Cómo domar a mi bestial esposo 106
Visita a Allamand (1)
Traducción coreano al español : Asure
No recordé bien después de eso.
Annette me acarició el pelo en silencio y empezó a tararear. Tenía una voz agradable al oído, como el gorjeo de un pajarito. Sentí que quería escuchar más, pero me pregunté porqué mi cuerpo se estaba volviendo extrañamente pesado, entonces bajé y entré.
Rafael cerró los ojos, sintiendo que su conciencia se hundía en el fondo muy profundo. Y durmió muy bien. Hasta el mediodía del día siguiente.
¡¡Oh, Dios mío!!
¡Se quedó dormido en esta situación!
Sin ser consciente de las habilidades de Annette, se odiaba a sí mismo por ser tan fácil. No fue hasta que la luz del día lo despertó, fue a rastrear el dormitorio de Annette. Pero por ningún lado apareció Annette. Salió corriendo con la camisa puesta y agarró a cualquier criada que estaba a la vista y preguntó.
"¿Qué pasa con Annette? ¿Dónde está ahora?"
"Mi Señora ha salido, amo"
La criada, con los ojos muy abiertos, respondió con voz temblorosa. En realidad, Rafael no era un amo exigente, pero daba miedo cuando gritaba con un ímpetu tan tormentoso.. Estaba muy asustado, al punto de parecer que estaba sufriendo un taque al corazón.
"¿Sabes a dónde se ha ido esta mañana?"
"Lo siento. No he escuchado nada antes..."
Al oír la respuesta de la criada, Rafael se tocó en silencio la frente. De todos modos, era una mujer que disfrutaba la lectura y tejer. Con sólo mirar su cara, parecía que solo paraba sentada tranquilamente en su casa.
Recordando las significativas palabras que Annette había dicho anoche, Rafael se mordió los labios con ansiedad. Se mordió con fuerza que el sabor de la sangre permanecía en su boca. Sólo entonces Rafael se sorprendió de lo que había hecho.
¿Me siento ansioso en este momento? ¿Tal vez ella me abandonó?
Asintiendo y haciendo un sonido, Rafael se envolvió la cara con ambas manos.
De todos modos, es una mujer que no conoce mi corazón
Entonces, Rafael parecía aún más loco. Estaba como una chimenea, cuestionándose. Estaba pensando en seguir a Annette en este momento si lo abandonó. Pero sabía mejor que nadie que se lo merecía.
Fui yo quien cerró bien la boca desde el principio y no le dijo nada.
Y ahora, el precio fue devuelto intacto por Annette. Rafael, atrapado en el pantano de la autosuficiencia, volvió a su habitación con paso molesto. Y empezó a prepararse para salir. Era obvio que si se quedaba así en casa, estaría inquieto como un perro que espera a su dueño.
En ese caso, prefería ir donde Harold y hablar con él. Sería mejor si pudiera hacer algunas preguntas en este momento. Tal vez esté sobreinterpretando demasiado las palabras de Annette, pero ¿Qué hay de no ser olvidado?
Rafael masticó sus palabras, sintiendo una extraña ominosidad que no se podía explicar con palabras.
¿Mi familia la odia? ¿Por qué ha dicho eso?
Al fin y al cabo, la familia de Rafael son sólo dos: Selgratis y Ben March; con uno de ellos tenía una peor relación, ni siquiera quería llamarlo familia. Así que el objetivo al que se refería Annette es sin duda Selgratis.
Sin embargo, no lo entendía. Annette nunca ha conocido al rey desde que se casó. No sólo eso, sino que nunca ha habido una discordia particular entre ambos. A decir verdad, Rafael pensaba que la relación entre ambos era bastante buena. De lo contrario, Selgratis no podría haberse esforzado tanto como para no echar de menos a una mujer así.
Rafael frunció el ceño y se burló de las manos que abotonaban su camisa más rápidamente. Tenía la suerte de contar con alguien a quien podía acudir en momentos como éste. Harold, antiguo agente secreto del rey, debía saber algo.
