Mi deseo son dos camas separadas 96
Rumores sospechosos (3)
Traducción Coreano-Español: Asure
—¿Cómo puede ser esto posible?
Boris examinó el frasco de medicina con una expresión atónita.
Ya lo habían analizado en el laboratorio y solo había traído unas pocas muestras para el informe, pero aún le resultaba difícil de creer.
—¿Hacer medicina con maná? Y ni siquiera con magia, sino extrayendo maná puro para usarlo......
Boris habló rápidamente, exaltado.
—Estas medicinas son todas agua con maná. No es mucho, pero contiene únicamente maná puro.
—¡Ah, eso es un secreto comercial!
Adele exclamó con expresión afligida. Julia, que había estado escuchando atentamente, parpadeó sorprendida.
—Así que ya lo sabías. Sabías que eres una maga.
—¡¿Eh?! ¡No, no...! ¡No soy una maga!
Adele agitó las manos con desesperación.
Julia la había llevado casi a la fuerza al palacio real, aunque le había soltado las ataduras. A pesar de haber sido traída con las manos atadas, Adele no se había resistido demasiado y, sobre todo, no había intentado usar magia.
—No sé usar magia. Solo sé que desde pequeña he tenido una energía con habilidades misteriosas, la he usado un poco... solo un poquito para ganarme la vida.
—Por la cantidad, no parece solo ‘un poquito’.
Endymion señaló mientras revisaba los documentos. Eran los resultados del análisis de las muestras, que Boris había organizado rápidamente.
Al notar la presencia de un desconocido, Adele miró nerviosa de un lado a otro.
—Entonces... ¿eso significa que soy una maga no registrada?
Julia asintió con la cabeza.
—Parece que sí. La vi usar magia para hacer estas medicinas.
—¡No! ¡Señora, le juro que no!
Adele gritó, sobresaltada. Como le habían cubierto los ojos al traerla, aún no se había dado cuenta de que estaba en el palacio real.
—Si fuera una maga, ya me habrían llamado a la Torre de Magia. ¡Pero nunca he recibido una convocatoria!
Todavía abrumada, Adele se defendió con desesperación, temiendo que pudiera recibir algún castigo.
—Señora, ¿he hecho algo malo? No me castigarán, ¿verdad? ¡De verdad, no lo sabía! He usado esta habilidad desde que era niña y nunca hubo problemas......
Adele estaba completamente desconcertada por la situación.
Descubrió que tenía una extraña habilidad cuando tenía unos siete años. No era algo impresionante, pero podía curar dolencias leves y aliviar problemas psicológicos.
Se dio cuenta de que podía disolver esa habilidad en el agua para hacer medicinas cuando tenía quince años.
Con el tiempo, empezó a sospechar que su poder era similar a la magia, pero se esforzó en ignorarlo.
—¡Yo solo quería ahorrar para tener una casa bonita y vivir feliz con un esposo fuerte como un oso!
¿Qué podía hacer si tenía talento para los negocios? Además, ni siquiera tenía que pagar por los ingredientes y el dinero llegaba sin esfuerzo. ¿Quién en su sano juicio desperdiciaría semejante oportunidad?
Adele puso una expresión suplicante. Endymion cruzó los brazos sin cambiar su expresión, mientras Julia la miraba con curiosidad.
—Has viajado por todo Semele vendiendo medicinas durante bastante tiempo, ¿verdad?
—Hik... bueno...
‘¡Vaya, esta gente tiene información muy rápida!’
Dándose cuenta de que era inútil ocultarlo, Adele comenzó a confesar.
—Sí. Llevo siete años vendiendo medicinas. Quizás exageré un poco en la publicidad, ¡pero nunca engañé a nadie! Lo juro. Sus efectos son reales, aunque sean temporales y leves.
Julia asintió. Ella misma había visto antes cómo una herida se curaba con la medicina.
—¿Podrías mostrarnos cómo lo haces? Quiero comprobar si es realmente maná puro y no magia.
Al ver la señal de Julia, Boris rápidamente preparó una mesa. Adelee vaciló un momento, pero luego acercó la mano a un pequeño recipiente con agua.
Y entonces...
¡Pof!
Una tenue luz rosada se extendió como pintura disolviéndose en agua. En un instante, el líquido en la palangana se volvió como las pociones que Julia había visto antes.
