PDDC 76

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Martes, 27 de Julio del 2021



Princesa de dos caras 76



Pensó que la mujer se alegraría, pero se limitó a negar con la cabeza. Había una sensación de resignación en su voz. Sus hermosos ojos morados parecían vacíos y sin vida.


"¿Por qué? Obviamente querías salir..."

"¿Quieres leer la botella de allí?"


Apollonia cogió una pequeña botella en la otra esquina de la cabina.

'Maldición de muerte a distancia'


"Esto..."


La mujer asintió y señaló una a una las botellas que tenía al lado.


'Dolor ardiente'

'Muerte miserable'

'Suero de la verdad'


"...Son las cosas que hice por orden del Vizconde. Al principio lo rechacé, pero..."


Apolonia por fin comprendió por qué aquella mujer no podía quitarse la tristeza de la cara.


"Seré condenada a muerte por fabricar drogas ilegales"


La brujería y las drogas mágicas estaban fuertemente controladas por la familia imperial. Aquellos que hacían y distribuían tales artículos sin permiso eran castigados severamente porque eran peligrosos.

Esa mujer estaba muerta en el momento en que sus actos fueran conocidos por alguien. Por no hablar de un hombre tan limpio y justo como Gunter.


"¿Qué hace el suero de la verdad?"


preguntó Apollonia, sosteniendo un frasco que haría enloquecer a Petra. Era una droga milagrosa de la que nunca se había oído hablar. Pero la expresión de la mujer se ensombreció drásticamente.


"...Como he dicho, fue una orden del vizconde. Quería que creara drogas que no existen en el mundo"


Apollonia sacudió la cabeza. Todo era increíble. Entonces la tristeza en el rostro de la mujer se profundizó un poco.


"Debes saber cómo funcionan las drogas. Sí, lo hice de forma ligeramente diferente a lo que pidió el vizconde"

"Entonces..."

"No existe una droga que pueda hacer que la gente escupa la verdad de forma natural. No hay mucho que una droga pueda hacer para controlar la conciencia de alguien. Así que las drogas 'realmente escupen la verdad'"

"¿Qué significa eso?"

"Es una droga que te hace sentir un dolor desgarrador. Lo más extremo que puede sentir un ser humano, para que no pueda evitar vomitar la verdad"


Sus ideas poco convencionales eran perfectas para complementar su talento. A Apollonia se le pusieron los pelos de punta al admirarla. A pesar de pronunciar palabras tan espeluznantes, las lágrimas brotaron de los ojos de joya de la mujer.

Apollonia hizo una pregunta que se resistía a hacer.


"...¿Se ha utilizado alguna vez?"


La mujer desvió la mirada como si no quisiera hablar de ello. Sus labios temblaron durante mucho tiempo, pero finalmente respondió a la pregunta de Apollonia.


"El vizconde Diamann me pidió que hiciera esas drogas una y otra vez"


Apollonia recordó de repente lo que había escuchado de su abuelo materno hacía mucho tiempo.

'Un talento que no puedes controlar es una maldición y un desastre'.


"¿Dónde ha ido Su Alteza?"

"No lo sé. No conozco esta zona"


Mientras la cabeza de Apolonia se llenaba de cosas complicadas, las voces de los caballeros se escucharon cerca. Al parecer, salieron a buscar a Apolonia. Apolonia y la mujer se miraron con ojos desconcertados.


"Si los Caballeros Imperiales ven esto, nunca podrás escapar de la pena de muerte"


Aunque sus circunstancias estaban fuera de su control, las creaciones de la mujer seguían siendo dañinas e ilegales. Además, su belleza hacía evidente que era una Bella, y la gente común lo temía y condenaba.

Lo que iba a ocurrir a continuación era obvio. Esta mujer, que no era más que una desconocida en Lishan, sería ejecutada como bruja. Los sirvientes del vizconde mentirían diciendo que la bruja lo sedujo hasta el punto de perder la razón, y a su vez sería eximido del castigo. Incluso otras Bellas no se atreverían a decir nada para protegerla.


"La anciana dijo que su nieto mayor fue destrozado, y que finalmente se derrumbó debido al dolor insoportable"


Si lo que dijo la anciana era cierto, el talento de esta mujer había dañado a otras personas. Como Apolonia no había hecho una aparición pública, tampoco podía proteger a esa mujer.

La mujer parecía abatida.


"Iba a morir de todos modos. Me alegro de que las cosas hayan salido así"


La mujer trató de sonreír incluso cuando se le caían las lágrimas. Cojeaba un poco mientras se levantaba y caminaba hacia Apollonia. Su discapacidad no parecía haber sido infligida por el vizconde, ya que parecía estar acostumbrada a ella. ¿Cuántas dificultades había sufrido esta mujer en su vida?


"¿Puedes conseguirme algo de tiempo? ¿Para que pueda prepararme para una muerte cómoda?"


Su voluntad de vivir ya había desaparecido. Apollonia divisó una espada en la esquina de la cabaña. La mujer miraba en la misma dirección.


"Por si acaso, tengo un hechizo a mi lado"


La mujer sonrió con amargura. No era para defenderse. Por fin, Apollonia pudo darse cuenta de que llevaba mucho tiempo pensando en el suicidio.

¿Qué habría hecho el abuelo en esta situación?

Sin duda, habría matado a esa mujer de inmediato. Ya fuera directamente o a través de un apoderado como Gunter, aquellos que eran peligrosos y dañinos debían ser exterminados de inmediato. Sin embargo, el abuelo lo habría cortado de raíz...

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