Martes, 16 de Febrero del 2021

Historia en la Biblioteca 4

"Vivian, conozco tu potencial y lo que puedes lograr. Los tres libros que has escrito hasta ahora han arrasado en el Imperio en una revolución. Siempre te he encontrado extraordinaria y te he dado mi mayor gratitud. Gracias a ti, nuestra editorial ha podido prosperar"

Se recogió el pelo rubio y soltó una larga lista de elogios hacia Vivian. La razón de la poca paciencia que le quedaba se debía a que la otrora casi quebrada Editorial Malicornia pudo construir una oficina en la capital, todo gracias a ella.

"Sin embargo, ¿no crees que sería preocupante que la cuarta novela fuera así? No hay nada aquí que aporte algo a la trama y al desarrollo de la novela y ni siquiera se ha desarrollado completamente como una 'novela erótica'."

"La verdadera naturaleza de una novela erótica no son las 'acciones', sino la 'sensualidad', ¿sabes?"

"Lo que dices es correcto, pero no creo que sea algo que debas decir......."

"¿Por qué? ¿Por qué no puedo decir eso?"

Thatcher puso una cara agria por un momento y sacudió la cabeza como diciéndole que lo olvidara.

"El género romántico, del que disfrutan muchas jóvenes aristócratas, siempre está generando más autoras famosas como quien echa agua. Al escribir novelas eróticas, usted apuntaba a un mercado y un público nuevos y diferentes"

Le irritaba que Thatcher dijera todas las cosas correctas. Vivian se abstrajo de su orgullo herido y murmuró en voz baja.

"Te atreves a debatir sobre el erotismo delante de mí......."

En este mundo, antes de que Perdi apareciera como una estrella fugaz, no existían las novelas eróticas, es decir, 'una novela que combinara romance y eros'

Por supuesto, antes de Perdi, había novelas que trataban sobre la lujuria. Sin embargo, era una novela centrada en el hecho y no en la emoción del amor. El tipo de novela lasciva sólo dibujaba las imágenes de la relación y nada más.

Así, el concepto de 'novela erótica' fue realizado por completo por primera vez por Vivian, que se hacía llamar Perdi. Como creador de un nuevo género de novelas, fue una hazaña tan grande que podría escribirse en las páginas de la historia.

Por supuesto, no fue sólo la suerte y la habilidad lo que hizo que las novelas eróticas fueran tan populares. Fue porque Vivian captó bien los cambios de tendencias.

En los últimos cientos de años, la monarquía ocupó su lugar en el mundo, y a medida que surgían las reformas religiosas, los establecimientos religiosos ortodoxos fueron perdiendo su poder. La caza de brujas se desechó por completo. En medio de todo ello, los mensajes religiosos del templo como 'el pecado de perseguir el placer' o 'dado que las mujeres eran más fácilmente influenciables por el Diablo que los hombres, el celibato era la única salvación' fueron declarados sin sentido.

Así, incluso en una sociedad profundamente arraigada y dominada por los hombres como el Imperio de Astia, comenzó a soplar un nuevo viento. El estatus y la autoridad de las mujeres, que antes ni siquiera eran consideradas como seres humanos, sino como propiedades, aumentaron rápidamente. Ahora era norma que las damas de la aristocracia supieran leer y escribir. No sólo eso, se dieron más oportunidades a los plebeyos y los establecimientos que se construyeron para enseñar a los niños a escribir, también crecieron en número.

Al ritmo de estos cambios de tendencia, Vivian publicó una novela dirigida a un público de mujeres adultas e inmediatamente obtuvo inmensas ganancias monetarias. Había pasado a formar parte de una nueva clase acomodada sin precedentes y había acumulado riqueza más que suficiente para no hacer otra cosa que jugar y comer durante el resto de su vida.

En consecuencia, la conducción del debate sobre el "erotismo" por parte de Thatcher frente al creador de novelas eróticas fue inevitablemente chocante.

Sin embargo, Thatcher rebatió con descaro. Y lo hizo con datos duros que apuñalaban los temas sensibles.

"Hasta ahora, la calidad de las escenas de sexo son iguales. Aunque sea una novela erótica"

"¡¿Qué?!"

"No hay ni una mierda de tensión sexual"

"¡Ah! ¡Como si no hubiera ni una mierda!"

"Para decirlo con dureza, ¡no es nada excitante!"

'¡Es más fácil decirlo que ponerlo!'

La presión sanguínea de Vivian subió con rabia, pero fue incapaz de rebatir la crítica de Thatcher. Para ser sinceros, ella misma también estaba de acuerdo con él.

Sin embargo, seguía sintiéndose agraviada.

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