* * *
"Señorita...No, Marquesa. ¡Tenga más bollos aquí! ¿Desea algo de pudín?"
"¿O qué tal un pastel? Esta vez, he firmado un contrato con un nuevo proveedor de fruta, y las uvas verdes de allí son muy dulces. Va muy bien con la crema!"
Las criadas de su padre que la miraban después de mucho tiempo estaban muy tiernas. Probablemente sea la primera visita a su familia después del matrimonio. Tal vez por eso estaban tan ansiosas por no poder darle nada más a Annette. Gracias a esto, Annette, que vino después del desayuno, derramó un sudor frío al ver los postres apilados delante.
"Gracias a todos. Por cierto, parece que mi padre está muy ocupado, ¿verdad? Creo que no veo ninguna señal de que vaya a bajar"
Annette bajó la taza de té y preguntó. Entonces, los rostros de las criadas, que hasta ahora habían tomado color, se endurecieron un poco. Por mucho tiempo que trabajaran aquí, Allamand Bavaria era un amo al que nunca podían conocer. Una de ellas respondió a Annette con una sonrisa incómoda.
"El mayordomo anunció antes la llegada de la señora, pero no estoy segura de lo que pasó después. Lo siento mucho"
'Mayordomo'
Annette recordó la extraña cara que se encontró en la entrada. Gerard, el antiguo mayordomo, ha regresado a su ciudad natal, así que deben haber contratado a un nuevo mayordomo.
El nuevo mayordomo, de nombre Robert, era un joven alto y de aspecto rotundo, con el pelo castaño. Sin embargo, también era un hombre con un sentimiento clásico. En resumen, era justo el tipo de empleado que le gustaba a Bavaria. Annette se preguntó qué expresión tendría Allamand después de que el nuevo mayordomo le anunció su visita.
"Bien. Esperaré un poco más"
Annette no creía que fuera fácil hablar con su padre. Esperó tanto que le salió una sonrisa amarga. Allamand ya la había hecho esperar durante tres horas, pero no pudo bajar.
Annette tenía muchas cosas que quería preguntar a su padre. Especialmente sobre los controles de la familia real y las presiones injustas. Sin embargo, Allamand no parecía querer hablar con ella. Aun así, no importaba. Annette no quería esperar así como así.
"Voy a caminar un rato mientras espero. Me siento un poco cansada ... No hace falta que me sigas. Saldré y regresaré rápido"
Annette, que se levantó del asiento, declaró con una brillante sonrisa. Las criadas que no saben nada le respondieron amablemente diciendo que esta bien. Annette entró en el Jardín Bávaro, donde llegó después de un tiempo transcurrido. Caminar un rato no era más que una excusa y decidió ir a ver a su padre en persona, quien no asomó ni la punta de su nariz.
Aunque sea una mujer casada, han vivido juntos durante 20 años. Así que Annette sabía a dónde ir para encontrarse con él. Mientras caminaba por el pasadizo perfectamente ordenado, sus pasos se aceleraron. Esperaba ver a su familia, así que se sentía nostálgica.
'Seguramente estará allí'
Al doblar la esquina, vio una mesa de picnic. Era un lugar creado para tomar un descanso mientras se paseaba por los jardines de la mansión bávara. A Annette le encantaba esa mesa con una buena vista del jardín. Solía beber té allí, leer libros y bordar.
Pero había una razón más por la que Annette insistía en este lugar. Junto a la mesa, Annette, sentada en una silla blanda, levantó lentamente la cabeza. Entonces, el edificio principal de la mansión bávara entró en sus ojos a través del toldo que pasaba por encima.
'¿El estudio de mi padre estaba el tercer piso?'
No se cansaba de repetirlo bajo el sol mientras tomaba té en una mesa al aire libre. Había momentos en los que levantaba la vista y miraba hacia arriba como si le atrajera algo. Como una vaga premonición.
