LVVDV 73

La Villana Vive Dos Veces  73

Un corazón inaceptable (1) 

Lysia se convirtió en la dama de compañía de Artizea..

Esto era lo que muchos esperaban. Si era la sucesora del Barón Morten, su estatus y posición serían los apropiados para la dama de compañía de la Gran Duquesa. Su edad también era la misma.

Además, Artizea le mostró desde el principio más favores de los habituales.

Artizea le dio a Lysia una habitación junto a ella. También le asignó tres criadas personales.

Escogió lo mejor de su ropa, la reparó e incluso se la regaló a Lysia.

Había bastantes prendas en su armario que aún no se había puesto, y en el Gran Ducado de Evron era difícil conseguir una tela fina. A pesar de tener el dinero.

Lysia se negó, desconcertada.

"No puede dármelo todo así, Gran Duquesa. Además, esta ropa fue un regalo del Gran Duque..."

"No te preocupes. Sé que no es educado dar lo que has recibido como regalo a otros. Esto es todo lo que compré por separado, así que espero que no te importe y lo aceptes".

Artizea lo dijo.

"Porque el traje de mi dama de compañía también está relacionado con mi estatus"

Lysia parecía avergonzada, pero lo aceptó agradecida.

De hecho, sólo tenía uno o dos vestidos, así que necesitaba esa consideración para poder estar al lado de Artizea.

El barón Morten es pobre. El propio pueblo de los rebeldes también era así.

Fue apoyado por el Gran Ducado de Evron. Sin embargo, crear una aldea costaba mucho dinero. También tenían que evitar los ojos imperiales. No podían garantizar una vida generosa.

Lysia no estaba muy interesada en el lujo desde el principio.

Por eso, el deseo de Artizea era vestirla con ropas finas y colgarle joyas al cuello.

A veces Artizea se sentía escéptica, parecía que intentaba compensar su culpa de esa manera.

Pero no tenía ninguna razón para frenar su deseo de hacerlo.

Al menos, por mucho que ella recibiera de Cedric, lo correcto era devolvérselo a Lysia. Originalmente era de Lysia.

Artizea también envió una persona al Barón Morten. Era para ayudar a Lysia a traer los objetos que necesitara y para ocuparse de los asuntos del Barón Morten.

Naturalmente, las sirvientas se volvieron amables con Lysia. Fue porque, a diferencia de la época de Aubrey, se dieron cuenta de que Lysia iba a ser la segunda al mando.

No pudo regresar después del banquete de Año Nuevo, así que escribió una carta a su padre.

Para mi padre,

Estoy bien. Estoy segura de que has oído la noticia de que ahora trabajo como dama de compañía de la Gran Duquesa.

Me disculpo por no poder hablar de ello con antelación porque es algo repentino.

Sin embargo, para la Gran Duquesa no hay otra dama de compañía en este momento, así que no puedo dejarla. Tal como estaba, Aubrey habría estado allí, pero cometió un error y fue expulsada.

Muchos tenían miedo porque la hija del Conde Jordyn había sido expulsada.

Pero en dos o tres días, todos comprendieron la situación y la fortaleza volvió rápidamente a la normalidad. Su Alteza, afortunadamente, no responsabilizó a la tía Margaret ni al tío Aaron.

Creo que es porque me favoreció como dama de compañía.

La Gran Duquesa es fría, pero es una persona digna y elegante. Ella tiene ciertas recompensas y castigos a la altura de su autoridad.

Lo mismo ocurrió esta vez, el Gran Duque no interfirió en el trabajo de la Gran Duquesa.

Evron nunca ha tenido una amante durante mucho tiempo. Al principio, todo el mundo se sintió un poco confundido, pero ahora es normal.

Según la tía Margaret, aunque estuvo al lado de la Gran Duquesa predecesora, ésta se casó joven y estuvo enferma todo el tiempo y murió pronto.

Además, la Gran Duquesa está llena de ingenio e inteligencia. Los funcionarios la temen y la respetan porque ya ha descubierto muchas veces los problemas del territorio en lugares inesperados.

Por encima de todo, ama y confía en el Gran Duque.

No está alejada de la política, pero no parece que sea ella quien arrastre al Gran Ducado a una batalla política, como le preocupa a mi padre.

El Gran Duque no se casó con ese propósito.

Si hay algo que me preocupa es que la Gran Duquesa sea inmerecidamente demasiado generosa conmigo.

Me temo que no estoy a la altura de las expectativas, y me preocupa no poder devolver la lealtad y el favor tanto como ella me ha dado.

Su Alteza está planeando recoger sólo a los súbditos leales del Gran Ducado y traer a dos damas de compañía más. Cuando llegue ese momento, me iré a casa de una vez.

Lysia.

Mientras Lysia ultimaba su carta, Artizea entró en la habitación.

Lysia se levantó rápidamente de su asiento. Rize dejó la bandeja del té sobre la mesa.

"Siéntate. ¿Estás escribiendo una carta?"

"No, ya he terminado"

Lysia sacudió la carta para secar la tinta, la dobló y la presionó por un lado.

Y rápidamente abrió la tapa del recipiente de té.

"¿Qué vas a hacer?" 

preguntó Artizea. Lysia enrojeció la cara.

"Si usted lo permite"

"Sí, puedes"

Dijo Artizea mientras se sentaba.

Lysia no era muy buena sirviendo té.

Primero recogió las hojas de té con la cuchara y las transfirió a la tetera. Su mano, al verter el agua caliente, temblaba.

Cuando Artizea lo hacía, era muy sencillo y estaba muy bien hecho.

Pero no sabía por qué era tan difícil cuando lo hacía ella misma. Y aún más cuando alguien la observaba.

