Mi deseo son dos camas separadas 84
Mi esposo está actuando de manera extraña (6)
Traducción Coreano-Español: Asure
'¿Se me han superpuesto dos reuniones sociales? ¿A cuál debería ir primero?'
Julia pensó en su agenda mientras se dirigía a su dormitorio.
Hoy había terminado el encantamiento del collar con Boris y había tomado el té con Iris. También había completado todas sus tareas sin demora, y ya se había hecho tarde.
—Su Majestad.
—Gracias por tu trabajo.
Click.
La criada inclinó respetuosamente la cabeza y abrió la puerta. Julia, perdida en sus pensamientos al recordar su día ajetreado, entró lentamente en su dormitorio.
'Primero debería bañarme. Luego, preparar lo que le voy a decir a Mion más tarde...'
Al ir hacia el vestidor contiguo, Julia levantó la vista un poco tarde. Entonces...
—¿...Mion?
Frente a la cama con dosel, en la recamier destinada al descanso, Endymion estaba acostado.
—Ah... ¿Cuándo llegaste?
'¡Dijo que estaría inspeccionando hoy, así que pensé que vendría más tarde!'
Julia tartamudeó sorprendida y preguntó con cautela.
Pero no obtuvo respuesta. Al observar más de cerca, vio que Endymion dormía profundamente, recostado cómodamente.
—.......
Julia examinó su silueta de abajo hacia arriba.
Sus largas y fuertes piernas se extendían sobre el terciopelo. Sus anchos hombros, completamente apoyados, revelaban su complexión poderosa y robusta de un solo vistazo.
Al mismo tiempo, su rostro dormido tenía un aire sorprendentemente hermoso, casi desentonando con su físico imponente.
Julia dudó un momento antes de acercarse y pararse frente a él.
Vestía una camisa blanca estilo poeta y pantalones negros, lo que indicaba que ya se había bañado. Un aroma fresco y limpio, diferente al de antes, flotaba en el aire.
'........'
A través de la holgada camisa se asomaba su torso firme. Parecía tan agotado que ni siquiera había atado correctamente las cintas del cuello, revelando parcialmente sus músculos pectorales.
Por costumbre de haberle ayudado a anudar la corbata tantas veces, Julia extendió la mano automáticamente para acomodarle las cintas. Pero cuando sus dedos rozaron sus tensos músculos, recuperó la compostura de golpe.
—¡Ah!
¡Lo hice sin querer! Julia retiró su mano apresuradamente, mirando a su alrededor con nerviosismo. Por suerte, Endymion seguía profundamente dormido.
'¿Estaría muy agotado por la inspección?'
Con un atisbo de preocupación, Julia se sentó cuidadosamente a su lado. Entonces, el rostro dormido de Endymion quedó aún más cerca.
Recientemente, había mencionado que su carga de trabajo había aumentado, y su rostro parecía más afilado. Sus ojos cerrados eran elegantes, pero emanaban una frialdad sutil, y sus labios permanecían firmemente sellados.
Su mandíbula, fuerte y angulosa, le recordaba a un lobo solitario vagando al amanecer.
Con ella, siempre había sido cálido y gentil como hielo derretido. Nunca antes había visto tan de cerca ese lado tan afilado suyo.
Tal vez ese contraste también era de su agrado, pues Julia sintió que su corazón latía un poco más rápido y murmuró para sí misma:
—Es... muy guapo.
—.......
Su voz resonó claramente en la habitación silenciosa. Al darse cuenta de lo fuerte que había sonado, Julia se sobresaltó. Pero cuando Endymion no mostró señales de haber despertado, su curiosidad creció.
'Sabía que cada día se veía más apuesto, pero.......'
Conmigo es tan inofensivo y cálido, ¿cómo será cuando no lo es?
Sintiendo una repentina curiosidad, Julia extendió su mano con cuidado y la acercó al rostro dormido de Endymion.
Sus delicados dedos rozaron suavemente su mejilla, mandíbula, labios, nariz y ojos, uno por uno.
