LESVAC 236

LESVAC 236







La Emperatriz se volvió a casar 236

Antes de lo previsto



Después de elegir cómodas sedas y más joyas para los nidos, McKenna y Heinley volvieron a su forma humana y los tres comimos juntos. Los dos discutieron, aunque esta vez no sobre los nidos. Heinley se rió de McKenna tras enterarse de su situación con Dolshi.

"Supongo que te vas a casar, McKenna."

McKenna resopló, pero Heinley no lo dejó pasar. 

"Los dragones no tienen género determinado, ¿cierto? Además, los dos son azules. ¡Hacen buena pareja!" 

"¡¿Cómo puedes decir eso?!"

"¡Fíjate con qué seriedad va a por ti!"

"¿Qué quieres decir? ¡Ni siquiera me mira al pasar! Sólo quiere una mascota. ¡Por eso lo hace!" 

Terminamos la comida charlando entre risas, luego pedimos café y té. Salimos al jardín para disfrutar de las actividades vespertinas, disfrutamos del sol y comimos tranquilamente el postre. Heinley dijo que quería cantarle al bebé. Le cantó suavemente una canción de cuna en voz baja. McKenna gozó de un momento de paz mientras se tapaba los oídos. 

En ese momento, apareció Sir April.

"Su Majestad."

"¿Qué pasa?"

Heinley dejó de cantar. Su expresión relajada cambió a la habitual en un instante. McKenna se quitó las manos de las orejas y se levantó. 

"Ha llegado una carta de la Alianza del Continente Wol." 

"¿Una carta?" 

"Sí. Enviaron cartas a todos los países miembros al mismo tiempo. Creo que eso significa que todas dicen lo mismo."

April le pasó la carta a Heinley. ¿Qué dice? Heinley arrugó la frente mientras leía. ¿No son buenas noticias? 

Al sentir nuestras miradas sobre él, Heinley levantó la vista.

"Es una invitación formal. Este año organizarán una Ceremonia de Año Nuevo conjunta, en vez de que todos la celebremos por separado. Desean que todos los reyes y emperadores asistan." 

Todos los reyes y emperadores... No era algo inaudito. No se reunían regularmente, pero sí una vez cada tres o cuatro años. ¿Pero ahora? Hasta donde sabía, aún no era momento de reunirse para Año Nuevo. 

A mi lado, McKenna chasqueó la lengua.

"Creo que están tramando alguna cosa. Justo cuando están intentando descubrir las debilidades de nuestro país, de repente quieren organizar una reunión."

Sir April asintió. 

"Así es. Es sólo una suposición que cada país recibió la misma carta. Podrían ser todas diferentes."

Heinley deliberó sobre la cuestión con cautela. Finalmente, se levantó y me plantó un beso en la frente. 

"Mi Reina, quería quedarme contigo todo el día. Pero, ¿puedo irme un momento?" 

"Está bien."

¿Desde cuándo me pedía permiso? 

Heinley besó mi frente una vez más, puso su mano sobre mi estómago y murmuró.

"Escucha a tu madre mientras estoy fuera."

Luego, fue apresuradamente junto a Sir April y McKenna al palacio principal. 

Incluso después de que se marcharon, me quedé sentada tomando el aire fresco hasta que el sol se puso por completo. Quería dar un paseo, pero... últimamente sentía la barriga más pesada. Me costaba caminar más que antes. Era de esperar, con un bebé dentro de mí, pero a veces pesaba mucho más de lo que podría haber imaginado. A veces me asustaba. 

"Su Majestad, el aire de la noche es frío. Debería entrar ahora."

Dijo uno de mis cortesanos. 

"Sí, estaba a punto de entrar."

Sin embargo, mientras avanzaba por el camino de piedra hacia mi habitación, vi dos imponentes siluetas frente a frente. Estaban de pie cerca del palacio principal. Reconocí una enseguida. 

¿Mastas? 

Por la lanza en su espalda, estaba segura de que era ella. Y el hombre apuesto que estaba frente a ella era... 

"Lord Koshar, me gustas."

¿Mi hermano?

***

'Es frustrante...'

Mastas caminaba sumida en sus pensamientos. Las hojas caídas crujían bajo sus pies y el viento frío le causaba dolor en las mejillas, pero no oía el sonido ni sentía el frío. Se hallaba en una encrucijada. ¿Qué debo hacer? 

Todos los días pensaba en Koshar al despertar. Antes había pensado a menudo en él, pero ahora Koshar ocupaba una mitad entera de su corazón. A pesar de su cuerpo débil, se mantenía fuerte y se negaba a ceder. 

