Mo Yan en un Libro 63-64

Mo Yan en un Libro 63-64

Lunes, 15 de Marzo del 2021



Mo Yan en un Libro 63

Espejo


Su salvaje lujuria la cansó y cerró los ojos para tapar la tristeza y el miedo. Temía profundamente que nunca pudiera librarse de complacer a tantos hombres durante el resto de su vida.

El cuerpo tembloroso de Mo Yan hizo que Muchen levantara las cejas. Esbozó una sonrisa traviesa antes de recoger agua caliente con sus grandes manos y verterla donde su cuerpo se unía al de ella.

“¡Ah!" gritó ella.

Él la levantó y ella protestó. Él seguía dentro de ella. A cada paso, su coño se tragaba su eje caliente. Ella se apoyó en su pecho mientras él separaba sus piernas para introducirse en su palacio de las flores. Un chorrito de jugo de amor goteaba en el suelo a medida que avanzaban.

Se acercó al tocador y Mo Yan le suplicó: "No lo hagas más..." 

Su nariz estaba roja y sus ojos llorosos. Tenía un aspecto tan lamentable que él quería tenerla aún más. Bajó la cabeza y chupó las lágrimas que caían.

La sostuvo ante el espejo con las piernas abiertas. “Nena, mira el agujero de tu florcita; es tan hermosa y lasciva. Siempre me muerde sin dejarme ir"

Le dijo al oído antes de morderle con fuerza el lóbulo más tierno. El dolor la hizo cerrar los ojos, pero no antes de vislumbrar a los dos en el espejo.

Su cuerpo blanco y suave se apoyaba en el cuerpo fuerte y bronceado de él. El peso de ella era sostenido por él y su miembro duro como una roca. Los pétalos de sus labios estaban ampliamente separados por el palo de carne que era grueso como un brazo. Su boca inferior estaba estirada hasta el límite, parecía palpitar y el néctar goteaba desde donde se cruzaban.

Muchen sonrió a su reflejo en el espejo antes de empezar a balancear su cintura.

“Ah~ ha~ no hagas esto”  gritó. 

No podía apartar los ojos del grueso objeto que se introducía entre sus esbeltas piernas. Golpeaba la pared en la parte superior de su húmeda caverna haciendo que una ola de líquido saliera, cubriendo su cuerpo y su trasero, haciendo que todo pareciera demasiado lascivo.

“No hagas eso eh” se burló mientras lamía su sensible pabellón auricular, 

“No ves que tu miel es tanta que no puedo ni bloquearla con mi palo de carne. ¿Cómo puedes ser tan lasciva? Tu boca superior sigue gritando que no, pero tu boca inferior sigue pidiendo más”

Sus palabras obscenas la hicieron sollozar.

Apretó más las piernas de ella y se introdujo con fuerza en el interior del palacio, pudo ver en el espejo el contorno de su hombría saliendo del bajo vientre de ella, la visión le dio muchas ganas de follarla.

“Ah~ No~ Yo no~ hnn~” 

Sus labios enrojecidos seguían pronunciando palabras y gemidos entrecortados, sus pétalos seguían temblando y disfrutando del bombeo salvaje de su raíz masculina. Ella sentía una satisfacción anormal cada vez que él llegaba a lo más profundo. Cuando él se apartó, se sintió acosada por un entumecimiento y una necesidad que casi la vuelven loca. Quería que él le diera de nuevo su palo de carne, pero la estimulación había superado su tolerancia, y sentía que la parte inferior de su cuerpo era más larga.

"¿No? Qué te parece toda el agua que hay en el suelo. La casa está inundada de tus babas. Ya ves lo hambriento que está tu concha, no puedo alimentarlo a satisfacción”

Dijo mientras empujaba en su vientre haciendo que su cuerpo se apretara alrededor del suyo con fuerza.

Mo Yan abrió los ojos para mirar su reflejo en el espejo. El hombre le resultaba familiar, pero la mujer era una desconocida. Su encantador rostro era escarlata y su expresión estaba empapada de lujuria. Sus ojos eran obscenamente hermosos. Su negro caía alrededor de su cuerpo como una cascada que temblaba cuando él la sacudía. Sus labios rojos se regaron de seducción, parecían haber sido besados a fondo. Sus pechos estaban salpicados de huellas de dedos y palmas que mostraban su desenfreno.






