Mi deseo son dos camas separadas 52

El rey disfrazado .... ¿Eh? (5)

Traducción Coreano-Español: Asure

Julia, sintiéndose cosquilleada por la situación, se recostó de lado y lo miró directamente.

—Me gustas.

—Sí.

Era la primera vez que se confesaban. Por eso fue repentino y torpe, sin mucha elegancia, pero Endymion estaba más feliz que nunca.

Su rostro frío se llenó de calidez. Si lo observabas con detenimiento, su nuca y las puntas de sus orejas estaban rojas. Además, su insistencia en que Julia repitiera sus palabras era como un gato ronroneando para que su dueño lo acariciara.

Julia sonrió ampliamente y comenzó a repetir.

—Me gustas, Mion.

—Yo también.

Su voz cariñosa y la cálida emoción que recorría su cuerpo la hicieron sentir como si se derritiera de dulzura.

—No, yo te gusto más.

Julia insistió, riendo con los ojos entrecerrados. Endymion, inusualmente, tosió levemente. Julia se rió a carcajadas al verlo tan avergonzado, algo raro en él.

Descubrir sus sentimientos por primera vez fue difícil, pero una vez que lo hizo, fluyeron como una marea. Era increíble lo feliz que se sentía.

—Es increíble que no me diera cuenta antes. Realmente me gustas mucho. Eres cariñoso, detallista, guapo y atractivo. Tus ojos son hermosos como el mar, tu nariz y mandíbula son suaves como una escultura.

Julia, juguetona, elogió descaradamente su apariencia. Endymion, avergonzado o incómodo, bajó la mirada. Sus mejillas parecían un poco sonrojadas.

—A veces eres lindo. No, en realidad, eres lindo con bastante frecuencia.

Julia extendió una mano y tocó la comisura de los labios de Endymion. Él, con los ojos bajos, aceptó su toque y susurró:

—Repite lo que dijiste antes.

—Hmm.

Julia, con calma, trazó los labios de Endymion con su dedo. Pasaron unos segundos que parecieron horas. Finalmente, Endymion habló primero.

—Me gustas. Así que repite...

—Bésame.

Julia susurró. En menos de un segundo, Endymion se inclinó hacia la cama.

—Ah.......

Un sonido dulce escapó entre sus labios entrelazados. Los dos labios se unieron firmemente, explorándose como si tuvieran sed.

Julia actuó con más audacia de lo habitual. El calor que emanaba de su cuerpo avivó su deseo.

Abrazó el cuello de Endymion y tiró de su nuca hacia ella. Él, a su vez, la besó como si quisiera devorarla, robándole todo su aliento.

Así pasaron un buen rato besándose apasionadamente en la cama. Cuando finalmente se separaron, Julia jadeó para recuperar el aliento.

—...Hazlo más.

Su voz impulsiva susurró. Antes, en situaciones como esta, se habría avergonzado y habría intentado ocultarlo. Pero ahora, Julia miraba descaradamente los labios de Endymion.

Endymion, sintiendo esto, apretó la mandíbula y murmuró:

—...Hoy estás siendo muy audaz.

—Me gustas. ¿Sí?

Julia susurró rápidamente, mirándolo a los ojos. Era una linda amenaza: 'Te di lo que querías, ahora dame lo que yo quiero'

Endymion, sin que Julia lo notara, apretó el brazo que tenía a su lado y sonrió brevemente.

—Parece que será difícil.

Al ver que el beso no continuaba, Julia murmuró con decepción.

—¿Te sientes incómodo? ¿Quieres acostarte también? Ah. Bueno, es una cama individual, así que será estrecha para...

—Eso suena muy... obsceno.

Endymion susurró en voz baja.

Los ojos de Julia se abrieron de par en par.

—Ah, eh, um.

Era evidente que no había pensado en eso. Luego, sintió que los brazos que rodeaban su cuello comenzaban a retirarse lentamente.

—Pensé que estabas siendo audaz por una vez.

Parecía que aún no estaba lista para eso. Endymion reprimió el deseo que ardía en él y se esforzó por sonreír con cariño. Luego, se incorporó, ayudó a Julia a sentarse y la abrazó por la cintura.

—Fue bueno tener habitaciones separadas.

Endymion murmuró, besando su cuello blanco.

