LESVAC 73

LESVAC 73







La Emperatriz se volvió a casar 73

Sospecha del pájaro azul



¿Por qué McKenna estaba ahí acostado desnudo...? ¿No debería estar en el Reino Occidental? No tenía ni idea de por qué el ayudante y caballero más cercano de Heinley yacía en la cama del Duque Elgy. Además, estaba gimiendo como si tuviera dolor.

Un momento después, me di cuenta de que estaba mirando al hombre a través de la ventana como un espía. Estaba a punto de alejarme de la ventana para llamar a la puerta, pero la mirada de McKenna se fijó en la mía. Sus ojos se abrieron de par en par y se cubrió rápidamente con una manta.

"¿Su Majestad? ¿Por qué está aquí?"

"Eso es lo que quiero preguntarte."

"¿Eh? Oh sí, esto es..."

Los ojos de McKenna se movieron en pánico. Abrió la boca como si estuviera a punto de decir algo, pero luego la puerta se abrió y la alegre voz del Duque Elgy se filtró a través de la habitación.

"McKenna, no tienes que vestirte ya que tendrás que quitarte la ropa de todos modos."
El Duque Elgy tenía una caja en la mano, pero se detuvo en seco cuando me vio en la ventana. Una expresión de sorpresa se apoderó de su rostro, luego silbó y se rió salvajemente.

"Nos han vuelto a atrapar."

McKenna gritó en frustración.

"¡Deja de hacer bromas raras de ahora en adelante!"

"Que divertido. Me gusta esto."

"¡No! Quiero decir, esto es una broma. Lo siento."

¿Pensó que yo no sabía lo que era una broma? Ese parecía ser el caso cuando McKenna se disculpó de repente conmigo en lugar de protestar contra el Duque Elgy.

"Esta bien. Si están ocupados, ¿vendré más tarde?"

Simplemente cerraría la cortina y seguiría la corriente, pero McKenna continuó protestando.

"¡Por favor, es un malentendido!"

"..."

No sé por qué todos trataron de tomarme tan en serio. McKenna intentó apresuradamente dar su explicación.

"Estaba haciendo un recado para el Rey Heinley, me hirieron y terminé aquí—"

Sus palabras se detuvieron y se retorció de dolor.

"¿Sir McKenna?"

Casi corrí a la habitación para ayudarlo.

"¿Está bien?"

La manta se deslizó, revelando un vendaje alrededor de su torso. Siguió gimiendo, y vi que las sábanas estaban manchadas de rojo.

"¡Sangre….!"

Mis ojos se abrieron en asombro, y el Duque Elgy rápidamente arrastró a McKenna de vuelta a la cama, murmurándole que se callara.

"Ves, por eso te llaman cabeza de pájaro."

El Duque Elgy abrió la caja que trajo. No podía ver su contenido desde mi posición, pero por lo que vi al Duque Elgy sacar de su interior, supuse que era un botiquín de primeros auxilios. Sin embargo, en lugar de tratar la herida, inmediatamente se giró hacia mí.

"¿Podría volver más tarde, Su Majestad?"

¿Los estaba molestando? Sin embargo, la herida de McKenna parecía grave. ¿Podría el Duque Elgy tratarla él mismo?

"¿Llamo a un doctor?"

Podría causar un escándalo si McKenna fuera descubierto aquí, pero era difícil ignorar la herida y sus manos temblaban en agonía. Sin embargo, McKenna sacudió la cabeza.

"No gracias. Estoy bien."

El palacio tenía lugares donde los visitantes podían ir y venir, pero el palacio del sur no era uno de ellos. ¿Por qué McKenna, un ayudante cercano de un rey extranjero, se encuentra en medio del palacio del sur? Me apreté las manos con preocupación.

'No sé qué está pasando aquí, pero...'

Sería difícil explicarle a una persona sospechosamente herida, así que me dirigí al Duque Elgy.

"Duque. Tengo un favor que pedirle."

"¿A mí?"

Sonrió mientras sostenía una venda en sus manos.

"Incluso aunque te pedí que te marcharas, no lo hiciste. Me pregunto, ¿qué vas a decirme?"

"¿Sigues siendo amigo del Rey Heinley?"

