Miércoles 21 de Febrero del 2021 |
La heroÃna tuvo una aventura con mi prometido 135
A altas horas de la noche.
Era Reynos, que habÃa venido a mi habitación para decirme que, tras utilizar las herramientas mágicas de control que le habÃa enviado la Torre Mágica, ahora era capaz de controlar su poder demonÃaco sin tomar ninguna medicación.
Parpadeó un par de veces, luego tiró de mi manga y señaló la cama. Era como si me preguntara por qué no dormÃa hasta tarde, o me dijera que me tumbara rápido porque iba a cantarme una nana.
Levanté la vista hacia él y le dediqué una bonita sonrisa.
"Aún tengo trabajo que hacer".
Y entonces volvà mi atención a la pila de papeles.
Desde que aquel artesano Ermetsch habÃa encontrado a su nieto biológico, el proyecto de mis grandes almacenes habÃa ido viento en popa.
HabÃamos hablado de instalar en una planta con vistas algunas de las tiendas más famosas de la capital, como los tres restaurantes de Luminous, el ParaÃso del vizconde Rodin y el salón de té de Aria.
Ya estaban en marcha los planes para organizar las boutiques, adquiridas a través de nuestra reserva de joyas, en distintas categorÃas y asignarlas a varias plantas.
Además, habÃamos hecho preparativos para adornar los grandes almacenes con artefactos exquisitos obtenidos mediante patrocinios e intercambios con grupos de mercaderes, junto con obras de arte creadas por artistas de talento pero menos conocidos.
Por último, en la entrada de la planta baja, que será la cara de los grandes almacenes, Ermetsch ha decidido exponer un accesorio fabricado con los preciosos diamantes del conde Fogu.
Es perfecto'.
Estaba cansada, pero orgullosa de lo que habÃa conseguido con mis brochetas de pollo.
'Tomaré Ermetsch y la convertiré en una marca de lujo para el Imperio'.
Mucha gente vendrá a los grandes almacenes a mirar accesorios artesanales que no pueden permitirse aunque tengan dinero.
'Vamos a clasificar a nuestros clientes en función de lo que gasten en la tienda, y vamos a vender accesorios sólo a los mejores clientes'.
Esa es la estrategia diferencial. Además, el talento de Ermetsch no se limitaba a fabricar accesorios.
"Déjame preguntarte algo, ¿por qué no haces bolsos?".
"¿Cómo sabÃas que me gusta hacer bolsos?".
pregunté de pasada, y me sorprendió mostrándome su última creación, que, incluso con las anteojeras puestas, estoy segura de que será un éxito en los cÃrculos sociales.
Cuando mis ojos se iluminaron, Ermetsch me presentó un bolso blanco, elegantemente decorado con platino y diamantes.
Con el logotipo de Ermetsch estampado en el frente y en el centro, era perfecto para que lo llevara a un banquete antes de la inauguración de los grandes almacenes para presumir de nuestra relación.
Huhu...
Me reà alegremente ante la idea de presumir de ella en los cÃrculos sociales.
Mientras lo miraba, Reynos bajó en picado y se posó en mi hombro, luego empezó a darme golpecitos "dodok, dodok" en el hombro con sus manos parecidas a las de un helecho.
¿Esto?
"¿Me estás dando un masaje?"
- Piiik.
Respondió: "SÃ", y volvió a darme golpecitos en el hombro. Entonces, como si no pudiera perder, Godori salió del hueco y se unió a mà en el otro hombro y empezó a hacer lo mismo.
- ¡Godori también es bueno dando masajes!
- ¡Piiik!
- ¡Estoy mejor!
- ¡Piiiiiiiik!
Como si estuvieran compitiendo, los dos chicos me masajeaban con entusiasmo. Dios mÃo.
Asà es la felicidad'.
Con los dos sobre mis hombros, me derretÃ. Decidà quedarme tumbada y mirar el resto del papeleo.
