LESVAC 104

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La Emperatriz se volvió a casar 104

De camino al Imperio Oriental



La pregunta de Heinley dejó mi mente completamente en blanco.

¿Cuándo será mi amado esposo? Ya lo es, ¿no?

Pero imagino que no se refiere a esto.

¿Quiere que le dé amor?

Estoy confundida.

Pensé en mi relación con Sovieshu, pero nunca tuve una conversación como esta con él. Esas experiencias eran completamente inútiles.

Mientras dudaba, Heinley murmuró con un leve suspiro.

"Tiene los ojos como los de un conejo sorprendido."

"¿Yo...?"

"Respóndeme en otra ocasión, Reina."

***

Después de que Heinley se marchara.

Apoyé mi cabeza contra el marco de la ventana, sentí mi sien enfriarse al tocarlo.

No lo sabía, pero mi rostro parecía haberse calentado. Cuando puse mis manos sobre mis mejillas, estaban realmente calientes.

Me pregunto si es porque Heinley es... más joven que yo. O tal vez porque es un playboy. Pero, dice cosas dulces de forma muy espontánea.

No me disgustaba, sin embargo...

Mientras estaba pensando en eso, llamaron a la puerta.

Abrí la puerta para ver si era Heinley de nuevo, pero quienes entraron fueron Rose y la Condesa Jubel.

¿A dónde habían ido? Tenían cestas llenas de fruta.

"¿Qué estaban haciendo?"

"Fuimos a un huerto que está en el palacio real, Su Majestad."

"Las cortaremos para usted."

Mientras las dos estaban sentadas en el sofá, cortando las frutas y sirviendo bocadillos en un plato, yo miraba aturdida por la ventana.

Entonces, pensé en lo que Heinley me había dicho sobre ir al Imperio Oriental. 

Si voy, mis damas de compañía irán conmigo, así que por supuesto debo decírselos.

"Su Majestad el Rey estuvo aquí hasta hace poco."

"¿Su Majestad?"

"No creo haberlo visto cuando..."

"Vino por la ventana. Sólo quería decirme dos noticias."

Rose, que había terminado de cortar las frutas, dejó el cuchillo y me miró. La Condesa Jubel dejó el plato de bocadillos en la mesa de té y también esperó mi respuesta.

"La fecha de nuestra boda ha sido fijada."

Sus caras se iluminaron ante mis palabras.

"¡Por fin...!"

"La diseñadora McLinnan estará aún más ocupada, Su Majestad."

Sin embargo, sus caras se oscurecieron tan pronto como les dije la noticia sobre la boda de Sovieshu.

"Por otro lado, hemos sido invitados formalmente a la boda de Su Majestad el Emperador en el Imperio Oriental."

Parecían como si se hubieran bebido un vaso de agua salada.

"Y he decidido ir."

Cuando escucharon mi decisión, sus expresiones empeoraron aún más.

Las dos intercambiaron miradas sin decir una palabra.

La insatisfacción era evidente en sus caras. Pero al final, suspiraron y lo aceptaron.

Entonces cuando estaba a punto de hablar más sobre este tema.

Llamaron nuevamente a la puerta.

Rose se dirigió a abrir la puerta, y yo me senté en el sofá, mirando en esa dirección. 

El visitante era un hombre bien arreglado con una gran barba gris.

¿Quién era él?

Mientras miraba su rostro totalmente desconocido, él se giró y se inclinó ante mí.

Después que asentí, el hombre entró en la habitación y se presentó,

"Soy el Mayordomo Principal de la Familia Amares, Su Majestad."

¿Familia Amares?

Ese nombre me suena familiar.

Oh. Lo recuerdo.

Apareció un par de veces en los registros que había estado leyendo.

Hasta donde sé, esa familia ostentaba el título de marqués.

¿Por qué esa familia enviaría hasta aquí a su mayordomo principal?

Cuando lo miré desconcertada, el mayordomo dijo cortésmente.

"Su Majestad, he venido en nombre de la Señorita Mulaney."

¡Mullaney! Era uno de los subordinados de Mullaney.

Quería reunirme con ella con la intención de que se pusiera de mi lado, ya que era una persona muy influyente en la alta sociedad del Reino Occidental.

Asentí y él continuó.

"La Señorita se siente muy honrada de que Su Majestad la Reina quiera reunirse con ella. Estaría encantada de venir a visitarla en cualquier momento, sólo tiene que indicarme la fecha y la hora."

No había necesidad de fijar deliberadamente una fecha lejana.