"Bueno, esa es una pregunta inesperada."

Se echó a reír.

"¿Por qué pregunta eso de repente, Su Alteza?"

"Cuando veas al Rey Heinley, dile que su pájaro azul está muerto."
Su risa de repente desapareció. Levantó las cejas y me miró con una expresión curiosa.

"¿El pájaro azul está muerto?"

McKenna comenzó a toser ruidosamente.

"Si. Y que incluso en el futuro morirá—"

No sabía cómo terminarlo. En este punto, Heinley era lo suficientemente inteligente como para deducir lo que Sovieshu había ordenado. No me molesté en hablar del pájaro asado porque era demasiado horrible.

Di dos pasos hacia atrás y vi a McKenna detrás del hombro del Duque Elgy. Seguía aclarándose la garganta torpemente y mirándome.

***

"¿Está diciendo que te matarán tan pronto como te descubran?"

Después de que la Emperatriz Navier se fuera con elegancia, el Duque Elgy se giró hacia McKenna.

"Supongo que ella sabe que fui alcanzado por una flecha."

"¿Hay algo extraño pasando detrás de ella?"

"..."

"Lo dijo con una mirada tan sombría."

El Duque Elgy fingió cortarse la garganta con el dedo, imitando las palabras de la Emperatriz 'En el futuro morirá.' Sin embargo, McKenna sacudió la cabeza.

"Probablemente quiso decir que quien disparó la flecha continuará haciéndolo en el futuro."

"Ella lo dijo con una cara seria. Como si te fueran a matar."

"No. Oh, ¿por qué sigues haciendo eso?"

McKenna gimió de repente de dolor, agarrándose la cabeza con ambas manos.

"¿Qué pasa, cabeza de pájaro? ¿Duele?"

"La carta que me dijiste que entregara. Yo no..."

"¿Te refieres a esa carta increíblemente cursi?"

"¡Cursi! ¡Era una carta muy limpia y simple!

"Así que la leíste."

"..."

El Duque Elgy se acercó a la cama en la que McKenna estaba acostado, luego sacó las gasas, las pinzas y el desinfectante del botiquín de primeros auxilios.

"Si entregas la carta de Heinley en medio de esto, básicamente estás diciendo 'Soy el pájaro azul'."

McKenna suspiró. Tenía otro problema. Por cómo se veían las cosas, parecía que ya no podía ir y venir de la habitación de la Emperatriz. No sabía cuántos mensajes secretos más tenía que entregar en el futuro.

***

Regresé a mi habitación, pero solo podía pensar en el Duque Elgy y McKenna. Me preguntaba por qué el caballero estaba aquí y por qué estaba herido. Mis ojos se posaron en la pluma azul de mi escritorio. La pluma fue recuperada del alféizar de la ventana... y me recordó el cabello azul de McKenna.

El pájaro de Heinley resultó herido, y McKenna también... ¿fue una coincidencia? Una persona no podría transformarse en otra cosa.

El momento extraño me frustró, y mi sospecha solo creció al día siguiente.

"¡Su Majestad!"

Alrededor de la hora del desayuno, Laura entró en la habitación y causó conmoción.

"¡Estaba buscando a un pájaro que fue herido ayer!"

"¿Hay un pájaro herido?"

"¡Sí! ¡Escuché a alguien decir que vio al Duque Elgy abrazando a un pájaro herido!"

Los eventos de ayer me parecieron aún más extraños después de escuchar la historia de Laura. Un pájaro azul fue herido por una flecha, el Duque Elgy lo rescató, y McKenna yacía herido en su habitación...

Por otro lado, McKenna estaba en el palacio haciendo un recado para Heinley, y nadie sabía que estaba aquí...

Tan pronto como terminé de cumplir con mis deberes en la sala de audiencias, fui directamente con el mago de la corte para consultarle.

"¿Puede una persona cambiar de forma con magia?"

El mago de la corte me miró de forma peculiar, pero respondió con un tono serio.

"¿Te refieres a un pájaro, Su Majestad?"

"Sí, pero no tiene que ser un pájaro. Puede ser cualquier animal."

El mago se cruzó de brazos pensando.

"No. No hay ningún mago que se caracterice por la transformación animal."

