Jueves, 04 de Marzo del 2021

La Emperatriz Regresa 20

Su intrépida visita

Ni siquiera las doncellas la saludaban al pasar, ya que su aspecto era poco llamativo y no inspiraba ningún respeto. por favor lee esto en mi blog  Rincón de Asure. Si al menos llevara vestidos elegantes, reconocerían que era una noble de alto rango, pero Viola optó a propósito por vestidos aburridos y raídos. En lugar de vestidos con escotes pronunciados y adornos extravagantes, su guardarropa consistía en vestidos modestos más adecuados para abuelas que para jóvenes.

"¿Es ése el único vestido que tienes?" 

Preguntó una criada, sin intentar ocultar su descontento con la elección de Viola. La pregunta ocasional fue lo más lejos que llegó la crítica.

"No me interesa arreglarme"  respondió Viola con rotundidad, 

"Y por muy bonito que sea el vestido, con mi aspecto, sería como ponerle perlas a un cerdo"

"La ropa es un ala. Pueden acentuar tu aspecto. ¿No crees que si te pones un vestido elegante serías algo más agradable a la vista?"

"Prefiero las cosas como son ahora. Me siento más cómoda sin disfrazarme"

Después del desayuno, Viola encontró un lugar soleado en el jardín para disfrutar de su té. La doncella que la acompañaba dejó de hablar de repente y todos los que estaban a su alrededor se callaron mientras miraban a cierto hombre que se dirigía hacia ellos.

"¡!"

El corazón de Viola se desplomó.

'¿Ya está aquí?'

Él le había dicho que volvería a venir durante el día, pero ella no había esperado que viniera tan temprano por la mañana. Cuando tomó asiento en la terraza, todos, incluida Viola, lo miraron sin aliento.

No importaba lo minúsculo de la acción, cada pequeño acto suyo parecía estar lleno de elegancia. Ella nunca lo había visto con ropa normal, ya que siempre había estado semidesnudo, empapado o con armadura, pero hoy llevaba un atuendo acorde con su rango de nobleza. La ropa que llevaba estaba forrada con hilos de plata y oro, lo que le hacía parecer que estaba tachonado de joyas. No necesitaba más adornos, pues su aspecto ya irradiaba como una joya.

El sol brillaba sobre su pelo de ébano y su piel de alabastro, haciéndole brillar. Su aspecto era mucho más encantador de día que de noche.

El corazón de Viola se aceleró. por favor lee esto en mi blog  Rincón de Asure. No se había dado cuenta de cuánto tiempo había estado mirándolo antes de que él se volviera hacia ella. Su mente dio un breve giro cuando sus ojos se encontraron, y la mano que había estado sujetando su vestido empezó a sudar.

"¿Quién es ese?" preguntó a la chica que estaba a su lado.

"Lord Lune, Comandante de los Caballeros Reales"

Así que la doncella también le llamó Lune, lo que le dio más seguridad de que le había dicho la verdad la noche anterior. En ese momento, un sirviente que había estado junto a Lune se acercó a Viola.

"Lord Lune desea solicitar el honor de tomar el té con la princesa de Koronis" anunció la doncella.

"... Ha..."

Viola se tomó un momento para recuperar el aliento. Intentó mantener la calma aunque se estaba volviendo loca preguntándose por qué había venido a buscarla. Como el caballero ya estaba aquí y había tantos ojos sobre ellos, sería descortés rechazarlo, así que se levantó y se acercó a su mesa.

"Has venido"  sonrió de nuevo, mostrando sus brillantes dientes

"Sí, estoy aquí"  el tono de Viola no era ni mucho menos tan amistoso. 

"¿Qué piensas hacer?"

Sabía que no estaba aquí sólo para tomar el té, y el brillo de sus ojos le decía que sus sospechas eran ciertas. Lune se levantó e instintivamente sus pies dieron un paso atrás.

"Vamos"   le indicó con un gesto que le siguiera.

"¿Adónde?"

"Vamos a montar a caballo"

"¿Qué... qué?"

"Pensé que te gustaría montar a caballo. ¿Me he equivocado?"

"Ah..."

Bruscamente extendió una mano y agarró la muñeca de Viola. Viola se sorprendió tanto que apartó las manos de su agarre, pero sus manos volvieron a buscar las suyas. Su mente era un torbellino.

'¿Qué está pasando?'

Estaba atrapada en las manos de otro hombre. Más aún, estaba a punto de ser llevada por él, pero nadie en la villa movió un dedo para detenerlo. Las doncellas incluso llegaron a apartarse sin decir nada.

"Ar, ¿estás loco?" protestó Viola, 

"Yo, yo soy del príncipe heredero"

"Al príncipe heredero no le importará"  sonrió Lune, 

"Porque le pedí permiso antes de llegar"

"¿Qué...?"

Sujetó la muñeca de Viola y la arrastró hacia delante. Vio a una sorprendida Rosha que los observaba en la distancia, pero Viola no podía permitirse el lujo de preocuparse por eso ahora mismo. Tenía las muñecas calientes, tanto que sentía que la piel le ardía. Su visión comenzó a oscurecerse ante la intensa sensación de su piel sobre la de ella y la extrañeza general de la situación. Ahora mismo, el Comandante de los Caballeros Reales se paseaba por la villa sujetando a la nueva Princesa Heredera por la muñeca.

"No serás castigada por acompañarme. Confía en mí"

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