En ese momento, estaba Allamand en la biblioteca del tercer piso, junto al gran ventanal. Poniendo una mano blanca en la ventana, miraba hacia abajo con sus ojos morados oscuros en la sombra de la habitación. Cuando Annette se quedó aturdida por el encuentro inesperado, él se dio la vuelta y desapareció con una mirada descuidada. Fue como una serpiente blanca que se precipitó a su guarida.
Ahora era así. Annette levantó la vista y miró hacia la ventana de la biblioteca del tercer piso, donde vio el familiar cabello platino de Allamand. El pelo platino que brilla con el sol... Inesperadamente, estaba luchando con alguien que sostenía ferozmente su cabeza.
"¿...?"
Annette cuestionó sus ojos por un momento. Era porque se preguntaba si había visto la imagen posterior parpadeando en la luz del sol. Pero incluso mirando hacia atrás, una lucha feroz se desarrollaba en la biblioteca.
Annette abrió mucho los ojos y miró por la ventana. Allamand estaba luchando con un hombre de complexión robusta y pelo castaño. Annette, que reconoció la cara del hombre un paso después, se quedó sorprendida.
'¡Es el mayordomo que vi antes!'
No sabía porqué Allamand estaba peleando con el mayordomo, pero la situación parecía muy urgente. Por muy joven que pareciera Allamand, ya se acercaba a los 50 años. Y los bávaros no tenían mucho talento para el uso físico.
Annette se levantó y corrió hacia la mansión sin dudarlo. Luego agarró a los empleados que pasaban y gritó.
"¡¡Mi padre fue atacado!! Apúrense, vayan a la biblioteca del tercer piso!!!"
Fue un par de horas más tarde cuando Annette estaba sentada cara a cara con un Allamand algo calmado. Allamand, poniendo una bolsa de hielo sobre el hematoma en su cara, parecía cansado. Su rostro, con un tono morado alrededor de los ojos, parecía muy raro.
Annette vio esto y se sorprendió un poco. Su padre, que siempre tuvo un rostro perfecto, como si no se le clavara ni una aguja, estaba muy raro. No parecía el mismo ser humano que ni siquiera parecía envejecer. Sin embargo, viéndolo así, podía sentir que Allamand también estaba envejeciendo. Allamand abrió la boca con voz ronca.
"Incluso el mayordomo .... no puedo creerlo. Casi muero antes de dejar un testamento"
"¿Cómo sucedió? El mayordomo se llamaba Robert. ¿Fue contratado falsificando su identidad como Iván?"
"No. Estoy seguro de su estado. Estaba limpio hasta que lo puse en la mansión"
"Entonces, ¿por qué..."
"Estás haciendo una pregunta estúpida, Annette. Incluso después de entrar, la mente siempre puede cambiar. Por ejemplo, tomaría como rehenes a los miembros de la familia y luego pide un precio alto por el rescate. Incluso las cosas más insignificantes estarán preparadas para revelarlas al menos una vez"
Allamand barrió su garganta, aún roja, con las huellas manos todavía rojas, escupió como si masticara. Casi fue estrangulado por un mayordomo de gran tamaño y le dolía la garganta. Era una pena que saliera una voz ronca cada vez que abría la boca.
Al ver esto, Annette estaba en conflicto. Pero no pudo evitar preguntar sobre esto. Annette, que miraba cuidadosamente a su alrededor, susurró bajando las pestañas.
"¿Esto también es obra de su Majestad? Deshacerse de mi padre y mantener a Bavaria en jaque"
"¡¡¡Tú... !!! Eso, ¿Cómo es que ...?"
Los ojos de Allamand se abrieron de par en par ante las inesperadas palabras. Puso una cara en el que ni siquiera pensaría. Annette estaba adivinando el cuadro completo de este incidente.
Nota Asure: Nuevo capítulo, disfruten ....
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