La heroÃna tuvo una aventura con mi prometido 15
"Aha"
Como es el prÃncipe heredero, debe haber leÃdo sobre imperialismo, economÃa, ciencia militar, etc. Sin embargo, no sé por qué su cara se ponÃa más roja por momentos.
Hm, ¿ha leÃdo "ese" tipo de libros?
'No es imposible, porque está en una edad peleona'.
"¿Qué libro has leÃdo?"
"Um"
Reynos, que habÃa estado inactivo durante mucho tiempo, dijo vagamente que era algo asÃ. Parece que tengo razón en mi pensamiento.
No tenÃa que ser tÃmido.
Yo era una mujer que entendÃa perfectamente esas cosas, asà que fingà no darme cuenta y respondÃ.
"Siempre es divertido poder adquirir nuevos conocimientos"
"Ah, um, ciertamente me sorprendió"
Reynos asintió con seriedad. Luego, cuando sus ojos se encontraron con los mÃos, se sobresaltó y evitó mi mirada. Ahora estaba rojo más allá de su cara y hasta el cuello.
¿Qué podrÃa haber leÃdo para provocar semejante reacción?
QuerÃa saberlo, pero no podÃa preguntar.
***
Como siempre, la cita con Reynos fue divertida.
Pero el objetivo principal de hoy era conocer nada menos que a la Condesa Valentine, asà que iba a pedirle a Reynos un momento-.
"Lo siento, mi señora, pero creo que tengo que irme un momento"
Justo a tiempo, Reynos sacó el tema primero.
El PrÃncipe Heredero estaba muy ocupado, por lo que a menudo dejaba su puesto de esta manera en una cita.
"¿Tal vez una hora? O podrÃa tardar más, ¿quieres ir a casa? Te dejaré en casa"
"No, hay mucho que ver, asà que esperaré aquÃ"
Acepté de buen grado su ausencia. Y en cuanto me quedé solo, me dirigà rápidamente hacia el lugar del objetivo.
'Dijo que estarÃa frente a la estatua del gato bailarÃn'.
Antes de venir aquÃ, habÃa intercambiado cartas con la Condesa y decidido dónde nos encontrarÃamos.
Los asistentes del conde, a los que el conde habÃa unido a su esposa, debÃan ser apartados por la propia condesa.
La sala de exposición de esculturas está por allÃ, y el baile del gato estaba en el extremo más alejado, asà que si me alejo un poco de aquÃ-.
"... esta estatua escultórica es la última obra de un artista llamado Malek, ¡que la creó hace 182 años! Dicen que vale más que nada por el último testamento que dejó"
"Lady Puritina lo sabe todo"
"Me siento halagada"
-¿Por qué oigo la voz de Tyriel?
Me apresuré a seguir con un siniestro presentimiento. En proporción, la conversación entre Tyriel y la condesa Valentine se hizo evidente.
La conversación sobre la estatua pronto derivó en la historia personal.
"... ¡Asà que me voy a comprometer pronto!"
"Oh, felicidades. No sé quién es, pero tienen suerte. Tienen una conexión con una persona tan brillante"
"Hehe, todo es gracias a mi amigo"
"¿Amigo?"
"SÃ, es..."
"Hola, Tyriel"
"¡Ciella!"
Tyriel, que expresó su alegrÃa con su caracterÃstico tono de soprano, se apresuró a acercarse y se cruzó de brazos. Luego me presentó con orgullo a la Condesa.
"¡Es mi amiga de la que te acabo de hablar!"
"Oh, Lady Lavirins. Encantada de conocerla"
La condesa Valentine, que parecÃa avergonzada por mi repentina aparición, hizo una ligera reverencia.
Y al momento se levantó de nuevo.
'¿Quién ve a esta mujer como una condesa?'
No podÃa creer lo que veÃan mis ojos.
Su pelo castaño peinado hacia atrás, estaba desgreñado como si acabara de despertarse del sueño.
