BATDIV 15

BATALLA DE DIVORCIO 15

...Solo quiero huir.

La mente de Daisy estaba llena de pensamientos de escape.

Aunque anhelaba escapar de la sombría realidad, Daisy era un adulto con sentido común y sentido de la responsabilidad. También tenía que pensar en las consecuencias.

—Uf, no soy una niña. Aguanta, aguanta.

Por supuesto, si estuviera sola, no le importarían las consecuencias y simplemente huiría...

Pero tenía a su cargo a los niños del orfanato, y el sentido de responsabilidad de protegerlos le impedía huir.

Para Daisy, el orfanato era un lugar agradecido que la había hecho renacer de "Izzy" a "Daisy".

—El costo del tratamiento de Jamie y la donación para Therèse están en juego...

Daisy murmuró las cosas que había acordado recibir de Therèse a cambio de extender su misión, reprimiendo su deseo de huir.

Si desaparecía de repente, el orfanato sería el primero en ser investigado. Los niños y las monjas, que no sabían nada, sufrirían las consecuencias. Pensar en eso le impedía dar el paso.

'Bueno, ¿qué más puedo hacer? Solo aguanta hasta que te divorcies'

La vida es cuestión de aguantar, ¿no? Si me divorcio, usaré lo que recibí de Therèse como indemnización y lo arreglaré todo.

Entonces podré vivir una vida normal de nuevo.

Para lograrlo.

Primero, nunca debes revelar tu verdadera identidad.

Segundo, debes divorciarte de manera segura.

No importa cuánto lo pienses, no hay otra manera.

Divorciémonos antes de que lo descubran.

Daisy repasó cuidadosamente sus objetivos una vez más.

'Pero, ¿cómo me divorcio de él...?'

Esa era la parte más difícil.

Max von Waldeck tenía gustos excepcionales. En primer lugar, el sentido común no se aplicaba a él.

Incluso si le rompía el labio de un cabezazo, decía que era lindo. Incluso si gritaba que lo odiaba, decía que eso lo excitaba.

No tenía idea de cómo deshacerse de él.

'Si lo descubren, estoy muerta'

Era despiadado con los prisioneros o los espías. Morir justo antes de retirarse. Eso es absolutamente inaceptable. Daisy recordó un pasaje de un informe que había leído en Therese y se estremeció ligeramente.

Al experimentarlo, realmente era una fuerza monstruosa.

Normalmente, si la fuerza es brutal, la agilidad tiende a ser menor. Pero eso no se aplicaba a Max von Waldeck.

Si llegaba a descubrirse que era su esposa falsa, incluso matarlo y huir para sobrevivir parecía imposible.

—...¿Qué hago?

Era como caminar en una densa niebla, todo era confuso.

'Si busco algo, encontraré una manera'

Para hacer eso, necesitaba conocer bien a su objetivo, 'Max von Waldeck'

'Ya sé que es un maníaco sexual y un loco... ¿Qué más hay?'

Había leído los documentos que le dio Conde Therese, pero en su mayoría eran cosas oficiales.

Lo que Daisy necesitaba era algo completamente "personal", como sus "gustos personales".

La información era aún insuficiente.

'Bueno, primero investiguemos. Tengo que hacer algo. No gano nada quedándome acostada sin hacer nada'

Cuando el sentido común no funciona, lo importante es la experiencia. No había más remedio que investigar a fondo y moverse.

'¿Por dónde empiezo?'

Los objetos personales que uno lleva consigo son la forma más directa de revelar los gustos personales.

Como tenía un poco de tiempo libre, pensó que sería bueno revisar las pertenencias personales de Max.

La razón por la que Daisy eligió bañarse más tarde era para asegurarse de tener tiempo para investigar.

Prometió que no tendrían relaciones sexuales. Pero, ¿Cómo podía confiar en eso?

Pensó que si se bañaba primero, ese pervertido podría perder el control y atacarla. Era más seguro inducirlo a bañarse primero y aprovechar ese tiempo para investigar.

'Bien, solo investigaré hasta que el sonido del agua se detenga'

Ella, que estaba enterrada en la ropa de cama, esperando el momento adecuado, se levantó de un salto tan pronto como escuchó el sonido del agua en el baño.

Lo primero que encontró Daisy al revisar la ropa de Maxim en el sofá fue un colgante con un pequeño retrato en su interior.

'¿Todavía lleva esto colgado?'

Pensé que solo lo llevaba al campo de batalla. Parece que siempre lo lleva consigo.

En ese momento, estaba demasiado distraída para mirarlo con detenimiento.

Ahora que tenía tiempo, quería observarlo más de cerca.

Daisy abrió la tapa del colgante y alternó su mirada entre la mujer en el retrato y su reflejo en el espejo.