"Dile que venga a visitarme mañana a la una de la tarde."

***

Mullaney llegó media hora antes de la hora señalada.

Había considerado esa posibilidad, así que ya tenía preparado el té y los bocadillos.

"Mi nombre es Mullaney, Su Majestad la Reina."

Observé cuidadosamente a Mullaney mientras me saludaba formalmente.

Daba la impresión de ser una figura con una postura firme y decidida, con el cabello rubio claro y ojos grises. Además, tenía una expresión de confianza.

"Me siento honrada de que haya querido reunirse conmigo, Su Majestad."

"He querido conocerte desde que escuché sobre usted."

"Yo también he estado esperando este momento desde que me enteré que Su Majestad la Reina había llegado. Me preguntaba cuando me llamaría."

Su expresión no era lo único que desprendía confianza. También se reflejaba en sus comentarios audaces y naturales. Esto hizo que una sonrisa se formara en mis labios.

Aunque la atmósfera era diferente, se sentía como si estuviera mirando a una joven Nian.

"Ya veo. Si has estado esperando a que te llamara, sin duda quieres algo de mí, ¿verdad?"

En lugar de responderme inmediatamente, Lady Mullaney sonrió levemente y preguntó a cambio.

"Su Majestad me ha llamado porque puedo ayudarla a adaptarse en la alta sociedad del Reino Occidental, ¿verdad?"

Es inteligente. Eso es incluso mejor.

Asentí con agrado inmediatamente, pero esta vez ella me preguntó siendo más cautelosa que antes.

"Puedo ayudarte. Puedo ofrecerte la ayuda que necesitas. Pero, ¿en qué me beneficiaría yo?"

Ante la audaz e inteligente pregunta, Laura, de pie junto a la puerta, sacudió la cabeza enérgicamente hacia mi.

Por su cara parecía estar pensando, '¡¿Qué le pasa?!'

Resistiendo las ganas de reírme, le pregunté esta vez.

"¿Qué quieres a cambio?"

No le di muchas vueltas al asunto, era obvio que deseaba algo en particular.

"¡Por favor, deshazte de Christa!"

Pero la petición de Mullaney fue completamente inesperada.

Cuando levanté las cejas y la miré con incredulidad, ella volvió a hablar.

"Seguramente habrás escuchado que tuve una fuerte pelea con Christa. Incluso recibí algunas palabras duras de Su Majestad Heinley por eso."

Mullaney, cuyo rostro se volvió rígido como si estuviera enfadada de sólo pensarlo, respiró hondo y continuó.

"Desde entonces, los nobles que siguen a Christa se han unido para intimidarnos abiertamente a mí y a mis amigos."

"..."

"No sé si Christa les dio la orden o si están enojados por su cuenta. Pero ella es el punto focal. Una vez que salga del palacio real, ellos se dispersarán."

Ella continuó, con una mirada de determinación.

"En cualquier caso, Christa debió irse a la Mansión de Compshire cuando el anterior rey falleció. Incluso si no quería ir a ese lugar, debió haber dejado el palacio real. Es justo expulsarla, Su Majestad."

"... Lo pensaré."

Después de que Mullaney se retiró.

Llamé a Rose y Mastas para comentarles este asunto, y luego les pregunté si la relación entre Mullaney y Christa era tan mala.

Mastas no parecía saber mucho al respecto, pero Rose respondió después de reflexionar.

"No tuvieron una pelea tan fuerte, pero es cierto que desde que se extendieron los rumores sobre la discusión, se produjo una división en la alta sociedad, Su Majestad."

"Ya veo..."

"Pero no creo que sea sólo por la situación en la alta sociedad que Lady Mullaney está siendo tan dura."

¿Entonces a qué se debe?

Rose dijo con el ceño fruncido, como si estuviera haciendo un esfuerzo por recordar.

"Lady Mullaney es la única hija del Marqués Amares. Y tengo entendido que el Marqués Amares adoptó a su sobrino para hacerlo su sucesor. Según los rumores, Lady Mullaney quería suceder al Marqués directamente."

"Ah."

"Ese sobrino es el tercer hijo del Duque Liberty, uno de los ayudantes más cercanos de Christa."

"Esto, no me lo esperaba."

"¿Lady Mullaney quiere deshacerse de su hermanastro, deshaciendo de Christa?"

"Bueno..."

Es una posibilidad.

Parece ser muy orgullosa, así que por eso pudo haber pedido eliminar a Christa en lugar de pedirle que le ayudara a convertirse en la sucesora.

