LESVAC 192

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La Emperatriz se volvió a casar 192

Pena de muerte



Rashta se quedó atónita, incapaz de salir de su asombro.

Ni siquiera se movió después de derramar un par de lágrimas, por lo que incluso el Conde Pirnu, al que no le agradaba Rashta, temía que fuera a derrumbarse.

Cuando Rashta recobró el sentido, los Vizcondes Isqua ya habían sido llevados al sitio de los acusados.

Ella dejó escapar un leve suspiro de alivio.

Los Vizcondes Isqua habían sido leales hasta ahora. De entre toda las personas, eran en quienes más podía confiar.

Además, el juicio contra los Vizcondes Isqua no tenía relación con Glorym, sino con Evely.

Rashta recuperó el aliento porque se sentía más cómoda que antes.

Lamentaba que los Vizcondes Isqua se encontraran en esta situación, pero aunque fueran declarados culpables en este caso, no serían castigados severamente.

A la audiencia tampoco parecía importarle mucho este caso, no estaban tan animados como con el caso anterior. Algunos incluso abandonaron el salón como si el espectáculo hubiera terminado.

"Marsha Isqua. Gillimt Isqua. ¿Siguen manteniendo la misma postura sobre el caso de la Señorita Evely?"

Rashta escuchó a una persona cercana refunfuñar, "No lo reconocerán de nuevo". También vio al grupo de esa persona asentir.

"No, lo reconocemos."

Pero no fue así.

La declaración hecha por los Vizcondes Isqua causó un pequeño revuelo en el salón. El Juez de la Corte Suprema levantó la mano para indicar a la audiencia que se callara. Una vez que todos se calmaron, hizo otra pregunta a los Vizcondes Isqua,

"¿Reconocen que intentaron matar a la Señorita Evely en su camino hacia el Imperio Occidental?"

Los ojos de Rashta se abrieron mucho. '¿Por qué reconocerían eso los Vizcondes Isqua?' Se preguntó extrañada, pero no le dio más importancia.

Este era un asunto únicamente de los Vizcondes Isqua. Rashta ni siquiera sabía si realmente habían intentado matar a Evely.

Por la forma en que lo reconocieron, tal vez realmente intentaron matarla. ¿Podría ser que se encontraron pruebas irrefutables?

"Sí, lo reconocemos."

"¿Hicieron esto por su hija, la Emperatriz Rashta?"

"Así es, la Señorita Evely es una maga talentosa, por lo que se quedó en el Palacio del Sur y se convirtió en asistente de un mago de la corte. La Emperatriz Rashta siempre estuvo preocupada de que ella pudiera ser la razón del cambio de actitud del Emperador Sovieshu. Es por eso que... hicimos una cosa tan horrible."

El revuelo se hizo un poco más fuerte. El Juez de la Corte Suprema hizo otra pregunta a la pareja con disgusto.

"¿Entonces atentaron contra la vida de la Señorita Evely a pesar de no ser la concubina del Emperador?"

"... Sí."

"Es correcto."

"¿La Emperatriz Rashta está involucrada en esto?"

Aunque la declaración de los Vizcondes Isqua cambió un poco, la audiencia pensó que se mantendrían firmes en este punto.

La declaración de la pareja puede haber cambiado debido a nuevas pruebas o porque estaban cansados del juicio en curso, pero el hecho de involucrar a la Emperatriz Rashta en el crimen estaba en un nivel completamente diferente.

Después de haber mostrado un profundo amor por su hija en todo momento, incluso el Juez de la Corte Suprema pensó que la pareja volvería a defender a la Emperatriz Rashta en esta ocasión.

"Sí."

Por esta razón, esta única palabra del Vizconde Isqua fue suficiente para sorprender a todos.

Los ojos de Rashta se abrieron ampliamente mientras observaba la situación a unos pasos de distancia. Por un momento pensó que había entendido mal. '¿Qué...? ¿Qué quiso decir con eso?'



"¿Quieres decir que fue por orden de la Emperatriz Rashta?"

"Sí."

Cuando la Vizcondesa Isqua también reconoció resueltamente la implicación de Rashta en este crimen, los murmullos se hicieron más fuertes.

"¿Por qué cambiaron de repente sus palabras?"

Preguntó el Juez de la Corte Suprema con el ceño fruncido porque le parecía un comportamiento bastante sospechoso.

Si los Vizcondes Isqua hubieran cambiado su declaración por una falsa debido a las amenazas de otra persona, tampoco sería correcto.

Ya se había confirmado la implicación de Rashta en el crimen cometido por el Vizconde Roteschu y Alan. No podía añadir un crimen falso contra ella sólo porque la detestaba.

