Mo Yan en un Libro 137-138

Miércoles, 24 de Marzo del 2021

Mo Yan en un Libro 137

¡No puedes hacer esto!

“Ah, no he comido nada”. preguntó Mo Yan, aturdida.

Yi se apartó de ella y preguntó: "¿Tomaste alguna medicina?".

Vio que las pupilas de Mo Yan se contraían de miedo.

“No...”

Qiye volvió a la sala de estar y vio a Yi frunciendo el ceño hacia Mo Yan con escarcha en los ojos. “Yi, ¿qué ha pasado?”

Pero Yi ignoró a Qiye. Agarró la pequeña barbilla de Mo Yan y le pasó un pulgar por el labio. “No me mientas”

Mo Yoan dejó caer su mirada. Permaneció en silencio durante mucho tiempo, antes de responder: “Anticonceptivo”

Los demás entraron en el salón en ese momento. La palabra fue como un chorro de agua fría. Sentían la garganta obstruida, no podían hablar. Sólo se oía su respiración entrecortada.

"¿No quieres darnos un bebé?"  preguntó Hanyu en voz baja.

“Nuestra relación no es normal; ni siquiera sé cómo afrontarla. No puedo meter a un niño en esto”  dijo Mo Yan en voz baja. Pudo ver su reticencia.

“Yan'er no quiere quedarse con nosotros...”  dijo Zeyuan aturdido, pero los demás pudieron ver el enfado.

Yi la empujó a los brazos de Qiye y se fue a su habitación. Volvió poco después con una caja blanca: "Esos medicamentos tienen efectos secundarios. Puedes anular los efectos de la droga tomando ésta”

Mo Yan miró la caja, pero su resistencia era evidente. 

“Parece que tendré que dárselo yo mismo”  Yi suspiró y sacó una píldora. Con una sonrisa despiadada, se metió la píldora en la boca y se inclinó sobre ella.

"No"  Mo Yan quiso apartarlo, pero Qiye la sujetó con una pinza.

Yi la besó y la obligó a tragar la medicina. Su beso fue tan poderoso como una tormenta, invadiendo cada parte de ella. Le metió la lengua en la garganta, haciéndola sentir horrorizada. (Nota Asure: su mare, lengua alienígena que llega hasta la garganta :v)

“Sería bueno que tuvieras un hijo, eso haría que te quedaras con nosotros. ¿Por qué quieres dejarnos...?” preguntó Qiye susurrando contra su pelo.

“¿Quién demonios te obligó a tomar esta clase de medicina tan dañina? ¿Es Chu Jinxu? Estuvieron juntos el otro día”

“Lo compré yo misma” Mo Yan dijo rápidamente.

“Tal vez no deberíamos dejarte salir. ¿Qué tal si te quedas en casa así?”

“No, no puedes hacer esto”  Respondió con los dientes apretados.

"¿Quién te ha dicho que te comportes mal?" dijo Zeyuan arrancándole la ropa interior y forzándola.

"¡Ahhh! Duele" gritó ella. Todavía estaba seca y él la apuñaló sin piedad.

"Esto es un castigo para ti, pero mira cómo te aferras a mí. Te gustamos mucho... quién más podría alimentarte si te vas”  Zeyuan tiró las gafas a un lado y le arrancó la ropa, revelando sus redondos pechos ahuecados en un sujetador de encaje negro.

Miró sus estrechos pétalos y dijo con crueldad: "Pequeña diabla, abre un poco más las piernas"

“A Yuan sé más suave; no quiero que nos toque a nosotros y que a ella la hayan cogido mal”  Dijo Yi en voz baja.

“No... uh~ ah~ no lo hagas~ no puedo soportar~... ¡cinco de ustedes~!”

Pero su cuerpo sensible se había vuelto encantador como el agua de un manantial. Aunque ella miró a Zeyuan con desprecio, él continuó golpeándola con fuerza.

“Por supuesto, puedes...”

Mo Yan en un Libro 138

Muñeca sexual

Los hombres estaban sentados o de pie alrededor de Mo Yan y Zeyuan mirando cómo se la follaba. No ocultaban su lujuria ni sus erecciones.

Zeyuan se acercó a su espalda y le desabrochó el sujetador, liberando sus pechos de sus confines. Sus dedos se cerraron sobre ellos y amasaron sus rollizos pechos de jade de oveja. Arañó sus brotes rojos y brillantes y tiró de ellos. Se inclinó hacia abajo y le lamió los pezones con su lengua flexible como la de una serpiente, para burlarse de sus sensibles pezones.

“Ha~ ha~ no Zeyuan, no más~” 

Mo Yan gimió amargamente. Intentaba apartar la cabeza de él, pero su fuerza se debilitaba por el enorme glande que la presionaba.

“Yan'er, eres tan hermosa... come más... déjame alimentarte bien”

Esta vara de carne empezó a acelerar de repente tan rápido que ella no pudo soportarlo. Ella lo miró suplicante.

“No me mires así”  dijo él  “sólo me hace desear que te folle bien”

Cuando sus embestidas se aceleraron, Mo Yan sólo pudo echar la cabeza hacia atrás y gritar, con la cara convertida en una máscara tensa de dolor y placer, con el cuerpo incapaz de resistir la pérdida de control.

Ella era tan dulce y encantadora; él no podía detener el deseo animal en su corazón. Su palo de carne venosa raspó cada parte de su cueva.

Hanyu se sentó en la mesa más cercana a ellos, tomó el control de la parte superior de su cuerpo. Zeyuan la volteó hacia su frente.

“No~ para~ es demasiado profundo~”

Se agarró a la camisa de Hanyu. Su cara cayó cerca de la entrepierna de él, goteando saliva sobre sus pantalones.

La nueva posición le permitió penetrar más profundamente, apoyándose en el sofá, se inclinó sobre ella y golpeó su cuerpo. Le cogió el montículo donde se cruzaban y empezó a pellizcar y retorcer su pequeño y delicado núcleo, haciendo que su cuerpo se estremeciera.

"Por favor..."  suplicó ella.

"Me estás suplicando -preguntó Hanyu-, o A Yuan"  Tenía una sonrisa maliciosa en el rostro mientras le introducía un dedo en la boca simulando un pene.

Ella frunció el ceño en señal de placer, con sus dos pequeñas bocas siendo burladas, no pudo evitar los gemidos y sollozos.

“No sé...”

"Deja que te folle un poco más y entonces lo sabrás"

Dijo Zeyuan antes de darle un golpecito en su núcleo enrojecido, provocando una profunda sensación de esclavitud a su alrededor. Se inclinó hacia ella y le lamió la espalda. Su raíz masculina, de gran espíritu, siguió invadiendo su dulzura con violencia. Ella terminó a cuatro patas en la alfombra, su jugo obsceno fluía por su intersección en la alfombra.

“Gatita, dame un lametón”, 

Dijo Hanyu sacando los dedos de su boca para bajarse la cremallera, liberando su grueso palo de carne. La parte superior era ligeramente blanca, con un fuerte olor a almizcle que aturdió a Mo Yan. Lo apuntó hacia abajo y se lo metió en la garganta.

Mo Yan tarareó en señal de protesta mientras la larga polla le llenaba la boca. Sólo podía jadear por la nariz. Se le llenaron los ojos de lágrimas y miró lastimosamente a Hanyu, pero éste siguió metiéndosela en la garganta.

“Yan'er, no me mires así. Hmm, tienes la garganta tan apretada que me vas a cortar”

Gotas de sudor caían por su cara hasta la clavícula. Él le acarició los ojos con avidez para limpiarle las lágrimas.

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