PSUF 209

¿Podemos ser una Familia? 209

SS1: Navia de Bebé (1)

Traducción Coreano - Español: Asure

Raws: Asure

Navia tenía 9 años.

Era un verano caluroso, con el sol azotando la exuberante vegetación.

El Ducado de Esseled aún se alzaba imponente sobre la ciudad, sus ominosos muros exteriores negros eran un crudo recordatorio de su antigua gloria.

Pero algo era definitivamente diferente.

Del lugar irradiaba una calidez que nunca antes se había sentido.

Navia estaba en el centro de este cambio.

Navia estaba de pie apoyada en un viejo árbol, mirando nerviosamente hacia delante. Frente a ella, Margaret estaba de pie con una expresión muy seria en el rostro.

Inesperadamente. Una sombra nítida atravesó la parte superior de la cabeza de Navia.

"Ya está"

Navia suspiró y se apartó del árbol.

El árbol reveló una serie de arañazos que habían quedado ocultos por su tamaño.

Todas eran marcas de la estatura de Navia.

Poco después de su llegada a Esseled, en el nuevo año, tras un invierno lleno de acontecimientos, Margaret sugirió que se registrara la altura de Navia.

Así que hoy, Navia fue medida por primera vez en dos meses.

"¡Dios mío, cuánto has crecido en ese tiempo!".

Los ojos de Navia se abrieron de par en par al comprobar el árbol y darse cuenta de que había crecido dos dedos.

"¡Vaya, sólo han pasado dos meses y ya he crecido tanto!"

"Hoo-hoo, felicidades, cariño"

Navia acarició el árbol, con los ojos tan abiertos que parecían llenos de estrellas.

'Mi altura'

Antes de la Regresión, su estatura había sido algo sobre lo que nadie se había preguntado nunca, a menos que la estuvieran midiendo en la sala de vestuario para ajustarle un vestido.

En Esseled, era diferente.

Aquí, tenían mucho cuidado de elegir un árbol para registrar la altura de Navia, hacían un seguimiento cada uno o dos meses.

Navia se sintió embargada por una emoción desconocida mientras observaba su crecimiento.

Por fin estaba creciendo de verdad. Estaba pasando gradualmente de ser una niña de verdad a una adulta de verdad.

Algo que era tan normal e insignificante para otra persona parecía tan extraordinario.

"Voy a enseñárselo a mi padre"

"¡Claro que lo harás! Mira lo lejos que has llegado, querida"

Al oír eso, Navia infló las mejillas en señal de recuerdo y se rió a carcajadas.

Se agarró el dobladillo de la falda y se apresuró a entrar en la casa principal, con todo el cuerpo deseoso de presumir ante Lark.

Lark pasaba la mayor parte de su tiempo investigando y experimentando.

Quería perfeccionar la tecnología que protegería a Navia y enriquecería a Esseled en la década que duró su sueño.

Por ello, siempre estaba en su laboratorio u oficina del tercer piso.

Navia estaba a punto de llamar cuando irrumpió por la puerta con una sonrisa traviesa en la cara.

"¡Papá!"

Quería ver la cara de mi padre cuando me miró, sorprendido por mi llegada no anunciada, luego estalló en una sonrisa de felicidad.

Pero el momento no era el adecuado.

¡BANG!

En cuanto abrí la puerta, una fuerte explosión hizo que mi cuerpo volara hacia atrás.

Mientras apretaba los ojos anticipando el dolor, el olor del invierno, el que siempre le protegía, golpeó sus fosas nasales. Lark había cogido a Navia en brazos, protegiéndola de la explosión.

La miró con urgencia, horrorizado.

"Navia, ¿estás bien? ¡Maldita sea, estoy loco......!"

Su rostro palideció al darse cuenta de que casi había hecho daño a su hija.

Navia se sobresaltó un poco por la explosión, pero no le dolió en absoluto.

Así que le dio unas palmaditas en el hombro con una sonrisa tranquilizadora.