Él seguía profundamente dormido, así que Julia, sin darse cuenta, comenzó a tocarlo con más confianza. Aunque su apariencia era fría, su piel tenía el calor familiar que siempre había conocido.
—Siempre serás así, ¿verdad?
Julia suspiró aliviada mientras susurraba.
'¿Por qué intentaba diferenciar si eras un amigo o un hombre? Si al final eres la misma persona'
—Ah... Esto sigue igual que cuando éramos niños.
Perdida en sus pensamientos, Julia exhaló un suave suspiro de asombro.
Había creído que ya había dejado atrás su apariencia infantil y había crecido con porte, pero su clavícula seguía igual.
Sin pensarlo, Julia aflojó las cintas de la camisa aún más y tocó el lugar familiar. Bajo su suave piel, sintió la sólida clavícula. Julia la acarició distraídamente mientras pensaba:
'Yo acabo de darme cuenta de que siempre has sido la misma persona. Pero... ¿tú estás intentando convertirte en alguien diferente?'
Recordando el reciente distanciamiento de Endymion, Julia se sintió melancólica.
Sus dedos recorrieron lentamente su clavícula como si intentaran grabar su forma. Y mientras lo hacía, murmuró:
—A mí me gustas así, tal como eres. ¿No te gusta a ti? ¿No puedes seguir siendo... tú mismo?
¡Ah!
Antes de que pudiera terminar su frase, Julia soltó un pequeño grito. De repente, sintió un brazo fuerte rodear su cintura y atraerla suavemente hacia él.
—Ah... Mion... ¿Te despertaste...?
Entonces sus labios se encontraron. Julia se sorprendió, pero pronto cerró los ojos suavemente.
El beso era igual que siempre. La calidez, la sensación, el cosquilleo.
Mientras se dejaba llevar por la embriagadora experiencia, una preocupación cruzó por su mente.
'¿Acaso... escuchó lo que dije antes?'
Preocupada, Julia abrió los ojos lentamente, algo que nunca hacía durante sus besos. Miró con cautela para observar su expresión...
'¡Ah!'
Sus ojos se encontraron de inmediato.
Sus profundos ojos azules la miraban fijamente, como si estuviera grabando cada una de sus reacciones.
—E-Espera un momento.......
Avergonzada, Julia empujó suavemente a Endymion.
Por suerte, él se retiró con suavidad, aunque sus labios quedaron cálidos y ligeramente sonrojados. Ella murmuró con nerviosismo:
—¿Por qué me miras así?
—Quiero ver cómo te sientes.
Su voz grave, ligeramente ronca, resonó provocativamente. Julia sintió sus mejillas arder, pero luego un escalofrío recorrió su espalda.
'Espera, ¿me estaba mirando mientras nos besábamos...?'
—¿Acaso... lo has hecho antes?
Con una ligera sonrisa, Endymion parpadeó lentamente y respondió:
—A veces.
Julia se quedó helada, el rubor en su rostro se desvaneció al instante.
'¡Todo este tiempo...!'
Julia revivió todos los momentos previos, deseando poder desmayarse del bochorno.
Entonces, Endymion volvió a inclinarse lentamente hacia ella, y sus labios se encontraron una vez más.
Julia, profundamente avergonzada, retrocedió involuntariamente. Pero de repente se dio cuenta de algo.
¡Si fuera una adulta madura y tranquila, nunca debería retirarse en una situación así!
'No quiero que me vean como una niña otra vez'
Ignorando el estruendoso latido de su corazón, Julia bajó la mirada, esforzándose por contener la vergüenza que sentía, su rostro rígido de incomodidad.
—......
De repente, el cálido aliento que rozaba sus labios desapareció. La sombra que caía sobre su rostro también se apartó.
'¿Eh?'
Confundida, Julia levantó la mirada instintivamente. Y entonces, presenció una escena impactante.
—¿M-Mion?
—...Julia.
Endymion estaba llorando. Sus hermosos ojos azules temblaban, y bajo sus pestañas temblorosas se acumulaban lágrimas.
—¿P-por qué? ¿Qué te pasa?
¡No puede ser, Mion llorando!
