Yo crie bien a la bestia cap. 93
Ataque al Palacio Imperial (3)
Traducción coreano al español : Asure
"¡Qué quieres decir, Otto! ¡¿Matar a mi padre y a mi hermano?!"
El final de sus palabras tembló.
Trató de derrocar el Palacio Imperial, pero no tenÃa intención de matar a su sangre. En el mejor de los casos, todo lo que intentaba era atraparlos vivos y encarcelarlos o enviarlos a un territorio alejados del poder.
QuerÃa convertirse en emperatriz, pero nunca pensó en pisar la sangre de su familia.
Joseph echó un vistazo a ambos y agarró la espada de Rafiyen. No sabÃa de qué lado ponerse y qué hacer. Sólo era un equipo, un arma en sus manos.
El Conde Otto irrumpió en el castillo con voz airada.
"¡Tengo que matarlos, princesa!"
"¡Qué mierda estás hablando! ¡No!"
"Es el ejército imperial que sigue al emperador el que está atacando a los Shinsus ahora. Si el emperador muere, el que le sigue muere, al siguiente, ¡es a quién serán leales!"
"......"
No hubo respuesta a las últimas palabras.
Si tanto el emperador como el prÃncipe Lart mueren, el tercer heredero al trono será la emperatriz Adelaida.
Las fuerzas imperiales, que han perdido a su lÃder, pueden deponer sus espadas y jurar lealtad a Adelai. La historia siempre ha obedecido al bando ganador.
También es un momento en el que he estado inmerso en sus pensamientos. Adelai gritó con cara de enfado, abofeteando a Otto en la mejilla.
"¡¿Te atreves a herir a la familia real?!"
"¡Considere la situación, Princesa!"
"¡No esperaba la aparición del Ejército Imperial! Aunque estuviera bien preparada, ¡podrÃa sentarme en el trono con los Shinsus a cuestas!"
El conde Otto torció el rostro mientras se tocaba las mejillas, que estaban muy encendidas. Los ojos, oscilantes de ira, ardÃan como una bola de fuego.
"¡Esta cosa estúpida!"
¡SLAP!
La mano del conde Otto golpeó a Adelai en la mejilla. Adelai se tambaleó en un repentino shock.
"Este...... Tú, tú....... ¡¿Cómo te atreves?!"
Un dolor ardiente cubrió la mejilla de Adelai. Adelai levantó la mano hacia el conde Otto con los ojos brillantes.
¡Conde Otto! ¡¿Cómo te atreves?! ¿Cómo se comporta mi hombre de confianza de forma tan irrespetuosa?
Era obvio que se volvió loco porque estaba avergonzado por la situación que tenÃa delante.
Matar al emperador y al prÃncipe, era una gilipollez y al final, ¿hasta levantarÃa una espada a mÃ, la princesa?
Sin embargo, su delgada muñeca fue atrapada por el malvado agarre del hombre.
"¡Estás loco, Otto!"
"No, eres tú la que está loca. Si la situación está hasta este punto, tengo que analizar el tema y negociar"
"¡¿Qué, qué?!"
Adelai se tambaleó con ojos de confusión y rabia.
No podÃa despertar. No sabÃa cómo su hombre de confianza habÃa cambiado tan rápidamente. ¿Era este sonriente Conde Otto que conocÃa?
Otto bajó la mirada, observando sus mejillas flanqueadas.
"Ahora eres inútil, princesa Adelai"
Los labios de Adelai sólo se sonrojaron. Sus palabras, pegadas a sus oÃdos, no tenÃan sentido. TenÃa la cabeza mareada por la sensación de traición, por lo que era muy difÃcil dar con una palabra.
"¿Qué hiciste con tu propia fuerza, Adelai? Nada. Nada"
En los ojos del conde Otto, al principio habÃa una amargura y luego desprecio. La malicia que habÃa presionado a Adelai levantó lentamente la cabeza.
"Debes haberte confundido con el hecho de que lo tenÃas todo, pero eres una idiota que no sabe hacer nada por sà misma"
La estúpida princesa creÃa en el linaje con el que habÃa nacido, corrÃa como un potro loco. Se inclinó para fingir obediencia ante semejante Adelai y se tragó la vergüenza.
