LFEDAM 29

Martes, 11 de Mayo del 2021

La Falsa Esposa del Archiduque Monstruoso 29

No quedaba absolutamente ningún espacio para contener la desbordante lechita en su abertura, que ya estaba llena hasta los topes. Cuando la mezcla de su néctar y su lechita se filtraron juntos, Vivian cerró los ojos con cansancio.

Ese fue el único recurso de Vivian, ya que parecía que no tendría fin si no hubiera perdido el conocimiento allí mismo.

***

Knox mantuvo su mirada fija en el rostro de Vivian, que parecía haberse quedado dormida de tanto desmayarse. Lo único que podía distinguirse por su borrosa niebla era ese brillante mechón rojo de ella.

Mientras le acariciaba la mejilla, mientras ella seguía durmiendo, pudo oír su pequeño grito que parecía gemir en sueños. Un impulso inmediato de devorar sus labios brotó justo en el momento en que escuchó ese grito, pero no cedió a su impulso. En su lugar, sólo bajó la mano antes de comenzar a acariciar su espalda.

"Eungggg......"

Cuando las yemas de sus dedos sintieron un ligero y repentino movimiento, se detuvo inmediatamente. Incluso antes de que Vivian estuviera completamente despierta, ya había tirado de su cuerpo relajado que estaba justo a su lado, antes de envolverla completamente en su abrazo.

Justo en el momento en que la mano de Knox tocó sus caderas, el cuerpo de Vivian se había estremecido claramente en respuesta.

"¿Knox?"

No pudo contenerse más al encontrar por fin los labios de Vivian, que le llamaban con bastante dulzura. Entonces, sonrió alegremente después de haber movido sus labios para tocar sus labios inferiores, al igual que la estaba lamiendo suavemente.

"¿Has dormido bien?"

Cuando se fijó bien, acabó por darse cuenta de que, de alguna manera, él ya estaba en mejor estado que ayer.

Vivian contuvo la respiración sólo por un momento al sentir su toque sobre su propio cabello. Estaba preocupada por el hecho de que él pudiera descubrir que su pelo estaba definitivamente más tieso que el de Alexia, pero por suerte, él parecía no notar nada en absoluto.

"¿Qué hora es?"

"¿También piensas no quedarte a dormir hoy?"

"Por supuesto. ¿Cómo podría quedarme con Su Alte....."

"Knox"

Interrumpió las palabras de Vivian acariciando sus labios con el pulgar.

"Hace un rato has estado increíble gritando mi nombre. Entonces, ¿por qué me vuelves a llamar 'Su Alteza'?"

"Eso... eso fue porque no tuve tiempo de poner mis pensamientos en su lugar"

"Entonces, ¿me llamarás por mi nombre una vez que te haga incapaz de pensar de nuevo?"

Dijo antes de comenzar a inmovilizarla con su peso sobre su cuerpo.

Vivian se apresuró a dar un grito cuando se sorprendió al sentir sus duros muslos que ya estaban colocados entre sus piernas.

"¡N, no! Puedo hacerlo ahora, Knox!"

Al oír cómo Vivian se desgañitaba, Knox sonrió ligeramente antes de soltarla. Cuando la sombra de él, que permanecía sobre ella, desapareció, finalmente comenzó a aflojar su cuerpo.

"Así es. Así que, en el futuro, sigue llamándome así"

Como ya tenía una relación amorosa con el Archiduque, sabía que su tenacidad iba definitivamente más allá de su imaginación, lo que finalmente hizo que Vivian asintiera con la cabeza.

Cuando consiguió ver su satisfactoria respuesta a través de su -algo borrosa- vista, le acarició el pelo una vez más.

"¿Pero no puedes reconsiderar lo de ir a casa? Tu cuerpo debe estar agotado"

"No pasa nada. Estoy tan en forma como un violín"

A pesar de que la parte inferior de su cuerpo seguía teniendo un cosquilleo, al menos era mucho más soportable que ayer.

Dicen que los humanos son criaturas muy resistentes. Su cuerpo ya se estaba adaptando a la talla a la que nunca había pensado acostumbrarse. El rostro de Vivian se sonrojó intensamente al imaginar inconscientemente la visión cuando su cuerpo abrazara por completo aquel enorme miembro de él.

No, no. En el momento en que su acto de aferrarse y llorar dentro de su apasionado achuchón había sonado en sus oídos, sintió como si realmente pudiera morir de toda la vergüenza.

Se suponía que debía mantenerse firme en su decisión hasta el final. Fue en ese momento cuando trató inmediatamente de bajar la mano mientras se avergonzaba de sí misma, que seguía dejándose llevar por el ambiente mientras se acostaba con él una vez más.

"No te vayas, Alexia"

Su mano se detuvo inmediatamente al escuchar sus palabras y, simultáneamente, dejó de respirar también.

Así, el tiempo de Vivian había terminado por completo.

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