LFEDAM 11

Viernes, 26 de Marzo del 2021

La Falsa Esposa del Archiduque Monstruoso 11

Vivian se mostró más atenta a su articulación mientras colocaba la bandeja en su regazo. Una nube de vapor viajó hasta él a través del plato y de la bandeja, pero el Archiduque mantuvo su expresión constante.

"Y entonces. ¿Por qué estás tan enfadada que ni siquiera puedes contenerte delante de mí?"

"...no es algo que requiera que Su Alteza se preocupe"

Vivian no pudo confesar que todo se debía al propio Archiduque mientras se apresuraba a coger un poco de las gachas con una cuchara. Para evitar que siguiera hablando, se acercó con cuidado a él después de haber soplado un poco de vapor de las gachas calientes.

"Por favor, coma. Los criados están muy preocupados por tu estado de salud"

"¿No vas a decírmelo?"

"Es algo personal"

"Hmmm, pero quiero saber más sobre ti, sin embargo. Como ya sabes, nos vamos a casar pronto"

"¡Coff Coff!"

Vivian dejó escapar una tos estruendosa, que se asemejaba a un dolor de garganta, ya que nunca había pensado que él estaría usando sus mismas palabras de ayer, contra ella misma. Se sintió avergonzada debido a su inmensa tos antes de darse cuenta de que una gota de gachas calientes había caído sobre su pecho, lo que hizo que Vivian se pusiera nerviosa mientras sus ojos se abrían de par en par.

"¡Ah! ¿Qué debo hacer?"

En ese preciso momento, Vivian ya no pensaba en quién era realmente. En su lugar, su cabeza se llenó con el terrible pensamiento de cómo había sido descortés con una persona de mayor rango, ya que su mano estaba tocando enérgicamente su pecho de una manera imprudente.

Vivian ni siquiera se dio cuenta de que los ojos del Archiduque estaban llenos de sorpresa cuando ella siguió frotando su pecho contra la manga. En el momento en que sintió que su tacto se filtraba a través de su fino pijama, un gemido bajo se escapó de los labios del Archiduque.

"¿Estás bien? ¿No tienes nada de calor?"

¿Por qué dices eso de repente?

Vivian examinó rápidamente la complexión del Archiduque, a pesar de que apenas intentó aguantar sus ganas de culparle.

Si se trataba de la Joven Dama Alexia, era obvio que una mano volaría de inmediato por su mejilla, descargando una bofetada. Sólo podía esperar que el temperamento del Archiduque fuera diferente al de Alexia.

Fue justo en ese momento cuando trató de hacer todo lo que estaba a su alcance mientras soplaba el calor que quedaba en su pecho con su propio aliento.

"...¿en qué demonios estás pensando?"

Los ojos de Vivian viajaron hacia él sólo después de escuchar las palabras del Archiduque.

Al mirar su rostro fruncido, Vivian comenzó a temblar inconscientemente. A través de sus muchas lecciones repetidas, el miedo comenzó a abrumar su cuerpo incluso sin que ella fuera consciente de ello.

"Yo... lo siento"

Aunque no pretendía asustarla, estaba temblando en exceso, lo que había convertido la expresión del Archiduque en la de un interrogante.

Entre sus diferentes actitudes de hoy y ayer, el Archiduque comenzó a preguntarse si realmente era la Joven Dama de Britton. Alargó la mano hacia ella, que seguía tartamudeando con precaución.

Sus mejillas hinchadas se podían sentir por completo en sus manos, lo que profundizó sus líneas de fruncimiento.

"¿Te han golpeado antes?"

Vivian no pudo responder en absoluto. Si se revelaba que Alexia era la que estaba detrás de esta herida en cualquier momento, su identidad sería definitivamente revelada también, lo que en última instancia no tenía ninguna garantía hacia su propia vida.

"...He oído que fuiste criada como una niña preciosa"

Supongo que eso es una tontería. El Archiduque no sabía realmente cómo aliviar su propia expresión al sentir el toque contra su palma.

¿No se jactaban de que iban a regalar a su preciosa hija?

Nunca hubiera esperado que la criaran tan mal. Fue entonces cuando empezó a devanarse los sesos respecto a lo que iba a hacer con ellos, que se atrevieron a mentirle.

"Por favor, guarda silencio sobre este asunto"

"¿Por qué debería hacerlo?"

"...porque soy yo quien ha hecho algo malo"

Sucedió por su propia culpa. Si no hubiera dejado caer las gachas, no la habrían pillado y al final, podría volver pronto, como ayer.

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