EGDLV 84

Viernes, 07 de Octubre del 2021

El Guía de la Villana 84

Di mi nombre (2)

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"Es la primera nevada"

El aire del vagón estaba cargado, así que Lara abrió la ventana. Estaba nevando mucho. Konny sacó una mano por la ventana con la boca abierta. Un precioso copo de nieve cayó sobre la pequeña palma de Konny. Se disipó en cuanto tocó su piel, dejando agua húmeda en su lugar.

"Estos copos de nieve son realmente grandes, milady".

Los copos de nieve eran grandes, la ciudad era grande, e incluso la puerta de entrada era grande. No había inspección, pero como el camino estaba bloqueado por la nieve, los carruajes seguían alineados y se movían con la misma lentitud.

"Será todo un espectáculo mañana si nieva toda la noche así"

Los lobos también estaban bastante relajados ahora. Cuando entraron en la ciudad, sintieron que el cansancio que habían soportado todo este tiempo les había alcanzado de golpe.

Dandelion era más grande de lo que habían oído. El terreno era tan enorme que no podían verlo todo de un solo vistazo. Estaba lleno de complejos edificios, las carreteras se entrelazaban como telas de araña y había gente por todas partes.

Los edificios más altos de Hautean eran el Palacio Real, el templo y el hotel de Isadora. Pero en Dandelion había aún más edificios que eran incluso más altos que los de Hautean. Los carruajes públicos que transportaban a decenas de personas deambulaban en fila. La gente estaba tan ocupada que uno podría pasar todo el día sólo observándolos.

"¡Sólo 8 monedas de plata! ¡Bolsa de lujo de un artesano! A la venta por sólo 8 de plata!"

"Cómo te atreves... ¡Apártate de mi camino! ¿Tienes ganas de morir? ¡¿O todavía estás mojado detrás de las orejas?!"

"¿Te jactas de ser viejo? ¡¿Eh?!"

Era ruidoso y complicado. Acababan de pasar la puerta de entrada pero ya era tan agitado. Lara sintió que sus oídos hormigueaban aunque todavía estaba en el carruaje.

Comparado con este lugar, Hautean era un país tranquilo y elegante. Ahora entendía por qué los eruditos llamaban a Hautean un estado noble en la zona fronteriza.

"Uf, ¿es por lo grande que es este país? Las voces de la gente también son fuertes. ¿Debo cerrar la ventana?"

"Sí"

Cuando Konny estaba a punto de cerrar la ventana, Demian, que había estado insistiendo en sentarse sólo en el asiento del cochero, se acercó a ellos en su caballo. 

"Lara"

A diferencia de los demás, que se envolvían en abrigos de algodón y pieles, él seguía llevando sólo ropa ligera de viaje y una capa.

"¿Me has llamado?"

"A dónde vamos"

"Como todo el mundo está cansado... En primer lugar, vamos al hotel de mi madre"

"Entonces, llevaré a Acerus a donde tú irás"

"¿Te vas ahora mismo?"

"Sí, primero tengo que ir a conocerlo"

Lara se sorprendió un poco pero pronto asintió. Demian llegó a Hautean por orden del príncipe heredero Acerus así que habría mucho que informar y mucho que hablar.

"Pienso ir al santuario esta noche. Por alguna razón, creo que Dios me estará esperando ansiosamente. Aunque pretenda que no sea así".

"¿Ya?"

"Cuanto antes, mejor. Además, no estoy tan cansado"

Demian pareció pensar en algo por un momento. Luego, tras decirle a Lara que esperara en el hotel, se marchó rápidamente en su caballo.

"Vamos"

Lara y el resto del grupo se dirigieron al hotel de Isadora en Dandelion. 

∘₊✧──────✧₊∘

El hotel era muy grande.

"Este hotel... ¿pertenece a mi madre?"

"Sí"

"¿Ese también?"

"Sí"

"¿Desde cuándo?"

"Pronto habrán pasado 20 años"

Lara se paró frente a un hotel enorme y de aspecto elegante. Más que un hotel, era como un pequeño castillo. Había varios edificios de este tipo junto a él. Parecía que todos los carruajes más lujosos de la calle Dandelion entraban en el hotel. El director general del hotel dijo que había sido contactado con antelación, así que salió a dar la bienvenida a Lara.

"El nombre del hotel es..."

"Es el Jardín de Lara"

El gerente general sonreía alegremente, pero por otro lado, el rostro de Lara se endureció. El calor que partía de su nuca se extendió a sus mejillas.

El nombre del hotel que pronto cumpliría 20 años era Lara's Garden. Era un nombre tan obvio que cualquiera podía saber que Isadora era la propietaria.

"Milady, estás avergonzada, ¿verdad?"

