EGDLV 85

Lunes, 11 de Octubre del 2021

El Guía de la Villana 85

Di mi nombre (3)

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Demian Drake. Tras observar su rostro, el caballero del príncipe heredero puso una mirada severa. Con un aspecto desordenado y vistiendo un traje descuidado, el caballero miró de arriba abajo a Demian y le dijo con una mirada de desaprobación.

"¿Cita?"

"Ninguna"

"Vuelve. Por muy generoso que sea Su Alteza Imperial contigo, no podemos dejarte entrar a una hora tan tardía"

La palabra "esclavo" aún no había sido omitida en medio de su nombre, pero Demian seguía actuando como si no supiera de qué estaban hablando.

"Sin embargo, te meterás en problemas".

"¡Cabrón...!"

El caballero que se dio cuenta de la sonrisa de Demian apretó su lanza.

"¿Qué pasa? ¿Qué está pasando aquí?"

"Este esclavo bastardo viene como quiere a esta hora tardía y se atreve a exigir conocer a Su Alteza Imperial".

"Ahuyéntalo"

Alguien que parecía ser el superior del caballero apareció y se mofó de Demian.

Demian estaba en conflicto. Era fácil para él derribar a estos dos. Sin embargo, era un delito grave herir a los caballeros del Príncipe Heredero. Si pudiera encubrirlo con su inmunidad, simplemente los dominaría y entraría, pero dudó porque no sabía qué lado era mayor.

"Piérdete"

El caballero empujó el pecho de Demian con un escudo. Sin embargo, no fue empujado hacia atrás. A pesar de que tenía un rostro hermoso, un cuerpo delgado y una piel pálida, Demian no fue derribado en absoluto. La mano del caballero era como la tapa de una olla y el escudo que sostenía era de hierro fundido. Por otro lado, Demian iba vestido con simples ropas de viaje sin ningún tipo de protección.

El caballero que tenía el orgullo rayado levantó la voz.

"Te dije que te perdieras"

En el pasado, hubo un incidente que había involucrado a los caballeros del Príncipe Heredero, uno que les dejó una cicatriz duradera que nunca podría sanar realmente. Fue un incidente en el que su señor, Acerus, fue secuestrado por un demonio justo delante de ellos. Hubiera sido mejor que alguien muriera o resultara herido, pero el astuto demonio se rió de los caballeros y huyó con Acerus solo.

En ese momento, fue el esclavo Demian, quien entró en el nido del demonio y salvó al príncipe heredero.

Los caballeros estaban agradecidos a Demian, pero no supieron gestionar su orgullo dañado. Sólo pensaban que era bastante bueno a pesar de ser sólo un esclavo, pero no podían respetarlo ni servirlo. No podía ser su superior sólo por haber salvado la vida del príncipe heredero.

"Ya les dije que tengo algo importante que decirle"

Demian miró fijamente a los caballeros. Mientras la pelea se prolongaba, todos los caballeros que esperaban se reunieron allí.

"Ve con él y dile algo de mi parte"

"¿Qué?"

"He traído a la chica"

Era una frase engañosa. Los caballeros miraron a Demian con ojos que decían "como se esperaba".

"Ya me lo imaginaba. ¿Qué otra cosa se le puede pedir a un humilde esclavo?"

Algunos murmuraron abiertamente.

"¿Debo matarlos a todos?"

Demian volvió a entrar en conflicto. Acerus era quien lo llamaba amigo y lo tenía a su disposición. En realidad, a Demian no le interesaba que el país fuera destruido o no. Si Acerus no le hubiera retenido por la fuerza, habría desaparecido en cuanto la guerra hubiera terminado.

"¡Oh, Demian!"

Afortunadamente, justo antes de la pelea, el ayudante de Acerus corrió desde el otro lado del pasillo. Iba de camino a casa después de hacer horas extras, pero en cuanto vio que los caballeros hacían ruido delante de un hombre desordenado, supo que Demian había llegado y se precipitó rápidamente.

"¡Caramba! Te dije que no hicieras esto. ¿Quieres ver a Su Alteza Real enfadarse de nuevo? Demian tiene una misión realmente importante..."

"Ayudante, somos caballeros"

"Lo sé, lo sé"

"No podemos dejar que un esclavo de guerra entre en el palacio de Su Alteza Real a estas horas"

"Oh, ¿qué os pasa a todos? Sabéis muy bien que ya no es un esclavo. ¡Su Alteza Real le dio personalmente un apellido! Todos, tranquilos. Yo lo acogeré. No habrá ningún problema, ¿verdad?"

El ayudante era una persona extrovertida. Aunque no consiguió aliviar los sentimientos heridos de los caballeros, se las arregló para llevar a Demian dentro de forma segura.

El palacio del príncipe heredero también estaba tranquilo porque ya era tarde. Sabiendo que este amplio edificio se convertía en un campo de batalla para los funcionarios durante el día, Demian saludó al ayudante que le salvó de una situación difícil.

"Estás trabajando duro"

"Ah, bueno"

"¿Sigue siendo el mismo?"

"Por supuesto. Sigue siendo tan molesto como siempre"

Demian sonrió. Al sonreír, el temperamento violento que le había estado pinchando la carne se desvaneció como una mentira.

