Mo Yan en un Libro 135
¿Dónde estás?
"Pero..."
“No te preocupes, mamá. Xu-ge cuidará de mí. Si tengo algún problema, te llamaré”. añadió Mo Yan para convencer a Meng Xin.
Al escuchar las repetidas garantías de su hija y con Jinxu aquí, la ansiedad de Meng Xin se calmó temporalmente.
“De acuerdo, vayamos de vacaciones, Yuhao”
“Vayamos este fin de semana. Podemos hacer que mi equipo lo organice. Es difícil encontrar una oportunidad para salir, vamos a ir mucho tiempo”
“Pero, ¡es lunes! Sólo faltan cuatro días. Hay mucho que preparar de antemano” Meng Xin frunció el ceño con ansiedad.
“¡Mamá, por qué no te vas sin equipaje y vuelves con las manos llenas!”
“¡Tu madre no es una adicta a las compras!” dijo Meng Xin mirando a su hija.
“Es muy tarde, ¿por qué no te quedas a dormir? Mañana es fiesta, quédate en casa”
Yuhao se volvió hacia Jinxu: "¿Por qué no te quedas, Jinxu? Es peligroso conducir de noche”
Mo Yan y Jinxu se volvieron el uno al otro antes de dar a sus padres un ligero no.
“Claro”
“Mo Yan, si estás cansada, vete a tu habitación. Jinxu, haré que la ama de llaves te acompañe a la habitación de invitados” Meng Xin asintió al ama de llaves.
“Volveré a mi habitación primero. Buenas noches, mamá, papá, Xu-ge”.
Cuando entró en su habitación, sacó su teléfono que había estado vibrando sin parar. Vio que había muchas llamadas perdidas.
"¿Dónde estás?" fue la pregunta con la que la bombardearon cuando llamó. La voz de Mu Zeyuan contenía preocupación y rabia.
"Estoy en casa. Como es tarde, mis padres me han dicho que me quede. Volveré con ustedes pasado mañana”
"¡¿Pasado mañana?!" escuchó a Ye Hanyu exclamar en el fondo "No te escuché claramente"
Mo Yan se llenó repentinamente de ira:
"No has oído mal, ¡he dicho pasado mañana! Me quedo con mis padres, eso es todo”
Colgó. Tiró el teléfono a la cama como si le quemara. Estaba repentinamente ansiosa, podía sentir su corazón contradictorio.
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"¿Colgó?"
Preguntó Qiye, observando a Zeyuan mirar en silencio su teléfono durante un largo rato.
“Parece que Yan'er se atreve a gritarnos; eso es algo bueno” Dijo Yi acariciando sus labios.
"¿Es algo bueno?" Muchen repitió mirando su vaso de mientras “Pero por qué no siento que...”
“Es un cambio de que sea fría” Dijo Zeyuan quitándose las gafas. Sus ojos verdes tenían una mirada de impotencia.
"Últimamente la hemos presionado demasiado. Puede ser muy testaruda cuando se la presiona” Dijo Hanyu sacudiendo la cabeza, sus ojos estaban llenos de indulgente ternura.
“Lo sé...” respondió Yi.
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“¡Yan-yan, voy a entrar!”
Meng Xin llamó suavemente a su puerta, antes de entrar. Mo Yan estaba en el sofá secándose el pelo, se adelantó para hacerse cargo.
“Antes eras tan pequeña, pero en un abrir y cerrar de ojos ha pasado el tiempo”
“Me he vuelto inteligente y sensata, no te preocupes por mí, mamá” Mo Yan dijo poniendo su cabeza en los brazos de Meng Xin y acurrucándose.
“¿Por qué no me voy a preocupar? Hija mía, eres mi corazón y mi alma”
Dijo Meng Xin pellizcando su mejilla. Sus ojos estaban llenos de amor maternal y su sonrisa era feliz. Mo Yan la abrazó, disfrutando con avidez del amor y el calor de su madre.
