MDSDCS 95






Mi deseo son dos camas separadas 95

Rumores sospechosos (2)



Traducción Coreano-Español: Asure



—¿Eh? ¿Una medicina para no tener sed?

—Sí. Dicen que allí el agua es cara. Pero papá tiene que ir para ganar dinero, así que anoche no pudo dormir preocupado… Dijiste que tienes todo tipo de medicinas, ¿verdad? ¿Las tienes? ¿Podrías darme solo una? ¡Prometo que me portar bien en adelante! ¡Haré todos tus recados!


El niño pequeño miraba con cautela mientras suplicaba. La joven, incapaz de sacudirse al niño que se colgaba de su brazo, giró los ojos.


—Sí, sí, las tengo todas.


Era la primera vez que la mujer se veía desconcertada. Julia la observó con interés, curiosa por ver cómo respondería.

De repente, la mujer giró la cabeza y le pidió un favor.


—¡Señora! ¿Podría cuidar de estos niños por un momento? ¡Solo serán unos tres minutos! Si los dejo solos un instante, hacen travesuras.

—¿Eh?


Julia parpadeó, sorprendida por la repentina solicitud.


—¡Guau, ¿quién es esta noona?!

—No la he visto antes. ¿Es amiga de Noona Adele?


Los niños, cambiando rápidamente su interés hacia Julia, comenzaron a parlotear como pajaritos piando. Estaban sucios, pero sus ojos brillaban como estrellas, lo que los hacía encantadores.


—No, solo pasaba por aquí. ¿Cómo se llaman?


Julia les acarició la cabeza mientras les preguntaba. Los niños, animados por su amabilidad, comenzaron a responder entusiasmados.


—¡Soy Kevin!

—¡Yo soy Hail! ¡No es "Ail", es Hail!

—Oye, noona, hueles muy bien. ¡Pero Hail huele a sudor!

—¡¿Qué?! ¡No es cierto!


Enseguida los niños empezaron a discutir. La mujer tenía razón: en cuanto los dejaban solos, causaban problemas.

Julia intercambió una mirada con Boris, conteniendo la risa. Boris, observando a los pequeños con curiosidad, se metió en la conversación con expresión divertida.


—Oigan, ¿por qué pelean? Si huelen a sudor, solo tienen que bañarse.

—¡Oiga, señor! ¿Me está diciendo que huelo mal?

—¿Eh? ¡Nunca dije eso!


Boris se rascó la cabeza, confundido. Mientras tanto, Julia sonrió y pensó para sí misma.

'Será mejor regresar al palacio y hablar con la guardia de la capital para encontrarle otro trabajo a esa mujer. Tiene buen corazón y parece realmente talentosa. Si dejara de engañar a la gente, podría trabajar en un laboratorio de medicamentos'

Mientras pensaba en esto, miró a la mujer de reojo.

Ella estaba agachada a cierta distancia, sacando frascos de una gran bolsa y mezclando cuidadosamente su contenido.


—Hmm, esto debería bastar. Y si añado un poco de esto…




¡Flash!




'¿Eh?'

Julia no podía creer lo que veía. Un tenue resplandor rosado emanó de las manos de la mujer, acompañado de una sutil vibración en el aire.

'Eso es… ¿magia?'

Era una sensación apenas perceptible, como una brisa ligera. Si no hubiera pasado tiempo en la Torre de Magia, ni siquiera lo habría notado. Pero ahora, que su sensibilidad hacia la magia había aumentado, no tenía dudas.

Era magia.


—¡Listo! Kevin, lleva esto a tu papá. Con este medicamento, con solo un poco de agua se sentirá mucho más hidratado que de costumbre.

—¡Guau, de verdad!


El niño tomó el frasco y, curioso, bebió un poco.


—¡Oh! ¡Tenía sed de tanto correr, pero con esto ya no siento que necesite agua!

—Jeje, ¡Noona Adele es increíble!


Los niños aplaudieron emocionados, levantando los pulgares. La mujer les acarició la cabeza con orgullo.


—Vaya, es más impresionante que un médico. ¿De verdad existe un medicamento así? ¿Debería comprar uno?