El ayudante dejó escapar un suspiro.

"Lo siento. Por mucho que intente persuadirles, sus prejuicios contra ti no desaparecerán"

"Estoy bien"

"Lo siento mucho"

"Te he dicho que estoy bien"

A pesar de que Demian dijo que estaba bien, el ayudante del príncipe heredero sabía que no era necesariamente la verdad. Si quisiera, podría matarlos a todos y huir. Así que Demian se limitó a dar su respuesta sin cuidado. Tanto Acerus como Demian eran las personas de las que el ayudante quería mantenerse alejado.

"La próxima vez, te recogeré personalmente. Estaré cansado, pero al menos me sentiré tranquilo"

"No hay próxima vez"

"¿Perdón?"

"Esta es la última vez que aceptaré la petición de Acerus. Tampoco tendrás que sufrir así en el futuro"

"De, Demian. Espera. ¿Qué quieres decir? ¿Eh? ¡Espera!"

Por mucho que el ayudante intentara detener a Demian, fue inútil. Demian apartó la mano del ayudante y se situó frente a la habitación del príncipe heredero. Allí también había caballeros. Los ojos detrás de los cascos brillaban con furia. No había ninguno de ellos que no conociera el rostro de Demian.

Un esclavo de guerra, un recurso consumible que se criaba para matar a los enemigos, el más despreciado por los caballeros. Una bestia que mataba a cualquiera cada vez que el dueño cambiaba. Esa era la existencia de Demian para ellos. 

"Abre la puerta"

Una energía ominosa se retorcía en el cuerpo de los caballeros. No podían tolerar en absoluto a este arrogante esclavo.

"¡Oh, Dios! Yo, yo la abriré. Yo lo haré"

El ayudante se interpuso entre ellos y abrió la puerta".

"¡Su Alteza Imperial! Por favor, salga!"

"¿Por qué sigues aquí?"

Acerus estaba a punto de ir a la habitación. A pesar de que afuera nevaba mucho, sólo llevaba puestos los pantalones, dejando al descubierto la parte superior de su cuerpo tal cual. En cuanto vio a Demian, los músculos de su pecho se dispararon.

"¿Demian?"

El ayudante se movió más rápido que la luz. Rápidamente dio un portazo para que los caballeros no vieran la siguiente escena.

Acerus corrió con los brazos abiertos y abrazó a Demian tan fuerte como pudo. Tenía una sonrisa tonta en la cara.

"¡Demian! ¿Qué demonios? ¿Por qué estás solo?"

"Acerus"

"¡La santa! ¿Por qué no has traído a mi santa?"

¿A quién llamas tu santa?

Demian frunció el ceño. Luego, tras apartar a Acerus con fuerza, se dio una palmadita en su desaliñado cuerpo.

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Acerus salió de su palacio con Demian y se dirigió al hotel donde se alojaba Lara. 

"El demonio Valac está en el cuerpo del Príncipe que huyó tras cometer una traición en Hautean. ¿Y ahora está en la mano de mi santa? Y por razones desconocidas... ¿se hace pasar por una persona débil y lamentable?"

Acerus sonreía furiosamente. Su rostro revelaba una profunda ira.

"¿Vino a jugar en el reino humano porque se aburre?"

"Cálmate"

"¿Cómo puedo calmarme ahora? ¿Ha venido a jugar? Este ni siquiera es su patio de recreo. Cientos de personas mueren cada vez que salen a jugar... ¿Qué?"

"Eso es lo que hacen los demonios"

"¡Ja! Me alegro de que piense que ser un Rey no es divertido. Si hubieran disfrutado de los juegos de guerra, el continente habría sido destruido".

"Así es"

Un frío copo de nieve cayó sobre la cara de Demian. Acerus, que estaba en un caballo al lado de él, de repente se puso ansioso y preguntó.

"¿Qué pasa con la santa?"

"¿Qué?"

"¿Es tan amable como para decirnos que tratemos a los demonios con amor?... ¿Nos pedirá que abandonemos las armas y abracemos a nuestros enemigos en el campo de batalla? Si ella es así, yo me sentiría muy agitado"

¿Lara?

 Demian resopló.

"Si hubiera nacido como hija del Emperador, habría sido una sucesora mucho mejor que tú"

"¡Ja! ¡Como era de esperar!"

Acerus sonrió agradablemente, diciendo que ya lo esperaba. El demonio que le preocupaba acabó apareciendo, y se sintió tan frustrado que estuvo a punto de volverse loco pensando que los humanos no querrían ni enfrentarse a ellos. Ahora se preguntaba si esos frustrantes dioses estaban haciendo por fin su trabajo.

"Está aquí"

Un enorme edificio que fue construido hace 20 años por Isadora de Oro Mil en Dandelion, la capital de Tarragon.

"Bien por ella"

dijo Acerus. 

Cuando Demian le preguntó a qué se refería, esta vez lo volvió a decir con sinceridad.

"Porque tiene una madre rica"

"¿Qué?"

"Tener un emperador como padre no es algo tan bueno, ¿sabes?"

Demian no era alguien que se riera fácilmente, pero después de escuchar eso, incluso él terminó riéndose a carcajadas.

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