Yo crie bien a la bestia cap. 70
Descanso en la cabaña (2)
Traducción coreano al español : Asure
Bonito.
No tengo más remedio que admitirlo. El leopardo de las nieves era bonito. No era más que Aymon, pero todo era lindo y bonito, como un cuerpo que dibuja una lÃnea suave o una oreja que revolotea.
Aymon es un shinsu, pero se parece más a un leopardo que a un humano. Puede se que se sienta atraÃda por el nuevo y bonito leopardo.
Mi estómago estaba endulzado por los celos, balanceándose con ansiedad. Pero la razón por la que no podÃa expresar mi interior era que los seres humanos no podÃan competir con los leopardos por su espÃritu.
Blondina tenÃa que balancearse y tragarse la tensión.
Cuando Blondina salió, la expresión de Aymon cambió, que era insensible. Aymon sonrió con ternura al ver salir a Blondina.
"He cazado. Lo hornearé, asà que espera dentro"
Pero Blondina no tenÃa intención de esperar dentro amablemente como lo sugirió Aymon.
Se ató la manta con más fuerza y rodó los pies hacia Aymon. Mientras caminaba unos pasos haciendo huellas, el leopardo de las nieves detrás de Aymon saltó y se atascó.
"¿Oh?"
No era una amenaza. El leopardo de las Nieves frotó su cara en el muslo de Blondina y comenzó a inclinarse.
Fue al mismo tiempo que Aymon dejó caer la carne que estaba preparando.
Se acercó sin vacilar, con una expresión firme como cuando sonrÃe suavemente.
"¡¿Cómo te atreves?!"
Aymon murmuró débilmente con una voz que parecÃa arañar el suelo.
Luego, recogió al vulgar leopardo de las nieves y lo lanzó sin piedad. La bestia, lanzada como una carga, rodó por la nieve, ¡y entonces! Y lloró injustamente.
Avergonzada, Blondina le dio un golpecito en la mano a Aymon.
"¿Qué pasa?"
No sé por qué Aymon hizo esto de repente, pero supongo que no era lo suficientemente bueno para él. Me alegro de que lo fuera.
En lugar de responder, Aymon se dio la vuelta. Luego, miró al leopardo de las nieves que se arrastraban por el suelo.
{QuÃtate. ¿o quieres mas golpe?}
Parece que habÃa un sonido rugiente como el de un animal bajo el cuello. La opinión espinosa no podÃa venir hacia ambos.
Aymon giró la cabeza mirando seriamente a Blondina y preguntó como si fuera a rechinar los dientes.
"¿Es más guapo que yo?"
"¿Qué?"
'¿Por qué dices eso de repente?'
Blondina miró a Aymon con una expresión desconocida.
"Me dijo que eras linda y bonita todos los dÃas. Me dijo que eres la más guapa del mundo"
"¿Eh?"
"Cuando nos miraste, ¿te fijaste más en él?"
Parece que Aymón no habÃa visto bien las dos mejillas de Blondina, que ardÃa de rojo por el alcohol.
Blondina se rió a carcajadas, medio bebiendo, medio dirigiéndose a Aymon.
'¿Qué está hablando ahora?'
ParecÃa que se iba a acabar con una simple sonrisa, pero jajaja y seguÃa saliendo las carcajadas, asà que supongo que estoy muy borracha.
¿Cómo es que existen estos animales tan lindos en el mundo? Porque es grande, es tan lindo como el gatito que tenÃa en mis brazos o incluso más lindo que eso.
Blondina agarró el cuello de Aymon, mirándolo con impaciencia y dejó escapar un suspiro de risa.
Entonces Blondina, ladeando la cintura, respondió con una sonrisa.
"Me gustan más las noches oscuras que la nieve blanca y pura"
"..."
"Esos ojos que titilan como estrellas son los más bonitos del mundo. Ese es mi gusto"
Al levantar la mano y tantear los ojos de Aymon, la frÃa expresión de Aymon se liberó.
"... ¿De verdad?"
"Huh. Eres el mejor"
Aymon bajó un poco la parte superior de su cuerpo para facilitar el toque de Blondina.
Fingiendo mirar al suelo para nada, bajó los ojos e intentó bajar el rabillo de su boca. A Aymon le costaba soportar sus sentimientos, por lo que fingÃa ser débil.