"Te quiero, mamá”
Mo Yan en un Libro 136
Delirio
“Yan'er sólo ha estado fuera un día y medio, pero siento que ha pasado mucho tiempo”
Zeyuan dijo con el ceño ligeramente fruncido. Apretó el entrecejo.
“A Yuan, eres demasiado exagerado” Dijo Qiye caminando junto a él.
“Habla por ti, mirando la foto de Yan'er todo el tiempo” Se burló Yi.
“Chicos, Yan'er dijo que está de regreso”
Xiao Muchen dijo mientras entraba en la sala de estar. Se quitó la corbata y se desabrochó la camisa para dejar al descubierto su sexy clavícula y se deshizo de la chaqueta del traje.
"¿Te ha llamado?"
Preguntó Ye Hanyu con el ceño fruncido. Estaba ligeramente celoso ante la idea de que Mo Yan llamara a Muchen.
“La llamé y le pregunté”
Muchen se relamió con suficiencia, lo que hizo que el resto de los hombres quisieran darle un puñetazo.
“Me voy a duchar, a Yan'er no le gusta el olor a alcohol”
Zeyuan se ajustó las gafas y se dirigió a Situ Yi “Yi, ¿Cómo está el cuerpo de Yan'er? Dejaste el anticonceptivo, ¿no?”
“Si preguntas por su dismenorrea, entonces, sigue trabajando en ello. Si preguntas por el embarazo, sigue la corriente”
Ye Hanyu se acarició la barbilla pensativo: "Si se queda embarazada, espero que dé a luz a una princesa tan hermosa y adorable como ella".
Gong Qiye le lanzó una mirada de reojo, "¿Está de acuerdo su Emperatriz?
“Ella ha estado deseando tener a su nieto durante mucho tiempo. Sería bueno traerle una nuera”
"¿Entonces su familia está de acuerdo?"
"Depende de mí, por supuesto" Dijo Hanyu con suficiencia. Qiye lo fulminó con la mirada.
Yi se rió “¡Oh! ¿Así que ahora eres libre? Parece que sólo quedan en A Yuan y A Chen”
Zeyuan tomó un sorbo de su té antes de preguntar:
“¿Ahora se trata de casarse? ¿Ha aceptado Yan'er? Parece haber olvidado que la obligamos a ello. Ahora, si de repente mencionamos que todos queremos casarnos con ella, lo rechazaría de plano. Esperemos un tiempo, hasta que ella pueda saber cuándo hablamos en serio o en broma; si lo mencionamos entonces, sería menos probable que se resienta”
“¿De qué estáis hablando?” preguntó Muchen volviendo a la sala de estar todavía chorreando de la ducha.
“Estamos hablando de...” Yi estaba a punto de responder, cuando se oyó un pitido y se abrió la puerta principal.
Mo Yan miró sin comprender a todos los que la miraban.
“Hola, ¿has comido? He comprado gachas"
Entró en el salón y vio a Muchen todavía mojado. Frunció el ceño: "¿Por qué no te has secado el pelo?"
Entró en su habitación y cogió una toalla, la echó sobre la cabeza de Muchen y se secó suavemente.
“A Chen, ¿qué edad tienes que no puedes secarte?” se quejó Yi “Mo Yan, tienes que repartir las gachas”
“Claro” Mo Yan suspiró suavemente y dejó a Muchen con la toalla. Llevó la comida a la cocina. Hanyu la siguió.
“No, te pondrás en medio”
“Quiero ayudar...” dijo lastimosamente
“Ayúdame a sacar los platos y los cubiertos”
Puso la comida en una fuente, y llevó sus compras personales a su habitación. Cuando regresó, Yi se acercó, la abrazó y la llevó a un sofá.
“Yan'er ¿quieres té?”
Mo Yan le miró dubitativa: “No, no podré dormir. Los demás...”
“Lavando los platos. Deja que hagan algo”
Cogió una taza de té “Aquí hay té perfumado con miel; te ayudará a dormir mejor”
Tomó un sorbo y la besó alimentándola directamente. Su larga lengua barrió con avidez su fragante boca, chupando la miel de su boca.
Se apartó y le preguntó: "¿Qué has tomado hoy”
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