"Estoy bien, papá"

"Si dices que estás bien, no te creo"

Lark chasqueó los dedos con expresión seria. Entonces, de la nada, Minerva fue invocada.

Flotaba en el aire y soltó un pequeño grito.

Estaba en medio de la confección de una prenda y sostenía una tela en la mano.

Lark la dejó a salvo en el suelo y habló.

"Navia quedó atrapada en una explosión, que la revisen"

"¿Qué pas ....? ¿Una explosión?"

Minerva soltó de inmediato el paño que tenía en las manos y corrió hacia Navia, examinándola por todas partes.

Navia estaba avergonzada por sus reacciones exageradas.

"Sigh, menos mal que estás bien"

"Ves, si me hubiera hecho daño, estoy segura de que ella habría reaccionado"

Lark la miró con desaprobación.

"¿Y si es una curandera?"

La idea de una curandera era ridícula, dados sus poderes divinos.

"Papá, ¿Estás bien?"

"No estoy herido"

Ahora que miraba, podía ver un pequeño rasguño en la mejilla de Lark.

Navia frunció el ceño.

"Tienes un corte aquí"

Lark se encogió de hombros.

"Una arruga"

Sonaba aún más ridículo que sospechar que la luna blanca era una curandera.

Navia le miró con incredulidad y luego se llevó una mano a la mejilla. La luna blanca retiró rápidamente la herida de Lark.

Minerva recogió su paño y se inclinó cuando pareció que su trabajo había terminado.

"Creo que ahora me retiraré"

"Uh"

La respuesta de Lark sorprendió a Minerva.

'Ciertamente te has suavizado'

En el pasado, habría dicho: "Piérdete". o aplastado una mosca con cara de fastidio.

El cambio lo había provocado Navia, aquella niña fogosa que le observaba con preocupación.

Minerva sonrió para sí y salió del dormitorio.

"Realmente no te duele más, ¿verdad?"

"La luna blanca lo curó"

"Aún así"

Lark observaba a Navia con más que un poco de ansiedad, incapaz de quitarse la preocupación de encima.

'Estás pálida'

La piel de Navia era naturalmente muy blanca, como un campo de nieve iluminado por el sol.

Estás muy delgada, ¿tienes miedo?

En los meses que había pasado en Esseled, Navia había engordado como nunca, aunque apenas estaba delgada.

Y no tenía nada que ver con la explosión.

'Mira la estatura de esta castaña. Le pasa algo'

Navia acababa de comprobar su nueva estatura y estaba más que encantada de presumir de ella.

Excepto a Lark, que medía casi dos metros.

El leve surco en la frente de Lark no desaparecía.

'Hasta ahora, no me importaba si había una explosión durante mi investigación, pero ahora que Navia está aquí, tengo que tener cuidado. Sí, voy a tener que instalar protecciones por toda la casa. Tan densas que aunque ella quisiera, no podría hacerse daño. Mierda, ¿por qué no pensé en eso antes?'

Se odió a sí mismo por ser un padre tan desastre e inexperto. Se sentía tan mal.

De todos modos, esa mierda no iba a pasar ahora.

Por supuesto, confiaba en que por muy peligrosa que fuera la situación, Navia nunca saldría herida, pero por si acaso.

No quería volver a verla enferma. De verdad. Nunca.

"Así que, querida, ¿por qué has venido a verme?"

Preguntó, cogiendo a Navia en un rápido abrazo.

El laboratorio se estaba ordenando después de la explosión, las cosas caían en su sitio por sí solas.

Navia se sentó en el sofá y le dijo a Lark, que se sentó a su lado.

"He vuelto a por las llaves"

"¿Las llaves? ...... Otra vez pasa algo, ¿no?"

Navia ladeó la cabeza, sin entender de qué le hablaba.

"¿Problemas?"

'...... ¿no tenía ningún problema?'

Navia extendió los dedos con cara de orgullo para ilustrar la diferencia de estatura entre hace dos meses y ahora.

