LESVAC 139

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La Emperatriz se volvió a casar 139

Pensar un paso por delante



Duque Elgy dijo decididamente mientras sonreía,

"Suena como si dijeras esas palabras por impulso, como disculpa."

Sin embargo, no era tan frío como antes.

Rashta se dio cuenta de eso y miró al duque llena de esperanza.

"Me parece que Rashta está confundiendo sus sentimientos ahora mismo porque su relación con Su Majestad el Emperador no es buena. ¿O está fingiendo que está confundida a propósito?"

"Es en serio. Realmente es en serio. Sólo pensar que el Duque Elgy se va es tan doloroso, ¿cómo podría esto no ser amor?"

Rashta habló apresuradamente y abrazó al Duque Elgy por la espalda.

"Por favor, sé mi amante, Duque."

El Duque Elgy tenía una expresión de sorpresa en su rostro. De hecho, realmente estaba sorprendido.

¿Amante?

No era extraño que un miembro de la familia real de otro país se convirtiera en amante de la emperatriz o del emperador.

Sin embargo, este caso era un poco diferente.

"Yo también tengo sentimientos hacia Rashta, así que convertirme en su amante no es el problema."

"¿Entonces qué?"

"Rashta no tiene poder como emperatriz, ni fuerzas. Desafortunadamente... ahora es una emperatriz sólo de nombre."

"¡!"

"Si yo, un miembro de la familia real de otro país, me convierto en tu amante, perderé prestigio en mi país de origen."

"No seré siempre una emperatriz sólo de nombre. Puedo prometerlo."

"Eso está fuera del alcance de Rashta."

El orgullo de Rashta fue herido.

Cuando el Duque, que siempre había dicho palabras esperanzadoras, dijo esto, no quería oírlo aunque fuera verdad.

Pero el Duque Elgy finalmente retiró su mano del pomo de la puerta y se dio la vuelta, por lo que dejó de pensar en eso y lo miró ansiosa.

"Pero si al firmar el contrato de amante, Rashta me da un regalo de gran valor, las personas podrían reírse menos."

"¿Un regalo?"

Rashta se apresuró a preguntar, recordando la enorme cantidad de joyas y vestidos que recibió de Sovieshu tras firmar el contrato de concubina.

"¿Qué quieres? ¿Dinero? ¿Joyas?"

"De eso tengo mucho. Tanto que nunca terminaría de contar."

"Entonces..."

El Duque Elgy fingió reflexionar y exclamó, "¡Ah! Un territorio. Dame un terreno cercano a la costa."

Rashta se sorprendió. ¿Quería un territorio?

"Como sabes, mi país es marítimo, así que es conveniente cerca de la costa."

"Huh, pero Rashta no tiene ese poder..."

"Si no es así, no puedes tenerme a mí, un miembro de la familia real de otro país como amante." 

El Duque Elgy dijo con firmeza, y miró a Rashta con gran pesar.

Su mirada era profunda y amistosa, como si lamentara que no pudieran compartir juntos el futuro.

"Es mejor no ir más lejos por el bien de ambos."

"¡Encontraré una manera!"

Rashta se aferró apresuradamente al Duque Elgy y gritó.

"¡Rashta encontrará una manera!"

* * *

"Se está hablando mucho de que la emperatriz retuvo al Duque Elgy cuando estaba a punto de irse."

El Marqués Karl informó con un rostro sombrío.

La expresión de Sovieshu vaciló por un momento.

"¿Los pillaron abiertamente?" 

"Se dice que mientras el Duque Elgy cargaba su equipaje, Rashta se acercó corriendo a toda prisa. Después de eso, los dos entraron en su habitación y mantuvieron una larga conversación. Al final el Duque Elgy volvió a desempacar sus pertenencias."

El Marqués Karl estaba muy preocupado.

La gente pensaba que la emperatriz de pobre origen estaba manchando la imagen de la familia imperial. 

Hubieron muchas emperatrices que tuvieron amantes, pero ninguna andaba jugando a los enamorados.

Los más malintencionados se burlaban, diciendo que no sabían si Rashta entró en la habitación con el Duque Elgy y lo retuvo con su boca o con su cuerpo.

Por supuesto, los que decían eso pertenecían a la clase de persona que los demás veían mal por sus rudas palabras, pero inevitablemente había un punto en el que cuanto peor era el rumor, más atractivo era escucharlo.

"Parece que cuanto más pura es una persona, más rápido se oscurece."

Sovieshu se lamentó.

Aunque tenía un lado astuto y en ocasiones mostraba un comportamiento fuera del sentido común, Sovieshu pensaba que Rashta era verdaderamente pura.

Rodeada de personas calculadoras, Rashta parecía una flor silvestre que soportaba en solitario el fuerte viento.

Creía que la pureza de Rashta merecía ser protegida.

Todas las personas se ven influenciadas por su entorno, así que sabía que Rashta algún día cambiaría.

Pero no esperaba que fuera tan rápido...

