LESVAC 273

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La Emperatriz se volvió a casar 273

SS2: Pasado de Duque Elgy (5)



La conmoción de la Duquesa Zemensia se transformó en ira.

'¿Cómo es posible que todos se queden mirando a una mujer tan herida y no hagan nada por ayudarla? ¿No tienen humanidad?'

Es cierto que la princesa tenía un aspecto horrible, pero había saltado al fuego para rescatar a su hijo. Ella merecía elogios, no repulsión.

"¡Desalmados!"

Gritó enojada la Duquesa Zemensia. Luego se dirigió a sus propios guardias,

"Ayuden a Su Alteza."

Sin embargo, en cuanto los guardias se acercaron a la princesa, ésta abrazó con fuerza al niño y se echó hacia atrás.

'Pobrecita. Debe tener mucho miedo para alejarse de todos.'

La vacilación de la duquesa desapareció por completo. Su compasión creció.

La duquesa caminó hacia la princesa. Una vez que la alcanzó, la abrazó fuertemente, sin importarle lo manchada que quedara su ropa.

"Tranquila, tranquila, Su Alteza. Todo está bien. Vayamos a un lugar seguro."

Al oír su voz reconfortante, la princesa finalmente rompió a llorar.

"No pasa nada. Ven conmigo."

La Duquesa Zemensia la ayudó a subir al carruaje, acunando al niño en sus brazos. Nadie se dio cuenta de la espeluznante muñeca que había caído al suelo.

Todos los empleados del príncipe intercambiaron miradas de desconcierto. La mujer que estaba con la duquesa no era la princesa. Sin embargo, todos los trabajadores sabían que Alessia había empezado a hacerse pasar por la princesa a petición del príncipe. No estaban seguros de si debían intervenir. Revelar la verdad podría dañar la reputación del príncipe.

Si el príncipe hubiera estado presente, habría rectificado inmediatamente el error. Pero nadie lo había visto en toda la noche, no mucho antes de que comenzara el incendio. Mientras los sirvientes vacilaban, la duquesa ordenó partir a su carruaje, que se llevó a la princesa y al pequeño Elgy.

***

"¡¿Qué estás diciendo?! ¡¿Quién se llevó a quién?!"

Exclamó el príncipe. Estaba en el palacio real, contando al rey cómo se comportó Alessia en la fiesta. Sus declaraciones no habían formado parte del plan. El rey tampoco estaba seguro de cómo manejar esto.

El mensajero que había interrumpido su reunión se inclinó disculpándose.

"La Duquesa Zemensia del Reino Occidental se llevó a la Señorita Alessia..."

"¿Adónde se la llevó?"

El príncipe frunció el ceño, recriminándose mentalmente por haber venido personalmente al palacio, en vez de ocuparse primero de Alessia.

El mensajero se inclinó aún más, con una expresión asustada,

"Se produjo un incendio en la mansión. La Señorita Alessia rescató al joven maestro."

Por primera vez, la expresión del príncipe se suavizó,

"¿Salvó a Elgy?"

"Parece que el joven maestro había ido a buscarla."

"¿Por qué?"

"No lo sé. Tal vez estaba preocupado por ella. Solían jugar juntos a menudo."

El príncipe sacudió la cabeza,

"Imposible. Él estaba furioso con ella por querer suplantar a su madre."

"Entonces no sé por qué. Pero fue a su habitación, donde se desmayó por el humo. La Señorita Alessia lo salvó. En el proceso, ella... um... sufrió quemaduras graves. La mitad de su cara..."

El rey, que había permanecido en silencio desde la llegada del mensajero, finalmente intervino,

"Estás en problemas, Claude. El Duque Zemensia tiene una gran reputación en el Reino Occidental. Esa mujer no tendrá más remedio que seguir haciéndose pasar por la princesa."

***

Tras enterarse de la noticia, el príncipe quiso abandonar el palacio de inmediato. Pero antes necesitaba un plan. Conversó con el rey durante horas, antes de partir al amanecer hacia la residencia temporal del duque.

La duquesa abrió la puerta con una mueca sarcástica,

"Qué rápido ha venido."

Normalmente, se enfurecería con cualquiera que se atreviera a hablarle de ese modo. Era un príncipe de Bohean Azul. Pero el Reino Occidental era poderoso, al igual que sus duques, así que el príncipe se tragó su ira.

"Escuché que rescataste a los heridos."

"Salvé a su esposa y a su hijo."

Los labios de la duquesa se curvaron.

"¿Dónde están?"

Una vez que la Duquesa Zemensia se dio media vuelta, él la siguió al interior. Tenía el estómago revuelto y el corazón acelerado.

"Por aquí."

La duquesa se detuvo frente a una habitación y llamó a la puerta,

Una voz áspera respondió,

"Adelante."

En el momento en que entró, el príncipe cerró los ojos con fuerza.

