La heroÃna tuvo una aventura con mi prometido 65
Probablemente no es porque está aburrido que va a hablar conmigo y es probablemente para la charla de sucesión.
"SÃ, puedo".
Seguà al Conde hasta una sala de descanso vacÃa. Les pedà a Reynos y Rublet que aceptaran salir primero.
Una vez dentro, el Conde me entregó un recibo en pergamino. Era una escritura que se entregaba al adjudicatario de cada artÃculo subastado a cambio del artÃculo vendido. Le miré con pánico.
"¿Qué haces con esto?"
"He confirmado el futuro de los Lavirin tal y como lo presentó la joven. Se lo agradezco. Sólo tengo curiosidad por algo. ¿Cuál es la razón de mi señora para querer convertirse en la cabeza?"
Por fin surgió la pregunta que deberÃa haber sido lo primero que deberÃa haber hecho. Ya casi estamos.
Supuse que la respuesta a esta pregunta determinarÃa por completo la actitud del Conde.
"Hace tres años dijiste que no. ¿Qué te hizo cambiar de opinión?"
"Estaba demasiado cegada por el amor para ver lo que era importante en ese momento."
"Entonces, si vuelves a enamorarte, cambiarás".
"Ya estoy sufriendo la fiebre del amor. No tengo la confianza para volver a lanzarme".
"Los viejos siempre miran al futuro desde el pasado".
"Pues yo tengo deseos en muchos más sitios de los que se imagina, Conde. No hago esto por un simple capricho. "
"¿Es porque no quieres que el joven amo te quite a tu familia? O."
"Es que."
Me cansé a medida que hablaba más. ¿Tengo que tener una razón?
Corté las palabras del Conde.
"Es mÃo."
"..."
"Al igual que no tiene sentido que alguien me quite el brazo y lo use, tampoco tiene sentido que alguien que no sea yo pase a ser el dueño de los Lavirin".
Miré directamente a los ojos del Conde.
El Conde, que también me miraba fijamente a los ojos, se sobresaltó. ¿Qué veÃa realmente en mis ojos?
El conde alzó una voz temblorosa.
"¿Conoce usted la situación actual de los Lavirin, señorita?".
"¿Cómo es?"
"No puede vivir sin Essit".
¿Qué significa esto?
SabÃa que los Lavirin dependÃan de Essit, pero ¿no podemos vivir sin ellos? Entrecerré los ojos.
En respuesta, el conde Lindel suspiró. Se habÃa quitado la máscara que llevaba y parecÃa muy cansado.
"Un gusano llamado Essit ha entrado en la raÃz llamada Lavirins".
"..."
"Se habrÃa acabado si hubiéramos cogido lo que necesitábamos y lo hubiéramos tirado... Con el tiempo, el gusano se convirtió en parte de la raÃz".
"Asà que si cortamos ese gusano..."
"Los Lavirins que han perdido sus raÃces se caerán."
SÃ. Pensé que éramos terriblemente dependientes de la Essit, pero no creÃa que estuviéramos a la altura.
Me preguntaba cómo fracasaron juntos en la historia original, y eran un solo cuerpo.
No puedo decir que haya vivido con ello más de 20 años o asÃ, pisoteándolo. Fue puramente algo que el marqués Lavirins se buscó a sà mismo.
No, pero ¿qué han estado haciendo los vasallos hasta ahora? No creo que todos se hayan llevado las manos a la cabeza y no hayan hecho más que mirar.
"¿Has intentado hablar de ello con mi padre?"
"Lo he hecho, pero..."
El conde Lindel negó con la cabeza, diciendo que era inútil.
TenÃa una idea aproximada de lo ocurrido. Isabella debÃa de haberle nublado la vista al marqués. Como siempre.
"¿Qué harÃa usted?"
inquirió el conde sobre mis intenciones.
¿Qué intenciones? La respuesta ya estaba fuera.
Respondà secamente.
"Tengo que golpear a los Essits".
Si no puedes desenterrar los gusanos que hay en las raÃces, sólo te queda un camino.
Matarlos y absorberlos.