Su piel era áspera, y las sombras oscuras se oscurecÃan bajo sus ojos hinchados.
Sus labios carnosos estaban cubiertos de briznas blancas y, al examinarlos más de cerca, una de sus mejillas estaba hinchada y azulada.
Me di cuenta de que habÃa cubierto las marcas de la paliza con maquillaje.
'Ja'
Por eso tengo un monitor.
El informe de la solicitud decÃa que habÃa habido algo de violencia doméstica, pero no creÃa que fuera tan grave como esto.
Fue cuando pensaba detenidamente en lo que habÃa salido hoy, y juraba en mi mente.
El maleducado Tyriel chirrió como una alondra.
"Ciella, esta es la Condesa Valentine. Vive originalmente en el Este, pero ha venido porque querÃa ver la exposición".
Una vez más la condesa inclinó la cabeza.
"Soy Aria Valentine"
Tyriel miró a la condesa con una impresión favorable. Por la forma en que la miraba, parecÃa querer conocerla.
Quizá fuera porque se habÃa criado en el barrio pobre y acababa de entrar en la sociedad aristocrática. Tyriel siempre miraba a las esposas de los nobles con ojos anhelantes.
Incluso intentaba acercarse a ellas. Cuando pienso en esto, me invade una extraña mezquindad y murmuro.
"Soy Ciella Lavirins. Estoy actuando como un obstáculo para el amor de Tyriel"
"¿Obstáculo... del amor?"
"El hombre que se comprometerá con Tyriel es mi actual prometido"
"... ¿Perdón?"
Vi el asombro en los ojos de la Condesa, que estaba horrorizada.
La Condesa nos miró a mà y a Tyriel alternativamente.
Sus pupilas temblaban como un terremoto y parecÃa preguntar: "¿Qué significa esto?".
Respondà sin pensarlo.
"Mi prometido dijo que irÃa con su nueva amante, asà que decidà mandarla bien"
"Bueno, ahora que lo mencionas, Ciella..."
Tyriel, que iba del brazo, me abrazó.
Levanté las cejas ante el desagradable contacto y estuve a punto de apartarla, pero se detuvo en una frase que sonó como un susurro y una palabra cortada.
"El señor Essit no te quiere"
"..."
"Le pregunté. Sólo dijo que era un lapsus. Dijo que no lo decÃa en serio. Es un alivio, ¿verdad?"
No sé qué es lo afortunado, pero asentà a grandes rasgos. Si supiera que Duval me pidió que no rompiera el compromiso, se caerÃa.
¿De verdad cree que me voy a derrumbar?
"Te lo digo porque ha surgido"
Hablé como si estuviera susurrando un corte a Tyriel, pero la condesa Valentine, congelada a mi lado, pudo escuchar con claridad.
"¿Por casualidad conoces un lugar llamado Equipo de Manipulación del Amor de Ciel?"
"Oh, sÃ. Dicen que es un gremio que te ayuda a combatir los asuntos"
Tyriel parpadeó con inocencia. Era más fácil cuando no tenÃa que dar explicaciones.
Oscurecà mi semblante como alguien que se pregunta si debe o no contar una historia difÃcil. Me mordà suavemente el labio inferior mientras bajaba la mirada en un ángulo.
Me quedé asà un rato y abrà la boca justo antes de que un desconcertado Tyriel me preguntara qué pasaba.
"En realidad... no, no importa"
"...? ¿Qué? ¿Qué pasa?"
"No es nada"
Incluso suspiré como alguien que se ha sumido en una profunda melancolÃa.
Irritado por este comportamiento, Tyriel se pegó a mà con voz nasal.
"¿Qué? ¿Qué es?"
"Nada"
"... ¿Está relacionado con Sir Essit?"
"He dicho que no es nada"
PonÃa cara de tristeza en lugar de hablar.
Entonces, quizás al notar algo, la sonrisa comenzó a desaparecer del rostro de Tyriel.
