Mi deseo son dos camas separadas 54

El rey disfrazado .... ¿Eh? (7)

Traducción Coreano-Español: Asure

—¿No es ese un lugar donde prestan dinero con objetos como garantía?

Boris preguntó desconcertado. Julia asintió con seguridad en sus ojos.

—Sí. Pero también es un lugar donde venden esos objetos.

Rara vez, entre las joyas, algunas especies raras debían pagar impuestos costosos al ser compradas o heredadas. Eran extremadamente hermosas, pero su extracción causaba un grave daño a la naturaleza.

Por eso, a veces se lavaba su origen para evadir impuestos, las casas de empeño se utilizaban en secreto para ello. Era uno de los delitos más estrictamente vigilados en Semelé.

—Por eso, los dueños de las casas de empeño suelen ser ex joyeros. Si pueden emitir certificados de autenticidad, es más fácil lavar el origen.

Julia recordó sus conocimientos sobre el comercio de joyas. Aunque el país era diferente, al ver los documentos en el carruaje, parecía que Chavel era casi idéntico a Semelé en este aspecto.

Endymion, quien había estado dirigiendo a los caballeros vestidos de civil para que escoltaran a distancia, se acercó al ver a Julia. Ella rápidamente habló.

—Mion, esa casa de empeño. Aunque parece vieja por fuera, es bastante amplia. Sería difícil mantener una tienda en este centro sin clientes.

Endymion asintió. Había captado de inmediato lo que ella pensaba.

—La puerta de entrada encaja bien con el marco. Debe tener los ingresos y la necesidad de mantenerla sin deformaciones.

Así como la luz y la oscuridad coexisten, lo legal y lo ilegal también lo hacen.

Julia intercambió miradas con Endymion. Luego, salió rápidamente de la bulliciosa calle y llevó a Boris a un callejón oscuro.

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Tilín.

—¡Bienvenidos!

El dueño de la casa de empeño, que antes solo veía pasar moscas, saludó con entusiasmo. Pero pronto, al ver la ropa de los tres recién llegados, puso una expresión desconcertada.

—Ah, ¿se perdieron? Si giran a la izquierda y salen, encontrarán la sastrería Dalita. Ay, siempre les digo que pongan un letrero, pero no me hacen caso.

El dueño refunfuñó, como si esto fuera algo común. Los tres vestían ropa demasiado elegante para ser clientes habituales de una vieja casa de empeño, así que asumió que habían entrado por error.

—¿Cuánto cuesta?

—Ah, ¿cuánto falta para llegar? Está cerca. Si caminan rápido, en menos de tres minutos......

—Estoy preguntando cuánto cuesta comprar todo lo que hay aquí.

Endymion interrumpió con un rostro altivo.

—...¿Qué?

El dueño de la casa de empeño, incrédulo, tomó la bolsa que Endymion sacó de su bolsillo.

—¡Dios mío!

El dueño, curtido por la vida, quedó boquiabierto. Dentro de la bolsa de terciopelo había una fortuna suficiente para comprar la casa de empeño.

—¡D-disculpe, no reconocí a tan distinguidos clientes! ¡Por favor, siéntense!

El dueño, temblando, cerró rápidamente la puerta. Luego, sentó a Endymion, Julia y Boris en un sofá y les sirvió té.

—Jeje. ¿Han oído hablar de nuestra casa de empeño? Justo mañana llegará un lote de objetos valiosos, ¿les gustaría verlos?

El dueño sonrió nerviosamente. Julia sonrió junto a Endymion, quien mantenía una expresión arrogante, como si estuviera sentado en un trono.

—Queremos ver joyas.

—¡Ah! ¿Es eso lo que buscan? Entonces, primero, entre las cosas que han comprado, hay joyas que podrían......

El dueño, agachándose, corrió hacia el almacén. Julia, intercambiando miradas con Endymion y Boris, negó con calma.

—No nos interesan cosas comunes. Buscamos algo muy especial. ¿Ha llegado alguna joya nueva recientemente?

El rostro del dueño cambió. Sus ojos afilados escudriñaron rápidamente a los tres, Julia sonrió levemente sin darle ninguna pista.

—Disculpen, pero ¿podrían confirmar su identidad?

No era una negativa. Era una señal de que realmente había llegado una joya 'especial' recientemente.

El dueño parecía estar un poco más alerta. Julia, con el corazón acelerado, mostró su placa de identificación para extranjeros.

—Ah, son nobles de Semelé.

El dueño, asumiendo que eran nobles extranjeros adinerados, relajó su expresión. Endymion, con rostro impasible, lo presionó.

—Tráenos lo más reciente que hayas recibido.

—Bueno, es que... el Fragmento del Mar se vendió hace unos días.

El dueño se disculpó, incómodo.

¿Fragmento del Mar? Julia preguntó rápidamente.

—¿Era una joya azul y redonda?

El dueño asintió. Parecía pensar que habían oído rumores y venían a buscarla.

—Sí, sí. Del tamaño del puño de un hombre adulto, completamente redonda, ¿verdad? Transparente y de un azul puro, como un trozo de mar, con un patrón de olas que parecen surgir sin fin.

Coincidía con la descripción de la piedra mágica.

Julia miró a los dos hombres con ojos muy abiertos. Endymion frunció el ceño, Boris casi gritó, tapándose la boca.

El dueño, distraído tratando de complacerlos, no se dio cuenta.

—Bueno, todo Lumare ha estado muy ocupado últimamente, así que quizás no se enteraron de que se agotó. Lamentablemente, el Fragmento del Mar era una joya que nunca antes había visto, así que no hay más...

—Necesitamos eso.