"Das miedo".
Mientras decÃa eso, el Conde sonreÃa con satisfacción. Incluso parecÃa renovado, tal vez porque tenÃa la oportunidad de cumplir el sueño de su vida.
Dije sin rodeos.
"Primero, tengo que alejar a mi madre de mi padre".
"¿Se te ha ocurrido alguna forma de hacerlo?".
"SÃ, bueno, no es algo que tuviera en mente".
Pensé en Isabella. Le pondré una cuchara.
TenÃa ganas de que llegara esta noche, pero dudé en hacerlo. Ahora que lo pienso, el conde Lindel aún no me ha dicho que se va a quedar conmigo, ¿verdad?
pregunté secamente.
"¿Qué vas a hacer? ¿Vas a seguirme?"
"Se me olvidaba algo importante a esta edad".
El conde Lindel sonrió de buen humor. Luego tomó suavemente mi mano entre las suyas y besó el dorso de la misma.
"Yo, Aegis Lindel juro servir a Lady Ciella Lavirins como mi señor hasta el dÃa en que mi vida termine".
Juró lealtad.
"Bien, puedes esperar esta noche".
Sonreà lánguidamente, dejando mi mano al Conde.
"El tablero que Isabella ha dispuesto comenzará pronto".
"¡Ahhhh!"
El grito de Isabella resonó en la silenciosa mansión Lavirins. El sonido de algo resquebrajándose fue acompañado por un golpe seco.
"¡No puedes hacer esto!"
TenÃa los ojos inyectados en sangre. Isabella miró los fragmentos del jarrón que rodaban por el suelo.
"¿Por qué, conde Lindel? ¿Por qué?"
La escena que acababa de ver se hizo vÃvida ante sus ojos.
Ciella saliendo de la sala de descanso y el conde Lindel escoltando a la tal Ciella.
ParecÃan muy Ãntimos, pero parecÃa que ya habÃan terminado de hablar del sucesor. DebÃa de estar enfrascado en aquel pergamino o algo.
"¡Te negaste a ser justo conmigo!"
Isabella, que gritaba en el aire vacÃo, apretó el puño.
Temblaba de rabia y apretó los dientes durante un instante. Luego forzó las comisuras de los labios.
"Pero ahora todo ha terminado. Después de esta noche... ¡el único sucesor de Lavirins será Gerald...!"
SÃ, sólo Gerald. Si eso sucedÃa, ese viejo conde que se comportaba tan presumido no podrÃa evitarlo.
'Dejemos que el poder de Gerald se estabilice. Primero me ocuparé de ese viejo".
Apretando los dientes, Isabella consultó su reloj.
Eran poco más de las dos de la madrugada. Era hora de trabajar con la Parca.
Isabella sonrió triunfante.
Cuando abrà los ojos, estaba tumbada en la oscuridad.
¿Por qué estoy aqu�
El aire frÃo que subÃa desde el fondo de la piedra era escalofriante. No parecÃa entrar ni una sola luz.
Salvo por el hecho de que tenÃa las manos atadas de modo que no estaban libres, me sentÃa bien. Mis ropas estaban como en el momento de la fiesta, y no habÃa rastro de nadie a mi alrededor.
Me levanté, empujando la pared con la espalda. Me pesaba todo el cuerpo, probablemente por haber dormido en una posición incómoda.
Parpadeé demasiado cerca y enfoqué borrosamente. Giré la cabeza, helada por el olor del sueño, preguntándome por qué estaba aquÃ.
"Dijeron que no podrÃa abrir el laberinto si bebÃa alcohol, y supongo que es verdad".
"Por cierto, ¿no decÃan que esta mujer era su amante?".
"SÃ, asà es... Si se enteran, ¿no nos convertiremos también en muñecas?".
"¿De qué estás hablando? ¿No recibiste una orden del maestro? Deja de decir tonterÃas y sigue adelante".
Fue una conversación que oà justo antes de perder la cabeza en el carruaje. Mi cabeza endurecida se movió lentamente.
'Oh, cierto. Fui secuestrado por Isabella'.