"Su Majestad, ¿no deberíamos detener a la emperatriz? Me temo que si continúa así, la Familia Imperial se convertirá en un hazmerreír."

"El hazmerreír comenzó desde que se presentó a la boda con ese vestido que parecía cubierto de algas y no la detuvimos."

Sovieshu murmuró con frialdad, y negó con la cabeza.

"Dejémosla por el momento. El bebé en su vientre es lo más importante ahora. ¿Tienes algo más que informar? ¿No?"

"No se trata del Imperio Oriental pero..."

"¿?"

Cuando el Marqués Karl vaciló, Sovieshu frunció el ceño, preguntándose qué pasaba.

Sin embargo, rápidamente se dio cuenta de qué quería hablar el Marqués Karl. Estaba tratando de hablar del Imperio Occidental.

Lo que provocaba conversaciones en los países aliados, enemigos y poderosos, Sovieshu lo leía directamente a través de los periódicos o lo escuchaba de sus secretarios. Aunque no fuera importante en ese momento, nunca se sabe si se podría sacar provecho de esa información más adelante.

Así que no había nada extraño en que el Marqués Karl hablara del Imperio Occidental.

"Está bien. No te preocupes, sólo dilo."

Sovieshu no mostró ningún signo de incomodidad y habló casualmente.

"Es un escándalo entre la anterior Reina Christa y el Emperador Heinley."

Sin embargo, en cuanto escuchó las palabras del Marqués Karl, la expresión de Sovieshu se volvió rígida.

"¿Qué?"

El Marqués Karl habló de cuándo tuvo lugar el incidente, cómo se produjo el escándalo, cómo se resolvió, y demás.

"Resulta que en el momento en que la anterior reina Christa afirmaba estar con el Emperador Heinley, éste se encontraba con el Gran Duque Kapmen. Al final quedó demostrado que había mentido, y se fue como si estuviera huyendo a la Mansión de Compshire."

Sovieshu sonrió amargamente, recordando que el Gran Duque Kapmen había estado con Rashta esa noche.

No podía creer que mintiera de esa manera. 

"El Gran Duque Kapmen lo hizo para ayudar al Emperador Heinley o para ayudar a Navier."

"¿Eh?"

Sovieshu se burló fríamente.

"Lo sabía, ese playboy, sinvergüenza, sólo estaba haciéndose pasar por un hombre profundamente enamorado."

Cuando el Marqués Karl se dio cuenta de que Sovieshu estaba hablando mal del Emperador Heinley, cerró la boca.

Sovieshu envió al Marqués Karl a descansar.

Sin embargo, sintiendo como si el interior de su estómago estuviera hirviendo, se levantó y se sentó repetidamente en la silla.

Navier parecía feliz, creía haber conocido a alguien que sólo la amaba a ella. ¿Pero la engañó justo después de la boda?

Estaba enojado, tenía ganas de darle un puñetazo en la cara.

Quería asegurarse de que Navier estaba bien. Sin embargo, entregar una carta o un regalo a Navier como consuelo, ¿sería adecuado?

Navier tenía un fuerte orgullo. Definitivamente no aceptaría el consuelo de su ex esposo.

Después de reflexionar durante un tiempo, a Sovieshu se le ocurrió una buena idea.

***

En ese momento, Mastas acababa de llegar al territorio donde estaba estacionado Koshar.

Fue a Compshire para cumplir las órdenes de Heinley, terminó su trabajo y pasó por aquí para cumplir su promesa con Navier.

No fue difícil encontrar a las tropas enviadas del palacio imperial.

"¿Ves esa pequeña colina de allí?" 

"Sí. La colina con tres grandes árboles uno al lado del otro, ¿cierto?"

"Así es, detrás de esa colina, verás una extensa llanura. En ese lugar deberían estar estacionados."

"Gracias."

Mastas preguntó a las personas para encontrar el paradero de Koshar. De hecho, después de llegar a la cima de la colina que el anciano le indicó, se veía una serie de grandes tiendas de campaña, además de un establo temporal y varias fogatas.

Mastas descendió rápidamente hacia allí.

"Estoy buscando a Lord Koshar."

Sin embargo, Koshar no se encontraba aquí.

"¿Lord Koshar fue al pueblo a comprar algo?"

Al contrario, se le informó que estaba en el pueblo. 

'¡Acabo de llegar aquí desde el pueblo!'

Mastas pensó en esperar para reunirse con él, pero al final cambió de opinión y se dirigió nuevamente al pueblo de la carretera.

Entonces optó por preguntar a cada persona, "¿Ha visto a un hombre muy apuesto?", buscando directamente a Koshar.

¿Cuánto tiempo transcurrió así?

'Me dijeron que estaba por aquí...' 

Mientras caminaba por un callejón, escuchó el sonido de armas chocando entre sí.

‘¿No es una pelea de uno contra uno?’

El sonido de las armas chocando se escuchó en rápida sucesión. Luego se escucharon fuertes maldiciones, seguidas de sollozos.

