Seré la madre del guerrero 63
Traducción Coreano al Español: Asure
Yelena abrió mucho los ojos.
Incan se quedó quieto y estaba sacudiendo una de sus muñecas.
"Bueno... Si van a venir el resto, háganlo rápidamente. Estoy un poco ocupado"
"¡Todos a la vez!"
Pronto, los hombres que rodearon Incan se apresuraron donde Incan al mismo tiempo.
Pero sorprendentemente, los resultados no fueron muy diferentes del hombre que habÃa sido enterrado en la esquina hace un rato.
El último hombre cayó en poco tiempo.
"Ah, ah"
Un hombre se estremeció al ver el arma que empuñaba, se estrelló contra las manos desnudas de Incan.
Incan golpeó ligeramente al hombre.
El resultado no fue muy ligero.
El pesado cuerpo del hombre voló como una hoja de papel, rompiendo la ventana del bar y rodando fuera.
"...."
Yelena estaba rÃgida y miraba fijamente a Incan.
No podÃa entender inmediatamente lo que habÃa pasado.
Incan suspiró.
"Duquesa"
"..."
"Para ser sincero... De hecho, en un principio no querÃa venir aquÃ, al Ducado"
¿Es por su estado de ánimo?
Las dos manos de Incan estaban más oscuras que antes.
"Sólo pensaba en dejar el reino con este poder e instalarme en otro paÃs para vivir cómodamente. Era sólo mi deseo"
Incan apretó y abrió el puño.
Su color de piel volvÃió a su estado original.
"Pero extrañamente, no dejaba de pensar en la Duquesa"
"..."
"¿Por qué? ¿QuerÃa vengarme? ¿Para responsabilizarte que mi situación sea asÃ?"
"..."
"¿Para que pagues el precio? No lo sé"
Incan, que habÃa dejado su mano, apretó un par de veces, se acercó lentamente a Yelena.
Yelena dio un paso atrás por reflejo, pero no se movió mucho.
La pared tocó enseguida la espalda.
La distancia entre Incan y ella se acercaba cada vez más.
"Estaba muy desconcertado, pero volvà a encontrarme con la duquesa y lo supe. SÃ, me gustaba usted"
"..."
"Eres la que me hizo asÃ, pero sorprendentemente, me gustó, asà que querÃa ser bueno en esto"
"..."
"Realmente querÃa ser bueno"
En algún momento, las palabras de Incan no llegaron a los oÃdos de Yelena.
Puaff
A medida que la distancia de Incan disminuÃa, el olor, que era mucho peor que antes, se clavaba desagradablemente en la nariz de Yelena.
'Creo que voy a vomitar'
Sólo olerlo me revolvÃa el estómago.
Me dolÃa la cabeza.
Yelena no pudo soportarlo y se cerró la nariz con la mano.
Los pasos de Incan se detuvieron por esa acción.
Pronto esbozó una sonrisa retorcida.
"Es una nueva reacción. ¿Te dan asco mis palabras? ¿Lo demuestras con acciones en lugar de palabras?"
"... Más cerca, no vengas"
Yelena habló con fuerza.
Era repugnante.
Era una horrible expresión.
Sin embargo, al contrario de lo que pensaba Incan, el olor era asqueroso, no sus palabras,
"jaja"
Incan, con una breve risa, distorsionó rápidamente su impresión.
"SerÃa mejor no excitarme más, duquesa. Ya he tenido bastante paciencia"
"No vengas... creo que voy a vomitar..."
"Dije que era paciente"
Incan rápidamente cerró la brecha y alcanzó a Yelena.
Fue un momento en que su mano negra agarró el brazo de Yelena.
Como si una chispa estallara de repente, un brillo blanco apareció en la mano de Yelena.
"¡...!"
Sin siquiera pensar en lo que era, Yelena empujó a Incan que se acercaba.
Y...
¡Kwaang!
"¡Kuh!"
Con un solo grito, Incan se fue fuerte y lejos.
"..."
Yelena miró su mano inexpresivamente, sin creer las consecuencias ante sus ojos incluso después de haberlo hecho.
'¿Qué? ¿Qué ha pasado?'
No sé lo que es.
Pero no podÃa estar sorprendida.
Yelena, que miró el lugar donde Incan voló, escapó rápidamente del bar.
"¡...!"
Yelena, que salió corriendo hacia la entrada del bar y los hombres de Incan, que vigilaban el exterior, se encontraron con las miradas.
Yelena giró inmediatamente para huir, pero su oponente fue más rápido, que le agarró su brazo.
"¡Suéltame!"
Como hizo con Incan hace un rato, Yelena giró su mano y empujó al hombre que la atrapó.
Sin embargo, el brillo blanco que asomaba en su mano no tenÃa ningún poder para nadie más que para Incan.
El hombre frunció un poco el ceño como si la resistencia de Yelena fuera molesta, pero no cedió.
"¿Qué?"
"¿Cómo ha ido? El maestro..."
"¡Ah!"
Entonces el hombre que sostenÃa el brazo de Yelena gritó.