El caso de los grandes almacenes estaba más o menos finalizado, y entonces...
"El banquete de Blancanieves".
"El romance empieza con un beso, asà que ¿por qué no le das un beso de despedida en el Banquete de Blancanieves?".
Los gritos de May de hacÃa unos dÃas resonaban en mis oÃdos.
El Banquete de Blancanieves es una celebración anual organizada por la Estrella de Verano en honor de los aspirantes a la Espada de Invierno.
Cuando el torneo de espadachines alcanza su clÃmax, el banquete se extiende durante dos o tres dÃas para conmemorar y elevar a los participantes favorecidos.
Durante esta época del año, cuando la probabilidad de quedarse nevado es alta, se sabe que los nobles solteros se reúnen en el Banquete de Blancanieves. El concepto único del acontecimiento cambia cada año, con diferentes organizadores a cargo.
Debido a mi apretada agenda, no pude montar los grandes almacenes, asà que confié las responsabilidades de la decoración a May. Sin embargo, habÃa un elemento que tenÃa que estar presente en este banquete festivo y liberador: el muérdago.
Siguiendo las costumbres observadas en diversas partes del mundo, se creÃa que cualquiera podÃa besar a otro bajo el muérdago durante el Banquete de Blancanieves.
"¡Voy a decorar toda la sala del banquete con muérdago, y lo único que tenéis que hacer es quedaros quietos y besaros!".
recordé que May gritaba a pleno pulmón mientras se preparaba para el banquete.
Oh, no. Ella no harÃa eso'.
No la creÃ. Miré el enorme pedido de muérdago y lo guardé con incredulidad.
Pero antes de darme cuenta de que estaba equivocada, no tardé en decir,
"Dios mÃo, hay muérdago por todas las paredes...".
"El Pequeño Marqués sà que es escurridizo".
"Le gusta mucho besar".
Hola.
***
El Banquete de Blancanieves tuvo lugar en la magnÃfica Corte de Cristal del Palacio Imperial.
Mientras que el Palacio de Rubà seguÃa bajo la jurisdicción de la Reina, el Palacio de Cristal estaba históricamente bajo el control de la Emperatriz.
Sin embargo, como la sede de la Emperatriz habÃa estado vacante durante un largo periodo, el Palacio de Cristal nunca habÃa sido accesible al público. Por ello, los nobles se sorprendieron al enterarse de su repentina apertura.
"Dios mÃo, Su Majestad en persona nos concede acceso al Palacio de Cristal".
"¿No mencionó que si la Emperatriz aún viviera, habrÃa hecho lo mismo?".
"En efecto, la voluntad de Su Majestad Imperial reside en el Pequeño Marqués de Lavirins...".
"En ese caso, Lavirins pasará a otra persona, pues no heredará el tÃtulo de Marquesa ni se convertirá en Princesa Imperial".
"¿Pero qué ocurrirá con sus habilidades especiales si ambos se casan? CreÃa que tanto las maldiciones como las habilidades las heredaba el primer hijo".
"Bueno, ¿no hay forma de evitarlo? No serÃa la primera vez que alguien con habilidades está relacionado con la familia imperial".
Mi relación con Reynos ha evolucionado más allá del escándalo; se ha convertido en una realidad innegable. En consecuencia, los posibles pretendientes han dejado de perseguirme por completo.
Esta secuencia de acontecimientos me hizo reflexionar sobre si la verdadera intención del Emperador al concederme el Palacio de Cristal era enviar un mensaje claro, diciendo: "Está con Reynos, no te metas con ella".
En cualquier caso, no me afecta. De todos modos, tratar con pretendientes se estaba convirtiendo en algo tedioso'.
Bajando del carruaje, entré con confianza en el gran salón de baile, sintiendo las miradas envidiosas dirigidas hacia mÃ. La sala estaba llena de numerosos nobles de alto rango, lo que me brindaba la oportunidad perfecta para consolidar el lanzamiento de los Grandes Almacenes Luminosos mediante este banquete.
