PDDC 118

Martes, 28 de Diciembre del 2021

Princesa de dos caras 118

'¿Aún no han salido de la capital?'

Apollonia se mordió el labio inferior.

'¿Por qué se quedan en la guarida del tigre?'

Mientras trataba de encontrar al Gran Duque, Morton Fryer apareció frente a ella, haciendo una reverencia.

"Estuvo aquí, Su Alteza"

Ella sonrió. 

"¡Morton!"

"Creía que estabas conmocionada por lo que ha pasado hoy, pero me alegro de que estés bien"

La trató de forma más respetuosa que de costumbre. Quizá se sentía responsable de haber provocado la entrada del monstruo en el coto de caza y de haber puesto a Apollonia en peligro.

Ella sonrió suavemente para tranquilizarlo. "No te preocupes. Gracias a ti, hemos encontrado un gran caballero".

El alivio y la ignorancia se vieron en los ojos de Morton Fryer. Una vez más inclinó la cabeza. 

"Su Majestad le busca a usted"

"¿A mí?"

Asintió en silencio, se dio la vuelta y se dirigió a una pequeña sala de estar junto a la sala de banquetes. Ella, naturalmente, le siguió.

"¿Has venido, Nia?"

la recibió el emperador con una mirada más suave de lo habitual. 

"Padre tiene algo que confiarte. Aunque estés cansada, quiero que hagas esta tarea"

"Por favor, dígalo, padre"

Era bastante inusual. Salvo casarse con un príncipe de otro país y llevarle riquezas, el emperador nunca le había encomendado a Apolonia una tarea especial. Al final de sus palabras, la puerta del salón se abrió.

"Me presento humildemente ante Su Majestad"

"Es una pena que te vayas tan pronto"

El emperador sonrió como si estuviera realmente decepcionado por la marcha de un viejo amigo.

"Hemos sido tratados con gran hospitalidad, Su Majestad"

Un hombre flaco con una pierna coja y las dos personas que estaban detrás de él no podían ocultar su malestar. Era el Gran Duque Evinhart y su familia.

"Ya debes haber intercambiado saludos con ellos, Nia"

Su sonrisa era amable.

"Deberías despedir a nuestros preciados invitados en mi nombre"

***

"¿Qué ha pasado?"

Después de un breve saludo, Apollonia y la familia del Gran Duque pudieron salir al jardín aislado detrás del Palacio Imperial.

"Su Alteza"

Caelion, que estaba de pie junto a la Gran Duquesa de rostro pálido, dio un paso adelante.

Iba vestido con un uniforme negro similar al de su pelo. Aunque todavía era un adolescente, era más alto que Apollonia. Las heridas que le hizo el monstruo eran visibles en el cuello y la muñeca, pero estaban bastante mejor. Eran menos que las de Apollonia, pero estaba claro que tenía más resistencia que una persona normal.

'Cuanto más miro, más se parece a mi abuelo'

A pesar de su corta edad, ciertamente poseía una dignidad natural. Sin embargo, Apollonia levantó una mano para impedir que Caelion hablara. 

"Quiero que el Gran Duque se explique"

Al final, su familia no siguió su consejo, y el Gran Duque de Evinhart era el responsable de esa decisión. Ella pensó que era un desperdicio hablar con alguien que no fuera él. El Gran Duque, que tenía un físico de aspecto débil en contraste con su hijo, abrió la boca.

"He escuchado todos los consejos que le diste a Cael. Quería disculparme porque mi hijo no pudo seguir tu petición de pasar desapercibido"

"Fue una situación imprevista. Todo está en el pasado. Dime por qué sigues en la capital"

No hubo tiempo para el consuelo.

"Tal como dijo Su Alteza, planeamos irnos temprano..."

"No os habéis ido"

"Recibí información de mi ayudante cercano. A Su Majestad le preocupaba que hubiera fricciones entre los nobles, así que envió asesinos para que se encargaran de nosotros no mientras estábamos en la capital, sino poco después de que nos fuéramos"

"¿Estás seguro de que esa persona es de confianza?"

"Le salvé la vida hace mucho tiempo. También me enteré a través de otras fuentes, que varios ayudantes cercanos del Duque de Leifer se están reuniendo en sus puestos. Era seguro que se estaban preparando para eliminarnos, por lo que también se produjo un retraso por nuestra parte, ya que aún no hemos dado una orden para tratar este asunto" 

El Gran Duque miró cautelosamente a Apolonia. Tal vez ya había oído hablar de Apollonia por su hijo, por lo que explicó cuidadosamente la razón por la que no seguía su consejo de forma que no la ofendiera en lo posible.

Sin embargo, no pudo dejar de fruncir el ceño.

Varios ayudantes cercanos se estaban "reuniendo en sus puestos". Si esa información era cierta, significaba que si el Gran Duque había escapado como ella aconsejaba, sus subordinados serían los primeros en ser atendidos.

¿No era una situación de la que se podía salir si se estaba dispuesto a sacrificar a unos cuantos escoltas de élite?

Apollonia estaba familiarizada con su actitud cálida, simpática y totalmente indecisa.

Obviamente, era el deber de una escolta, pero debía ser insoportable para él poner en riesgo a los caballeros por su bien.

Respiró profundamente y respondió con la mayor calma posible. 

"Entiendo lo que quieres decir"

Era natural que el Gran Duque apreciara a sus leales subordinados.

¿Acaso no se arriesgó ella también por la seguridad de Sid y Uriel en el Monte Calt?

Casi había muerto.

De todos modos, ya era demasiado tarde. De ser así, la siguiente mejor opción era creer que la decisión del Gran Duque sería suficiente.

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