Mo Yan en un Libro 101-102

Lunes, 22 de Marzo del 2021

Mo Yan en un Libro 101

¿Quién es él? 

“Si tienes problemas y no quieres decírselo a los tíos, puedes venir a hablar conmigo. Puede que nuestra familia no sea poderosa aquí, pero estamos en Francia” dijo Jinxu de repente. 

Su expresión hizo que su alma se estremeciera; fue incapaz de apartar la mirada. Pudo ver el cariño que sentía por ella en sus ojos negros. Sus palabras le dieron una fuerte sensación de seguridad.

Ella sonrió, sus hermosos ojos de albaricoque se entrecerraron en medias lunas, 'Lo haré'.

Bien, eres muy sensata, ya que no quieres preocupar a tus padres”. Dijo revolviendo su pelo con gran cariño.

"Lo sé. He crecido. Sólo dilo con la boca, no me despeines” Hizo un mohín, molesta con Jinxu.

Al ver su encantadora apariencia, Jinxu la abrazó. 

“Mientras me necesites, estaré a tu lado”

Mo Yan le devolvió el abrazo 

"Gracias, Xu-ge"

Apartó la cara para que él no viera sus lágrimas.

Se apartó y dijo con firmeza: "Ahora me voy. Conduce con cuidado, Xu-gege. Acuérdate de mandarme un mensaje cuando llegues a casa"

Sí, señora. Él dijo tirando de su mejilla: "Date prisa y vete, te veré entrar"

Una vez que ella pasó por la entrada, él arrancó el motor y se fue.

En ese momento, un Lamborghini negro entró en el aparcamiento subterráneo.  El motor se apagó y un par de largas piernas salieron del coche. Con un aura regia, el hombre era genialmente impresionante.

El sonido de la puerta del coche al cerrarse resonó en el amplio aparcamiento. Entró en el ascensor.

En la oscuridad, la luna era la única luz que entraba por las ventanas del suelo al techo. Se oyó un chasquido al encender un mechero, para encender un cigarrillo. El resplandor de la llama iluminó y ensombreció un rostro impasible y frío. Sus finos labios eran arrogantes.

El humo se enroscó en la oscuridad, mientras el hombre miraba pensativo a la noche.

Mo Yan saludó a los guardias mientras arrastraba un cuerpo cansado hacia el ascensor. Al recordar las palabras de Jinxu, sonrió. Era una sonrisa llena de calidez. Era agradable tener un hermano mayor.

El ascensor llegó al ático y Mo Yan tecleó el código de entrada. Empujó lentamente la puerta, no había guardado su expresión de felicidad, por lo que el hombre que la esperaba la vio cuando encendió las luces.

Sus fríos ojos se fijaron en su cara de felicidad y su expresión se ensombreció.

"¿Quién es él?"  preguntó enfadado

Mo Yan en un Libro 102

Gatita está de buen humor

Cuando Ye Hanyu dejó a Di Mao después de Mo Yan, había recibido una llamada de su secretaria de que algunos políticos querían cenar, así que le acompañó.

Después de unas horas de escuchar a los hombres elogiarle, se impacientó y se marchó: 

"Eso es todo por hoy"

Cuando los políticos vieron la expresión de su cara, se sintieron fríos por dentro, 

“Jefe Ye, perdónanos”

“Tendré en cuenta lo que habéis pedido” Dijo cepillando sus mangas mientras salía.

"Sí, gracias, jefe" Se inclinaron ante él.

Cuando miró la hora, pensó que Kitty debería estar ya en casa, así que condujo de vuelta a Di Mao.

Cuando Ye Hanyu llegó, vio un coche llegar al edificio con una persona conocida dentro. Se detuvo y observó sus interacciones. Su gatita había sido conducida por un hombre apuesto, que le estaba revolviendo el pelo, pellizcando su mejilla, ¡abrazándola! Quería ir a cortarle las manos y los pies al hombre. Al contrario de lo que esperaba, Gatita era muy amable. Una fría ira ardió en él y agarró con fuerza el volante de la mirada haciendo que las venas y los tendones sobresalieran en relieve. Atemperó la sed de sangre y la depresión.

Condujo el coche hacia el aparcamiento con brusquedad. Cuando llegó a su piso, encendió un cigarrillo. No solía fumar, sólo a veces, si estaba aburrido. Sus ojos sombríos miraban el extremo ardiente del cigarrillo mientras el humo se elevaba.

Esta gatita era realmente poderoso. Situ Yi y Mu Zeyuan ya estaban metidos de lleno, aunque no estaban seguros, ya sabían que no querían dejarla ir. En cuanto a él, sólo había pensado en ella como compañera de cama, pero al verla ahora con el otro hombre, se había puesto tan celoso que quería cortarle las manos al otro. ¿A él? ¿Celoso? La idea era tan ridícula que se rió sarcásticamente. Sólo la quería como compañera de cama, nada más.

Oyó el pitido del teclado cuando ella introdujo su código, se volvió para verla entrar. Esta mañana, su rostro había sido temeroso y pálido, pero aquí estaba llegando con una sonrisa feliz.

La sonrisa se congeló en su rostro al verle. Respiró profundamente y cerró la puerta tras ella.

"Pensé que habías dicho que volverías mañana" Contestó.

Al ver su cuerpo tenso, los ojos de Ye Hanyu se entrecerraron: 

"Si hubiera vuelto mañana, no habría tenido la oportunidad de ver la obra"

Sacudió el cigarrillo y la ceniza ardiente cayó como un meteoro.

El rostro de Mo Yan se puso blanco en un instante

"No sé de qué estás hablando"

Pero trató de sonreír mientras entraba tímidamente en la habitación, tratando de no encender la peligrosa atmósfera de la sala.

Se acercó a ella: 

"Parece que cinco de nosotros no son suficientes para ti, 'gatita hambrienta'. ¿Quién es ese hombre?" 

Su voz estaba llena de ira y celos. No pudo evitar las palabras despiadadas. Le agarró la pequeña barbilla y le dedicó una sonrisa sedienta de sangre.

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