Yo crié bien a la bestia cap. 39

Yo crié bien a la bestia cap. 39

Lunes, 11 de Abril del 2021




Yo crié bien a la bestia cap. 39

Recolección (2)

Traducción Coreano al Español: Asure

A medida que salían del bosque, sentían como si estuvieran adentrándose a un pantano.

El bosque Shinzu parecía retorcerse a medida que avanzaban. Los tres humanos no tenían idea de lo que pasaba, sólo vagaban por el bosque. 

La mano que sostenía la cesta comenzó a sudar. Estaba empezando a ponerme ansiosa por tener una sensación de inseguridad a causa del miedo a mi alrededor. El bosque que se sentía pacífico cuando estaba con Aymon, ahora está inmerso en un frío seco.
 

"El sol se ha puesto... ... ."

 
Las caras de los tres se volvieron más serios. Blondina desplegó su chal y abrazó los hombros de Lucy. Los hombros de Lucy temblaban de miedo por razones desconocidas.

El Príncipe Lart tiró la cesta que sostenía. Luego se acercó a Blondina y le abrazó el hombro.
 

"... ... ¿Qué... ... Oye?"
 

Su barbilla, mirando hacia arriba, estaba tensa.
 

"Se siente el peligro alrededor. Soy el más fuerte aquí, así que quédate conmigo"
 

Su otra mano agarró con fuerza la espada. Su sarcasmo habitual había desaparecido. 

Lart miró el cielo. La luna desapareció entre las nubes que se extendía como bola de algodón. 

Los tres caminaron por el pequeño sendero del bosque. 

'Si pudiéramos ver la luz del Palacio Imperial, sería nuestra guía, pero el bosque está densamente poblado de árboles, por eso sólo hay oscuridad'
 

"Parece que estamos perdidos"
 

Dijo como si proclamara un hecho natural. 

Los tres nos detuvimos, nos pusimos de pie y sólo miramos la oscuridad. No sabíamos qué camino tomar ahora. Parecía que el peligro estaba ahí y nos esperaba. 

Lart preguntó, tirando del hombro de Blondina:
 

"Blondina, llama a tu nuevo amigo"
 

Blondina negó con la cabeza.
 

"Ni siquiera podrá escuchar si grito. Qué pasaría si grito en voz alta y luego se acerca un animal salvaje. Este es un lugar que ni siquiera Aymon lo ha marcado, así que no tengo idea cuándo podrían atacar los animales salvajes"
 

Lart se mordió los labios con fuerza y luego se detuvo por la ansiedad.
 

"¿No tienes ninguna forma o señal para comunicarte? Como un silbido" 

"No"
 

Blondina suspiró con sus ojos sombríos. 

Nunca entró en este bosque, excepto cuando fue al bosque de frambuesas. Aymon siempre iba a ella primero.  Eso significa que no podía prepararse para una emergencia o algo como encontrarla en el bosque.
 
'Todo es culpa mía' 

'Siempre al lado de Aymon, olvido el miedo'

En primer lugar, no debería haberlos guiarlos hacia adentro. Entrar en el bosque Shinsu sin Aymon, por muy seguro que fuera, era un acto descuidado. 

El suspiro de Lart llegó cuando intenté condenarme y bajé los hombros. 


"Deben estar buscándonos en el Palacio Imperial"


A estas alturas, debe haberse producido una emergencia porque dos integrantes de la familia real han desaparecido.

Tal vez estén buscando fuera del palacio imperial o deben estar de pie en la frontera del bosque Shinsu preocupándose.

No podrían atreverse a invadir el reino Shinsu. 

La colisión entre los Shinsu y los humanos puede surgir de nuevo después de dar un paso. Por supuesto, los daños causados por ello debían ser soportados sólo por los humanos. 

Si un shinsu golpeara el palacio imperial y masacrara a todo el mundo mientras deambula, la familia real imperial podría extinguirse, dejando sólo huellas de sangre. 

Lart se presionó la sien, lamentándose.
 

"Todo es culpa mía. Debí haberte detenido cuando dijiste que vendrías aquí"
 

Lart se culpó inesperadamente. Tenía una cara más seria que nunca. Blondina sacudió la cabeza y le dio unas palmaditas en la espalda.
 

"Lart. Si me equivoqué, yo misma te pedí que vinieras aquí. Pero primero, hablemos de eso después de salir de este bosque. ¿ok?" 

"ok"
 

Lart asintió como un buen niño. 

Normalmente, ¿se atrevería a enseñarme o me habría consolado? Sin embargo, en una situación de crisis, Lart era lo suficientemente extraño como para ser diferente de lo habitual.
 

"Es peligroso, así que apéguense, Blondina, Lucy"
 

Murmuró en voz baja. 

Mientras caminaban de nuevo por el bosque, Blondina giró de repente. Debido al suave viento, el frío recorría su cuerpo. El agarre de Lart rodeó los hombros de Blondina. 

Curiosamente, Blondina lo sintió por primera vez como su "verdadero" hermano menor. 

La noche se hizo más oscura. El bosque parecía estremecerse cada vez más. 

Por no hablar de una peligrosa bestia salvaje, no encontraron ni un solo conejo, eso los hizo ponerse más ansiosos. Incluso el sonido de los gusanos en la hierba sonaban como castañas muertas. 

Mientras intentaba no dar un paso, tomé aire y me moví. Un viento frío sopló desde algún lugar
 

Crere... ... .
 

Hubo un sonido amenazante que parecía un grito.

Los tres dejaron de caminar como si estuvieran congelados. 

Al tragar saliva y girar la cabeza, vieron la entrada de una cueva enterrada en la oscuridad a la distancia. Una bestia no identificada salió de la cueva, mostrando sus ojos.. Tenía un pelaje negro y una cintura tan grande como un barril.
 