Pero, ¿por qué estoy aqu�
'Creo que ha habido un error'.
Hace unos dÃas supe que Isabella habÃa solicitado mi secuestro a la Parca. Inmediatamente les visité como maestro del Gremio de Operaciones Amorosas de Ciel.
"Lady Lavirins es muy importante para mÃ, asà que finge secuestrarla y no muevas una mano".
El maestro Grim Reaper era el octavo miembro del club de fans del gremio de operaciones Ciel Love o club de fans "CLOGMFC" para abreviar. Lloró de alegrÃa al verme.
"No moveré una sola mano hacia la amante del Maestro. Lo juro en nombre de Dios".
Incluso dijo eso.
Pero, ¿por qué estoy aqu�
"¿La Parca me traicionó?
¿Incluso mencionando el nombre de Dios al hacerlo?
Por cierto, la gente aquà tiene mucha fe. Aunque sea en el mundo oscuro, todos creen en Dios.
'No creo que me haya traicionado'.
No se trataba simplemente de creer en el nombre de Dios.
Más bien, si veÃa algún signo de traición, Cuero, que habÃa estado vigilando de cerca a Grim Reaper, se habrÃa encargado de ello. Porque Cuero era bueno en traiciones, conspiraciones, trucos de poder y cosas asÃ.
Asà que la historia cuenta que la Parca siguió mis órdenes. ¿Cómo sucedió esto?
Me di cuenta de lo que estaba mal.
'Di la orden equivocada.'
Los chicos de los gremios del inframundo llevarÃan a cabo justo esa orden si se les daba cualquier orden. Era por la mentalidad de no perder dinero de alguna manera. Asà que tenÃa que ser especÃfico.
'Llévala a un hotel cálido y asegúrate de que la reciben como es debido sin mover un miembro...'
Intenté mover mis extremidades. Aunque congelados por el frÃo, mis miembros estaban firmemente unidos entre sÃ.
'Bueno, no movieron ni un solo miembro como se les ordenó'.
Además, habÃa lo que supongo que era agua y pan cerca, como si hubieran tenido un cuidado razonable.
Creo que me lo trajeron para comer cuando tuviera sed y hambre, pero ¿cómo iba a comer con las manos atadas?
Malditos sean.
No puedo creer que porque yo lo dijera como un perro, ellos lo entendieran como un perro.
Me soltarÃan al cabo de una semana, el periodo de tiempo que les dije que me retuvieran, pero no podÃa quedarme asà hasta entonces. No era un hotel, y ¿cómo iba a quedarme una semana en una celda?
Tengo que salir'.
Abrir el laberinto me pondrÃa enferma de nuevo, pero no tenÃa elección. Me dolerÃa la cabeza después de una semana aquÃ.
Si voy a enfermar, prefiero hacerlo en un lugar cálido.
Escudriñé la zona para ver si habÃa sombras. Era una prisión sin luz, asà que no habÃa sombras.
Sin sombras, el laberinto no podÃa abrirse, asà que debÃan de haber tomado medidas para que fuera imposible escapar.
Y acabo de notar que de algún lugar junto al pan salÃa un ligero olor a alcohol, como a vino en lugar de agua.
Eso debe ser lo mucho que temen mis habilidades. Porque se rumoreaba que si bebÃa incluso una gota de alcohol, no serÃa capaz de abrir el laberinto.
'Eso es muy gracioso'.
El laberinto debe abrirse con fuerza mental. No puedo abrirlo si bebo hasta que el alcohol se convierta en tortas de arroz, pero una cierta cantidad de bebida está bien.
De ninguna manera beberÃa tanto como para no poder abrir el laberinto en primer lugar, y no soy estúpido.
'Bueno entonces, salgamos de una vez'.
Me aclaré la garganta. Llamé a "Eso" en voz baja, con voz frÃa y un poco quebrada.
Ey, estoy de vuelta ----> Si te gusta mi trabajo, puedes apoyarme comprándome un café o una donación. Ya tu sabes, no te exijo, es de tu bobo aportar o no, no te exijo :p
0 Comentarios