Sin embargo, el siguiente comentario del Vizconde Isqua fue varias veces más impactante que sus anteriores afirmaciones.

"Hemos soportado toda clase de insultos por parte de alguien que ni siquiera es nuestra verdadera hija. La Emperatriz Rashta, que es la causante de este hecho, se limitó a observar en silencio como todo el peso caía sobre nosotros. Ya no podemos aguantar más."

Los murmullos se multiplicaron de repente. La corte se sumió en un caos como si se hubiera roto una presa.

"¿No es su verdadera hija?"

"¿Ellos están hablando de la Emperatriz Rashta?"

"¿No es la Emperatriz Rashta la verdadera hija de la pareja?" 

Rashta dio dos pasos hacia atrás, ni siquiera podía respirar. '¿Qué están diciendo? ¿Por qué están haciendo esto ahora?'

El Juez de la Corte Suprema estaba demasiado sorprendido para hablar. Sólo cuando su asistente le susurró, 

"Juez de la Corte Suprema."

Pudo preguntar en voz alta,

"¿Están diciendo que la Emperatriz Rashta no es su verdadera hija?"

Si esto fuera cierto, sería otro completo escándalo. Ni siquiera podría compararse con el caso de Evely.

"Sí."

"Es correcto."

La pareja respondió al mismo tiempo. La audiencia se miraba con cara de asombro. La conmoción fue tan enorme que la Corte Suprema se quedó en silencio como si hubiera caído un balde de agua fría sobre todos.

El Juez de la Corte Suprema dudó antes de seguir indagando,

"Pero ustedes han afirmado que la Emperatriz Rashta es su hija desde antes de subir al trono. La Emperatriz Rashta también ha afirmado siempre que ustedes son sus verdaderos padres."

El Vizconde Isqua respondió fríamente con un rostro inexpresivo.

"Necesitábamos dinero para encontrar a nuestras hijas mientras que la Emperatriz Rashta necesitaba padres nobles para subir al trono. No es raro que una persona busque padres nobles falsos para lavar su identidad de esta manera."

Una persona de la audiencia no pudo evitar preguntar,

"¿Quiénes son los verdaderos padres de la Emperatriz Rashta? ¿Acaso es el plebeyo que hace poco afirmó ser su verdadero padre?"

La Vizcondesa Isqua también respondió fríamente,

"No lo sabemos. Lo que sí podemos asegurar es que no pertenecen a la nobleza."

El Juez de la Corte Suprema recobró lentamente la razón. Sacó un pañuelo y se secó el sudor frío de la frente. Si esto era cierto, esto... esto era un enorme problema.

La cuestión era si el Emperador Sovieshu lo sabía, y si fue idea suya.

Sin embargo, el Juez de la Corte Suprema estaba en problemas porque no podía preguntar sobre esto aquí. Si se trataba de un lavado de identidad que se realizó por iniciativa del Emperador Sovieshu, no podía dejar que los Vizcondes Isqua revelaran la verdad delante de todos.

En la audiencia había muchos espectadores plebeyos, también varios periodistas. Si los Vizcondes Isqua mencionaban al Emperador Sovieshu, la Familia Imperial sería ridiculizada.

Incluso si la Familia Imperial fuera ridiculizada, seguía siendo la Familia Imperial, pero el Juez de la Corte Suprema que permitió que esto sucediera estaría en problemas.

Pero esta era sólo la situación del Juez de la Corte Suprema. A la audiencia no le importaba si esto lo afectaba.

Mientras el Juez de la Corte Suprema pensaba en varias soluciones, otra persona de la audiencia preguntó en voz alta, 

"¿Ustedes conspiraron para engañar al Emperador Sovieshu, o el Emperador Sovieshu estuvo de acuerdo con esto?"

El Juez de la Corte Suprema estaba muerto de miedo. La pareja involucraría al Emperador para tratar de reducir sus cargos, sin importar si era cierto o falso.

El Juez de la Corte Suprema se sobresaltó al calcular rápidamente su responsabilidad en lo que estaba a punto de suceder.

Pero la audiencia, que se amparaba en el anonimato, no tenía nada que temer. El Emperador no castigaría a todos los que vinieron a ver.

"El Emperador Sovieshu no lo sabe."

Sin embargo, la respuesta de los Vizcondes Isqua también desafió las expectativas en esta ocasión.

"Rashta nos prometió que si se convertía en la Emperatriz, nos ayudaría a encontrar a nuestra hija y nos otorgaría todo tipo de riquezas."

"Nos aliamos con Rashta para engañar al Emperador Sovieshu."

"No tenemos por qué mentir sobre esto."