Una sonrisa no desapareció de la boca de Blondina. Se puede ser guapo con un hombro tan ancho, un cuerpo tan grande y las manos rojas.
Desde su interior, una sensación de cosquilleo se elevaba, por lo que Aymon, que inclinó la parte superior de su cuerpo, besó la mejilla de Blondina y olió el aroma.
"¿Has bebido?"
"Un poco"
Asà que es alcohol. Aymon volvió a levantar la parte superior de su cuerpo y se rió en voz baja.
Cuando Aymon se paró sobre la blanca nieve, sus ojos centellearon y rieron, por alguna razón, sus ojos estaban distantes. La realidad de estar con él en este frÃo bosque y no en el palacio imperial, era refrescante.
De alguna manera, se sentÃa abrumada y traspasada, mirando sólo a Aymon, que no conocÃa sus pensamientos. Miró los tobillos de Blondina, luego la levantó y comenzó a moverse hacia adentro.
"Hace frÃo aquÃ, asà que quédate dentro. Dijiste que te dolÃa el tobillo"
"Quiero estar a tu lado"
"Después"
El leopardo, que hasta ahora habÃa gritado, se curó, fingiendo estar tranquilo.
Blondina se colgó del cuello de Aymon e ingresó en la cabaña.
"La hornearé pronto, espera un poco"
La puerta de madera se cerró con las amables palabras de Aymon.
La habitación, en la que el aire frÃo del exterior estaba bloqueado, se llenó de un pesado calor. Mazetto que estaba en la ventana, se acercó volando.
[¡Estoy aburrido, juega conmigo, Blondina! ¿Por qué sigues saliendo si te duele el tobillo?]
Blondina acarició al gorrión frotando su frÃa mejilla.
¿Qué tal?... Con Mazetto y Aymon aquÃ, parece que tengo una buena familia.
Era un sentimiento muy extraño que se sentÃa tan cálido en mi corazón.
Aymon preparó rápidamente la carne asada. ¿Era por el hambre? Aunque sólo estaba asada, parecÃa mucho más deliciosa que la comida del Palacio Imperial.
Después de arreglarme, me lavé el cuerpo con agua tibia.
En un principio, iba a lavarme con agua helada, pero gracias a Aymon, que habÃa calentado el agua, evité lavarme con agua helada.
Fue difÃcil para Aymon, porque de repente se obligó con entusiasmo a lavarme porque me dolÃa el tobillo.
¿Qué diablos tiene que ver el dolor de tobillo con la incapacidad para lavarme?
De todos modos, Blondina, después de lavarse bien, se sentó junto a la ventana bajo la dura luz del sol.
Sobre la mesa habÃa una pequeña muñeca, que seguro fue recogida por el dueño de la cabaña. Al mirarlo, Aymon se arrodilló frente a él y se sentó.
Sin mediar palabra, Aymon comenzó a frotar el tobillo de Blondina.
"¿Qué estás haciendo?"
"Recupérate pronto"
Blondina movió los dedos de los pies, pero no estaba bien.
'De todos modos, duele un poco'
Blondina se quedó mirando a Aymon que le frotaba el tobillo y luego empezó a mirar de nuevo a la muñeca. Decidà ignorarlo.
Mazetto, que estaba comiendo la fruta de invierno que recogió Aymon, llegó volando.
[¡Bondina-nim! Ese bonito leopardo está aquà de nuevo]
Mazetto señaló la ventana con su pico.
Blondina bajó la muñeca y se inclinó hacia la ventana. De alguna manera, el agarre de Aymon, que estaba sujetando el tobillo de Blondina, parecÃa hacerse más fuerte.
"Sabes, Aymon"
"Huh"
Aymon, que contestó sin rodeos, no levantó la vista hacia la ventana.
"¿No viene ese leopardo porque le gusto?"
"..."
Sin respuesta, cerró los ojos y sólo se agitó el tobillo de Blondina.
Aymon se rió de que era absurdo.
Es un macho. Es un macho, Birdy. Vino porque te olió y le gustaste.
No pude responder a eso, asà que agarré el tobillo de Blondina. Miré su tobillo inmaculado, luego lo levanté con cuidado y besé su piel de melocotón.