Por eso hoy estoy cubierto de Ermescht'.
Pero-
¿Qué es esto?
exclamé asombrada en cuanto puse los ojos en las paredes. May, ¿qué has hecho? Te confié la tarea de decorar el salón de baile con muérdago, ¡pero parece que el muérdago se ha apoderado de todos los rincones!
"Oh mi......."
"Oh cielos, Pequeño Marqués".
Todas las jóvenes que entraban en la sala de banquetes me miraban con sonrisas significativas. Los señores y las damas parecÃan agitados, intentando identificar a la persona que yo tenÃa en mente.
Al parecer, el Banquete de Blancanieves tenÃa otro nombre: el Banquete Matrimonial. Era una ocasión en la que numerosas parejas se casaban en un entorno nevado.
Un pañuelo al comienzo de un torneo de esgrima, un beso bajo el muérdago en un dÃa de invierno bellamente engalanado... qué romántico, pero qué rápido.
Por supuesto, hay muchos casos de personas que se casan en caliente y luego se divorcian o tienen aventuras".
...Quizá sea por este Banquete de Blancanieves por lo que el Imperio tiene un Ãndice de infidelidad inusualmente alto.
Siento que he contribuido involuntariamente al aumento de la infidelidad'.
Al fin y al cabo, es natural reaccionar asà cuando tienes muérdago pegado por todas las paredes, no sólo una, sino cuatro.
"Ugh...."
En un instante, me he convertido en una animadora de besos. No esperaba que decorara todo el salón de baile con muérdago.
'No te voy a dar una prima, May'.
refunfuñé para mis adentros, intentando apartar la mirada de las personas que se apretujaban contra las paredes desde el comienzo del banquete.
Pero entonces, divisé una figura bastante intimidante que se acercaba a mÃ.
Era Reynos, que escudriñaba la sala como si aún no se hubiera percatado de mi presencia.
'Huck'.
De repente, las palabras de May resonaron en mis oÃdos, incluso antes de que empezara el banquete.
"¡El principio de una relación es un beso!"
"¡Es un beso!"
"¡¡¡Es un beso!!!"
Un beso...
Mis ojos sólo podÃan ver ahora los labios de Reynos. ParecÃan rojos y tentadoramente húmedos-ah.
¿En qué estoy pensando?
Me puse suavemente las manos en las mejillas, intentando calmar el rubor que se extendÃa por mi rostro, y volvà a deslizarme discretamente entre la noble multitud.
Afortunadamente, mi posición actual en el centro del salón de baile me mantiene alejada del muérdago que adorna las paredes. Sin embargo, con el salón de banquetes decorado de tal manera, se respira un innegable aire de peculiaridad.
Desde el Banquete Luminoso, la gente se ha vuelto más atrevida en sus muestras de afecto, realizando actos como abrazarse la espalda y cogerse de la mano.
Aunque no me importa, siento la boca anormalmente seca.
Volvà a evaluar mi estado mental, asegurándome de que estaba preparada para un posible beso. Aún no habÃa consumido ninguna bebida, asà que estaba bien en ese aspecto. Mi maquillaje seguÃa fresco y habÃa comido bien. Mi pelo estaba en orden, asà que todo parecÃa estar en su sitio. Ahora habÃa llegado el momento de repasar los consejos de May para besar, consejos que habÃa memorizado para apoyarme en mi búsqueda del romance.
"Primero, colócate bajo el muérdago y mira casualmente a Su Alteza, el PrÃncipe Heredero".
"Y cuando se acerque, cierra los ojos con fuerza".
"¡Entonces, Su Alteza se encargará del resto!"
... ¿Es realmente un consejo? ¿No es sólo decirme que se lo deje a Reynos?
Eso era.
"¡Señora!"
"...!"
Una voz suave y una figura con aroma a cÃtricos me abrazaron por detrás.
"Te he estado buscando"
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