Era innegable que era su rostro.

'¿Cuándo fue pintado esto?'

La Daisy en el retrato estaba vestida de manera muy elegante.

'¿Alguna vez me puse algo así?'

Desde que entró en Waldeck, siempre había sido descuidada, por lo que nunca había usado ropa tan lujosa, mucho menos llamado a un pintor para que le hiciera un retrato.

El vestido que dejaba los hombros al descubierto era claramente costoso, el collar estaba lleno de diamantes, los aretes también eran de diamantes, y hasta el adorno para el cabello estaba hecho de joyas.

'El peinado también me parece un poco extraño...'

Daisy solía llevar el cabello recogido muy alto o suelto.

Era una imagen tan extraña que, aunque el rostro era el mismo, podía ser considerado como otra persona.

'Aun así, es demasiado parecida a mí para ser una imaginación'

Max también había dicho que 'se llevó a Izzy'. Así que no podía ser otra persona. Cuanto más lo pensaba, más confundida estaba.

Daisy cerró la tapa del colgante y estaba a punto de devolverlo a su lugar cuando notó un objeto plano colgando de la cadena.

'Es una placa de identificación'

Parece que, como soldado, siempre la lleva consigo. Había oído que las placas de identificación se usaban en el campo de batalla para identificar a los soldados.

[01-1019-1019-00]

[1019]

Los ojos de Daisy se abrieron de par en par al ver los números. Había una secuencia de números que le resultaba familiar.

'1019, es igual a mi cumpleaños'

Daisy, una huérfana que había crecido en la organización desde que era un bebé, no conocía su verdadero nombre ni su fecha de nacimiento.

[19 de octubre]

Ese día fue cuando Daisy se presentó por primera vez como 'Daisy' ante la hermana Sophía.

Cuando veía a otras personas celebrando fiestas de cumpleaños, sentía un poco de envidia, así que simplemente eligió esa fecha como su cumpleaños y la adoptó.

'¿Cómo lo supo?'

El origen de esa información era un tanto sospechoso.

¿Habría recibido información básica durante las negociaciones matrimoniales? Pero esa fecha la había elegido ella misma después de llegar al orfanato, ni siquiera Conde Therese la conocía.

'Bueno, tal vez lo vio cuando firmamos el contrato de matrimonio'

Eso tendría sentido, pero él se fue al frente de inmediato. ¿Tuvo tiempo de hacer eso? Cuanto más lo pensaba, más preguntas surgían.

'¿Lo hizo a propósito?'

Era demasiado preciso para ser una coincidencia.

Tal como Daisy había dormido con el retrato de su esposo en la mesita de noche por insistencia de la antigua duquesa, quizás era una superstición entre los soldados.

'Quizás es solo una coincidencia y yo estoy exagerando'

Bueno, ¿cómo podría entender a ese tipo?

Sea cual sea la razón, ¿qué importancia tiene el número de una placa de identificación?

Daisy sacudió la cabeza como si estuviera desechando pensamientos innecesarios. Luego devolvió el colgante a su lugar.

Lo siguiente que tomó fue un estuche de puros.

¿Le gustan los puros? El estuche elegante estaba lleno de puros extranjeros de alta calidad.

'Un gusto bastante machista'

Daisy sacó uno, lo olió y lo devolvió al estuche antes de seguir revisando la ropa.

En ese momento, algo cayó al suelo con un golpe seco.

'Esto es... ¿un arma?'

Aunque estaba sola, miró rápidamente a su alrededor como si alguien pudiera descubrirla, y luego recogió el arma del suelo.

'Es muy bonita'

Era un revólver elegante y bien diseñado, tanto que, si fuera posible, le gustaría tener uno.

A Maxim también le gustan las armas bonitas. Sorprendentemente, tenía un lado delicado para ser un hombre de su edad.

Por supuesto, era un poco escalofriante pensar que probablemente había usado esa arma para destrozar las cabezas de los enemigos...

Pero aún así, le daba envidia.

Daisy también tenía una fascinación por las armas, pero debido a que sus manos eran demasiado pequeñas, terminó usando principalmente cuchillos.

'Aunque mi puntería no era mala... Me gustaría tener un arma tan bonita como esta'

Click.

En el momento en que se escuchó el sonido de la puerta, Daisy, sobresaltada, escondió rápidamente el arma detrás de su espalda. Sus ojos verdes se abrieron de par en par.

—Izzy.

El corazón de Daisy se hundió al escuchar la voz familiar.

—¿Qué estás haciendo?

Max, envuelto en una bata de baño y aún mojado, la miraba con ojos indiferentes.

Swoosh.

El sonido del agua aún se escuchaba desde el baño.

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