"¿Eh? ¿Qué estás haciendo?"
Asustada, Blondina agarró su pelo, pero Aymon levantó lentamente la pantorrilla y siguió besándola.
Recordó lo que dijo Shanti.
"¿Por qué huele tan bien ese humano?"
No fue sólo Shanti. Cuando llevé a Blondina al bosque por primera vez, me interesó especialmente su olor. No sabÃa por qué.
No soy el único que le agrada el olor de Birdy.
Una piel suave que parece que rezuma gotas de sangre al morderla. Si olÃa el dulce aroma, tenÃa un extraño impulso desde el interior de mi corazón.
A veces, cuando tenÃa un impulso tan violento, querÃa masticar su carne blanca introduciéndola tal cual...
Aymon besó el regazo de Blondina. Las piernas inmaculadas se revelaron a través del dobladillo del vestido.
Nunca podré hacer daño a esta gentil humana.
Blondina agitó los dedos de los pies con la cara teñida de color.
"Dijiste que estabas haciendo un masaje. ¿Qué tipo de masaje es este?"
Es raro hurgar con los labios.
"Deja. Sólo estoy oliendo"
Como si hablara con otros, Aymon respondió vagamente.
Apoyó la cara en sus muslos y mordió su tierna carne, pero su cuerpo temblaba cada vez que su aliento la tocaba.
"Es tan bonita, suave y fragante, que no me extraña que le guste a todo el mundo".
Las palabras, que no sé si las dije para mà mismo, cayeron en silencio con un suave beso.
Aymon se acordó del leopardo de las nieves que estaba fuera de la ventana, le mordió el muslo y la chupó dolorosamente. Un sonido húmedo y mojado sonó.
Blondina encogió las piernas con un cosquilleo.
"Eres increÃble, Aymon"
"Pero no puedo darte a nadie"
Al retirar lentamente los labios, apareció una marca roja en el muslo de Blondina. Aymon comenzó a grabar marcas en la parte superior.
Odiaba a los humanos y a los leopardos. Las criaturas que mostraban interés por Blondina no eran felices, aunque fueran bichos. Se puede decir que son celos sin prejuicios entre géneros y especies.
El pelo de Aymon, que enterró su cara en la pierna de Blondina, se dispersó en el aire. El polvo brillaba y flotaba.
Mazetto, que salÃa corriendo de algún sitio, ladeó la cabeza sobre la mesa.
[¿Qué están haciendo?]
Aymon alargó la mano y agarró a Mazetto. Murmuró el vestido de Blondina.
"No veas"
[¡Qué! ¡¿Por qué no puedo ver?!]
Mazetto se rebeló, agitándose bajo el agarre de Aymon.
"No mires las piernas de Birdy"
[¿No puedo mirar? ¡¿No puedo ver?! ¡No puedo ver, malvado! ¡Oh, oh! El leopardo está acosando al gorrión!]
Como si se burlara, se rebeló o luchó con un gemido. Esto se debe a que Aymon dio más fuerza a su agarre. Por supuesto, no tenÃa intención de hacerle daño, asà que sólo retorcÃa el cuerpo con frustración.
Aymon, que agarró a Mazetto con una mano y con la otra mano acomodaba el dobladillo de Blondina, se levantó.
Mazetto salió volando con un chasquido en su agarre aflojado.
[¡Este matón! Shinsu es un matón!]
Sentado sobre la cornamenta de la cabeza del ciervo disecado, Mazetto gritó injustamente. Por supuesto, Aymon ni siquiera fingió oÃrlo.
Escuchar que te digan gángster y que tengas una personalidad sucia ya era molesto. No podÃa ni pestañear.
Blondina se frotó la zona alrededor de su muslo, donde estaban las marcas de los labios.
Las marcas de mordida de Aymon me hormigueaban. Cada vez que tocaba la marca roja, me sentÃa rara.
Cuando Aymon estaba haciendo eso, sinceramente no podÃa apartarlo, porque sentÃa una sensación más extraña que el dolor.
Me hizo sentir mal, pero a la vez me hizo sentir bien. ¿Soy una pervertida?
Nota Asure: Consejo, nunca lleven un pájaro si estas con tu peor es nada, más aun si es pajaro parlante :v
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