Mi deseo son dos camas separadas 85

Mi esposo está actuando de manera extraña (7)

Traducción Coreano-Español: Asure

En lugar de acurrucarse como en el final de una novela perfecta, Julia se separó del abrazo. Endymion la miró con su rostro aún húmedo y hermoso.

—¿Estás harta de mí? ¿De mí, tú?

¿Acaso había oído mal? Julia observó a Endymion con los ojos muy abiertos.

Sus ojos estaban enrojecidos, llenos de lágrimas a punto de derramarse, tan lastimosos que le rompían el corazón.

—No me rechaces. Si te decepcionó Blue Rain, buscaré por todo el continente hasta encontrar algo que te guste.

Endymion susurró suavemente, con la expresión de un gato abandonado.

—¿Bl-Blue Rain?

Era el regalo que ella había rechazado hace unos días, intentando jugar a hacerse la difícil.

'¿Por qué saca eso ahora?'

Algo no encajaba del todo.

Finalmente, Julia miró a su alrededor con nerviosismo. Al ver que las lágrimas volvían a acumularse en los ojos de Endymion, se sintió tan conmovida que terminó confesando la verdad.

—¡E-es que...! En realidad, no es que no me haya gustado. Me decepcionó que no trajeras el Cream Honey Marin de Bluebell. Es un recuerdo de nosotros, pensé que te parecía algo infantil.

Mientras hablaba, Julia empezó a sentirse realmente triste. Bajó la cabeza y murmuró con melancolía mientras trataba de consolarlo.

—Lo siento. No llores, Mion. Es solo que... Para mí, nuestros recuerdos son muy importantes......

—Ya veo.

Endymion interrumpió suavemente.

—Entonces, no fue porque me odiaras, ¿verdad?

—No......

—¿Ni porque te hartaste de que te persiga?

—¿Harta...? No, claro que no.

Avergonzada por la franqueza de sus palabras, Julia lo negó rápidamente. Pero, de alguna manera, la voz de Endymion sonaba diferente, casi como si estuviera feliz.

'¿Está... contento? ¿Escuché mal?'

Confundida, Julia levantó la cabeza. Pero antes de que pudiera alzarla del todo, sus labios fueron atrapados en un beso.

Endymion la besó con ternura, mordiendo suavemente, adentrándose con familiaridad, saboreando su calor. Fue un beso más corto pero mucho más profundo que el anterior.

—Ah......

Desorientada y sin aliento, Julia tambaleó. Endymion la sostuvo con un brazo firme en su cintura, sus ojos azules brillando mientras susurraba:

—Pensé... Pensé que te habías hartado porque te acosaba como un desesperado.

—¡Dios mío! Mion, no digas cosas tan vulgares... Espera un momento.

Julia, que siempre se escandalizaba al escuchar cosas así, abrió mucho los ojos.

'¿¡Por qué está sonriendo!?'

Endymion estaba perfectamente bien. Como si todo hubiese sido una ilusión, sus ojos azules brillaban como siempre. No había rastro de las lágrimas que antes corrían por sus mejillas.

—¿No estabas llorando hace un momento?

—Sí.

—¿Entonces por qué ahora estás bien?

—No sé, simplemente me siento mejor.

Endymion sonrió con picardía. Sus ojos, antes fríos, ahora brillaban juguetonamente mientras curvaba sus labios de forma seductora.

Julia, embelesada por su belleza, tragó saliva. Pero aún dudando, preguntó:

—No me digas que fingiste llorar para darme lástima...

—¿Cómo crees? Pero, hablando de eso, ¿te molestó que no trajera el Cream Honey Marin?

—Ah... Sí.

Avergonzada, Julia asintió. Entonces, Endymion acercó sus labios a su cuello blanco y murmuró:

—Cometí un error. Quise sorprenderte con algo diferente, para impresionar un poco.

—¿Qué? Entonces, ¿no fue porque te parecía infantil?

—No hay nada en ti que me disguste.

Respondió Endymion sin dudarlo, mientras recordaba al despreocupado Duque Hyde con una sonrisa forzada.

Julia suspiró. Todo el malentendido había comenzado por un simple postre.

—Qué tontería. Intenté comportarme de manera diferente porque pensé que no te gustaban las cosas de nuestra infancia...

Endymion aprovechó la pausa para besar suavemente su cuello blanco, que pronto se ruborizó.

—Por eso no reaccionabas a nada... Me costó contenerme porque esa actitud distante también era encantadora.

—¡Ah! ¿Eres un pervertido? ¿Por qué te gustan cosas tan raras...?

—Bueno, quizás sí... Solo contigo.

Endymion rió suavemente y mordió delicadamente su cuello, haciendo que Julia se estremeciera.

—¡Me haces cosquillas! ¡Aléjate! Esto es raro después de malentendernos tanto......

—Tengo que arreglar el malentendido, ¿no?

—¡Sí, pero hablando, no así...!

—Como dijiste, no voy a cambiar. Siempre seré el mismo.

Entonces susurró suavemente, diciéndole que se acostumbrara. Julia protestó y trató de resistirse, pero terminó cayendo en sus brazos y en la cama.

—¡Ah...! ¡Kyah!

El dosel de la cama se cerró con un golpe seco. Entre risas y gemidos, los sonidos se fueron apagando lentamente a medida que la atmósfera se calentaba.

Mientras tanto, fuera de la habitación, Iris estaba en shock.

—¡¿Julia está gritando?!