Endymion fue directo. El dueño, abrazando la bolsa de dinero, se retorció las manos. Parecía desesperado por no perder a estos clientes importantes.

—Bueno, si me dan un mes, ¡haré lo posible por conseguir otro igual!

—No tenemos ese tiempo. Dinos quién lo compró.

Endymion presionó con frialdad. El dueño tragó saliva.

—Lo siento, pero la información del comprador es confidencial.......

Tilín.

Endymion sacó otra bolsa de su bolsillo y la arrojó. El dueño la atrapó rápidamente y su mandíbula cayó al ver su contenido. Endymion preguntó con altivez.

—¿Quién lo compró?

—¡Duque Mophat!

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Tilín.

—¡Cuídense!

Los tres salieron de la casa de empeño y se sentaron en una mesa en un parque lejos de la multitud.

—Ja, ja. Vaya.

Boris soltó una risa incómoda, incrédulo.

El dueño de la casa de empeño, habiendo recibido una fortuna, soltó la información sin problemas. Por supuesto, también juró mantener su secreto.

Así que, el contexto era este:

Hace poco, un extraño llegó con la piedra mágica. Aunque era una joya desconocida sin certificado de autenticidad, era hermosa y de buena calidad. El hombre quería una buena suma, así que el dueño la compró rápidamente.

Duque Mophat tenía como hobby coleccionar joyas exóticas, a menudo visitaba esta casa de empeño en busca de objetos raros. Era un cliente VIP que compraba joyas únicas en secreto.

El dueño puso un precio alto a la piedra mágica. Se la mostró a algunos nobles clientes habituales, pero no se vendió fácilmente debido al precio.

Mientras el dueño consideraba bajar el precio, Duque Mophat llegó hace unos días y la compró de inmediato. El dueño, feliz por la ganancia, le dio el nombre de 'Fragmento del Mar' y le emitió un certificado de autenticidad, como el Duque quería.

Habían descubierto el paradero de la piedra mágica. Pero había un problema.

'El Duque estaba muy contento con el Fragmento del Mar. Ayer, un sirviente de la casa del Duque vino a preguntar si había más, me dio un dato. ¡Esta noche, en el baile, la mostrará con orgullo frente a todos! Incluso la colocará en el centro de una de sus estatuas favoritas para exhibirla'

El asunto se había vuelto mucho más complicado. Finalmente, Boris, incapaz de contener su frustración, estalló.

—¡Este ladrón! ¡Le mostraré el poder de la Torre de Magia!

Boris, con fuego en los ojos, corrió hacia afuera. Julia lo detuvo agarrándole la capucha.

—¡Ack!

El débil Boris tropezó y cayó. Endymion lo miró con desdén y cruzó los brazos.

—No deberías actuar tan impulsivamente.

—¿Por qué no? ¡Alguien robó la propiedad de la Torre de Magia! Debemos atraparlo y recuperar la piedra mágica de inmediato. ¡Si solo el dispositivo de comunicación no estuviera dañado, contactaría a la Torre para que le den una lección!

Boris, con la imagen de la mina aterradora en su mente, expresó su frustración. Endymion, con las piernas cruzadas y una expresión arrogante, señaló:

—Si lo hicieras, serías despedido de inmediato.

—Eh, eso......

—¿Con qué excusa contactarías a la Torre? ¿'Alguien robó la piedra mágica y el portal se rompió'? ¿Y con qué excusa la recuperarías? ¿No dijiste que el funcionamiento y la ubicación del portal son secretos?

Sería perfecto para ser castigado por revelar secretos. Endymion lo presionó severamente, Boris quedó mudo.

'Él siempre habla de manera tan intimidante'

Julia pellizcó el muslo de Endymion bajo la mesa y habló con dulzura.

—Si todo esto es cierto, Duque Mophat no sabe nada. Así que si intentamos recuperarla por la fuerza, estaríamos revelando el secreto de la Torre de Magia.

—...Tienes razón. No lo había pensado.

Boris asintió con una expresión de haber recibido un golpe en la cabeza. Endymion, quien se había estremecido al ser pellizcado, se inclinó hacia Julia y susurró en su oído.

—Julia, volvamos a Semelé. Parece un poco ingenuo, podríamos amenazarlo para que guarde silencio......

¡Slap!

Una mano delgada golpeó el muslo firme. Endymion cerró la boca de inmediato.

—¿Eh? ¿Alguien golpeó algo?

Boris, aún deprimido, miró alrededor confundido. Julia miró a Endymion con reproche y susurró:

—No. ¿Qué pasaría con Boris?

—Ese es su problema.

Julia parpadeó. Le resultaba extraño cuando Endymion actuaba de manera tan fría. Su actitud hacia ella era muy diferente a la que tenía con los demás.

—Podemos discutir el asunto de las fuerzas sospechosas a través de una carta oficial. No necesitas ir a la Torre de Magia y esforzarte tanto.

Pero sus ojos azules permanecían serenos. Como si algo le faltara.

'Ojalá pudiera llevarse mejor con los demás'

Sintiendo una mezcla de extrañeza y tristeza, Julia explicó el problema con calma.

—Boris pospuso la deportación forzada por nosotros. Si rompemos nuestra promesa, ¿qué pasará?

—Por eso digo que es su problema......

—Endymion, por favor. Aprovecharse de la desgracia de alguien. No pensé que fueras tan despiadado.

Julia habló con voz decepcionada. Entonces, la pupila de Endymion, siempre cínica, tembló.

—No tendré contacto físico contigo hasta que te arrepientas.

—¿Qué?

—Al fin y al cabo, es tu problema, no el mío.

Julia volvió la cabeza con indiferencia. Decidida a cambiar la fría personalidad de Endymion usando su propia medicina.