"Sólo hay que practicar despacio"  dijo Artizea.

"En una zona cálida, se dice que adelgazar el chorro de agua y dejarlo caer desde un lugar alto hace que el agua sea más suave, pero en este lugar el agua se enfría. Es natural que no esté acostumbrada"

"Porque no teníamos todas las herramientas en nuestra casa"

Dijo Lysia. Su infancia fue educada. Sin embargo, no tuvo la oportunidad de practicar.

"Lo aprenderé a fondo antes de que pase el invierno"

Lysia sabía que Artizea traía té estos días para enseñarle y hacerlo delante de ella.

Cuando Artizea escuchó las palabras, sonrió débilmente.

"No creo que la belleza que exige el mundo social sea indicativa de la dignidad de la persona y la cultura"

"Sí"

"Pero, el que se cuida puede reducir el riesgo de ser atacado. Porque se relaciona no sólo con ellos mismos, sino también con el ojo de la persona que los eligió"

Artizea lo dijo, pensando en el momento en que Lysia se convirtió en emperatriz.

Ella es la Santa Emperatriz y recibirá el amor y el apoyo de todo el imperio.

Sin embargo, era la sociedad imperial donde Lysia tenía que vivir realmente.

Ser la hija del barón Morten fue uno de los factores que la convirtieron en un blanco fácil.

Las damas piadosas se pusieron de su lado, pero no pocas se rieron de ella por no ser educada, ya que Lysia era de una aldea rural.

Por supuesto, Lysia no se apenaba ni se entristecía por ello.

Aun así, no estaba mal reducir su debilidad por adelantado.

Lysia tomó las palabras de Artizea de manera completamente diferente. Pensó que "la persona que la eligió" no era Cedric, sino Artizea.

Sonrió.

"Sí, practicaré mucho y me convertiré en una dama que no te avergonzará"

Artizea la miró con una expresión ligeramente sorprendida. Y bajó la mirada.

"Te agradezco que me hayas tratado con un favor sincero"

"¿Por qué dices eso si es algo natural?"

"En realidad, pensé que no podía evitar que fueras un poco más terca. Aubrey fue grosero contigo y fue desleal con el Gran Ducado, pero a ti te parece normal"

Artizea suspiró ligeramente.

"Es una tontería, por supuesto, que Aubrey no haya podido ocultar sus verdaderas intenciones, pero creo que su castigo podría ser suficiente. Por eso el Conde Jordyn no fue sancionado por ello"

"Su Alteza se equivoca. Ser la elección del Gran Duque es suficiente para recibir nuestra lealtad y amor"

"¿Es así?"

"Creo que fue una muy buena elección"

Lysia puso su mano en el pecho y dijo amablemente. Y sonrió.

"Pero, aunque Vuestra Excelencia no fuera el tipo de amante que el pueblo del Gran Ducado quería... me habría alegrado mucho".

"Lysia...."

"Porque entonces Su Alteza no elegiría por su responsabilidad, sino por su propia felicidad"

Artizea giró la cabeza para ocultar su tembloroso suspiro.

Aunque se alegró sinceramente de las palabras de Lysia, sintió el dolor que le producía una gran aguja que le pinchaba el interior del pecho.

Aunque era temporal, se sintió apenada por estar casada. Porque parecía que no había devuelto a Cedric a Lysia en su totalidad.

Sin embargo, sintió una alegría secreta al escuchar a Lysia decir que era la esposa de Cedric. También se sintió culpable por ello.

Las expresiones faciales de Artizea se complicaron, por lo que Lysia pensó que había cometido un desliz.

Miró con atención a Artizea. Artizea lo sabía y entonces dijo, como si se estuviera excusando.

"Espero que no lo entiendas mal. No tiene nada que ver con la preferencia de Su Excelencia"

"Gran Duquesa"

"Cedric es un buen señor al que servir. Por eso decidió confiar en el marquesado de Rosan. Eso es todo"

Lysia parecía avergonzada.

Llamaron a la puerta. Lysia consultó su reloj. Era la hora de la merienda.

Rize abrió la puerta. Como de costumbre, Cedric estaba de pie con un plato de galletas en la mano.

Artizea, naturalmente, se levantó de su asiento.

"Bienvenida"

"Justo a tiempo"

Cedric sonrió al ver que el té estaba listo.

Lysia trajo una nueva taza y la puso delante de Cedric.

"Su Alteza lo preparó a tiempo"

Cedric dejó el plato de galletas y se sentó.

Artizea cogió una de las tazas de té y su platillo y movió un tercio de las galletas caseras. Luego le dijo a Rize que trajera una bandeja y colocó la taza y las galletas en ella.

Cedric arrugó una ceja.

"Si estoy interfiriendo, puedo irme"

"No, no lo hace, tengo trabajo que hacer. Lysia, ¿podrías servir a Su Alteza con el té en su lugar?"

"No sé qué pasa, pero lo haré por usted"

Dijo Lysia confundida.

"Es porque no quiero que me molesten"

"Pero Su Alteza......."

"¿No es el trabajo de la dama de compañía servir a los invitados en mi nombre cuando estoy ocupada?"

"Pero......"

Artizea presionó ligeramente el hombro de Lysia para indicarle que se sentara.

E inclinó ligeramente la cabeza hacia Cedric.

"Disculpe"

Las arrugas del ceño de Cedric eran como un cambio fluctuante en la corteza terrestre, que se convertía en imponentes montañas y profundos valles.

Se diera cuenta o no, Artizea dejó la habitación como estaba.

Rize se inclinó con el rostro de un prisionero culpable a punto de ser ejecutado. Luego recogió la bandeja y la siguió.

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