La heroÃna tuvo una aventura con mi prometido 6
Asà que, cinco horas antes de que apareciera el PrÃncipe Heredero.
Estaba matando el tiempo tumbado en el cómodo sofá de la habitación del señor, sin soñar con lo que ocurrirÃa por la tarde.
"¿Por qué estás aqu�"
El cuero, que habÃa estado ocupado llevando pilas de documentos desde la mañana, me encontró y preguntó.
"May me molestará cuando vaya a casa"
Ayer le devolvà a May el importe de la comisión. Mentà de buena fe que ella no tenÃa que pagar por haber ganado como el cliente número 100.
Entonces May me miró con desconfianza y me dijo: "¿De verdad lo pediste?" y "¿Devuelves el dinero porque no lo hiciste?". También preguntó en detalle sobre la solicitud.
Una o dos veces me inventé una mentira, pero al final salà con el pretexto de que tenÃa una cita.
Tras escuchar la situación, Leather se rió.
"¿No puedes revelar quién es el maestro?"
"Cuanto menos gente lo sepa, mejor"
Además, aunque le dijera la verdad, podrÃa no creerla.
Externamente, yo, Ciella Lavirins era una dama vulnerable en cuerpo y mente.
"Me sorprendo cada vez que escucho la reputación del maestro"
"A mà también"
"¿Sabes qué es lo más ridÃculo que he oÃdo? Si el maestro coge una flor, dices: "Lo siento, flor". Derramando lágrimas asÃ. Cuando en realidad, vas a hacer una muñeca de alguien que no te gusta... ¡Ay!"
Le tiré el cojÃn a Cuero y le dije claramente.
"No es asÃ"
"Entonces, ¿qué es eso?"
"Bienes"
Abracé el muñeco de peluche del PrÃncipe Heredero del tamaño de un brazo que estaba a mi lado.
Fue hace unos meses.
Un titiritero pidió erradicar la infidelidad.
La petición tuvo éxito, pero el titiritero, que no tenÃa dinero, dijo que en su lugar harÃa un muñeco caro que yo no podÃa pagar.
La otra parte se empecinó a pesar de que le dije que estaba bien porque no lo hacÃa por el dinero y que podÃa pagarme más tarde.
Al final, me pregunté qué tipo de muñeca debÃa hacer, pero decidà hacer una muñeca con la forma de mi segundo amor, el prÃncipe heredero Reynos.
Es un secreto que nunca conté a nadie, pero el PrÃncipe Heredero, que sólo era amable con su mujer, era mi hombre ideal.
Sin embargo, el original lo pulió, asà que renuncié pronto a mi sueño de conectar con él.
'Ni siquiera tengo la oportunidad de conocerle, asà que voy a ser fan de la muñeca'
Reynos no realizó ninguna actividad externa como prÃncipe heredero. Incluso en la historia original, tenÃa un concepto de misticismo en el que sólo se revelaba a la protagonista femenina Tyriel y a algunos de su entorno debido a la "maldición del dragón malvado".
Incluso en la portada de la novela salÃa el segundo protagonista masculino y hasta se preguntaba si era el verdadero protagonista masculino".
Aun asÃ, yo conocÃa el color del pelo, el color de los ojos y los rasgos faciales a través de la obra, asà que pedà que se hiciera basándose en él.
El titiritero encarnó excelentemente y me trajo al prÃncipe heredero de mi imaginación.
Quedé muy satisfecho.
Pero habÃa un problema.
"¡¿Quién le pide a un titiritero que haga productos?!"
En este mundo, una "muñeca de titiritero" significaba una "muñeca maldita".
Realmente no lo sabÃa. De alguna manera sabÃa que sólo eran posibles las muñecas humanas.
Pero finalmente me di cuenta, y el desastre de una muñeca maldita nunca ocurrió. Sólo era un muñeco de peluche normal y corriente que se parecÃa al PrÃncipe Heredero.
Aun asÃ, cada vez que los miembros del gremio veÃan el muñeco, me miraban como si fuera un villano. Incluso difundieron el rumor de que podÃa convertir a la gente en muñecos si no eran lo suficientemente buenos.
Todo esto se debÃa a la habilidad especial de los Lavirins. No era por eso que mi reputación se inclinaba hacia el lado oscuro.
'No me sentirÃa mal si la usara mucho. Sólo he usado la habilidad especial una vez'
"No sé quién es, pero..."
Leather miró a la muñeca con lástima, diciendo: "¿Cómo te has dejado atrapar por un demonio como ella?"
Abracé el mullido muñeco y traté de protestar... y de repente me sentà desagradable, fruncà el ceño y golpeé el muñeco.
"Ahhh"
El cuero se asustó como si hubiera sido golpeado.
Sea o no, pellizqué las dos mejillas del muñeco con rabia. El cuerpo se exprimió como si se exprimiera la ropa mojada.
La muñeca, rellena de algodón suave, entró sin problemas y volvió rápidamente a su estado original.
Llevaba desde ayer golpeando esta muñeca después del PrÃncipe Heredero. Era una protesta por no tener una sola respuesta hasta ahora.
De hecho, creo que habÃa otra razón para golpear la muñeca, pero no podÃa recordar bien. ¿Qué le pasaba a mi memoria?
Cuero, que miraba mi comportamiento con cara pálida, tartamudeó.
"No vas a hacer mi muñeca, ¿verdad?"
"Tú me das el dinero y yo no la hago"
Apreté la cabeza de la muñeca por última vez.
Me quedé mirando la cabeza de la muñeca mientras volvÃa a mà sin fuerzas, mi expresión cambió a la de un santo abrazando los males del mundo.
SÃ, ¿qué culpa tiene? La culpa es del prÃncipe heredero que no se ha puesto en contacto conmigo.