Konny sonrió alegremente

"Cuando piensas que Madam Isadora sugirió nombrar el hotel Lara's Garden... con esa cara tan solemne que tiene, ¡jajaja!

"Basta, Konny"

"He oído que también tiene negocios en la industria de armas y escudos del Imperio. No me digas que el letrero de la tienda es 'Protege a Lara'..."

"¡Konny!"

"¡Hehehehe!"

Cuando se quedó en blanco, mirando el enorme hotel, de repente recordó lo que Sebastián había dicho. Hautean era demasiado pequeño, por lo que Isadora quería trasladar el cuartel general al Imperio, pero no se movería porque Lara estaba en Hautean.

"La extraño"

murmuró Lara. 

Si Isadora estuviera aquí, no le importaría si había un demonio en el cuerpo del Príncipe Sidhar o no, simplemente lo agarraría por el cuello, lo abofetearía y le diría que no molestara a su hija.

"Tal y como ordenaste, he comprado una mina de diamantes que está llena de diamantes de alta calidad. Cuando tengas tiempo, te llevaré allí"

"¿Qué? ¿Ya?"

"¿Fue el Maestro Valentine? He oído que quería abrir una tienda de productos farmacéuticos. Sin embargo, no sabía lo grande que quería que fuera, así que me preparé por tamaño"

"Oh... Sí."

"Dejamos la planta superior vacía para ti, así que puedes usarla todo lo que quieras"

"¿Puedo hacer eso?"

"¡Jajaja! Es tu casa. ¿Por qué pides permiso? Vamos!"

El director general era enérgico, pero elegante y con estilo. Isadora ha abierto muchos negocios, pero nunca se presenta en persona, sólo envía a su representante. Así que el gerente dijo que quería mostrar lo que tiene. Cogió a Lara de la mano y la condujo al interior del hotel.

"¡Milady está aquí!"

Los guardias uniformados frente a la puerta principal la saludaron con una agradable sonrisa. Cuando entró en el vestíbulo, que brillaba hasta el suelo, los rayos plateados brotaron de la araña sobre su cabeza. Todos los atareados trabajadores dejaron de caminar y miraron a Lara con curiosidad.

"Esto no está bien"

murmuró Lara. Llevaba ropa de viaje polvorienta, botas de cuero y una gruesa ropa acolchada que le envolvía todo el cuerpo. Su cabello estaba desordenado y ni siquiera pudo lavarse bien la cara ese día.

¿Qué? ¿Es realmente la heredera?

Le pareció escuchar ese murmullo desde algún lugar.  

∘₊✧──────✧₊∘

En cuanto Lara llegó al hotel, pidió que el príncipe Sidhar fuera retenido en un lugar seguro. El director general le dijo que no se preocupara y lo llevó a los cuarteles de los lobos mercenarios.

"Unos doscientos lobos trabajan en Dandelion"

"¿Tantos?"

"Hay más mercenarios que no están afiliados a la empresa comercial. Ya es tarde hoy, así que lo dejaré así por ahora y contactaré con el Palacio Imperial mañana"

"Lo haré"

Como Demian dijo que traería a Acerus, Lara iba a esperarlo.

"¿Por qué mi madre nunca me habló de esto? Creo que ni siquiera mi padre exiliado sabía cuánto dinero tenía mamá"

"Bueno. Si yo fuera la señora Isadora, no te lo contaría"

"¿En caso de que fuera arrogante?"

"No, por si fuera peligroso para usted"

El director general sonrió y guiñó un ojo. El último piso del hotel que usaría Lara era una habitación especial para Isadora que algún día visitaría el Imperio. La habitación sólo se abría cuando Sebastián pasaba a veces por el Imperio.

"Milady, ¿has cenado?"

"No, tengo hambre"

"Entonces, por favor, espere un poco"

El director general salió rápidamente del salón. A pesar de lo grandes que eran sus zancadas y de lo rápido que era cada uno de sus pasos, era divertido ver cómo apenas se oía el sonido de una pisada.

"Milady"

"¿Sí?"

"Será mejor que te duches. Hueles a zapato"

Sorprendida por la crítica de Konny, Lara entró en el baño y se bañó. Cuando terminó, se preparó una espléndida cena en el salón. Todos los platos eran los favoritos de Lara. Especialmente el suave filete de cordero y las verduras a la parrilla que siempre comía en Hautean.

"Mi madre..."

 "¿Perdón?"

"Nada"

El puente de la nariz le cosquilleaba. Su cuerpo tenía ahora 20 años y su alma era mucho más vieja que eso, pero después de un mes de haberse ido de casa, Lara iba a llorar por lo mucho que echaba de menos a su madre. Cogió rápidamente el tenedor y el cuchillo para tragarse las lágrimas que casi le salían de los ojos. 

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