¿Me equivoqué al pensar que McKenna era el pájaro azul? Pero las palabras del mago no terminaron en ese punto.

"Pero hay un registro de la 'Tribu Cabeza de Pájaro'."

"¿Cabeza de... Pájaro?"

¿He escuchado eso antes? Ese nombre parecía despertar un recuerdo.

"No es una historia muy conocida. Los registros son muy antiguos y ni siquiera estoy seguro de que sea verdad."

"Ah..."

"Pero si es cierto, se afirma que los hombres lobo pueden formar parte de ese grupo."

McKenna y los hombres lobo... no parecían coincidir. El mago sonrió y agitó la mano.

"Es una afirmación extraña. Incluso si eso fuera real, no serían monstruos como los hombres lobo. Se decía que la Tribu Cabeza de Pájaro no era diferente de la gente normal, mientras que los hombres lobo se vuelven locos con la luna llena. Los Cabeza de Pájaro no tenían ese rasgo."

"¿Dónde están los miembros de la tribu ahora?"

"Desaparecieron. Su número disminuyó naturalmente, quedando solo como una leyenda."

"¿Hay alguna posibilidad de que alguno de ellos esté vivo?"

"Quizá. Si lo están, no se revelarían."

El mago se rió para sí mismo.

"Se puede ver por el hecho de que no fueron registrados como 'La Tribu de los Pájaros' sino más bien como 'La Tribu Cabeza de Pájaro' que no tenían buenas relaciones con la gente normal."

¿Era posible que McKenna pudiera ser parte de esa tribu? ¿Y si el pájaro azul que voló hacia mí era en realidad McKenna? Era una conclusión exagerada, pero era mi mejor suposición.

"¿Por qué lo pregunta de repente, Su Majestad?"

El mago me miró con ojos interesados. Tal vez quería saber si me había encontrado con algunos rastros de tales personas.

"Solo tenía curiosidad."

Inventé una excusa y dejé el laboratorio del mago.

McKenna era el pájaro o no. ¿Fue una coincidencia que él y el pájaro fueran heridos al mismo tiempo? Terminé rompiendo varios plumines mientras reflexionaba sobre esta pregunta.

"Su Majestad, ¿no debería descansar hoy?"

Los funcionarios de la corte que sabían de mi desmayo me sugirieron que me tomara un descanso del trabajo.

"Estoy bien."

Cambié mi plumilla de nuevo.

'Debería estar feliz de que McKenna sea el pájaro, ¿verdad?'

Eso significaba que el pájaro azul de Heinley vivía. Me preocupaba que pudiera haber hecho algo impropio frente a él, pero pronto me sacudí el pensamiento. Nunca le di palmaditas en el trasero, ni lo abracé, ni lo besé, ni me cambié de ropa delante de él. Fue solo con Reina que yo—

"¡!"

¿Era Reina otro de los subordinados de Heinley?

Rompí mi plumilla con horror.



"No es que esté débil, es que está llena de vigor."

Mis oídos captaron el susurro de un funcionario de la corte, y comencé a reflexionar.

"Estoy cansada, así que me iré primero."

Salí apresuradamente de la habitación. La idea de que Reina fuera miembro de la Tribu Cabeza de Pájaro era como espinas en mi cuerpo.

'Le preguntaré a Heinley luego.'

Si Reina fuera uno de los subordinados de Heinley...

Llegué al palacio del oeste con todo tipo de pensamientos horribles, cuando vi a uno de los sirvientes de Sovieshu de pie en el pasillo frente a mi habitación. El sirviente sostenía una especie de soporte alargado con ruedas, y una tela ocultaba la parte superior del mismo. Mis damas de compañía lo rodearon con los ojos bien abiertos.

"¡Su Majestad la Emperatriz!"

El sirviente me saludó tan pronto como me vio.

"¿Qué es esto?"

La voz que salió de mi boca no era tan segura como yo quería. Todavía recordaba el último "regalo" que Sovieshu me había enviado.

El sirviente habló con orgullo.

"Es un regalo del Emperador a Su Majestad."

"¿Regalo?"

"Sí."

Quitó la tela que cubría el soporte, revelando así la identidad del "regalo". Era un pájaro azul en una jaula.

