La Princesa Monstruosa 11
El protagonista masculino de Judith, el caballero de Judith (1)
"Ja, mi hermana es tan frÃa conmigo"
Ramiel, que se habÃa quedado solo, fue golpeado por el hechizo de la lengua dorada de Arbella y se frotó los labios, aún crispados, y se quejó.
Y asÃ, de camino al Primer Palacio Imperial solo, la sombra que Ramiel habÃa enviado volvió.
"¿Te has enterado?"
- SÃ, no hubo nada destacable durante la última semana, salvo su repentina visita al Bosque de Blovis. No habÃa nadie en particular que entrara o saliera del Primer Palacio Imperial, y justo antes de eso, ella habÃa cancelado todos los demás horarios como de costumbre, y estaba confinada en el palacio.
"¿No descubriste lo que estaba haciendo dentro?"
- SÃ, lo siento. La primera princesa se fijó en mà inmediatamente, asà que tuve que dejar mi posición rápidamente...
"No, no es la primera ni la segunda vez. Pero es una pena. No es fácil asomarse porque la barrera del Primer Palacio Imperial es siempre sólida".
Ramiel, todavÃa con cara de pena, murmuró para sà mismo.
A veces, Arbella se encerraba en el Primer Palacio Imperial durante unos dÃas sin un ciclo regular, pero cada vez que lo hacÃa, él se preguntaba qué iba a hacer. Se decÃa que se concentraba en el estudio de la magia, pero la sensación de Ramiel era que de alguna manera no era asÃ.
"Ahora que has terminado con el Primer Palacio Imperial, mira el lado de mi madre. Mi tÃo va y viene estos dÃas".
Ramiel extendió una pequeña mano, y su sombra, en forma de serpiente negra, se desplazó hacia otra sombra de los alrededores.
La presencia que habÃa sentido de las sombras también desapareció.
Una extraña sonrisa apareció en el rostro de Ramiel.
'Tengo más curiosidad. ¿Por qué mi bella hermana llevaba esa cara?'
HabÃa cancelado su agenda y sólo habÃa visitado la Biblioteca Imperial, asà que tal vez su fervor académico de verdadera maga se habÃa disparado.
¿Asà que estaba disgustada porque la investigación no habÃa salido como ella querÃa?
Pero por eso, la cara que vio por un momento en Arbella en el comedor hoy...
'Pensé que iba a llorar... Ese bulto de orgullo'.
HabÃa un sutil brillo en los ojos de Ramiel. Además, parecÃa claro que algo inusual le habÃa ocurrido esta vez, dado que se habÃa cortado su querido pelo.
"Hmm. Iba a darles una paliza si sabÃa quién era".
TenÃa un mal sabor de boca.
Además, habÃa una cosa más que habÃa estado en la mente de Ramiel últimamente.
"Parece que Arbella ha estado prestando mucha atención a Judith últimamente...
Los ojos azul claro que se parecÃan a los de Arbella tenÃan una luz frÃa.
Resbalón.
En ese momento, la figura negra que se desprendió de la sombra de Ramiel volvió a alejarse tan rápido como una serpiente.
***
"Sir Rombell, espere aquÃ".
"SÃ, entiendo, Primera Princesa".
Hoy he visitado la mayor biblioteca pública de magos en Kamulita, fuera del Palacio Imperial. Después de leer sobre Judith, lo más importante para mà ahora era mantener mi lÃnea de vida.
Por eso no me molesté en molestar a Judith.
Con Judith o sin ella, mi enfermedad estaba en curso de todos modos. Asà que lo que tenÃa que hacer ahora era no retirar a la niña de mi vista.
'¡Lo ganaré todo de todos modos, siempre que cure la enfermedad!'
Asà que, entre la digestión del itinerario, habÃa vuelto a mirar a mi alrededor, tratando de encontrar una forma de curar posiblemente la fiebre del mago.
Sin embargo, no pude encontrar ningún material útil en los archivos imperiales.
"Marina, espera en la sala de descanso".
Las personas que traje conmigo hoy eran muy pocas.
Marina, mi doncella más cercana, y Sir Rombell, mi guardaespaldas, a quien sólo llevaba conmigo cuando salÃa de palacio, eran todo lo que me acompañaba.
Si soy el mejor mago de Kamulita, ¿por qué tengo que llevar escoltas en fila?
"¡Hyuk! ¡Primera Princesa...!"
"Ah, lo tomaré como un saludo. Tienes que estar tranquilo en la biblioteca".
Al ver mi cara, se acercaron exageradamente a mÃ, pero levanté la mano para impedirlo. Afortunadamente, fueron lo suficientemente inteligentes como para no perseguirme.
Entré en las estanterÃas restringidas. La edad era inevitable, pero donde se imponÃa el lÃmite de estatus, pude entrar sin ningún bloqueo.
Pero en ninguna parte pude encontrar material que me fuera útil ahora.
'Bueno, ya he buscado por todas partes'.
Además, si tal cosa hubiera ocurrido, el emperador y mi madre me habrÃan salvado antes con elixires o lo que fuera. También para ellos yo era una princesa útil que merecÃa morir.
De repente, volvà a estar tan enfadada y frustrada que casi tiré el libro que llevaba contra la pared.
Me cubrà los párpados calientes con el dorso de la mano, sintiendo una repentina oleada de exasperación.
"Estoy molesta"
QuerÃa creer que lo que habÃa visto el otro dÃa era un simple sueño.
Pero eso era imposible.
Era realmente extraño, pero tenÃa la innegable sensación de que lo que vi aquel dÃa en aquel extraño espacio era el futuro real que me esperaba, y asà quedó impreso en cada célula de mi cuerpo.