Laura preguntó con inquietud.

"Su Majestad, ¿qué piensa hacer?"

En lugar de responder, me recosté en el sofá.

Al asociarme con Mullaney sin duda lograría que una gran parte de las fuerzas de la alta sociedad se acercara naturalmente a mí.

Sin embargo, ella se había vuelto completamente hostil hacia Christa.

Como he dicho antes a mis damas de compañía, una falsa amistad es mejor que estar en conflicto.

¿Debería seguir adelante y fingir estar en buenos términos con Christa de momento?


***

Durante días estuve pensando en esto, pero no era fácil encontrar una respuesta.

Mientras tanto, la delegación para asistir a la boda de Sovieshu se fue preparando debidamente, y antes de que me diera cuenta, el día de partir había llegado.

Era un sentimiento extraño el regresar a mi patria como la Reina de otro país.

Antes de partir.

Respiré hondo, mientras me miraba en el espejo con mi cómodo atuendo de viaje. Cuando salí con una expresión forzada en mi rostro, el carruaje ya estaba listo.

El carruaje estaba rodeado no por los Caballeros del Reino Occidental, sino por los Caballeros Transnacionales.

Después de recibir sus saludos, subí al carruaje.

Este carruaje se uniría más tarde a otros carruajes y soldados de caballería cerca de la entrada principal del palacio real.

... ¿Por qué no está aquí?

Cuando miré en el interior del mismo no pude ver a Mastas. Las otras damas de compañía estaban acomodando su equipaje.

"Señorita Laura. ¿Has visto a la Señorita Mastas?"

Cuando le pregunté preocupada, Laura sacudió la cabeza. Rose y la Condesa Jubel tampoco sabían nada.

Ya era hora de partir.

"¡Su Majestad la Reina! ¡Su Majestad la Reina!"

Vi a Mastas por la ventana acercándose apresuradamente desde la distancia, con una gran lanza en su espalda y cubierta con una capa.

"¡Señorita Mastas!"

Bajé apresuradamente del carruaje, y en un instante ella estaba frente a mí. Luego dijo, saltando de arriba abajo,

"Su Majestad, ¿has escuchado hablar de eso? No lo has escuchado, ¿verdad? ¡Por favor, dime que no lo has escuchado!"

"No he escuchado nada. ¿Qué ha pasado?"

"¡Recibí noticias de mi hermano!"

Su hermano... ahh. Ese caballero de aspecto brutal.

¿Está hablando de Sir April?

Asintiendo con la cabeza, ella dijo con una sonrisa.

"Mi hermano también se unió a la gira de los caballeros, ¡parece estar en el mismo grupo que el hermano de Su Majestad Real!"

"¿En serio?"

"Sí. Es Sir Koshar, ¿verdad?"

"Así es."

"Sir Koshar—"

Rose dijo fríamente a mi lado, "Señorita Mastas, dónde está tu equipaje, aún no has empacado nada, ¿verdad?" Mastas dejó de hablar y fue a empacar sus cosas.

Debido a esto, no pude dejar de mover los dedos ansiosamente mientras esperaba en el carruaje a que ella regresara.

Mastas tardó casi media hora en volver y continuó contándome,

"Sir Koshar está haciendo un buen trabajo en la 'gira de los caballeros'."

"¿Está segura?"

Cuando le pregunté, sorprendida y encantada, Mastas exclamó, "¡Sí!" con una amplia sonrisa.

"Por cierto, ¿sabes cómo se ha hecho popular?"

"¿?"

Eso me puso nerviosa.

¿Sabes cómo se ha hecho popular? Esa pregunta... Sonaba como si hubiera ganado popularidad de una manera diferente a los demás.

La miré temerosa, pero me explicó con más entusiasmo.

"Normalmente, cuando uno se entera de situaciones injustas, toma acciones legales después de una investigación. ¡Pero los puños del hermano de Su Majestad salen volando después de la investigación!"

"¡!"

"Aunque las penas legales son un buen castigo, desde la posición de los inocentes no es suficiente. Darles su merecido a los perpetradores es más satisfactorio."

Me puse la mano en la frente, sorprendida, pero Mastas incluso agitó su puño en el aire con emoción.

"¡Todo el mundo lo está vitoreando porque es la primera vez que algo así sucede!"

"Su Majestad, ¿Qué clase de hombre es tu hermano? Es alguien de personalidad fuerte."

***

Al principio me preocupé cuando comencé a escuchar las noticias de mi hermano.

