La Villana es una Marioneta Cap. 8
Belleza que llama a la muerte (3)
Contrariamente a sus frÃos sentimientos hacia su padre, Cayena preguntó con una sonrisa. "¿TenÃas a alguien en mente?"
El Emperador no lo demostró, pero se sorprendió.
Estaba convencido de que Cayena mencionarÃa a Raphael Kedrey si mencionaba el matrimonio.
Si ella respondiera como esperaba, se habrÃa decepcionado de nuevo de ella.
Pero Cayena ni siquiera mencionó a Lord Kedrey.
ParecÃa que finalmente habÃa aprendido que el matrimonio no era una tarjeta que deberÃa desperdiciar en amor o deseo.
Para estar seguro, el Emperador preguntó: "¿Quieres decir que te casarÃas con otra persona después de invertir tanto tiempo y esfuerzo en Raphael Kedrey?"
La pregunta hizo que Cayena pensara en su primer amor, como un recuerdo lejano.
De todos modos, no estaba destinado a él.
SerÃa una mentira decir que no se arrepiente.
Incluso si hizo caso omiso de sus sentimientos personales, Raphael fue un excelente compañero de matrimonio.
Pero Raphael la despreciaba.
No querÃa aferrarse a alguien que la odiaba.
Además, tuvo que hacerse amiga de Raphael. Su papel era necesario para que ella se casara con éxito.
'Para ser más exactos, es el poder del Duque Kedrey lo que necesito.'
Cayena arregló su sonrisa y dijo con calma: "Como no tengo hermanas, ¿Cómo podrÃa dejarme llevar por una emoción momentánea y cometer tal error? Seguiré tu voluntad, padre."
"Hoy me has sorprendido muchas veces," dijo el Emperador. Generosamente, agregó, "elija a su pareja con cuidado. Tómese su tiempo para examinar sus opciones."
Ante esas palabras extraordinarias, los sirvientes que estaban cerca se olvidaron de sà mismos, dejando caer la mandÃbula y jadeando.
'Ahora, si puedo librarme del interés de Rezef, no importará con quién me case.'
Cayena habÃa logrado lo que habÃa venido a buscar.
Cortésmente, dijo: "Gracias por prestar atención a este asunto. Me aseguraré de que mi socio sea verdaderamente apto para unirse a la familia Imperial."
El Emperador asintió y llamó al gran chambelán. Esto significaba que iba a acostarse y descansar.
Cayena lo saludó una vez más y salió del dormitorio, llevándose a sus damas de honor con ella.
"Parece que ha recuperado los sentidos después de crecer."
El gran chambelán inclinó la cabeza ante el comentario del Emperador y sonrió suavemente.
"La princesa ya ha crecido y madurado tan admirablemente, cómo pasa el tiempo."
El Emperador sonrió. "Estás torciendo mis palabras." Dijo.
***
Cuando Cayena salió de la habitación del Emperador, se encontró con alguien inesperado.
Naturalmente, sus pasos se detuvieron.
PodÃa sentir la cautela de las damas de la corte que se acercaban, los caballeros cercanos y los sirvientes.
Pero, por supuesto, se mostraron cautelosos. Aquel con el que se habÃa topado era bien conocido como el amor no correspondido de Cayena.
'Raphael Kedrey.'
El cabello negro azabache y los ojos carmesà eran los sÃmbolos de la familia ducal Kedrey. Raphael nació con esas caracterÃsticas distintivas. Cayena, que era pálida y rubia, estaba fascinada por su viva presencia.1
De hecho, a pesar de que Cayena tenÃa experiencia y vivÃa su tercera vida, pensaba que era una persona maravillosa y hermosa.
Raphael se destacó de otros nobles de su edad, comenzando por su presencia.
TenÃa el aura pesada, vÃvida y abrumadora de aquellos que habÃan experimentado el campo de batalla. Combinado con su belleza y figura naturales, no tenÃa rival entre sus compañeros.
Cayena no era más que otra chica impotente ante su raro encanto.
'En mi primera vida, pensé que simplemente una buna persona.'
Sin embargo, Raphael de la novela no era solo un caballero.
Era obsesivamente meticuloso en la forma que interactuaba con la gente, y le cansaba tener que conocer personas y mantener las relacione sociales.
Originalmente, Olivia lo ayudó con su compulsión, y Raphael se habÃa enamorado de ella.
"Raphael Kedrey saluda a Su Alteza Imperial."
Raphael, que habÃa estado en la sala de espera, saludó a Cayena de manera seca.
De repente, Cayena se sintió aliviada. No la odiaba tanto como esperaba.
Raphael solo pensaba en ella como una molestia en este momento, en lugar de odiarla abiertamente.
Tuvo tiempo de corregir sus errores.
Ahora tenÃa que dejar de hacer todas las cosas que habÃa hecho anteriormente.
Si dejaba de fingir estar cerca de él y de tocarlo, al mismo tiempo que tenÃa cuidado de no ser grosera, podrÃa tener una relación mucho mejor con él antes.
De todos modos, no era como si quisiera que su primer amor la recordara como una mujer horrible.
"Puedes levantarte."
Cayena tomó su decisión.
"Ha pasado un tiempo, Lord Kedrey."
'... ¿Lord Kedrey?'
Raphael pareció desconcertado por su educada dirección, como solÃa llamarlo 'Raphy'.3
Ahora que lo pienso, aunque Cayena lo habÃa encontrado, no corrió hacia él y lo abrazó del brazo.
No era el único que ponderaba su comportamiento.
Todos los presentes miraban a Cayena con los ojos muy abiertos.
'¿Qué, ¿por qué Su Alteza está actuando as�'
Cayena era normalmente muy grosera y desinhibida.
Mientras todos estaban confundidos, Cayena miró a su alrededor y se perdió en otros pensamientos.
'Aunque Raphael habÃa venido, nadie anunció su presencia.'
Viendo que estaba claro que el Emperador estaba manteniendo a Raphael bajo control.
"¿Estás aquà para ver a Su Majestad?"
"SÃ."
Su fuera la Cayena original, ya habrÃa hablado sin parar para llamar la atención de Raphael. Pero Cayena conocÃa bien su papel.
Ella era la villana, no una heroÃna.
'Ahora conozco mi lugar.'
Cayena llamó a un criado.
"DÃgale a Su Majestad que Lord Kedrey está pidiendo audiencia."
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