso."
Heinley se rió.
Después de causar todo ese revuelo para divorciarse de Navier y volverse a casar no hace mucho, ¿ya tenía otra mujer como concubina?
Pero al cabo de un rato, preguntó con amargura,
''¿Dijiste que perdió el maná mientras asistía a la academia mágica?"
"Así es."
"Su nombre es..."
"Su nombre es Evely."
Heinley inmediatamente reconoció el nombre de la chica. Era la chica huérfana que Navier visitó en la academia mágica para animarla. Una chica inteligente y talentosa.
¿Qué tenía en mente el Emperador Sovieshu para llevarse a esa chica...?
En cualquier caso, esto no era algo bueno.
Los magos del Imperio Oriental eran brillantes y hábiles. Si los efectos secundarios que ocurren al extraer el maná a los magos se combinara con el caso de Evely, podría descubrirse que el fenómeno de la disminución de los magos había sido amplificado artificialmente.
"En primer lugar, dejaremos de extraer el maná de los magos en la capital del Imperio Oriental. Es mejor evitar problemas."
Aunque podría parecer un desperdicio, Heinley cambió rápidamente la orden. No quería arruinarlo todo, así que tomó una decisión precavida,
"En vez de extraer el maná de los magos que ya pertenecen a la familia imperial del Imperio Oriental, es mejor asegurarse de que no aumente el número de magos."
"Entendido."
Sin embargo, a diferencia de lo habitual, el espía no se marchó inmediatamente después de terminar con el informe.
Cuando lo miró fijamente, preguntándose a qué se debía, el espía dijo, "Si no le molesta..." abrió la boca con cautela.
"¿Puedo hacer un comentario personal, Su Majestad?"
"Adelante."
Cuando Heinley accedió, el espía dijo con voz firme.
"Estoy de acuerdo en que la Emperatriz Navier es una buena emperatriz digna de respeto. Sin embargo, me preocupa que debido a la Emperatriz Navier, Su Majestad no pueda seguir adelante con los planes que ha estado preparando desde hace mucho tiempo."
Extrañamente, en lugar de enfurecerse, Heinley optó por defenderse y evadir su comentario.
Después de que el espía se marchara, Heinley preguntó a McKenna.
"¿Piensas lo mismo, McKenna?"
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