—Je, Mion....... Yo solo quería besarte.......

Julia protestó con una voz débil. Endymion lo ignoró. Y, lentamente, con nostalgia, frotó sus labios contra su línea de la mandíbula, cuello, hombros y clavícula, murmurando:

—Si compartiéramos cama, sería difícil contenerme.

—¿Por qué te contienes...? Ah.

Menstruación. Julia, al darse cuenta tarde, se sonrojó y trató de liberarse. Su torso desnudo y la toalla que apenas le cubría la cintura la hicieron tensarse.

Endymion rió bajito y volvió a abrazar a Julia, rodeando su cintura.

—Mmm.

Al posar sus labios justo debajo de su clavícula, su cuerpo dejó de forcejear. Julia, envuelta en calor, comenzó a derretirse y a emitir dulces sonidos.

Endymion se contuvo justo antes de cruzar la línea, reprimiendo con dificultad su deseo que llegaba al límite.

'Cuando esto termine...'

Mientras se prometía a sí mismo no salir de la habitación durante al menos tres días.

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—¡Oh! Su Majestad, parece que durmió bien anoche.

Boris, quien ya había bajado primero, la saludó con entusiasmo. Julia descendió las escaleras con una radiante sonrisa.

—Sí, descansé muy bien. ¿Y usted, Boris?

—¡Fue increíble! La cama era tan mullida que me quedé dormido en cuanto apoyé la cabeza. En la Torre de Magia, todas las camas están hechas de paja y son ásperas. Incluso los alojamientos en los que me hospedé durante mi misión en Semele no eran tan cómodos… Eh… ¿eh?

Boris, que hablaba emocionado, de repente dejó escapar un sonido extraño. Julia y Endymión ya habían bajado las escaleras y estaban parados frente a él.

—Ejem. Parece que Su Alteza no tuvo una buena noche de descanso.

Boris, a regañadientes, hizo el esfuerzo de fingir interés por Endymión. Sin decir una palabra, Endymión lo ignoró por completo y salió del hotel antes que ellos. Boris chasqueó la lengua, arrepentido de haberle dirigido la palabra.

—Vaya, parece que está demasiado acostumbrado a camas de lujo y por eso no pudo descansar bien.

Al escuchar eso, Julia mordió suavemente su labio inferior, conteniendo una sonrisa.

Su rostro resplandecía con un brillo radiante, como si hubiera recibido un tratamiento revitalizante. En cambio, Endimión tenía un aspecto sombrío y agotado, como si hubiera pasado la noche en vela.

La noche anterior, Julia había regresado a su habitación en los brazos de Endymión. Pero cuando el calor que la envolvía comenzó a desvanecerse, sintió un repentino vacío. Así que lo detuvo y le suplicó que la abrazara hasta que se quedara dormida.

Endymión, incapaz de apartarla, terminó cediendo y la sostuvo en sus brazos, reprimiendo con dificultad sus impulsos. No fue hasta que Julia se quedó profundamente dormida que logró marcharse. Y ahora, sin haber pegado ojo en toda la noche, apareció en la mañana con un semblante visiblemente agotado.

—Qué quisquilloso.

Boris, sin saber la verdadera razón, sacudió la cabeza con desaprobación. Julia fingió no saber nada y desvió la mirada.

—Su Majestad, ¿nos vamos?

—¡Ah, sí!

Julia asintió con energía.

En la fresca mañana, salió del hotel junto a Boris con pasos ligeros. En su rostro, un radiante y feliz sonrisa era imposible de ocultar.

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La puerta estaba cerca del hotel. El escuadrón de caballeros que los escoltaba desde la distancia había preparado un carruaje con anticipación, y en menos de 10 minutos de viaje, llegaron a su destino.

—A partir de ahora, solo ustedes dos deben ir. Ordenen al escuadrón de caballeros que se retire.

Boris habló frente al claro lago. Su expresión, normalmente torpe y simple, era inusualmente directa, lo que hizo que el capitán de los caballeros reales, que insistía en una escolta cercana, se detuviera.

—Retírense y esperen en los alrededores. Les avisaremos cuando regresemos.

—¡Como ordene!

El escuadrón de caballeros se alineó, hizo una reverencia y se alejó del lago. Julia observó con interés cómo el carruaje real, disfrazado como uno del barón, desaparecía en la distancia.