Fue porque Yelena le mordió la mano tan fuerte como pudo empujarla sin éxito.
"¡Mi, mi mano!"
Fue mordido con tanta fuerza que la sangre rezumaba de la mano del hombre.
"Jack, vale... ..."
Mientras otro hombre se avergonzó de la herida de su colega, Yelena le da una patada en la entrepierna sin piedad.
"¡Kek!"
Yelena, que incapacitó temporalmente a los dos hombres de Incan que custodiaban el exterior, salió corriendo sin mirar atrás.
'¿A dónde voy?'
Yelena miró a su alrededor, corriendo sin aliento.
Como no conocÃa la geografÃa, ni siquiera podÃa saber a dónde ir para encontrarse con el guardia.
'Primero, no hay ninguna casa familiar, debo esconderme y después debo encontrar la ubicación de este lugar...'
Pero antes de que Yelena se dirigiera a la casa particular, hubo una mano que le sujetó el pelo.
"¡Ah!"
"... Duquesa"
Era Incan.
El gemido de Incan, agarrando el pelo de Yelena y respirando de forma salvaje, fue un desastre.
Una lÃnea de sangre fluyó por su boca.
Incan, que escupió la sangre acumulada en su boca, miró a Yelena con ojos increÃbles.
"¿Qué fue eso hace un rato? ¿Eh?"
"Ugh, suelta esto..."
"¿Has utilizado la magia? ¿Escondiste artefactos? ¿Eh?"
"¡Suéltame!"
Yelena golpeó el brazo de Incan, sujetando su cabeza.
Incan se estremeció, pero la luz blanca y pura que habÃa aparecido en la mano de Yelena ya habÃa desaparecido.
Incan, al confirmar que la mano de Yelena no tenÃa fuerza, torció los labios para mostrarlos.
"... Te sorprendÃ, duquesa. ¿Eh? CreÃas que estaba muerto"
Incan, que habÃa tirado a Yelena al suelo y la habÃa derribado, se subió encima de ella y la estranguló.
"¡Eah!"
"Creà que realmente estabas mirando hacia arriba, maldita sea"
Yelena forcejeó.
En cuanto pudo alcanzarlo, golpeó el brazo de Incan y lo arañó con las uñas.
Sin embargo, Incan, que estrangulaba a Yelena, no parpadeó.
Incan dijo, aumentando constantemente su fuerza en el agarre de su esbelto cuello.
"Realmente estaba tratando de ser amable. Pero fuiste tú quien se negó a hacerlo y llevó el trabajo a este punto"
"... ¡No!"
"¿Por qué has hecho eso? Si te quedas callada, tú eres buena y yo soy bueno. Hubiera sido genial para los dos"
Poco a poco, los gestos de lucha de Yelena se fueron apagando.
Estaba estrangulada, por lo que no podÃa respirar bien, golpeando cualquier otra cosa.
La conciencia se fue desdibujando poco a poco.
ParecÃa estar oscuro frente a mis ojos.
'Kaywhin...'
Yelena recordó el rostro de un hombre con una visión lejana.
"No te mataré, asà que no te preocupes. He llegado hasta aquÃ, pero eso también es un desperdicio para mÃ. En su lugar, en el futuro, en silencio ..."
Fue entonces.
La mano de Incan, que estaba estrangulando, perdió repentinamente la fuerza.
Wakkak.
Incan ensangrentado cayó lentamente a un lado.
Una espada sobresalÃa del centro de su pecho caÃdo.
"¡Yelena!"
Sus ojos oscuros se iluminaron.
Yelena consiguió levantar la cabeza.
A lo lejos, vio a su marido, que parecÃa haber lanzado su espada, golpeando a Incan, precipitándose.
Su marido no llevaba máscara.
Cuando salÃa al exterior, no se quitaba la máscara por más que fuera una obligación.
Fue algo urgente.
Incluso inmediatamente después de que su vida fuera amenazada, se notó y una sonrisa se formó en la boca de Yelena.
"Kay... "
Pronto Yelena perdió el conocimiento.
********
Solo vio un espacio que no era nada más que blanco por todas partes.
Yelena abrió los ojos en un lugar extraño donde incluso el sentido de la distancia era desconocida.
Ella miró a su alrededor con cuidado.
'... ¿Dónde estoy?'
Entonces, pronto encontró una cara familiar.
Yelena lo llamó.
"Anciana"
La anciana miró a Yelena y abrió la boca.
"Has terminado el primer despertar"
"... ¿Primer Despertar?"
"Como ya has cumplido la condición, no hay nada extraño cuando despiertas, pero sin duda habrá una oportunidad en este momento..."
Yelena parpadeó.
No podÃa entender qué significaba todo aquello.
"Anciana, ¿de qué estás hablando? No lo entiendo"
"No hay necesidad que trates de entender. Si te despiertas de todos modos, esta conversación desaparecerá de tu memoria"
Dijo la anciana, como si no importara que Yelena lo entendiera o no.
"Porque no puedo decirte más de lo que está establecido. Esa es la regla"
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