Boris, que no había notado nada extraño, se mostró entusiasmado. Mientras tanto, Julia hizo una señal discreta a su caballero de escolta y susurró en voz baja.


—Sí, señora.


El caballero respondió en voz baja y se desvaneció rápidamente.


—Uf, estos pequeños diablillos… Tener tanto talento es una molestia a veces.


Cuando los niños se marcharon corriendo y gritando, la mujer se sacudió las manos y sonrió radiantemente.


—¡Oh! Gracias por esperar, señora.

—No hay problema. De hecho, fue un espectáculo interesante.


Julia le sonrió con cortesía.


—Qué amable. Ah, cierto, dijo que necesitaba una medicina para ver el futuro, ¿verdad? Parece que le interesa ese tema. Como extra, ¡puedo leerle el rostro!


La mujer le guiñó un ojo, diciendo que tardaría cinco minutos más en preparar el medicamento. Luego colocó con cuidado los frascos que había estado preparando.


—Si lo hace, se lo agradeceré. Por cierto, ¿también sabe leer rostros?

—Jajaja, sí. Solo como pasatiempo. A mi difunta madre le encantaba.

—Ya veo. Solo lo he leído en libros, nunca lo he visto en persona.


Julia se sentó en una pequeña silla, sonriendo. La mujer se sentó frente a ella, apoyando la barbilla en una mano.


—Bien, comencemos. Veamos… ¿qué clase de futuro quiere conocer nuestra señora?


La mujer la examinó con una sonrisa juguetona.


—Tiene la piel hermosa, ojos claros… y una expresión muy encantadora. Parece llevarse bien con su familia.

—Sí, es cierto. ¿Eso también se refleja en la cara?


Julia preguntó con curiosidad. La mujer asintió con orgullo.


—¡Por supuesto! El rostro de una persona refleja su entorno. Si alguien está siempre enojado, su rostro lo mostrará. Ah, y parece que se lleva muy bien con su esposo. Tiene una expresión de felicidad en los ojos y en la boca.


La mujer se tocó el contorno de sus ojos y labios con una sonrisa traviesa. Julia abrió los ojos con sorpresa y luego rió con dulzura.


—Jaja, es verdad.

—¡Sabía que sí! Hmm, entonces la vida conyugal no es un problema. Recibe mucho amor de su esposo. En cuanto al futuro… ¿quizás hijos?


La mujer miró fijamente a Julia, sonriendo con picardía.


—Veamos… En mis ojos… veo un hijo.

—¿De veras? Mi esposo dice que quiere una niña.

—¡Oh! Mirándolo bien, también hay una hija. Pero el primero será un niño. Hmm, su personalidad será como la de su padre, pero su apariencia se parecerá a la suya.


La mujer hablaba con fluidez y seguridad.

'Mmm, cambia sus palabras según la situación. Solo está diciendo cosas agradables'

Aun así, era lo suficientemente entretenido como para que Julia asintiera con una sonrisa.


—Ya veo. ¿Cuándo podré conocerlo?

—Ah, eso… ¡Oh! Parece que el medicamento está listo.


Justo cuando iba a responder, la mujer se levantó de golpe y tomó un frasco. Parecía que había cambiado de tema a propósito porque se estaba quedando sin respuestas.

Julia arqueó una ceja en silencio y aceptó el frasco que le ofrecían.


—Si le dijera más, no sería divertido. Tome esto, duerma profundamente, verá el futuro que desea conocer.


La mujer explicó con orgullo.


—Es realmente curioso. Pero entonces, ¿eso no sería un sueño en lugar de ver el futuro?


Julia observó la botella con curiosidad antes de entregársela a Boris, quien también parecía intrigado. La mujer se encogió de hombros.


—Nadie lo sabe. Puede que ocurra exactamente como lo soñaste, así que no podemos decir con certeza que solo sea un sueño, ¿verdad?

—Ah, eso es cierto.


Julia asintió con facilidad y sonrió, haciendo que la mujer la imitara con buen humor.


—Bueno, entonces, pasemos al pago. También tengo que irme ya. ¡Ah, qué más da! Como eres mi última clienta, te haré un precio especial.

—¿De verdad? Muchas gracias.


