LFEDAM 41

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Miércoles, 23 de Junio del 2021


La Falsa Esposa del Archiduque Monstruoso 41



"¿Sabes lo cautivadora que es tu voz llorona debajo de mí?"


Entonces bajó la cabeza. Empezando por su pecho, siguiendo por su vientre y luego por su cintura, sus labios trazaron hasta llegar a su núcleo. La cintura de Vivian se estremeció inmensamente cuando sus labios comenzaron a besar su suave piel desnuda, mientras ella se encontraba en su estado de indefensión.

Sacó la lengua antes de lamer cuidadosamente su hinchado capullo. Cuando su tierna carne empezó a moverse siguiendo el ritmo de su suave lengua, el gemido de Vivian se intensificó al instante.


"¡Ahh, Kn, ox...!"


A pesar de que Vivian había agarrado mientras empujaba su cabeza, no se movió lo más mínimo. Como si hubiera encontrado un sabor increíblemente dulce, se tragó al instante su clítoris entero. Lamió su carne del tamaño de una bijou antes de chuparla al máximo.

A medida que la lengua de Knox, que se movía con lentitud, aumentaba su ritmo, la reacción de Vivian también se hacía frecuente.

¡El Archiduque está ahora enterrando su cara entre las piernas de una plebeya! ¿Qué pasaría si se enterara de esta verdad? Su cuerpo se estremeció inmediatamente de miedo, pero como las manos de él seguían sujetando su cintura con fuerza, sólo pudo levantar la rodilla mientras empujaba la sábana en su lugar.


"Por favor, para.... Eunghhh!"


Vivian trató de rogarle que se detuviera, pero incluso esa súplica fue tragada por su propia respiración. Su espalda se dobló de inmediato en respuesta a su dedo índice que estaba enterrado profundamente dentro de ella.


"¿Qué es lo que quieres que pare?"


Knox sonrió juguetonamente después de apartar su boca durante un minuto antes de comenzar a besar su clítoris una vez más. Justo después de rasparlo con los dientes, aunque con cuidado, procedió a tragarse la carne incipiente y comenzó a agitarla.

Cada vez que presionaba sus labios con más fuerza contra él, en contraste con cuando lo rozaba con la lengua, una intensa reacción burbujeaba inmediatamente dentro de ella.

Hasta el punto de que incluso se olvidaba del dedo que había enterrado firmemente en su interior mientras se apretaba aún más contra él. La reacción de ella, que parecía estar royendo su dedo -sin soltarlo en absoluto-, hizo que la respiración de Knox se volviera aún más áspera.


"Has apretado muy fuerte mi dedo. ¿Tanto te gusta?"

"Ahhh, no es así...."


Las piernas de Vivian se estremecían intermitentemente cuando intentaba cerrar la boca. Estaba tan cerca de dejarse llevar por sus dulces palabras, además de que estaba a punto de decir que incluso le gustaban esas cosas que Knox le había estado haciendo.

La justificación que intentó hacer la hizo cerrar inmediatamente la boca, lo que hizo que la comisura de los labios de Knox se moviera ligeramente hacia arriba.


"¿No es así?"

"Sí, aahhh"


Justo al mismo tiempo, los dedos que estaban dentro de Vivian ya habían aumentado a dos. Sus dedos no podían dejar de moverse en absoluto, sin dejar de estar dentro de sus regiones húmedas.

No importa lo mucho que Vivian trató de amortiguar sus labios, no había absolutamente nada que pudiera hacer hacia sus gemidos que se filtraban. A medida que su cintura se volvía cada vez más rígida mientras flotaba en el aire, sus gemidos también se habían vuelto mucho más intensos.

Los dedos y la lengua de él que retozaban en su interior habían hecho que Vivian perdiera el control de sí misma. Sólo podía dejarse llevar mientras aceptaba lo que Knox estaba haciendo sobre ella.

Cuando su cintura se estremeció y se movió, los dedos de él se adentraron aún más en su interior.

Posteriormente, una vez que las yemas de los dedos de Knox rozaron un punto concreto de repente, la cintura de Vivian se estremeció inmensamente en respuesta. Knox se agarró inmediatamente a ella, que se retorcía inconscientemente la cintura mientras intentaba escapar, antes de untar sus labios en el interior de su muslo.


"Eunghhh, no me gusta ahí, ahhh...."

"¿Te gusta aquí?"


La mano de Knox se movió naturalmente en contraste con sus palabras mientras comenzaba a burlarse persistentemente en ese punto particular de ella. Vivian, que jadeaba sin cesar, se había quedado finalmente sin aliento. Vivian era ahora consciente del subidón que acababa de sentir agradablemente.

Por eso, Vivian había sacudido la cabeza con más fuerza mientras se esforzaba por resistir el placer que se había fundido con sus sentimientos.

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