Alessia yacía en una cama grande, siendo tratada por un médico del Reino Occidental. La dama de compañía de la duquesa le estaba ayudando.

"Cariño."

Alessia sonrió al príncipe. La duquesa entonces chasqueó la lengua,

"Todavía no ha comido nada. Debe de estar hambrienta."

El príncipe dio unos pasos hacia Alessia. Un lado de su cara estaba envuelto en vendas.

El médico la señaló,

"Traté las quemaduras. No parecen infectadas, pero quedará una cicatriz."

Con la cara vendada, Alessia no se parecía en nada a la princesa. Pero dado lo que hizo por Elgy, ¿quién dudaría ahora de su identidad? Todo el mundo elogiaría su heroísmo: lanzarse al fuego para salvar a su hijo.

"Su esposa es una persona valiente y maravillosa."

Dado que el príncipe no respondió al médico, Alessia cerró los ojos y dijo que estaba cansada. El príncipe miró finalmente a la duquesa.

"¿Quién la vio?"

"¿Dónde, en la mansión? Todos. Sus sirvientes, y la multitud que se reunió para ayudar a combatir el fuego y socorrer a los sobrevivientes."

"Quise decir aquí."

"Muchos nobles han venido."

El príncipe cerró los ojos con fuerza.

'Así que muchos vieron a la 'princesa' salvando a su hijo. ¿Qué debería hacer?'

Si echaba a Alessia ahora, le acusarían de abandonar a su 'esposa' a causa de las quemaduras.

Nunca podría revelar la verdad.

Justo entonces, la puerta se abrió. El príncipe se giró y vio a Elgy en la entrada. El médico se levantó.

"Afortunadamente, el joven maestro no está malherido, pero—"

Antes de que pudiera terminar, Elgy corrió hacia el príncipe.

"¡Díselo a todo el mundo! Diles que esa mujer no es mi madre."

El médico le miró con lástima,

"Ha sufrido una fuerte conmoción. No para de repetir eso."

"¡Se equivoca! Estoy bien. ¡Padre, díselos! Esa mujer es una impostora."

Pero nadie escuchó al niño.

Cuando el príncipe sólo lo miró con tristeza, todos supusieron que la memoria del niño había sido afectada.

Elgy estaba aturdido. Alessia le había salvado. No quería creerlo, pero muchas personas lo habían presenciado.

'La persona que odio me salvó.'

Y ahora todos pensaban que Alessia era su madre. Cada vez que oía que la llamaban princesa, Elgy se empeñaba en negarlo. Sin embargo, las personas creían más en los hechos que en las palabras de un niño pequeño,

'A este paso, mamá acabará desapareciendo...'

Sabía que debía agradecer a Alessia por salvarle la vida. Pero nunca la llamaría madre.

"¿Qué pasa?"

Le preguntó una vocecita. Elgy la ignoró al principio.

"¿Qué ocurre?"

Sin embargo, la persona insistió.

Finalmente, levantó la vista. Un niño de más o menos su edad le miraba fijamente. Tenía un cabello dorado excepcionalmente hermoso y unos misteriosos ojos púrpuras. 



'Así que éste es el joven príncipe del que me habló Alessia.'

"¿Estás bien? Ya te lo he preguntado tres veces."

Tal como había dicho Alessia, el niño tenía un comportamiento arrogante. Parecía estar exigiendo una respuesta.

Podría haber parecido simpático para un adulto, pero a Elgy le resultó amenazador. De todos modos, forzó una carcajada.

"¿Te preocupas por mí? Qué amable."

El chico entrecerró los ojos, y caminó alrededor de Elgy como un lobo evaluando a su presa.

'Es precavido.'

Elgy recordó que su gato se comportó así cuando lo trajo a casa por primera vez. Dejó que el príncipe lo rodeara, sin moverse. Dejó que le observara todo lo que quisiera. Al final, pareció quedar satisfecho porque se sentó frente a Elgy.

"¿Eres un príncipe? ¿Por qué estás aquí?" 

"¿No lo sabes? Estoy aquí porque nuestros países quieren acercarse."

"¿Pero por qué un príncipe estaría con un duque?"

"El Duque Zemensia actúa como mi tutor."

Entrecerró los ojos mirando a Elgy,

"Más bien, ¿qué haces tú en este lugar? No eres del Reino Occidental. Esta mansión fue designada para uso de nuestra delegación."

"No lo sé."

"La duquesa dijo que salvó a alguien y lo trajo aquí. ¿Eres tú?"
    
"No lo sé."

"¿Entonces qué sabes?"

"La mujer que la duquesa trajo aquí no es mi madre."

***

"Has salvado a mi esposa. No sé cómo agradecértelo."

Murmuró el Príncipe Claude mientras probaba su ensalada.

El Duque y la Duquesa Zemensia almorzaron con el príncipe. El Duque Zemensia sonreía al Príncipe Claude, mientras que la Duquesa le miraba fríamente.