No era más que un espantapájaros. Era el propio plan de Otto. Todo fue hecho por su propia habilidad.
Encontrar al descendiente de Barahan y tratarlo como un juguete en su mano. Manipulando la situación y creando un incidente. Fue toda su habilidad para reunir a los shinsus y atacar el Palacio Imperial.
Las habilidades de Adelai estaban ausentes. Asà que, aunque tuviera poder, tenÃa razón en tenerlo.
"¡Te atreves......!"
"¡Me atrevo! Yo también tengo sangre real. Significa que cuando el emperador y el prÃncipe mueran y tú mueras, podré convertirme en emperador"
"¡Aghh!"
Adelai estaba asombrada.
¿Por qué él, que era obediente, sólo me perseguÃa la cola? Pensé que era un hombre sincero, pero fue increÃble que me golpeó la espalda de esta manera. No deberÃa haber sido asÃ.
Pero las palabras de Otto no podÃan ser negadas. El conde Otto también es una parte lejana de la familia imperial, si toma prestado el poder de los shinsus para ascender a la posición de emperador, podrá ser reconocido por su hostilidad.
ParecÃa que iba a ser Otto el que triunfara tras una carrera de engaños.
Adelai agitó la mano y vomitó una ira desbordante.
"No. ¡Nunca podrás lograr tu voluntad! ¡Prefiero matar a Joseph! Cuando Joseph muera, el control de los Shinsu también se liberará, ¡y la batalla terminará con la victoria de mi padre!"
Fue la última amenaza que pudo gritar. Sin embargo, en la cara de Otto no hubo agitación. Más bien, sólo derramó burla.
"Como quieras"
Adelai sintió vergüenza en la punta de su boca. Ella realmente concentró su poder para matar a Joseph.
"¡Te mataré! ¡Te mataré a ti también! ¡Los mataré a todos! ¡Verás cómo te destroza Su Majestad el Emperador!"
Mientras tanto, Joseph, observando a Otto y a Adelai, estaba en extrema confusión.
¿Me quieren matar?
Sólo tenÃa que escuchar amablemente al prÃncipe y al conde.
Joseph retuvo a Adelai con cara de pánico.
"¡Princesa! ¡Sólo juro lealtad a la Princesa! ¡No me maten! ¡Por favor!"
Era una situación que Joseph no podÃa entender.
El Conde Otto se atrevió a golpear a la princesa en la mejilla, y dijo palabras vulgares que se convertirÃa en emperador. Después de una feroz lucha interna, todos morirán juntos.
¡Pensé que vivirÃa con un cosquilleo después de esto! ¿No es esto realmente una muerte de perro?
Con un rostro temeroso, Joseph gritó desesperadamente.
"¡Por favor, sálvame!"
Pronto, la princesa Adelai lo matará y su vida habrá terminado. Respiró con miedo.
Pero a medida que pasaba el tiempo, el dolor de la muerte no lo sentÃa. Desde que la princesa Adelai dijo que lo iba a matar, era correcto que la piedra espiritual en su estómago reviente.
Joseph bajó su mano vendada. Y en cuanto se enfrentó a la situación que tenÃa delante, tomé aire y tropezó
Adelai languidecÃa sin fuerzas.
"Otto, tú......"
Adelai agarró la muñeca del Conde Otto con sus ojos doloridos. Gotas de sangre se forman sobre la piel donde sus uñas se clavan.
La sangre que brotaba del pecho de Adelai empezó a manchar de sangre su elegante vestido.
Otto introdujo la daga más profundamente en ella y tiró de la cintura de Adelai hacia abajo, susurrándole al oÃdo.
"Lo siento, no eres tú quien tiene la vida de Joseph, el descendiente de Barahan"
Ella ni siquiera pudo responder. Sólo escupió un gemido silbante.
Otto se rió como una serpiente.
"La piedra espiritual que comiste era falsa"
Sus manos también comenzaron a mancharse de sangre roja. Otto susurró por última vez, sosteniendo su cuerpo inclinado hacia la muerte.
"Está realmente en mi estómago"
******
Después de unas horas.