Mo Yan en un Libro 64

Afloja un poco


“No más~ no quiero más~” 

Sus ojos brillantes estaban llenos de resentimiento, mientras un placer cada vez más intenso quemaba toda su persona. La plenitud y la sensación la estaban volviendo loca; cada empuje hacía arder su cuerpo, oleadas de placer y éxtasis la invadían. Sus jadeos se entrelazaron.

Su fragancia lo volvía salvaje, su ardiente deseo se enterraba profundamente con cada empuje salvaje. Ella estaba muy caliente. Él agarró su pequeño y redondo trasero y la levantó suavemente, ella cayó sobre su eje con fuerza.

Mo Yan gritó

“No tengas miedo, te sujetaré fuerte. Deja que te folle"

La hizo girar mientras seguía empalada en él. Mientras la giraba, ella podía sentir el roce de sus contornos en cada parte de su asimiento floral, haciendo que otro chorro de néctar saliera de sus profundidades, pero fue bloqueado por su hierro caliente.

"Para... basta..." 

Su cuerpo se vio abrumado por el placer de la fricción. Se aferró a su cuello como si fuera madera a la deriva en un mar tormentoso. Muchen arrastró su ligero y delicado cuerpo, y acarició su suave piel y golpeó su culo. El dolor hizo que Mo Yan se aferrara a él

“Uh~ tan apretado”

Gimió antes de besar su boca queriendo chupar su dulce miel y tragarse sus gemidos.

La llevó de vuelta a la cama y se sentó, presionándola fuertemente sobre su dureza. Sus gemidos nasales y sus súplicas lo excitaron aún más. Puso las manos de ella alrededor de su espalda y se abalanzó sobre su útero. Su útero estaba lleno de jugo de amor y semen, ella podía ver cómo su vientre hinchado se mecía con sus empujones. Su bestia se liberó y arrasó con su vagina, llegando hasta la pared del palacio. Sentía como pequeñas bocas chupaban su longitud con cada entrada.

“Hah~ Demasiado~ no empujes más ~” gimió ella.

Temiendo asustarla con la bestia de sus ojos, cerró los ojos tratando de controlar su deseo de entrar en erupción. Comenzó a frotar su vara de carne lentamente para burlarse de ella, disfrutando de sus tiernos gemidos.

La colocó de frente. Su vara de carne seguía firmemente instalada en ella. Usó las rodillas para separar las piernas de ella. Con una mano en el hombro de ella y otra en su cintura, la penetró lentamente y luego se retiró lo suficiente como para que su gran glande quedara aprisionado en su entrada.

Mo Yan jadeaba y gemía.

Esta postura le permitió llegar a su suave vientre con más facilidad. Su afilada arma la apuñaló profundamente, y el placer y el dolor se apoderaron de Mo Yan. Ella se aferró a la colcha para soportar su impacto, pero no pudo resistir sus grilletes. Su cuerpo fue empujado hacia delante con fuerza, y luego tiró de él hacia atrás.

“Follarte es tan ... es tan ... hnn”

Gimió mientras bombeaba directamente en su estrecha rampa contra la pared más lejana del palacio, antes de agitarla y luego retirarse, 

“Tengo que follarte un poco, para que no nos seduzcas todo el tiempo”

Ella se apretó en torno a él, “Uh noo” dijo mientras le daba una palmada en el culo nevado haciendo un sonido crujiente

“Realmente desobediente”

“Ah~ Chen~ más despacio...ah!” 

Mo Yan gritó su nombre, implorando que aflojara sus embestidas, sin darse cuenta de que era combustible para el fuego.

Oírla gritar su nombre encendió sus deseos animales, 

“La voz de mi Querida es tan hermosa... tan suave, tan caliente, tan seductora... ¿quieres exprimirme?”

La empujó con más violencia mientras los músculos internos de ella se retorcían a su alrededor. Levantó la mano y le agarró los pechos, pellizcando los pezones rojos entre los dedos.

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