Mastas corrió apresuradamente en dirección a los sollozos.

Si pandilleros estaban intimidando a las personas, iba a darles una lección.

Sin embargo, la escena que vio al llegar fue completamente inesperada.

Había personas que estaban siendo intimidadas. El problema es que parecía haber un solo intimidador haciendo sufrir a catorce personas. 

La mayoría de las personas que estaban siendo intimidadas eran hombres corpulentos con una apariencia peligrosa, pero estaban de espaldas unos con otros. Tenían ambas manos atadas entre sí, por lo que sólo podían moverse hacia los lados.

El intimidador, era un hombre apuesto con un impresionante cabello rubio, que les disparaba flechas como si estuviera divirtiéndose.

Los disparos hacían poco daño porque las flechas no tenían punta, pero todos los que fueron alcanzados sollozaban, como si estuvieran sufriendo.

Mastas abrió la boca desconcertada.

Había exactamente catorce armas diferentes alineadas en el suelo.

En ese caso, las armas de esos catorce individuos fueron arrebatadas por ese hombre rubio antes de humillarlos así...

'¿Eh? ¿Ese hombre?'

Mastas se dio cuenta tardíamente de que ese hombre era Koshar, que normalmente sonreía ampliamente al lado de la Emperatriz Navier.

Mastas levantó involuntariamente un dedo y exclamó, "¡Ah!"

Al escuchar la voz, Koshar dejó de jugar y giró la cabeza hacia ella.

En el momento en que sus ojos se cruzaron. Koshar no dijo nada, pero Mastas estaba convencida de que debía de haber maldecido en su interior.

En realidad, Koshar pensaba que estaba en problemas.

Vino a comprar un regalo para Navier, pero unos ladrones aparecieron repentinamente y tuvo que luchar. 

Cuando venció a dos, vinieron cinco; cuando venció a cinco, vinieron nueve; cuando venció a nueve, vino una multitud. Como ahora.

No pudo soportar el hecho de que los ladrones tuvieran la intención de robar las joyas y vestidos que quería dar de regalo a Navier. Al final, sólo estaba desahogando su ira.

Esta fue la escena que vio la dama de compañía de Navier.

Tenía una expresión de sorpresa... Estaba seguro de que le contaría a Navier sobre esto.

Navier voltearía la cabeza inmediatamente como si fuera decepcionante.

Para Koshar era más fácil lidiar con un malvado pandillero que con una dama de compañía.

Sentía que estaba en problemas porque no sabía cómo lidiar con la dama de compañía de su hermana.

Pensó primero en detenerla. Koshar, que tardíamente aclaró sus pensamientos, bajó el arco y sonrió para conversar.

"¿Hola? Qué haces en un lugar como este."

Pero tan pronto la saludó.

Mastas, que estaba atónita, gritó repentinamente, "¡Es genial!" Entonces se llevó una mano a la espalda y sacó una gran lanza.

Empuñando firmemente la lanza, gritó mientras corría.

"¡Me gustaría tener un duelo con usted, Lord Koshar!"

Koshar frunció el ceño. ¿Un duelo tan repentinamente?

Podría ser una broma, pero Mastas actuaba como si fuera en serio.

Koshar la miró desconcertado y se negó.

"Lo siento, pero no puedo luchar contra la dama de compañía de mi hermana."

"¡No hay ningún problema!"

"No, no está bien."

Pero Koshar cambió rápidamente de opinión. Viendo el brillo en sus ojos, también parecía estar loca por las artes marciales.

'Debería ser posible que mantuviera la boca cerrada si la manejaba adecuadamente, ¿verdad?'

"Bueno, acepto, pero ¿puedes prometerme una cosa?"

"¿Qué?"

"No le dirás a Navier nada de lo que acabas de ver."

"¡De acuerdo!"

Cuando Mastas gritó emocionada, Koshar sonrió y sacó la espada de su cintura.

Afortunadamente, era una dama de compañía que hablaba el mismo idioma. Por supuesto, no tenía intención de luchar en serio.

Si cometía un error y hería a la dama de compañía aunque fuera un poco, Navier se enfadaría.

"¡Empecemos!"

Pero después de intercambiar ataques unas cuantas veces, Koshar se arrepintió de su decisión.

Se dio cuenta de que su oponente no era una persona con la que pudiera lidiar blandiendo casualmente su espada.

Tenía que ir en serio. Sin embargo, si la enfrentaba en serio, realmente podría herirla.

¿Qué debería hacer? ¿Debería desmayarla? ¿O simplemente hacer que pierda despojándola de su arma en el momento adecuado?

Mientras dudaba en hacer esto o aquello, algo golpeó su cabeza.

Koshar parpadeaba con la mirada perdida. Ante sus ojos, el rostro de la asombrada dama de compañía se desvanecía.

Tres segundos después, se desplomó de inmediato.

"¡Oh, no, Lord Koshar!"

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