Blondina se despertó tenuemente. El sonido de los pájaros que eran familiares para sus oÃdos partÃa el aire como un grito.
[¡Blondina, despierta! ¡Despierta!]
[aleteo]
Unas pequeñas alas la golpearon en la mejilla.
Blondina se esforzó por levantar los párpados. Al final de la visión borrosa, visualizó un viejo techo de madera. Un techo sencillo, sin un solo dibujo. Una pequeña ventana se abrÃa bajo él.
Apenas giró y miró por la ventana. El suave bosque de conÃferas pasaba rápidamente.
'Dónde estoy. ¿Es un carruaje?'
El aroma de la medicina surgió de la punta de la lengua. Lo comà a la fuerza antes de desmayarme. Tragué un aliento amargo y levanté el cuerpo de par en par. Cada vez que el carruaje se balanceaba, mi estómago se estremecÃa.
La situación no se comprendÃa bien, pero por los últimos recuerdos, parece que fue secuestrada. El shinsu marrón golpeó su cabeza y lo aturdió.
Blondina sacudió la cabeza en blanco mientras se apretaba contra la sien grasienta.
[Blondina, Blondina, ¿estás bien?]
Oyó la voz de Mazetto desde un lado.
Blondina se sobresaltó y agarró el pico de Mazetto con dos dedos. TemÃa que el pajarito parlante se haga daño.
"¿Mazetto otra vez? ¿Por qué estás aqu� Es peligroso"
Al preguntar como un susurro, el gorrioncito con el pico cerrado, sus alas temblaron. Blondina entonces soltó su dedo.
Comenzó a gritar desesperado.
[Fui al Palacio Separado para ver a Blondina-nim y Mazetto ¡estaba muy asustada! HabÃa sangre por todas partes, ¡y la energÃa de Shinsu era extraña! ¡Blondina se cayó de repente! TenÃa mucho, mucho miedo que Mazetto y Blondina murieran también!]
En medio de la conversación, el miedo se apoderaba de todo, incluso su pequeño cuerpo temblaba.
El Shinsu mató a los humanos en el Palacio Separado. Miró los charcos de sangre en el suelo y a los humanos muertos rodando como muñecos rotos con ojos sorprendidos.
Mazetto siempre se enfrentó sin miedo a Aymon o a Shanti, pero nunca se enfrentó directamente al miedo. Era chicos peligrosos, pero siempre fueron generosos con el pajarito.
Para Mazetto, este es el primer horror que experimentó hoy. Sin embargo, la razón por la que Mazetto no huyó y se pegó a Blondina fue porque ella era muy valiosa.
[¿Te has despertado, Blondina? ¿Eh? ¿Eh? ¡Huyamos ya!]
Blondina miró a su alrededor, calmando al pájaro que lloraba. El carruaje estaba corriendo a un lugar que no tenÃa idea.
"Mazetto. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que me desmayé?"
[No lo sé. Blondina-nim durmió mucho. ¡Mazetto pensó que Blondina-nim habÃa muerto! Por eso estoy tan triste!]
"Mazetto. Estoy aliviada"
Blondina abrazó al gorrión, temblando de ansiedad, e intentó consolarla.
Mazetto se pegó a sus brazos.
[¡QuerÃa llamar a Aymon-nim, pero no sabÃa a dónde va este carruaje, asà que no podÃa ir porque podrÃa perder a Blondina! ¡Los estúpidos caballos siguen corriendo! ¡Blondina no se despertaba!]
"VALE, VALE......"
Blondina acarició al pajarito con la punta de los dedos. En ese momento, se sintió aliviada, y el gorjeo de Mazetto dejó de sonar.
'Es difÃcil. Qué miedo tengo. Hubiera estado bien si hiciera como si no lo supiera y volara'
Blondina miró el cielo detrás de la ventana. La posición del sol es más oblicua que antes. ParecÃa que habÃa pasado mucho tiempo.
Contuvo la respiración y escuchó los sonidos que le rodeaban. El sonido de los cascos de los caballos corriendo por un áspero camino del bosqu, y el áspero sonido fricativo de la rueda de una carreta.
Y dos voces desconocidas que se oÃan a través de la brecha.
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