Quizá si pudiera pasar unas semanas— o meses— sin ver su cara, la situación mejoraría. Sin embargo, Mastas era la dama de compañía de Navier. De la mañana hasta la noche, cuidaba de una mujer idéntica a Koshar. 

'Se supone que Lord Koshar se casará con la Princesa Charlotte. No puedo sentirme así.'

Pero los corazones de las personas nunca fueron fáciles de controlar. 

'Es porque Lord Koshar es muy frágil.'

Ella temía que se lastimara si le quitaba los ojos de encima. Le preocupaba que incluso el suelo blando o la suave brisa pudieran hacerle daño. Podría resfriarse con el viento. La más mínima mala pisada podría torcerle el tobillo. Una caída podría romperle los huesos. 

Pero a pesar de sus debilidades, su corazón era firme y puro. Cuando tenía intención de perseguir al rufián que insultó a la Emperatriz, Koshar la detuvo antes de que hiciera una cosa de la que se arrepentiría.

'Es el hombre perfecto. La única razón por la que aún no se ha casado debe ser porque nadie más puede manejarlo.'

De repente, vio a Koshar justo delante. Estaba apoyado contra una pared, completamente solo.

'Hmm. Algo debe preocuparle.'

Koshar miraba fijamente al suelo, pensativo. Sus mechones dorados revoloteaban con el viento, haciendo que el corazón de Mastas latiera con fuerza. Parecía como si en cualquier momento le fueran a salir alas y volar. Mastas se quedó mirándolo, embelesada. ¿Era normal llorar al ver a una persona hermosa? 

Koshar sintió sus ojos puestos sobre él, por lo que levantó la cabeza y la miró. En ese instante, Mastas tomó una decisión.

'Me le declararé. Si me rechaza, está bien, al menos habré dejado salir mis sentimientos.'

Si no decía nada ahora, una vez que él se casara, siempre se lo preguntaría. Pero eso sería una ofensa a la Princesa Charlotte. Mejor confesar ahora, antes de que se casara.

"¿Señorita Mastas? ¿Qué pasa?"

Koshar se apartó de la pared. Ella lo miró maravillada. Su sonrisa le recordaba a un lirio. 

"Lord Koshar."

Respiró hondo y se acercó a él. 

'¿Cómo debía hacerlo?'

Tenía que declararse con estilo.

"Me gustas."

Una vez que dijo esto, Mastas gritó en su interior. Pero ya era demasiado tarde.

'Debí haberlo ensayado.'

Ella debería haberse ofrecido a protegerle durante toda su vida, o al menos haberle comprado un anillo de joyas.

"¿Qué pasa si no soy la persona que crees que soy, Mastas?"

Lord Koshar continuó con cuidado.

"¿Te seguiría gustando entonces?"

Ella frunció el ceño, sin comprender.

"Por supuesto." 

"Yo—" 

"Estaría a tu lado aunque fueras un rey demonio del infierno."

Mastas hizo una mueca de dolor. 

'¡Maldición, boca! ¡Cállate!'

Sin embargo, no podía apartar los ojos de Koshar. Lo decía en serio. 

"Ah, no soy un rey demonio."

'Él está sonriendo. Me está sonriendo.'

"A decir verdad, también estoy interesado en ti, Señorita Mastas." 

"Oh. ¿En serio?"

Sus labios se separaron en shock. Él sonrió. 

"Tal vez empezó el día que me golpeaste la cabeza."

***

¡Ack! Mi hermano está abrazando a Mastas. Están a punto de besarse. ¡No quiero ver esto! 

Me alejé rápidamente de la escena, rezando para que a pesar de que ambos eran caballeros, ninguno me oyera marcharme. 

"Realmente no quiero ver cómo mi hermano tiene un romance con alguien."

Murmuré al llegar a mi habitación.

"¿Lord Koshar está saliendo con alguien?"

Laura dejó de leer un libro de cuentos y levantó la vista. Le brillaron los ojos.

"¿Es su pareja la atolondrada en la que estoy pensando, Su Majestad?" 

Guardé silencio. Me había prometido no mostrar demasiado afecto a Heinley delante de Koshar, así que me molestaba que mi hermano no mantuviera sus afectos en privado. Pero me alegraba de que pareciera feliz. Por lo visto, a Koshar sí que le gusta Mastas. Y yo que pensaba que no le interesaba el sexo opuesto. Estaba segura de que se casaría con su espada— o en un matrimonio de conveniencia. 

Oh. ¿Qué pasará con la Princesa Charlotte? Bueno, aún no ha respondido a su propuesta. Ya encontrará la manera de no herir sus sentimientos.

"¿Su Majestad? ¿Hice algo malo?" 