Ah, hoy dejaré de fangirlear.
Intenté levantarme. La muñeca se colocó suavemente en el lugar en el que habÃa estado tumbada.
Le puse una almohada en la cabeza y hasta una manta para las rodillas como si fuera un edredón.
"¿A dónde vas?"
"Al almacén general"
"Si hay algo más que necesites, te lo prepararé"
"Está bien. Es personal"
Cuando escuchó que era personal, Cuero ya no me retuvo.
Salà del gremio después de agitar la mano para despedirme.
***
En la tienda general, compré un mapa del continente.
También compré un folleto que describÃa cada paÃs, y fui a una librerÃa y compré ensayos de gente que habÃa hecho largos viajes.
'Me voy a ir'
Mientras golpeaba la muñeca, me di cuenta de repente. Haga lo que haga, comenzará la relación triangular entre Tyriel, Duval y Reynos.
Obviamente, dos hombres se pelean por una mujer. Sólo pensar en ello me hizo sentir que mi estómago se retorcÃa.
'No quiero ver eso ni aunque me muera'
Si no te gusta el templo, ¿no deberÃas dejar el santuario?
Decidà dejar este imperio tan pronto como rompà con Duval.
Fue cuando volvà a casa con un montón de paquetes de viajes de larga duración para la huida del imperio.
Le estaba diciendo a May, que se sorprendió, "voy a escapar de este imperio", y apareció el leal mayordomo y dijo que habÃa llegado un invitado.
"¿Para m� ¿Quién?"
"Es... está repitiendo que te ha prometido algo"
El mayordomo frunció el ceño como si dudara de no revelar su identidad.
Sin embargo, parecÃa que habÃa venido a informarme por separado porque le habÃa ordenado que no los echara si mencionaban mi nombre, aunque su identidad fuera desconocida, en caso de que los miembros del Gremio de Manipulación del Amor de Ciela lo visitaran.
'¿Quién es? ¿Piel?'
Sin embargo, a no ser que se tratara de un asunto muy urgente, Cuero no se presentó ante mà cuando era Ciella Lavirins.
Además, ¿no ha estado en el gremio hasta ahora?
Aunque lo pensé, me dirigà a la puerta principal para ver cómo estaba el visitante.
Y me sorprendÃ.
"Hola, señora"
"...!"
Pelo dorado que parecÃa fluir con oro. Ojos dorados que brillaban más que eso.
PodÃa mirarlo todo el dÃa y no cansarme de ello, su rostro desconcertantemente apuesto no se ocultaba ni siquiera en su túnica negra.
Por fuera, parecÃa un caballero cálido y pulcro, pero yo lo conocÃa. ConocÃa el verdadero carácter de este hombre.
Mostraba su infinita bondad a los que estaban dentro del marco que habÃa puesto, y su infinita frialdad a los que estaban fuera de él.
Estaba a punto de llamarle "Alteza", pero me sobresalté.
Nunca habÃa conocido al prÃncipe heredero como Ciella.
Asà que tuve que fingir que no lo conocÃa. Tuve que fingir que no lo conocÃa, a pesar de que su aspecto era exactamente igual al que yo imaginaba.
"Ahora que lo pienso"
Me apresuré a mirar su cintura. De todos modos, fue el PrÃncipe Heredero quien envió a Ciella a la guillotina en la obra original, asà que podrÃa haber venido a matarme enfadado por mi petición de un asunto de venganza.
Me puse en alerta, pero el mayordomo intervino sin ningún sentido.
"¿Conoces a esta persona?"
"Oh, sÃ"
Yo miraba con ojos nerviosos para ver si llevaba una espada mientras respondÃa con brusquedad. De repente, el prÃncipe heredero me tendió algo.
"Es la primera vez que nos encontramos, pero no es bueno venir con las manos vacÃas"
Eek.
Pensé que intentaba atacar, asà que me estremecà y di un paso atrás. Luego me confundà aún más cuando vi lo que el prÃncipe heredero estaba dando.
¿Rosas de Lilstein?
"G-gracias"
Me alivié de mi corazón sorprendido y recibà el ramo a toda prisa. Estaba tan distraÃda que ni siquiera me di cuenta de que el PrÃncipe Heredero estaba extrañamente tÃmido con las orejas rojas.
"Vayamos primero al salón. May, prepara té y refrescos. Mayordomo..."
"SÃ, señora. Por favor, venga por aquÃ, señor"
"No. QuerÃa decir que iba a servirle"
Después de morder al mayordomo y a May, el prÃncipe heredero fue guiado directamente al salón. Fue porque pensé que no debÃa cometer un error dejándolo en manos de empleados que no conocÃan la identidad del PrÃncipe Heredero.
Eso fue un error.
"Por favor, entre primero"
Abrà la puerta del salón y miré al PrÃncipe Heredero. No entró inmediatamente.
Permaneció en la postura en la que me habÃa seguido, mirando el libro que yo sostenÃa con una expresión extraña, sus labios temblando en silencio para que sólo yo pudiera escuchar.
"Señora, usted sabe quién soy"
¡Oh, deberÃa haberle dejado al mayordomo!
"No le preguntaré cómo lo ha sabido. Pero..."
Frunciendo un ojo, se acercó tanto que pude sentir su aliento.
En el momento en que contuve la respiración sorprendida por sus acciones, me arrebató el libro de viajes con una mano flexible.
"¿Un viaje largo? ¿Adónde vas?"
Un aliento caliente se derramó sobre mi cabeza. La fiereza revoloteó en sus ojos dorados y bajos que sólo me contenÃan a mÃ.
Susurró mientras mordÃa.
"¿No vas a tener una aventura conmigo?"
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