La mujer sacó un cuaderno de cuentas de su delantal. Justo en ese momento, Julia abrió los ojos como si acabara de recordar algo.


—Ah, cierto. Olvidé traer mi bolsa de dinero. Mi esposo tiene el dinero.

—¿Oh? Bueno, entonces puedo cobrárselo a él... ¿Eh?


La mujer, que había aceptado la respuesta sin problema, inclinó la cabeza con curiosidad. El caballero que esperaba en silencio unos pasos atrás había desaparecido.

Julia habló con voz serena.


—Se ausentó por un momento para ocuparse de algo. ¿Podrías esperar un poco?

—Ah, sí. No hay problema.


La mujer respondió sin darle importancia y comenzó a recoger sus cosas. Julia la observó y le habló nuevamente.


—Sobre la lectura de rostro que me hiciste antes…...

—Oh. ¿Te ha dejado con más curiosidad?


La mujer le sonrió con picardía, como si la lectura gratuita ya hubiera terminado. Julia le devolvió la sonrisa y asintió.


—Puedo pagarte un extra junto con la poción. Pero en lugar de mis hijos, ¿podrías leer mi propio futuro?

—¡Oh, en ese caso, por supuesto!


La mujer dejó de guardar sus cosas con una expresión de entusiasmo y volvió a examinar el rostro de Julia con atención.


—Wow, tu rostro irradia una energía noble. En el futuro, serás aún más importante que ahora. Tu estatus aumentará muchísimo.

—¿De verdad? No creo que pueda subir mucho más.

—¿Cómo puedes decir eso? ¡Yo lo veo con claridad! Como tu esposo es un caballero, quizá logre una gran hazaña pronto y reciba un título más alto. Serán una de las familias más distinguidas.


La mujer declaró con absoluta confianza. Julia reprimió una sonrisa y asintió con la cabeza.

Hmm. Miön ya es la persona más poderosa de Semele. Para subir más… ¿tendría que estallar una guerra en el continente?


—Y además… ¡Ah, ahí viene tu esposo!


La mujer exclamó con alegría al ver aparecer al caballero.

Julia sonrió a sus escoltas, quienes regresaban después de despejar el área de transeúntes. Los caballeros se acercaron con pasos firmes e inclinando la cabeza con respeto.


—Oh, vaya, ¿por qué han venido tantos caballeros? ¿Son compañeros suyos?


La mujer murmuró para sí misma con desconcierto. Luego, cuando los caballeros se detuvieron frente a ella, sonrió y se dirigió al que había estado con Julia antes.


—Señor, su esposa necesita pagar la poción. Como oferta especial, solo serían cuatro ranions… ¿Eh? ¿Qué están haciendo?


En un abrir y cerrar de ojos, la mujer se encontró rodeada por los caballeros.


—Si cooperas, no te haremos daño.

—¡¿Q-qué?! ¡¿Quiénes son ustedes?!


La mujer palideció y gritó, pero sus muñecas fueron sujetadas con un paño suave, dejándola inmovilizada.


—No te preocupes. Si no has hecho nada malo, te soltaremos enseguida. Bien, es hora de regresar.


Julia habló con tranquilidad frente a ella. Los caballeros asintieron con firmeza.


—Sí.

—¡Sí!


La mujer abrió la boca con incredulidad al ver incluso al caballero que la había acompañado rindiéndole respeto a Julia.


—E-espera… ¿No era tu esposo?


Miró alternativamente a Julia y a los caballeros con una expresión atónita.


—¿Qué demonios está pasando?


Julia, que había ordenado recoger todas las pertenencias de la mujer, la miró directamente a los ojos. Sus iris violetas la observaron con un brillo de interés antes de que ella hablara con dulzura.


—Cuando me leíste el rostro antes, dijiste que mi estatus aumentaría, ¿verdad? Que subiría aún más de lo que ya es.

—¿Q-qué?

—Lo he estado pensando, solo hay una forma de que mi estatus pueda seguir subiendo.


La mujer parecía cada vez más desconcertada. Julia sonrió de manera traviesa.


—¿Crees que tengo cara de reina?

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Me puso hot
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Se me sale un diente
No lo puedo creer
Pasame la botella
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