Martes, 16 de Febrero del 2021

Historia en la Biblioteca 3

Y los susurros tan oscuros que ponían los pelos de punta. Ni sus líneas ni su comportamiento eran medios.

'Pensé que estas cosas sólo existían en las novelas'.

Pensar que la primera relación sexual que vería sería así. Inesperadamente, parecía que las relaciones carnales que parecían salir de las novelas eran bastante comunes en el mundo.

'...Hmm, es imposible que eso sea cierto'

Si fuera así, entonces las mujeres no tendrían ninguna razón para volverse locas por esas novelas eróticas.

Las relaciones de las novelas eróticas no existen en la realidad. No hay hombres así. Creo que las novelas eróticas deberían separarse en romance y fantasía.

Vivian recordó las bromas entre dos madamas que escuchó de pasada. No importaba cómo lo pensara, la única conclusión a la que podía llegar era que hoy había tenido bastante suerte.

Mientras sus ojos brillaban, Vivian dejó que la punta de su bolígrafo bailara por la página. La combinación de la experiencia del hombre y las respuestas puras e inocentes de la mujer a la forma en que él la trataba, era oro puro. Si estos dos fueran personajes de una novela, habrían sido compañeros predestinados, no, amantes predestinados. Encajaban perfectamente en los papeles de los protagonistas femeninos y masculinos de una novela erótica.

Vivian pensó en su deseo de entrevistar a ese hombre si se presentaba la oportunidad. Sabía que si perdía la oportunidad, daría un puñetazo en el suelo de arrepentimiento. Por supuesto, antes de que pudiera dejar salir de su boca la sílaba 'en' de la palabra 'entrevista', supo que la tratarían de pervertida y le separarían la cabeza del cuerpo. Mientras Vivian pensaba en las repercusiones de su idea, dejó rápidamente de pensar en la entrevista.

Ah... La cintura de la mujer volvió a doblarse hacia atrás. Vivian observó cómo el sudor de la mujer corría por el hermoso arco de su espalda mientras se volvía flexible en los brazos del hombre. Al ver esta escena, las ideas brotaron del cerebro de Vivian como un manantial de agua dulce. De repente, Vivian se sintió tan conmovida que casi lloró.

'¿Cómo no se le había ocurrido antes este método?'

La carga del bloqueo del escritor que soportó durante meses sin fin a la vista, que la hacía incapaz de escribir una sola letra para su novela, se sentía como si se hubiera desvanecido en el aire.

Me siento un poco culpable por actuar como una pervertida lujuriosa, pero...

No ... ¿no era esto simplemente la lucha de un escritor mientras reunía materiales de inspiración desde el principio hasta el final de la novela?

Esas personas, además, no habrían sabido que había un bibliotecario nocturno presente en primer lugar.

Como adulto, si uno era incapaz de mantener el orden público, era natural que asumiera las consecuencias, pensó Vivian, mientras se deshacía de su sentimiento de culpa.

En realidad, la razón por la que había sido tan descarada esta noche era que la fuente de ideas en la que se inspiraba se había secado. Vivian no podía escribir su nueva novela de la nada.

Vivian frunció el ceño al recordar la conversación mantenida con cierta persona unos días antes.

***

"Este es mi límite"

Vivian tiró el manuscrito sobre la mesa, y como si quisiera evitar el regaño que se avecinaba. Se dio la vuelta, se dirigió al sofá con pasos pesados y se sentó con un resoplido. Con su trabajo nocturno en la biblioteca, no había podido pegar ojo en los últimos dos días y se sentía como si fuera a derrumbarse de un momento a otro.

Incluso intentó dar una apariencia lamentable con esas oscuras y pesadas bolsas bajo los ojos. Sin embargo, el presidente de la editorial Malicornia y representante de Perdi, Thatcher, hojeó el manuscrito y abrió la boca con un rostro pétreo que no mostraba ningún atisbo de piedad.

"Señorita Perdi"

A diferencia de lo habitual, había utilizado incluso un título. Vivian movió la cabeza de un lado a otro como si quisiera decir: '¡Como sea! No me importa'. Ah, no la oigo, no la oigo. Ahora mismo estoy al borde del agotamiento y de la muerte.

"Viendo tu reacción, parece que tú también entiendes el problema."

Thatcher dejó el manuscrito de golpe y miró a Vivian, que apartó la mirada y se tapó los oídos a propósito. Su profundo suspiro fue ignorado por ella.

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