—Aquí tienen. Es una medicina para curar heridas.
Un leve sonido de chisporroteo se escuchó cuando el vapor se disipó. Adelee parecía exhausta, como si hubiera usado toda su energía.
Mientras Boris y Endymion examinaban la poción con detenimiento, Julia, sin dudar, se pinchó el dedo con su broche.
—Veamos...
—¡Julia!
Endymion frunció el ceño al notar su imprudencia. Pero Julia, completamente absorta en su curiosidad, sumergió el dedo herido en la poción.
—Vaya, es real.
Tan pronto como el líquido rosado tocó su piel, la herida desapareció sin dejar rastro.
Endymion, que había llegado un poco tarde, le envolvió la mano con un pañuelo con gesto cuidadoso. Sin embargo, Julia no apartó la vista de la poción, fascinada.
—Pero esto es extraño. Cuando se usa magia, el maná se mueve, pero en este caso, en lugar de fluir, su presencia desaparece por completo.
—¿Qué quiere decir?
preguntó Boris, confundido.
—Así es. Pero fíjate bien, ¿puedes sentir algún rastro de maná ahora?
Julia señaló a Adele y a la poción. Boris miró a ambos y su rostro se llenó de confusión.
—Ahora que lo dice... ¿Eh? ¿Cómo es posible? ¡¿Por qué ha desaparecido el maná?!
Adele, que no entendía nada, miró a Julia y a Boris alternativamente. Endymion frunció el ceño y le preguntó a Adele:
—¿Cuánto tiempo llevas usando este poder?
—Pues... lo usé por primera vez cuando tenía siete años. Tenía un amigo enfermo y, desde que descubrí que funcionaba, nunca dejé de usarlo. Empecé a hacer medicinas con él cuando tenía quince, así que llevo unos ocho años con eso.
Adelee respondió con sinceridad, con la esperanza de que su cooperación la ayudara a salir bien de la situación.
A simple vista, sus ropas, forma de hablar y presencia eran completamente distintas a las de la gente común. Se había sentido aterrorizada cuando la capturaron, pero ahora que los veía, no parecían hostiles. De hecho, la mujer parecía más bien intrigada por ella.
‘Si consigo nuevos clientes, ¡sería aún mejor!’
Sus medicinas se vendían como pan caliente entre la gente común, pero no había logrado introducirlas en las casas nobles, ya que desconfiaban de productos de origen desconocido. Siempre había tenido un límite en sus ganancias por esa razón.
Pensándolo bien, esta era una oportunidad perfecta para expandir su mercado.
‘¡En realidad, esto me conviene!’
Los ojos de Adele brillaron con determinación. Tenía que aprovechar la ocasión para atraer a estos clientes de alto nivel.
—Entonces, has usado maná durante dieciséis años en total.
Endymion cruzó los brazos y murmuró. Julia, que sostenía la muñeca de Adele para sentir el flujo de maná, inclinó la cabeza con curiosidad.
—Si lo ha usado tanto tiempo, ¿cómo es que la Torre de Magia no la ha detectado antes?
—Es... extraño. ¿Cómo pudieron perder el rastro del flujo de maná? ¡Eso es imposible!
Boris estaba completamente desconcertado. Pero frente a sus ojos, Adele estaba usando maná sin ser una maga normal.
Preso del pánico, Boris se levantó de golpe y dijo que informaría de inmediato a la Torre de Magia.
Adele, horrorizada, se aferró a su ropa.
—¡No! ¡Aún tengo que ganar más dinero!
—¿Q-qué? ¡Suéltame!
—¡Mi dinero! ¡No te dejaré ir hasta que prometas no delatarme!
Dos magos… No. Un mago y una mujer comenzaron a discutir. Endymion los miró con irritación, y ellos, intimidados, se sentaron torpemente juntos en el sofá.
—Julia, dijiste que esa mujer no usa magia, sino que agota su poder mágico, ¿verdad?
Mientras Julia meditaba sobre cómo responder, Endymion preguntó en voz baja. Julia asintió.
—Sí. En términos de cantidad de poder mágico, está un poco por debajo del maestro Boris. Entonces, debería haber notado que él era un mago, pero no lo supo hasta que lo vio. Además, cuando vertió su poder en el agua, su energía interna se redujo.