Sin embargo, poco a poco me sentí aliviada porque Mastas seguía hablando bien de él.

Es un poco... diferente a los demás.

Pero lo importante es ser querido como un caballero por la gente. Mientras los ciudadanos del Reino Occidental estén felices con mi hermano, está bien.

Apoyé mi brazo en el marco de la ventana del carruaje y miré hacia fuera.

Los pensamientos sobre mi hermano fueron disminuyendo, pensando cada vez más en el Imperio Oriental.

Tenía sentimientos encontrados y... extraños.

Quería mostrar a mis padres lo bien que me va y lo agradecida que estoy con Heinley. Además, me preguntaba si todavía me dolería ver a Sovieshu con Rashta.

Sé que no puedo decírselo a nadie, pero honestamente... lo que más esperaba es que Sovieshu se sorprendiera al verme.

Quería mostrarle lo bien que estoy sin él.

¿Es un pensamiento demasiado infantil?

Mientras reflexionaba, el carruaje se detuvo.

¿Ya habíamos llegado?

Pero lo único que podía ver por la ventana era el camino del bosque. Cuando miré a la puerta, desconcertada, de repente escuché una voz llamando 'Reina'.

Tan pronto como abrí la puerta, Heinley se puso de pie.

Sonrió y me preguntó, mirando a las damas de compañía.

"Reina, ¿puedo ir en el carruaje a solas contigo?"

Antes de que pudiera responder, las damas de compañía se miraron entre sí y se bajaron apresuradamente.

Ellas se dirigieron a unos de los dos carruajes que estaba delante del mío. En lugar de detenerlas, cerré la ventana torpemente.

¿Eh? ¿Por qué cierras las ventanas?"

Heinley entró en el carruaje y rápidamente se sentó frente a mí.

Luego de acomodarse golpeó la parte trasera del interior del carruaje, haciendo que comenzara a moverse de nuevo.

"Vine porque quería estar contigo."

Antes de que pudiera preguntarle por qué había venido, Heinley respondió primero.

"Sí."

Respondí con calma, y dirigí mi mirada hacia la ventana otra vez. Pero la había cerrado hace un momento, así que no pude ver nada.

¿Por qué la cerré?

Luego de reprochármelo a mi misma, lo miré de reojo y vi que no me estaba observando.

Abrí la ventana nuevamente y fingí estar contemplando el paisaje.

"Haha."

"¡!"

Escuché una risa baja y reprimida a mis espaldas, pero pretendí deliberadamente no darme cuenta.

Afortunadamente la risa pronto se calmó.

¿Cuánto tiempo tomó, exactamente?

De repente sentí ganas de ver a Reina.

Reina, mi adorable águila.

Fue tan impactante cuando descubrí que Heinley quedaba desnudo al convertirse en Reina, que de sólo ver a Reina me avergonzaba.

Sin embargo, creo que la conmoción fue desapareciendo gradualmente con el paso del tiempo.

Quería ver a Reina de nuevo.

Es cierto que Heinley está desnuda cuando está en forma de Reina, pero… tiene plumas.

Ahora que lo pienso, ¿las plumas de un pájaro no son iguales a la ropa de una persona)?

Esa idea me hizo querer ver a Reina aún más.

En este punto, sentía que la única forma de calmar mi mente confusa era sosteniendo ese pequeño cuerpo con fuerza en mis brazos.

Mirando hacia atrás, Heinley estaba sonriendo mientras me observaba.

Después de dudar por un momento, le pregunté,

"¿Puedes convertirte en Reina?"

"¿Ahora?"

"Quiero abrazarlo."

Tan pronto como estas palabras salieron de mi boca, se convirtió en un pájaro de plumas doradas en un instante y voló hacia mí.

Le pedí que se convirtiera en Reina, pero cuando realmente lo hizo y se acercó a mí, mi corazón latía con fuerza inexplicablemente.

Tal vez fue por su ropa esparcida frente a mí.

Pero al examinarlo más de cerca, Reina era sólo Reina.

No sentí una fea desnudez en él. Por supuesto, no es que el cuerpo desnudo de Heinley sea feo y no quiera verlo…

Sólo entonces, extendí mi mano aliviada. Cuando toqué sus plumas, Heinley parpadeó y una sonrisa se formó en sus ojos.

A pesar de todo, para mi seguía siendo Reina.

Reuniendo más valor, extendí ambas manos y lo levanté. Me sentí feliz y nostálgica al tener de nuevo a Reina en mi regazo.

Lentamente lo abracé.

Este olor. Extrañaba este olor.

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