'Gracias a Dios que está vivo esta vez.'

Era un regalo hermoso y elegante, pero solo pude ver esto como una especie de burla.

'¿Pretende que piense en el pájaro asado cada vez que lo vea?'

Tanto si el pájaro de Heinley estaba realmente muerto como si no, Sovieshu quería herirme a fondo. El sirviente se fue, y las damas de compañía movieron la jaula al salón. El pájaro parecía bastante gentil, y me miró con inteligencia mientras las lágrimas pinchaban mis ojos.

Cada vez que miraba al pájaro, solo podía recordar la conmoción de ayer. No podía cuidarlo. Finalmente, llamé a la Condesa Eliza para que devolviera la jaula.

***

Rashta estaba nerviosa. Habían pasado varios días desde que Sovieshu había prometido hacerla emperatriz. Ella pensó que ya habría notificado el divorcio a la emperatriz, pero aún no había actuado.

"¿Qué está pensando...?"

Rashta abrazó su muñeca grande y caminó nerviosamente por la habitación. Esta mañana, su ansiedad aumentó aún más cuando Sovieshu preparó un hermoso pájaro azul para dárselo a la Emperatriz Navier.

Un pájaro azul. Un elegante pájaro azul adecuado para ser criado por un noble. Tan pronto como Rashta quería un pájaro propio, Sovieshu eligió regalarle uno a la Emperatriz. Ella estaba lista para explotar en un ataque de ira.

Sin embargo, Rashta hizo una pausa y escuchó el sonido de algo siendo arrastrado fuera de su puerta. Ella dejó su muñeca y echó un vistazo afuera. Un hombre pasaba por el pasillo, tirando de una jaula sobre un soporte con ruedas.

"¿Que es eso?"

El sirviente respondió con una cara bastante preocupada.

"Este pájaro fue entregado por el Emperador a la Emperatriz."

"¿Pero por qué traer el pájaro de vuelta aquí?"

"Su Majestad pidió que fuera devuelto."

El sirviente parecía nervioso mientras hablaba, como si tuviera miedo de devolverle el regalo al Emperador.

"Su Majestad no está aquí a esta hora del día, así que tendrás que dejar al pájaro en el pasillo. Pero si el pájaro se deja afuera, podría resfriarse."

El sirviente solo parecía aún más preocupado. Rashta salió rápidamente y extendió su mano.

"Por favor, dáselo a Rashta. Delise lo entregará."

***

Al mismo tiempo, Koshar estaba viajando por un largo camino. Estaba lleno de inquietud. No le preocupaba no poder suceder a la Familia Troby, ni que su reputación se hubiera desplomado. Tampoco tenía que preocuparse por la comida o el alojamiento, ya que tenía mucho dinero y joyas del Marqués Farang y la Emperatriz Navier. Los pensamientos que ocupaban su mente eran muy diferentes.

¿Cómo podría vengarse de Sovieshu y Rashta? ¿Qué podía hacer él para que su hermana pudiera reinar cómodamente como emperatriz?

Justo entonces, una voz lo llamó desde atrás. Koshar tiró de las riendas de su caballo y se dio la vuelta.

"¡Lord Koshar! ¡Lord Koshar!"

Un hombre con una barba erizada corría hacia él.

'Un bandido.'

La mano de Koshar fue hacia la espada en su cintura, pero no vio ningún arma en el barbudo mientras se acercaba. El hombre se detuvo frente a Koshar, inclinándose para recuperar el aliento, antes de hablar finalmente.

"Demasiado—Demasiado rápido, demasiado rápido, demasiado rápido... ja, ja— pensé que te había perdido."

"¿?"

"Soy del Reino Occidental. Fui enviado por el Rey Heinley."

"¿El Reino Occidental?"

En la actualidad, Koshar estaba en la frontera del Reino del Norte. ¿Por qué alguien del Reino Occidental vendría aquí?

"¿Por qué el Rey de Occidente?"

"Me dijo que te llevara de vuelta. Quiere hablar de tu hermana."

Si te gusta mi trabajo, puedes apoyarme comprándome un café o una donación. Realmente me motiva. O puedes dejar una votación o un comentario 😃😁.

Publicar un comentario

0 Comentarios

Haz clic aquí