El poder mágico de un mago era como un manantial inagotable. Siempre mantenía una cantidad establecida desde su nacimiento, a menos que su vida estuviera en peligro.
Pero tras examinarla, descubrieron que el poder mágico de Adele desaparecía por completo cada vez que lo usaba. Se recargaba, pero de forma muy lenta.
—Ya veo. Como ha estado agotando su poder continuamente desde que despertó, la Torre de Magia no ha notado su existencia.
Endymion la observó con atención, analizándola. Sus ojos violetas se abrieron levemente, mostrando sorpresa.
—Es cierto. Es la misma condición que cuando yo llevaba el anillo.
Solo que ella lo había ocultado, mientras que Adele lo había gastado por completo.
Parecía que la constitución de Adele era diferente a la de un mago común, lo que explicaba el fenómeno. Incluso Boris, que nunca había oído de un caso así, estuvo de acuerdo con Endymion.
—Es fascinante. No solo usa el poder sin dejar rastro, sino que lo hace de manera instintiva, sin necesidad de fórmulas…
Julia brilló con curiosidad.
Un poder mágico que no era magia. Una fuerza imposible de detectar hasta verla en acción. Sintió que podría tener un uso interesante.
—¿Adele, verdad? ¿Podrías quedarte aquí por un tiempo y enseñarme cómo lo haces?
—Ah… pero tengo un itinerario de ventas en otra región…
Adele titubeó, con una expresión incómoda. No podía rechazarlo directamente, pero tampoco parecía dispuesta.
—Y lo siento, pero… para esto se necesita bastante poder. No quiero subestimarla, pero…
¡Whoosh!
Antes de que Adele terminara de hablar, una brisa dorada la envolvió. Cuando se disipó, Julia había vuelto a su apariencia original y sonrió radiante.
—Se me olvidó deshacer la ilusión. ¿Qué estabas diciendo?
M-Magia… ¡Es una maga de verdad!
Adele abrió los ojos de par en par, atónita.
Aprovechando la confusión, Endymion intervino con naturalidad.
—Si vendieras todas tus pociones, ¿cuánto ganarías en un mes?
—¿Eh? Ah… umm, alrededor de 250 laniones…
—Te pagaré diez veces más.
—¿Dónde está mi habitación, estimado cliente?
El brillo de las monedas de oro cruzó por los ojos de Adele. Su sonrisa reflejaba una honesta devoción por el dinero.
—¡Entonces, hasta cuándo me quedaré? Contactaré a mis clientes para reprogramar mi agenda.
Emocionada por la oportunidad, Adele decidió posponer su viaje de ventas. Julia, igualmente intrigada, se unió con entusiasmo.
—Eso lo discutiremos juntas. Por ahora, quiero aprender cómo agotas tu poder mágico…
Adele, tras recuperar su bolsa de dinero, inclinó la cabeza con duda.
—Eh… señora, hay algo que me confunde. ¿Por "agotar el poder mágico", se refiere a la forma en que fabrico pociones?
—Sí, exactamente.
Julia asintió. Adele, sin embargo, miró de reojo a Endymion, que había vuelto a concentrarse en sus documentos sin inmutarse.
—Pero… ya lo está haciendo.
—¿Perdón?
—Su poder mágico… es dorado, ¿verdad? Lo vi cuando cambió de rostro. No estaba segura antes, pero ahora lo sé. Su poder está fluyendo constantemente hacia él.
Adele señaló a Endymion. Julia ladeó la cabeza, desconcertada.
—Debes estar equivocada. No estoy usando magia en este momento.
Era imposible que un mago de bajo nivel percibiera el poder de uno de nivel superior.
—No, no me equivoco. El suyo es dorado, pero el de él es verde y está quieto. Sin embargo, su magia fluye hacia él como un río constante.
Adele mencionó con precisión el color del poder mágico de Boris, aunque nunca lo había visto en uso.
—Oh… A veces existen magos especializados en manipular la esencia del poder mágico. Puede que este sea un caso así… pero espera.
Boris, que estaba analizando a Adele con curiosidad, reaccionó con retraso.
—¿Dijo que el poder de la reina está fluyendo hacia Su Alteza?!
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