"Si es necesario, podemos hacer una prueba de paternidad con Rashta."

Rashta quería gritar, 'No, Sovieshu sabía que yo era una esclava.'

Sovieshu no sabía sobre los Vizcondes Isqua, pero sí sabía que sus verdaderos padres no pertenecían a la nobleza.

Además, fue el Duque Elgy quien los trajo.

'Por cierto, ¿por qué se discute este tema?' Rashta se sintió hundida y agraviada, quería acabar con este juicio.

Sin embargo, no podía porque había venido en secreto. Rashta se quedó mirando los huevos rotos y las frutas aplastadas esparcidas por el suelo.

No podía imaginar lo que pasaría si se revelara ahora para desmentir las palabras de los Vizcondes Isqua.

El Juez de la Corte Suprema, que permaneció en silencio durante mucho tiempo, entró en una sala de reuniones discreta con otros funcionarios importantes.

El Juez no apareció a pesar de que pasó un tiempo considerable. La audiencia permaneció en su lugar, ni una sola persona se marchó.

Antes de que Rashta se diera cuenta, no sólo los Vizcondes Isqua, sino también el Vizconde Roteschu y Alan estaban en el sitio de los acusados.

Rashta se percató de una escena extraña mientras observaba a la pareja y al Vizconde Roteschu intercambiar miradas. La pareja miraba con odio al Vizconde Roteschu.

Para otros podría no ser significativo, pero no para Rashta...

'El Vizconde Roteschu les contó lo de Evely.'

Rashta comprendió la situación enseguida. De no ser así, no había razón para que los Vizcondes Isqua cambiaran repentinamente de postura, ni tampoco para que miraran al Vizconde Roteschu de esa manera.

Cuando el Juez de la Corte Suprema finalmente salió de la sala de reuniones, las personas que hablaban ruidosamente se callaron, como si hubieran llegado a un acuerdo tácito.

El Juez de la Corte Suprema volvió a su asiento alto, levantó su mazo y golpeó su escritorio varias veces con una expresión solemne. Recitó una a una las acusaciones y los cargos contra el Vizconde Roteschu, Alan y los Vizcondes Isqua. Luego añadió unas palabras propias antes de dictar firmemente la sentencia.

"Roteschu Rimwell. Pena de muerte. Alan Rimwell. Pena de muerte. Marsha Isqua. Pena de muerte. Gillimt Isqua. Pena de muerte."

***


El Imperio Oriental quería que testificara como víctima en el caso de los pagarés.

También podría testificar en otros casos, pero el Imperio Oriental quería que fuera lo más detallada posible sobre lo ocurrido en el caso de los pagarés...

Como no pude responder de inmediato, Heinley me pidió que lo pensara bien. Esa noche, dormimos abrazados sin decir una palabra.

Al día siguiente, incluso después de que Heinley se fuera a trabajar, todavía pensaba en este asunto. Así que decidí contárselo a mis damas de compañía, la primera en reaccionar fue la Condesa Jubel, que habló con determinación,

"¡Por supuesto que tienes que ir! ¡Debes contarlo todo! Lo de llamar a Su Majestad 'hermana', lo de imitarla, lo de intentar seguirla al banquete especial al que sólo asistían invitados distinguidos de muy alto estatus, lo de provocar un escándalo en la cena previa al banquete especial, lo de mentir sobre que Sir Koshar la empujó para forzar a que fuera desterrado, lo de llevar el mismo vestido y afirmar que Su Majestad se había copiado, lo de enviar una carta a un noble del Imperio Occidental diciendo que Su Majestad era infértil.... ¡Uf! ¡Uf! Sólo hablar de eso hace que me altere."

A su lado, Laura añadió con los puños cerrados,

"¡Desearía que también dijera que Rashta mintió cuando mencionó que Su Majestad le envió todo tipo de regalos para darle la bienvenida como concubina y que afirmó falsamente ser la persona con la que el Emperador Heinley intercambiaba cartas! Ah, además que cuando Su Majestad empezó a bailar con el Emperador Sovieshu en el baile de Año Nuevo, ¡se puso a llorar deliberadamente para detener el baile!"

Rose y Mastas, que no sabían por lo que pasé en el Imperio Oriental, se quedaron repetidamente con la boca abierta.

"¿Su Majestad soportó todo eso?"

"¿Su Majestad sufrió unilateralmente?" 

"No fui atacada unilateralmente."

A pesar de mi corrección, Rose y Mastas me miraron con ojos de tristeza.

... Hablaba en serio. Aunque pasé por alto mucho de lo que me hizo Rashta debido a mi posición de Emperatriz, al menos me desquité de algunos agravios en el acto. Incluso lo de llamarme hermana, Evely se desquitó por mí.