"He crecido tanto en dos meses, nunca antes había crecido tanto"

Ah. Así que este es el crecimiento....... O eso parece ahora.

Lark sostuvo a Navia y la hizo girar en su sitio.

"Hmmm, veamos......."

"¡Estoy mareada!"

Navia soltó una risita ante sus payasadas.

Lark la miró un poco más detenidamente y se dio cuenta de que ahora estaba un poco más cerca de la longitud de sus piernas.

"¿En serio? ¿Cuándo ha crecido tanto mi castañita en el suelo?"

La bronca de Lark no terminó ahí.

"¡Pensé que nunca crecería, pero cada vez es más grande!"

Lark añadió unas cuantas frases más para reírse a carcajadas que deberían haber sido de una sola vez, pero no quiso ofender a Navia.

"Es broma, mi querida Navia, vas a ser la niña más grande del mundo"

dijo Navia con un mohín.

"Me voy a trabajar"

"¿Qué? ¿Estás haciendo pucheros?"

Lark rió entre dientes y alborotó el pelo de Navia.

Después de todo, tomarle el pelo a su hija era lo más divertido del mundo.

Navia le apartó la mano, con el ceño fruncido en una expresión de incredulidad.

"No es eso, me voy a trabajar"

"Oh, estás haciendo pucheros"

Hmm. Tendría que hablar con él.

Navia giró sobre sus talones y salió del laboratorio, decidiendo que no tenía tiempo para tratar con su incoherente padre.

'No estoy haciendo pucheros, me voy a trabajar'

Necesitaba usar su magia polimorfa para transformarse en adulta e ir al taller de los familiares.

En realidad, no hay mucho que hacer en el taller, pero........

Navia volvió a su habitación y se puso un vestido negro. El vestido era bastante prematuro para una niña.

Estaba pensado para que lo llevara una adulta y sólo había sido encogido por la magia Polimorfo.

Si se lo ponía y luego se transformaba en un reloj de bolsillo, una herramienta mágica que podía utilizar la magia polimorfa, la ropa también cambiaría de tamaño.

Navia rebuscó en su vestido y sacó un reloj de bolsillo.

clic.

Cuando abrió la tapa, se quedó helada.

La esfera de cristal estaba agrietada.

"Oh, de la explosión......."

Navia miró el reloj de bolsillo para ver si había algo más mal, pero aparte del cristal agrietado, parecía estar bien.

"Tendré que hacer que papá lo arregle más tarde"

'Ahora no'

Si le llevaba el reloj a Lark ahora y le pedía que lo arreglara, no sabía qué tipo de conjeturas descabelladas haría.

'Seguro que empezará a acosarme otra vez, preguntándome si le he echado de menos, diciéndome que no puedo vivir sin él, o algo así'

"Ha"

Ya estaba cansada sólo de pensarlo.

Estaba a punto de cerrar la tapa de mi reloj de bolsillo cuando Navia sacudió la cabeza.

¡Snap!

De repente, la aguja empezó a girar en sentido inverso.

"¿Eh? ¿Qué está pasando?"

Navia se quedó mirando la aguja, ligeramente desconcertada.

¡Clak, Clak, clak!

'¡Uf, está caliente!'

El reloj se sentía caliente, como si estuviera ardiendo.

Navia jadeó y trató rápidamente de apartar la mano, pero, extrañamente, su agarre del reloj no se aflojó.

Las manecillas seguían girando frenéticamente en sentido inverso, sonando como si estuvieran rotas.

Hacía calor. Su corazón latía intranquilo.

Entonces la luna blanca reaccionó y un débil resplandor envolvió el reloj de bolsillo. Era una señal inequívoca de que algo iba mal.

Navia apretó los dientes y estuvo a punto de tirar el reloj de bolsillo.

¡Puf!

Toda su visión se estremeció.

Si te gusta mi trabajo, puedes apoyarme comprándome un café o una donación. Realmente me motiva. O puedes dejar una votación o un comentario 😁😄

PSUF      Siguiente