—¿Hay una puerta aquí?

El área estaba tranquila y desierta.

Era el amanecer, justo después de la salida del sol, y la atmósfera era cálida. El lago, claro como un espejo, era pura naturaleza. Las plantas acuáticas y los árboles crecían naturalmente, creando una escena que parecía sacada de una ilustración de libro.

—Sí. Hay un hechizo de camuflaje, así que no es visible a simple vista. ¿Ven allí?

Julia y Endymion miraron hacia donde Boris señalaba. En el centro del lago, ni grande ni pequeño, había un grupo de árboles acuáticos que parecían tener cientos de años.

Varias ramas largas y gruesas se entrelazaban, formando un arco que creaba la figura de una puerta.

—Ese árbol es la puerta. Si reman a través del espacio arqueado, serán transportados directamente a la Torre de Magia.

—Es más fácil de lo que pensaba.

Endymion observó la puerta con atención. Boris, con una expresión ligeramente ofendida, refutó que solo los magos de la Torre de Magia podían activar la puerta.

—Sin el método de activación, es solo un viejo árbol común. El hechizo de camuflaje oculta el círculo mágico, pero en realidad es una puerta muy compleja y delicada.

Boris desató un bote de remos atado a la orilla del lago. Justo cuando Julia estaba a punto de preguntar si podía remar, agitó ligeramente su mano y lanzó un hechizo.

¡Chap!

El bote flotó en el aire y luego fue depositado suavemente en el agua del lago.

—¿Lo hiciste tú, Boris?

Julia abrió los ojos de par en par, sorprendida. Ella solo había usado magia de manera impulsiva, pero nunca había visto un hechizo tan hábil, por lo que estaba fascinada.

Boris, hinchado de orgullo, agitó su mano una vez más. Dos remos se levantaron y se deslizaron dentro del bote.

—Suban, por favor. Se moverá por sí solo, ¡no necesitarán remar con esfuerzo!

—Wow.

Julia brilló de admiración. Luego rogó que le enseñaran a usar magia, Boris, tratando de parecer indiferente pero claramente emocionado, asintió con la cabeza.

Mientras los dos estaban tan animados, Endymion los miró con indiferencia y subió al bote primero.

—Julia, ¿no subes?

—Ah, sí. ¡Vamos!

Julia giró la cabeza y sonrió ampliamente. Luego corrió hacia el bote y subió.

Cuando se sentó naturalmente a su lado, Endymion levantó la comisura de su boca con orgullo y miró a Boris.

'¿Por qué actúa así?'

Boris frunció el ceño ante la sonrisa arrogante. Aunque no sabía por qué, se sentía incómodo. Boris no podía imaginar que la razón por la que Endymion lo vigilaba era por Julia.

Es decir, que el gran rey de Semele era extremadamente posesivo con su esposa.

—Boris, sube rápido.

Julia, sin saber nada, habló con dulzura. Boris, confundido y molesto, subió al bote con retraso. Luego extendió su mano y deslizó el aire a su alrededor.

Sssss.

Se escuchó el sonido de una tela fina deslizándose, el bote se deslizó sobre la superficie del agua. Cortando el aire fresco del amanecer, el bote cruzó el lago suavemente pero con rapidez.

—Ya pensaba que eras increíble, pero verlo en persona es aún más impresionante. ¿De verdad hay tantas personas como tú en la Torre de Magia?

—¡Ja! Por supuesto. Ahem, no debería decirlo, pero en realidad soy el mago con mejor desempeño en investigación entre los de mi nivel.

—Dios mío. ¡Eres increíble!

Boris, abrumado por los elogios, estaba encantado. Julia, con los ojos brillantes, le pidió:

—¿Podrías contarme más sobre tu investigación?

—¡Por supuesto! Ahem, así que recientemente empecé una nueva investigación...

En ese momento, Endymion intervino abruptamente.

—Julia, hemos llegado.

—¿Ah, sí?

Julia giró la cabeza rápidamente para confirmar. Al mismo tiempo, el bote se detuvo suavemente justo frente a la puerta.

'¿Por qué siento que siempre me interrumpen?'

Boris seguía desconcertado por las constantes interrupciones.