No estaba siendo sincero. A pesar de que su esposa había resultado gravemente herida y su hijo no reconocía a su propia madre, el príncipe parecía completamente indiferente. 

'Qué hombre tan despreciable.'

El ruido de pasos interrumpió su comida. La duquesa miró a su alrededor. Al otro lado de la puerta arqueada, vio a dos chicos corriendo por el amplio salón— Elgy y el Príncipe Heinley.

El Príncipe Claude también lo oyó. Se giró para mirar,

"Su joven príncipe parece un chico brillante. Apuesto a que es hábil en el manejo de la espada."

Esto era cierto. El Príncipe Heinley era coordinado, de pies ligeros, y de gran destreza con la espada. Pero el Duque Zemensia frunció el ceño,

"Eso no importa. No podrá ascender al trono. Los hijos menores no deben eclipsar a sus hermanos mayores."

El Príncipe Claude, cuyo hermano mayor ocupaba el trono de Bohean Azul, miró al Duque con el ceño fruncido. Pero el Duque Zemensia no se dio cuenta de su error, ensimismado en sus pensamientos mientras miraba al Príncipe Heinley.

***

"¿Por qué ese hombre no deja de mirarte?" 

"¿Te refieres al Duque Zemensia? Él siempre me ha odiado."

"¿Por qué?"

"Prefiere a mi hermano mayor."

Elgy se detuvo en seco y volvió a mirar al Duque. Cuando sus miradas se cruzaron, el Duque apartó la suya. Sin embargo, la hostilidad en su mirada era tan evidente que hasta Elgy la notó,

"¿Qué hay en ti que le enfada tanto? Sólo eres un niño."

"No soy un niño."

"Mi madre dice que los chicos de nuestra edad son niños."

"Yo no. Yo soy un príncipe. Tú sí lo eres."

'¿Por qué es tan prepotente?'

Elgy se quedó mirándole, desconcertado. Mientras el Príncipe Heinley jugaba con su gato, sintió su mirada sobre él, por lo que le sonrió, 

"Mi hermano mayor está enfermo. El Duque Zemensia está desconsolado porque aprecia a mi hermano."

"¿Tu hermano está enfermo? ¿Qué le pasó?"

"Yo tuve la culpa."

La expresión del Príncipe Heinley cambió. Todavía sonreía, pero sus ojos se oscurecieron. Elgy nunca había visto tanta desesperación. Cuando el Príncipe Heinley se dio cuenta de cómo lo observaba, resopló,

"No necesito tu compasión. ¿Cómo vas a librarte de esa falsa princesa?"

"Nadie me cree. Todo el mundo simplemente dice que la culpa y la conmoción afectaron mi mente."

"¿La culpa? Eso es ridículo."

"A decir verdad, sí me siento culpable. Por mi madre, y por esa mujer."

"¿Por ella también? ¿Por qué?"

"Ella se hizo daño al salvarme."

Elgy abrazó a su gato y se quedó mirando al suelo,

"Mi padre es el principal culpable. Lo odio."

"Sabes, lo he pensado y..."

De repente, el Príncipe Heinley hizo una pausa y observó a su alrededor. Acto seguido, arrastró a Elgy hacia un rincón. 

"¿Hay alguna posibilidad de que la impostora haya iniciado el incendio?"

Los ojos de Elgy se abrieron de par en par,

"Imposible. ¿Cómo podría alguien hacer tal barbaridad?"

"La gente mala es capaz de hacer cualquier cosa." 

Elgy sacudió la cabeza,

"No lo creo. La culpa es mía. Debería haberle pedido al mayordomo que fuera a ver a la Señorita Alessia cuando tuve la oportunidad. Así los dos habríamos escapado ilesos."

Los chicos dejaron de hablar cuando oyeron pasos cerca. Apareció la dama de compañía de la Duquesa Zemensia.

"Joven Amo, Su Alteza le busca."

Elgy frunció el ceño, pero siguió a la dama de compañía. Cuando llegó a la habitación de Alessia, la 'princesa' estaba sentada en la cama. Abrió los brazos y sonrió,

"Hijo mío, acércate a darme un abrazo."

***

"¿Joven Maestro?"

Elgy no respondió.

"¡Joven Maestro!"

Elgy finalmente despertó, sobresaltado. Su viejo mayordomo estaba frente a él, años mayor que en aquellos recuerdos de Elgy.

"¿Qué pasa?"

Elgy se frotó los ojos con fastidio. Debió de quedarse dormido, perdido en sus pensamientos.

El mayordomo extendió su mano. En su palma se posaba el pájaro mensajero que Heinley solía usar, con un aspecto casi tan pomposo como su amo.

Una vez que el mayordomo se marchó, Elgy abrió la carta. Sus ojos se abrieron de par en par al leerla.

"¿Lady Navier desapareció?"

La carta era una petición para utilizar su barco para buscarla.

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