No podía dejar de mirar a Mastas durante mi entrenamiento mágico. Después de todo, algún día podría llegar a ser de la familia. ¿Debo fingir ignorancia hasta que ella misma me lo diga? Con una sonrisa furtiva, seguí intentando producir hielo de la nada. Mi maná se sintió extraño cuando circuló. Creé una fina capa de hielo y sentí como si sostuviera un cristal congelado. 

¡Lo estoy consiguiendo! Entonces oí un crujido. Sobresaltada, miré hacia abajo y vi que el hielo se había hecho añicos al caer al suelo. 

Volví a intentarlo. Esta vez la extraña sensación fue más pronunciada. Debía de ser a esto a lo que se refería Dolshi. En aquel momento, sus regaños parecían no tener sentido. Pero al final resultó ser útil. 

Hablando del diablo, Dolshi apareció.

"Hola, dama de nombre gracioso."

Había advertido con antelación a mis damas de compañía quién era Dolshi en realidad. Les dije que debían comportarse con cautela cerca de él. Ahora, Rose, la Condesa Jubel, Lady Laura y Mastas retrocedieron. 

"Hablemos de ese pájaro azul."

Cada vez que me visitaba hablábamos de eso.

"¿Otra vez?" 

"Escucha. Kapmen me dio esa poción otra vez. Dijo que cualquier pájaro azul que mirara resolvería el problema. Así que eso hice. Pero no resultó, se sentía completamente diferente. Ninguno se asemejaba a ese pájaro celestial."

Me mordí el labio inferior para contener una carcajada. 

"Por cierto, el maná está fluyendo a tu alrededor de una forma extraña."

Dolshi puso cara de sorpresa. 

En realidad, dudaba que le importara. Pero había propuesto cambiar de tema, así que le seguí la corriente.

"Por fin estoy obteniendo algunos resultados."

"Dios mío, qué increíble. Debes ser un genio."

Cielos, al menos podría intentar sonar sincero. De todos modos le mostré mi progreso. 

Dolshi aplaudió.

"Bien, bien."

Luego chasqueó la lengua.

"Si ya puedes hacer esto, entonces puedes usar una piedra de maná ahora. Te ayudará. Aunque, estoy seguro de que no notarás la diferencia entre una piedra de maná y una roca."

"¿Cómo puedo hacerlo?"

"Cuando tomes una piedra de maná, imagina que el maná recorre tu cuerpo. Una piedra de maná te permitirá absorberlo, como hacen los humanos con los sorbetes. Su maná pasará a través de ti y podrás usarlo en tu magia."

"¿No tiene otros efectos?" 

"¿Te refieres a controlar la fuerza de tu poder o administrar el maná?"

Se encogió de hombros.

"Cuanto más grande sea la piedra de maná, mejor."

Después de que Dolshi se marchó, me dirigí al dormitorio matrimonial. En cuanto Dolshi mencionó una 'gran piedra de maná', pensé en nuestra cama.

Por lo que sabía, era la piedra de maná más grande del mundo. Pero justo cuando puse la mano sobre la cama, recordé algo que Heinley me había dicho, acerca de los potenciales problemas que podría causarme. 

Desconfiada, decidí no usar la cama. En cambio, busqué una gran piedra de maná en el almacén.

Tal como esperaba, cuando sostuve la piedra, sentí una sensación extraña, como un zumbido en el oído. Me quedé un momento memorizándolo.

¿Será porque había estado practicando?

Luego cambié la piedra a mi mano izquierda. 

Por último, intenté hacer hielo de nuevo. Fue excepcionalmente fácil. Hice una bola de hielo del tamaño de un puño en mi palma. A continuación, hice un carámbano. 

¡Increíble! Esta es la razón por la que los magos llevan piedras de maná. También hice una flor y un libro de hielo. Las formas eran irregulares, pero aun así fue un logro increíble para mí. Ahora sólo tenía que intentar derretir el hielo. 

Miré fijamente los objetos que había creado. No funciona. En vez de descargar el maná, saqué más de la piedra. Más carámbanos estallaron a mi alrededor.

Jadeé y traté de imaginarme absorbiendo todo ese maná del hielo, como succionándolo de vuelta a mi cuerpo. 

Justo en ese momento, un dolor agudo me atacó por dentro. Dejé la piedra de maná y me llevé la mano al corazón. Sentí como si agujas me pincharan en algún lugar profundo. No en mi corazón, sino en otra parte... me siento mareada.

Si te gusta mi trabajo, puedes apoyarme comprándome un café o una donación. Realmente me motiva. O puedes dejar una votación o un comentario 😃😁.

Publicar un comentario

0 Comentarios

Haz clic aquí