"Su Majestad, ¿va a ir?"

Laura preguntó con una expresión de 'espero que vayas', mientras entrelazaba sus manos con fuerza.

Dudé un momento antes de responder con honestidad,

"Lo estoy pensando."

Todo lo que dijeron la Condesa Jubel y Laura me dolió en su momento. Incluso pensar en eso ahora me enojaba.

Pero no serviría de nada decir este tipo de cosas en el juicio... además, Sovieshu fue quien envió regalos a Rashta en mi nombre y la llevó a la cena previa al banquete especial.

Por más enojada que estuviera por lo que me hizo, no podía asistir a la corte a tratar asuntos personales como, 'La Emperatriz Rashta me llamó hermana y se copió de mi vestido'.

Tampoco podía mencionar en el juicio que mi hermano fue acusado falsamente de empujar a Rashta y de contratar a padres falsos para Rashta.

Lo que ocurrió en el caso de los padres falsos no fue planeado por Rashta, sino por Sovieshu. Aparte de que el juicio se llevaría a cabo en el Imperio Oriental, no había pruebas, ni era posible contactar con los implicados. ¿Qué obtendría si lo contara?

En cuanto al hecho de que mi hermano fue castigado por la falsa acusación de empujar a Rashta... no daba un paso al frente porque mi hermano intentó que Rashta perdiera a su hijo con drogas abortivas, aunque fracasó.

Sobre la carta que Rashta envió al Duque Liberty, ya se había presentado un reclamo oficial al Imperio Oriental. No quería tratar en la corte un asunto por el que debía recibir una disculpa pública y formal.

"También me han pedido que asista."

¿Eh? Mientras reflexionaba, la voz de un hombre me interrumpió. Era el Vizconde Langdel. No solía intervenir cuando hablaba con mis damas de compañía.

"Al Imperio Oriental..."

"Sí. Parece que el Imperio Oriental quiere que testifique sobre el informe que preparé y que Su Majestad Navier entregó al Emperador Sovieshu para liberarme."

Oh, finalmente eso será revelado.

"La difamación sobre Lady Nian será borrada."

"Sí, así que definitivamente iré. Iré para limpiar el nombre de Nian y para ver la caída de esa mujer con mis propios ojos."

El Vizconde Langdel habló con severidad.

Una emoción ardiente se reflejó en sus ojos. Como si estuviera feliz de deshacerse de un resentimiento que le había acompañado durante mucho tiempo.

"Si Su Majestad Navier va, puedo seguir escoltándola ya que iremos al mismo lugar."

El Vizconde Langdel me hizo una propuesta mientras se regocijaba.

"Su Majestad también debe tener un odio profundo arraigado en su corazón. Ir al Imperio Oriental para presenciar su caída te hará sentir mejor."

Heinley dijo que tomara mi propia decisión.

Una parte de mi corazón quería ver que pasaría con Rashta, quien me empujó a abandonar mi país. La otra parte de mi corazón no quería ver lo débil que se había vuelto.

Cuando confesé mis sentimientos, Mastas me preguntó con una expresión de no entender,

"Entonces, ¿Su Majestad perdonará a esa mujer?"

"No voy a perdonarla. Es sólo que no quiero sentirme culpable por odiar a esa mujer al verla débil. Por mucho que odie a una persona, ver su lado más lamentable es capaz de sacudir mi corazón."

Sí. De vez en cuando me enojo cuando pienso en Rashta, 'qué mujer tan loca', lo mismo me pasa cuando pienso en Sovieshu, 'qué hombre tan malo'.

Pero después de que vea caer a Rashta, ¿seré capaz de odiarla con todo mi corazón? Aunque tal vez sí, ¿no me sentiría mal?

Después de mucho meditarlo, tomé la decisión de ir, así que fui a decírselo a Heinley,

"¿Quieres testificar, Reina? ¿Sobre el daño que te ha hecho?"

"No, iré sólo a observar."

"¿Sólo a observar?"

Heinley me preguntó con preocupación,

"Puede que escuches muchos comentarios desagradables. No de ti, sino de esa mujer."

"Lo sé."

"¿No sería mejor no escuchar nada sobre esa mujer? Además, no podrás quedarte en el carruaje..."

"Aunque la situación es grave, Rashta es popular entre los plebeyos, por lo que no habrá muchos comentarios desagradables a pesar de que muchas personas estén decepcionadas por lo ocurrido. Creo que Rashta sólo será depuesta como castigo."

Heinley estuvo de acuerdo después de pensarlo por un momento,

"Entonces vayamos juntos, Reina. Sólo así me sentiré tranquilo."

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