"Es un oso"
 

Dijo Lart con voz tranquila. Blondina respondió, apretando sus manos húmedas.
 

"... ... Vamos a distraerlo y huir. Lucy y tú anda a la izquierda. Yo iré a la derecha"
 

Será ventajoso escapar si lo distraemos por ambos lados y podremos huir. Si es así, trataremos de salvarnos como sea posible. Es mi responsabilidad  haberlos traído aquí, así que tengo que ser responsable. 

Esa fue la conclusión de Blondina.
 

"¡Vamos!"
 

Blondina, que gritó brevemente, empujó a los dos hacia la izquierda. No podían rechazar. 

Blondina empezó a correr hacia la derecha y a correr al azar. Al mismo tiempo, el oso dio una patada y salió corriendo. Su gran cuerpo comenzó a correr hacia ella.
 

"¡Aymon-!"
 

Un nombre desesperado salió de Blondina. Su voz reverberó por el bosque. No había nadie que responda, pero era un nombre que pronunciaba sin saber. 

El oso comenzó a perseguir a Blondina.
 

"¡Aymón! Aymon... ... !"
 

Blondina gritaba y gritaba Aymon mientras corría. No esperaba en vano que Aymon escuchara esta voz y la salvara. Sólo quería que el oso fuera por ella
 

'Todo sucedió por mi culpa. Aunque muriera, debería morir haciendo un bien., con la esperanza de que Lucy y Lart estén a salvo'

Así que no tuvo más remedio que llamarlo como si estuviera escupiendo la última voluntad consistente sólo en Aymon. 

Blondina tropezó y corrió cuesta abajo. Había escuchado que los osos tenían dificultar para andar bien cuesta abajo. Decidió arriesgar su vida por ese sentido común.

 
"¡Eh, eh...!"
 

Me quedé sin aliento hasta la garganta. Me dolía respirar, me dolía la garganta. Mi corazón latía como si se saliera por la boca.

Las ramas le rozaban y arañaban el antebrazo. Blondina corría sin parar. La distancia con el oso comenzó a disminuir.

¿Será por la oscuridad que rodea el bosque?

Normalmente, ya la habría alcanzado, pero de repente el oso se tambaleó como si estuviera borracho, volvió a correr, se detuvo y volvió a correr hacia Blondina.

La retina de Blondina se volvió borrosa. No podía ver bien, así que corrió por el bosque como una loca.
 

"Bueno ..."
 

De repente, las lágrimas corrieron por sus mejillas.

Agarrando su engorroso vestido, bajó salvajemente y cuando el oso rodó cuesta abajo, volvió a arrastrarse por la cima. 

En una colina seca cubierta sólo de hojas caídas, hubo la escena entre una rubia aterrorizada y un oso, donde se produjo la huida y persecución, que no pudo alcanzar. 

¿Cuánto tiempo duró la persecución? Blondina, con las piernas cansadas, finalmente tropezó con la base de un árbol. 

Intentaba levantarse rápidamente, pero los músculos de los muslos estaban acalambrados y no podía moverse bien. Movió su cuerpo tembloroso y retrocedió, con sus nachas en el suelo. 

En sus ojos temblorosos veía una bestia furiosa que se acercaba cada vez más. 

'¿Es el final?'

Los ojos derramaban agua caliente. Gotas de lágrimas mojaron sus mejillas sucias y cayeron al suelo. 

Tomó aire y apoyó su espalda en un tronco de árbol. Entonces cerró sus ojos mientras veía al oso correr hacia ella. 

Le vino a la mente el aspecto de Aymon. Fue muy divertido, consideró tener mucha suerte la última vez que había viajado con Aymon, de hecho hizo muchos recuerdos. 

'Dormimos juntos en la misma habitación, ese pequeño leopardo se colgó en mi espalda. Se frotaba la nariz y sonreía'

'En primer lugar, hice un buen trabajo al entrar al Palacio Imperial. Con suerte, pude conocer a Aymon. El pequeño gato que se convirtió en una luz para mi cansada y dura vida'

'Quería serte útil tanto como me hiciste feliz. Perdona por apoyarme siempre en ti, Aymon'

En el momento en que dejó caer la última gota de lágrimas, presagiando su muerte, de repente el oso estalló un rugido. Blondina se estremeció con los párpados cerrados.

Se oyó el sonido de algo enorme rodando por el suelo seguido del grito de un oso de nuevo. Luego se oyó el sonido de las hojas que caían dispersas y de los árboles que se rompían. 

Blondina no podía abrir los ojos. 

Sacudió los hombros por el frío que caía y encorvó su cuerpo, apoyando la espalda en un duro árbol. Le costaba mover un dedo extrañamente. 

Después de temblar en esa forma,  apenas abrió los ojos, respirando con dificultad
 

"Ah...."
 

Blondina se tragó un gemido. 

Bajo la luz de la luna con el cielo despejado, un leopardo gigante golpeó al oso y lo aplastó con sus patas. 


Crumble....


Se oyó la advertencia de un leopardo bajo y pesado. 

Los afilados colmillos parecieron clavarse en el cuello del oso en cualquier momento. Un oso con una herida mortal jadeaba bajo el leopardo.
 
Blondina parpadeó con sus ojos fríos. Las lágrimas que se habían acumulado cayeron.

¡Aymon ... ...! Y escupió un sollozo que no pudo tragar.

 


「....」

 

Sólo entonces la pantera negra levantó lentamente la cabeza. 

Bajo la fría luz de la luna, sus ojos brillaban. 

La bestia, lo suficientemente grande y hermosa como para inspirar terror, fue desconocida, pero Blondina pudo notar de un vistazo quién era. 

Era Aymon.

Nota Asure: espero les haya gustado el capítulo

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