Incapaz de soportarlo más, Iris golpeó la puerta, llena de preocupación.

—¡Voy a abrir esta puerta! ¿No oyen eso? ¡Tengo que detenerlo!

Pero la jefa de criadas solo sonrió con calma, cerrando una segunda puerta y activando un dispositivo de aislamiento de sonido.

—Disculpe el alboroto. No se preocupe, con esto no se escuchará nada.

—¿Ah? ¿Es... seguro? ¿No está en peligro?

—Por supuesto, señora. ¿Quiere que le avise cuando sea oportuno? Quizás mañana al mediodía.

—...Sí, hazlo.

Ante la reacción impasible de la jefa de criadas, Iris no tuvo más remedio que darse la vuelta. Sin embargo, con la culpa carcomiéndola por dentro, esa noche no pudo dormir bien.

‘No, no puedo dejarlo así. ¡Dicen que las personas obsesivas se ponen realmente mal cuando se enfadan!’

Al día siguiente, Iris esperó noticias todo el día. Incluso la jefa de criadas, que había prometido avisarle cuando Julia se levantara al mediodía, no dio señales de vida, lo que dejó a Iris inquieta y desesperada.

No fue hasta el atardecer cuando recibió un mensaje invitándola a cenar con los Duques.

‘¿Qué voy a hacer? ¿Y si Endymion, ese hombre sin piedad, se ha irritado tanto que ha lastimado a la sensible Julia...?’

Sin embargo, cuando Iris llegó apresuradamente al palacio de la reina, lo que vio fue...

—Ya lo hicimos antes. No.

—Solo una vez más.

—Entonces, de verdad será la última vez...

...a Julia sentada cómodamente en el regazo de Endymion.

Iris se quedó boquiabierta.

—¡Ah! ¡Hermana, bienvenida!

Julia la saludó amablemente mientras se levantaba. Entonces, Endymion también se levantó y envolvió la cintura de Julia con una mano posesiva.

Pero, en lugar de apartarlo como solía hacerlo, Julia se sonrojó levemente y, para sorpresa de Iris, ¡le devolvió el abrazo rodeando suavemente su cintura!

—¿Duque Hyde aún no ha llegado? ¿Vendrá con Ed?

—Ah... sí...

¿Pelearon? Ni de broma. No estaba claro si habían aclarado el malentendido o si nunca habían peleado en primer lugar, pero parecían más pegajosos que antes.

—Mion, tu piel se ve un poco áspera. No te esfuerces tanto, ¿sí?

Julia acarició con ternura la mejilla de Endymion con una mirada llena de amor. Endymion simplemente asintió, aparentando estar aún más afligido.

—¡Oh, pobre de ti! Debes estar agotado, ni siquiera puedes hablar bien.

‘¡Eso es pura actuación! ¡Él nunca se agota por nada!’

Iris podía ver claramente el engaño, pero Julia, cegada por el amor, solo miraba a Endymion con preocupación, acariciando su rostro una y otra vez.

—No puede ser. Así se te va a arruinar esa cara tan guapa.

—No importa. Debo cumplir con mis deberes.

—¡Oh, Mion...! Eso fue tan encantador. ¿Podrías decirlo una vez más?

Iris terminó siendo una intrusa en el ambiente romántico hasta que llegó el duque Hyde.

‘Debería haber dormido tranquilamente anoche...’

Había perdido el sueño por preocuparse inútilmente. Observando a la pareja tan unida como un caramelo derretido, Iris sintió que la vida era absurda.

‘Quiero irme a casa...’

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Al día siguiente, en el jardín del palacio de la reina.

—Entonces, Su Alteza dijo eso. ¿No fue increíble?

—Sí... claro...

Iris respondió sin alma. Llevaba ya tres horas escuchando a Julia hablar sobre Endimión.

‘Parece una joven recién casada después de años de amor no correspondido.’

Iris miró a Julia de reojo con una expresión de agotamiento.

Unas horas antes, Iris había confesado su culpabilidad por haber provocado los malentendidos entre ellos en los últimos días. Afortunadamente, Julia la perdonó con calma diciendo que todo había salido bien.

Pero, como todo en la vida es un toma y daca, Iris tuvo que pagar el precio escuchando interminables elogios sobre su hermano menor, que le provocaban escalofríos.

‘Dicen que aclararon las cosas ayer, ¿pero por qué están más empalagosos que antes?’

Julia se veía tan emocionada como una colegiala. Era lindo de ver, pero tener que escuchar a su manera elogios sobre su distante y frío hermano era una auténtica tortura.

‘Ugh. Está tan enamorada que no puedo decirle que todo es pura actuación’

Finalmente, Iris se rindió, asintiendo y aplaudiendo automáticamente a todo lo que decía Julia. No logró escapar hasta una hora más tarde.

—En serio, ¿qué habría pasado si no se hubieran casado?

Iris tomó un sorbo de té Blue Rain mientras bromeaba suavemente. Julia, sintiéndose un poco avergonzada, sonrió con timidez.

—Lo siento. Es que no tengo a nadie más con quien hablar de esto.

—Hmph. Bueno, supongo que soy la más cercana a ti.

—¡Por supuesto! Además, eres comprensiva, amable, hermosa... y te pareces a Su Alteza...

Julia casi volvía a desviar la conversación. Iris se apresuró a taparle la boca, alarmada.

—¡Dijimos que ya no hablaríamos de él!

—Jeje.

Julia sonrió traviesamente, tratando de suavizar la situación con un poco de coquetería.

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