La miré de reojo y dejé escapar un largo suspiro como si lo lamentara.
Luego susurré algo como si realmente no quisiera decirlo, pero me sintiera obligado a hacerlo por su bien.
"Alguien vio a Duval entrar en el edificio del gremio. Por supuesto, puede ser una ilusión..."
¿Era realmente una ilusión?
Las palabras condensadas contenÃan tal significado.
La confianza, una vez rota, no puede ser restaurada por ningún medio.
Tyriel, que tenÃa el recuerdo de haber sido herido por Duval, comprendió inmediatamente lo que querÃa decir.
¿Por qué irÃa Duval al Equipo de Manipulación del Amor de Ciel? No es porque quiera entregarse, sino que probablemente lo visite para comprobar las relaciones extramatrimoniales de su prometida.
Eso significa que todavÃa tiene un corazón para mÃ".
La cara de Tyriel se puso blanca cuando se dio cuenta.
En ese estado, tembló por todo el cuerpo como si hubiera visto un fantasma, y preguntó con una voz que parecÃa que iba a llorar al ser golpeada.
"¿TodavÃa te gusta... el joven maestro Essit?"
¿Gustar?
"No"
Su rostro, que estaba a punto de echarse a llorar ante aquellas palabras tan rotundas como cortar un rábano, se iluminó aunque sólo fuera un poco.
Mencioné lo que habÃa visto antes, esperando que se fuera porque estaba molesta.
"¿Por qué estás sola, por cierto? Pensé que estabas aquà con Duval. Acabo de mirar y le he visto delante de la estatua de la escultura del toro gigante"
"Ah, me he perdido... Gracias"
En cuanto terminó las palabras, Tyriel corrió hacia la estatua de la escultura del toro gigante.
Iba a ser más grande que en la boutique con todas las lágrimas en sus ojos. Era una pena que no pudiera ver esto.
Me quedé con la mirada perdida en la cabellera rubia en la distancia y me incliné hacia atrás para mirar a la condesa Valentine. Sus ojos parecÃan temblar salvajemente, pensando: "¿Qué clase de relación es ésta?".
"Bueno, ya me voy"
La Condesa, que se encontró con mis ojos, se apresuró a salir.
"Soy de los Manipuladores del Amor de Ciella"
Después de eso, se asustó con el término Manipuladores del Amor de Ciel.
SÃ, ella nunca habrÃa pensado que una chica dulce como yo era un miembro del gremio.
De hecho, estuve dividida hasta el final. ¿DejarÃa que Cuero lo hiciera como siempre, o me moverÃa directamente?
Tras muchas deliberaciones, llegué a la conclusión.
No hay nada malo en establecer una amistad con la condesa. No creo que tenga la boca ligera'.
Ya sea una ruptura o cosas relacionadas con los negocios. Era una buena situación en muchos sentidos si llegábamos a conocernos.
Además, me molestó el Conde Valentine, que cambió sus palabras después de ofrecerme a firmar los papeles del divorcio, asà que decidà proceder con esta búsqueda yo mismo.
'Por supuesto, no revelaré que soy el maestro'
La desconcertada condesa tartamudeó.
"Eh, jovencita, ¿cuál es su relación con el gremio..."
"Trabajo a tiempo parcial"
¡"...! ¿Te ha amenazado el gremio...?"
"No, lo hago porque me gusta"
"¿Debo informar a los guardias? No, mejor lo denuncio. Ese lugar es realmente peligroso"
"Está bien"
"¡No está bien!"
El cuero dijo que harÃa algo de imagen para asegurarse de que el gremio no tuviera una buena imagen, pero esto parecÃa un poco terrible.
¿Cómo es posible que la imagen sea tan mala?
"He oÃdo que el maestro de allà es muy peligroso. Dicen que si te metes en su lado malo, ¡convertirá a la persona en una muñeca y la maldecirá!"
Me vendió.
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