Martes, 09 de Marzo del 2021

Historia en la Biblioteca 40

"¡Estafador, sinvergüenza! Devuelve mi cuaderno antes de que te denuncie a los guardias. Si no lo haces, haré que te metan en la cárcel por robo"

"¿No significa eso que me denunciarás haga lo que haga?"

Ella acababa de escupirle palabras de humillación, pero él no respondió ni con acuerdo ni con desacuerdo, sino que se mostró más bien... tranquilo. Ella había esperado que él estuviera al menos un poco alterado, pero no había ni la más mínima agitación en su rostro.

No eran ni excusas ni preguntas 'por qué'. Como resultado, Vivian sintió que sus entrañas iban a arder hasta convertirse en papilla. Sin embargo, el destino de su cuaderno seguía en pie, así que Vivian no se atrevió a estimularlo y se limitó a dejar escapar un suspiro.

"¿Cómo es que no has entrado aquí con una identidad falsa? ¿Te das cuenta de que si te denuncio, serás ejecutado con pena de muerte?"

"Como me lo has explicado tan amablemente, parece poco probable que me denuncies".

"Dijiste que me devolverías el cuaderno"

Vivian mantuvo la calma por los pelos mientras expresaba su opinión con una pronunciación acentuada. Mientras ella recibiera su cuaderno, no habría derramamiento de sangre.

"Pasaré generosamente por alto el hecho de que has intentado aprovecharte de mí. Aunque ya te habrás dado cuenta, para ser sincero, me acerqué a ti con una intención impura"

¿Era esto lo que llamaban justicia retributiva? El hecho de que su intención de utilizarlo como material para su novela se hubiera convertido poco a poco en sinceridad, es algo que quedaría para siempre en secreto.

Más bien, era un alivio que hubiera ocurrido antes de que sus emociones fueran más profundas. Era horrible pensar que se hubiera enamorado profundamente de un estafador y que no hubiera sido capaz de desenamorarse de él.

"¿No tienes curiosidad por saber quién soy?" 

Era una pregunta calmada que aún no comprendía la gravedad de la situación. El rostro de Vivian se volvió pétreo.

'¿La identidad del hombre? Si era un noble, era alguien a quien realmente no le importaba su vida y si era un plebeyo, recibiría un castigo muy duro. Sin embargo, aunque fuera cien veces generosa, no parecía un plebeyo'

"Desde mi punto de vista, tu identidad es la de un estafador que no tiene nada que hacer", ante la amarga apreciación de Vivian, dejó escapar una bocanada de aire con humor y respondió.

"No es un juicio tan equivocado"

"Y un ladrón para colmo"

"No pensé en robar...... pero supongo que ya no sirve de nada inventarse excusas"

Finalmente, sacó un cuaderno y lo puso firmemente en la mano de Vivian. Lo hizo obedientemente, sin necesidad siquiera de amenazas.

Ante la inesperada situación, Vivian se quedó confundida durante un rato. Creía que iba a utilizar el cuaderno para chantajearla o negociar para obtener un beneficio. Sin embargo, debido a las siguientes acciones del hombre, su precioso cuaderno se le escapó de las manos.

Ray, no, Aidan se quitó la bata que le envolvía. Lo que más le llamó la atención, incluso antes que el pelo negro y oscuro que caía suavemente, fueron aquellos ojos azul claro. Vivian recordó los ojos con los que se había cruzado una noche, y un escalofrío le recorrió la espalda.

'¿Su Majestad?'

En ese breve momento, Vivian pensó erróneamente que aquella figura, que se parecía tanto a la Majestad, era su Majestad. ¿Podría ser que hubiera venido a castigarla por espiarle?

Vivian casi se desmaya en el acto y pronto descubrió el color de su pelo. Aquellos mechones eran tan oscuros que no eran clementes ni con la más mínima luz. por favor lee esto en mi blog  Rincón de Asure. De hecho, cuando los rayos de luz perdidos incidían en ellos, se teñían ligeramente de azul. El hombre que se fundía perfectamente en la luz de la luna con la oscuridad como fondo.

Vivian se quedó helada y con la boca abierta como si le hubiera caído un rayo. Sintió como si su columna vertebral sufriera un cosquilleo de mal agüero y su sangre se enfriara hasta el cero absoluto.

"N, Negro...... Negro......." 😂😂😂

Tanto si se horrorizaba como si no, Aidan continuó hablando: 

"No prefiero ese apodo. Por favor, llámame Aidan en su lugar"

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