Julia, horrorizada, se acercó instintivamente, acortando la distancia que se había creado entre ellos. Al mismo tiempo, una lágrima transparente rodó por los ojos azules de Endymion.
Plop.
—¿Es-Estás bien? ¿Por qué estás llorando? ¿Qué pasó...?
—Porque... me gustas tanto que siento que voy a enloquecer.
Una voz quebrada susurró. Julia, que estaba extendiendo la mano, dudó de sus oídos.
—¿Q-qué...?
Las lágrimas que caían de sus ojos empapaban el rostro de Endymion. Julia se quedó atónita al ver al apuesto joven apoyando su mejilla contra su mano.
—Me gustas tanto que no puedo controlarme.
Su voz sonaba más grave de lo habitual. Era suave, pero lo suficientemente intensa como para hacerla sentir un cosquilleo en el estómago.
'¿Q-qué debería hacer? ¡No esperaba esto!'
El rostro de Julia, antes pálido, se puso rojo como un tomate. La confesión era mucho más intensa que cualquier cosa que hubiera imaginado.
¿Cómo reaccionaría un adulto maduro en una situación como esta?
—Sé que te gusta la versión de mí que conoces desde que éramos niños.
Endymion habló con lágrimas en los ojos.
—S-Sí. Me gustas, de verdad.
Julia respondió rápidamente, su rostro sonrojado, aunque logró mantener su voz estable.
'Uf, menos mal. Sonó natural, ¿verdad?'
Pero en ese momento, otra lágrima rodó por su otra mejilla. Ahora, el rostro de Endymion estaba completamente empapado en una expresión de melancolía.
Preocupada, Julia extendió la mano para secarle las lágrimas.
—Cuando me pediste que me quedara así, te referías a seguir siendo como cuando éramos niños, ¿verdad?
El corazón de Julia se hundió. ¿Había escuchado su monólogo interno?
—Sí... eso es.
¿Y si se decepciona de mí? ¿Si piensa que sigo siendo infantil?
Aunque le preocupaba lo que él pudiera pensar, Julia asintió. Pero temerosa de que Endymion se sintiera decepcionado, rápidamente abrió la boca para explicar:
—E-escucha, Mion, yo......
—Lo siento. No puedo......
De repente, Endymion la abrazó con fuerza, enterrando su rostro en su hombro. Julia, sorprendida por el inesperado abrazo, abrió los ojos de par en par.
—M-Mion, ¿qué estás haciendo...?
—Me gustas tanto que no puedo seguir viéndote solo como cuando éramos niños.
Sus lágrimas, su voz angustiada... Todo estaba impregnado de una ternura tan intensa que hizo que el corazón de Julia latiera con fuerza.
Confundida por la situación inesperada, Julia inclinó ligeramente la cabeza.
'¿Pero qué significa eso?'
¿Le preguntó si le gustaba como cuando eran niños y luego dijo que no podía seguir viéndola así?
Aunque la conversación era confusa, la intensidad de la confesión era innegable. Sonrojada, Julia rodeó la cintura de Endymion con sus brazos.
—Sí... Yo también te quiero. Así que por favor, no llores y.......
Aunque no entendía por qué le estaba confesando entre lágrimas, Julia decidió consolarlo y comenzó a darle suaves palmaditas en la espalda.
—No puedo controlarme. Aunque pienses que me vuelvo insoportable.......
—¿...Eh?
—Porque mis sentimientos han crecido mucho más que cuando éramos niños. Cada día te deseo más, y aunque te esté abrazando así, siento que nunca es suficiente......
Endymion la abrazó aún más fuerte. Y con una voz llena de lágrimas, le suplicó:
—Prometo esforzarme más. Trataré de controlarme lo mejor que pueda para no agobiarte. Incluso si llegas a cansarte de mí... por favor, déjame quedarme a tu lado.
Era una confesión tan desgarradora y romántica que podría haber derretido el corazón de cualquiera.
Pero Julia, siempre práctica, rompió el ambiente sin pensarlo dos veces.
—Espera, ¿qué se supone que significa eso?
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