PDDC 101

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Domingo, 17 de Octubre del 2021



Princesa de dos caras 101



No pudo evitar sonreír. 


"Viendo lo que ha costado, no podemos conformarnos con romper el compromiso y darlo por terminado, ¿verdad?"

"¿Estabas pensando tan lejos?"


Ella se encogió de hombros despreocupadamente, pensando que no tenía nada de especial.

Uriel miró su sonrisa, que parecía inocente a primera vista.  Aquellos ojos afilados y calculadores brillaban.  Los ojos de un monach natural donde siempre convivían la calidez y la frialdad.


"Su Alteza es alguien que planea cómo desollar un tigre y venderlo incluso mientras está capturada dentro de la guarida del tigre"


Sonrió, las palabras pisando la línea entre el elogio y el insulto.

Uriel recordó de repente la primera vez que conoció a Apollonia y se vio encerrado en una pequeña habitación de una villa real.  Ella le había pedido que eligiera entre morir en ese momento o vivir y obedecer sus órdenes.

Agradeció haber elegido vivir.

Uriel se rió en silencio. ¿Cuántas veces tendrían que ver actuaciones tan disparatadas en el futuro?  En ese momento, se inclinó un poco más en su dirección.




Creak...




El sonido de unos pasos claramente humanos se acercó.







***







"El Gran Duque Evinhart y su hijo siguen viviendo en reclusión, ¿verdad?"


Preguntó el Emperador a su hermana, con los ojos dorados brillando intensamente.

Los dos habían sido informados de que el conde de la isla de Ran había rechazado el trato comercial de Dharmayu. Sin embargo, ninguno de los dos pensó que fuera un gran problema. Los negocios estaban destinados a ser complicados. Mientras Bjern siguiera teniendo la intención de seguir adelante con el compromiso, no sería difícil ofrecerles algo más.

Sólo tenían que ocultárselo a Bjern hasta que encontraran otra forma.

El emperador y Petra llegaron rápidamente a un acuerdo, y consiguieron cerrar la boca del conde. En ese momento, aún no sabían que Eckart no se había enamorado de la princesa. Por lo tanto, decidieron centrarse en asuntos más importantes.


"Han pasado 15 días desde que llegó a la capital, pero no han salido de su residencia salvo para saludar a su llegada"

"Su hijo ni siquiera ha aparecido"

"Sí. Un día tuvo una tos muy fuerte y otro día tuvo mucha fiebre. Pusieron un montón de excusas utilizando su débil constitución. Ni siquiera sabemos cómo es"


El enfado sería razonable ya que le ignoraban descaradamente, pero en su lugar levantó la comisura de los labios. 


"Qué zorro tan astuto. Debe estar asustado"


La razón por la que llamaron a la familia del gran duque a la capital era obvia. Para ver si su hijo, Caelion, tiene algún potencial.

El hijo del gran duque era sólo unos años más joven que Paris, y tampoco es que el gran duque fuera impotente. En el momento en que se revelara que poseía las cualidades de un monarca, Paris tendría un rival.

El hecho de que el propio gran duque tuviera una estatura similar a la de un enano era suficiente para aliviar la cautela del emperador, pero su heredero era diferente. Era un hecho abierto que la gente que pretendía estar del lado del emperador ya estaba tratando de alinearse detrás del gran duque.

El gran duque se esforzaba por ocultar a su hijo. No se sabía qué iba a pasar con su familia cuando estuvieran dentro del territorio enemigo. Por supuesto, el emperador no tenía intención de dejarlos ir ahora.


"Envía el mensaje. Si ese bastardo enfermizo e inútil no da la cara el día de la competición, no volverán a ver a su hijo. Si no sale ese día, arrastrad su cuerpo"


Petra frunció el ceño por un momento ante sus bárbaras palabras. Luego tomó su pluma y refinó las palabras para que el mensaje pudiera ser transmitido con claridad.


"...Si realmente fuera un hijo enfermizo e inútil, no necesitarían esconderlo tanto"


Petra estaba convencida de que el hijo del gran duque debía ocultar algo. Quizá unos ojos dorados o rojos. Si no tenía esas características, entonces no habría razón para que lo escondieran.


"Pensaré en una forma de deshacerme de él"






* * *






Srakk-




Apollonia y Uriel se sobresaltaron. Era claramente el sonido de unos pasos humanos, muy cercanos. Era muy posible que esa persona oyera la conversación, pero ¿quién andaba por el jardín trasero a esas horas?  Ya había confirmado que los ojos de Petra no estaban cerca.




¡BANG!




Los agudos ojos de Uriel miraron con agudeza los alrededores; un momento después, voló hacia el arbusto que estaba detrás de Apolonia.


"¡Uh!"


Un chico de pelo oscuro soltó un pequeño grito cuando fue arrastrado por Uriel. Intentaba tirar de su cuerpo hacia atrás, pero Uriel lo lanzó frente a Apollonia.


"¡Suéltame! Justo ahora, tú..."





Shing-





El chico cerró la boca y dejó de forcejear con la espada de Uriel.

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