Mientras volvÃa a rememorar el recuerdo, que habÃa repetido una y otra vez hasta el hartazgo y que ahora traqueteaba en mi cabeza, sentà de repente una extraña sensación de deja vu.
'Espera un momento. Creo que he visto un caso en alguna parte similar a lo que me acaba de ocurrir'.
Traje el libro que acababa de hojear.
'Este es, no. Este también... ¿Lo he visto aqu�'
Asà que estuve rebuscando entre los materiales y finalmente encontré lo que buscaba.
Un viejo dicho entre los magos.
Sólo aquellos que son especialmente elegidos entre los grandes magos se les permite mirar en los secretos de este mundo.
'Esto es'.
Un momento después, volvà a la realidad.
Era la historia de fondo del mundo, el espacio de la verdad al que los magos se asoman de vez en cuando.
Recordé suavemente los datos de la misma.
Un sueño extraño.
Una jaula de pájaros colgada en la inmensidad del espacio.
El libro en su interior, la verdad más allá del horizonte escrita allÃ.
Los libros que los grandes magos de los estudios de caso decÃan haber soñado eran todos diferentes, pero todos decÃan que sus vidas habÃan cambiado drásticamente gracias a ellos.
También compartieron que sabÃan instintivamente que no era sólo un sueño.
El secreto del mundo es tan grande como el tamaño del universo, y la mayorÃa de los humanos, al ser seres pequeños, no pueden soportar su peso.
Sólo aquellos que pueden mirarlo y no romperse están capacitados para tener el otro lado del mundo en sus manos.
Como poseÃdo por algo, busqué y volvà a buscar un libro sobre el tema.
Después de un rato, me senté de nuevo en mi silla.
'Vaya, me he vuelto loco'.
Me tapé la boca con la mano y pensé muy seriamente.
Nunca pensé que verÃa el otro lado del mundo a mi edad. Soy un genio loco".
Por mucho que lo pensara, sentÃa que lo que habÃa ido a soñar estaba justo en el otro lado del mundo.
Si era asÃ, lo que habÃa en esa jaula era la verdad más allá del horizonte, dispersa innumerables veces en este mundo como las estrellas en el cielo nocturno.
En el momento de la iluminación, la alegrÃa envolvió todo mi cuerpo.
Todos los magos aspiran a una sabidurÃa superior, por lo que el reverso del mundo que nunca habÃa salido de los labios de los que habÃan buscado la verdad durante mucho tiempo era una meta y un sueño que existe en la fantasÃa de todos.
Por supuesto, si alguien hubiera preguntado, podrÃa haberme dicho que debÃa de haber entendido mal.
Pero yo estaba seguro de ello.
Por supuesto que lo estaba. Si no eres un mago genial como yo, ¡quién está cualificado para ir a espaldas del mundo!
Todas las personas que vieron el otro lado del mundo se unieron a las filas de los "grandes magos". Mi genialidad a veces me asustaba incluso a mÃ, asà que era muy posible que hubiera experimentado el otro lado del mundo a esta temprana edad.
Sin embargo, mi embriaguez con mi propia grandeza duró poco. Cuando pensé en la situación en la que me encontraba ahora, volvà a emocionarme.
'Ja, sÃ... No importa si está detrás del mundo real o detrás de uno falso. Por qué no me mostraron un libro de medicina con instrucciones sobre cómo curar la fiebre del mago en lugar de una inútil y omnisciente historia basura sobre Judith'.
De hecho, pude entender el "futuro yo" del libro.
El poder, la autoridad y el honor eran mÃos. Pero pedirle de repente a alguien que ya habÃa saboreado la dulzura de todo ello al máximo que lo regalara todo, no habÃa forma de mantener la cordura. Supongo que por eso recurrà incluso a las artes prohibidas.
'Artes prohibidas...'
"Por eso decidieron aceptarlo en el Salón de la Noche Blanca. Como sabes, los hijos de los pecadores que usan artes prohibidas necesitan ser adoctrinados por separado."
"Eso es correcto. No ha sido purificado, asà que por favor desvÃe su mirada, Princesa".
Justo después de la comida, un cÃrculo de pensamientos me llevó al chico que caminaba por el sendero.
Las palabras que los otros habÃan dicho al verlo vinieron a mi mente junto con él.
"Sólo me da pena porque su padre acabó en un mal lugar. De todos modos, debido a esto, el nombre de la familia Lassner ha desaparecido...."
La razón por la que las artes prohibidas se consideran un delito grave es porque debe haber una ofrenda. Lo mismo ocurrÃa con las artes prohibidas que el libro decÃa que utilizaba.
Por un momento, la estanterÃa se abolló bajo mis dedos.
'En el futuro descrito en el libro, me convertà en un monstruo y morà por culpa de un arte prohibido fallido'.
Recuerdo que era una fórmula mágica que sacrificaba a otras personas con poderosos poderes mágicos, deteniendo la fiebre de los magos que ya estaba en marcha y robándoles sus poderes mágicos.
'... Entonces, ¿qué pasa si no fallo?'.
Pensativa, pasé lentamente por la estanterÃa donde me habÃa detenido.
- ¡Beeeeeeeeeep!
Entonces, de repente, escuché un sonido como un zumbido en mis oÃdos. La barrera que apareció frente a mà me estaba bloqueando.
Ey, estoy de vuelta ----> Si te gusta mi trabajo, puedes apoyarme comprándome un café o una donación. Ya tu sabes, no te exijo, es de tu bobo aportar o no, no te exijo :p
0 Comentarios