Martes, 16 de Febrero del 2021

Historia en la Biblioteca 2

Oh, Dios mío. Vivian dejó escapar una exclamación sin sonido mientras sus pensamientos se agitaban. ¿Cómo se despojaba de su vestido en público cuando no se sabía quién y cuándo podría encontrarlos? Además, probablemente era bastante difícil desvestirse ella misma. En cualquier caso, no parecían personas de una desfachatez ordinaria. Estaban aquí porque, o bien estaban ciegos de lujuria, o bien no les importaba que los encontraran.

Para ser sinceros, no importaba cuál de las dos cosas fueran. Ahora mismo, aquí mismo, no era ni más ni menos que una estudiante que ardía en deseos de estudiar.

Vivian sacó su pequeño cuaderno portátil y la punta de la pluma que siempre llevaba consigo. También sacó un frasco de tinta y se agachó en el suelo.

El maestro de las novelas eróticas, 'Perdi'.

Un autor cuya fama era tan grande que no sería exagerado decir que no habría una persona dentro del Imperio de Astia que no hubiera visto sus novelas. Nadie habría adivinado, y mucho menos sabido, que 'Perdi', cuyo historial completo, salvo su seudónimo, estaba velado en secreto, sería en realidad la bibliotecaria nocturna del Palacio Real, Vivian.

Ella tampoco tenía intención de hacer pública su identidad.

Y ahora, este 'Perdi' no se quedaría quieto como un saco de trigo ante una escena como ésta. Vivian levantó la punta del bolígrafo con una expresión que sugería que quería tararear una melodía. La mojó en tinta y la dejó correr por las páginas.

'Qué oportuno'

Scritch. Scritch. 

Un pequeño sonido que no llegó a esos dos resonó en la biblioteca.

Autora hasta la médula, Vivian, que este año cumpliría veinticuatro años, convertía incluso las pequeñas conversaciones entre sus conocidos y ella misma en material para sus novelas.

'Parece que esto podría convertirse en una gran escena'

Los ojos de Vivian se juntaron para seguir escudriñando la escena más allá del pequeño agujero.

Ella había pensado que la mujer simplemente se montaría encima del hombre de forma inflexible, pero para ser más exactos, el hombre, que estaba acostado debajo, estaba bombeando sus caderas hacia arriba. Lo hacía con una fuerza tan grande que ella podía oír los sonidos húmedos entre ellos, y el empuje era cada vez más rápido.

En cualquier caso, parecía que la mujer tendía a ser más pasiva en materia sexual. O quizás el hombre estaba forzando a la mujer sin tener en cuenta sus opiniones.

¿Tal vez sean ambas cosas?

Se podía ver claramente que las grandes manos que sostenían firmemente las caderas de la mujer estaban controlando el movimiento hacia arriba y hacia abajo.

"¡Ah, Ah! Ha, n, no!"

"Ja, ¿no te gusta?"

Por un segundo, los movimientos del hombre se detuvieron bruscamente. Al mismo tiempo, la mujer dejó escapar un pequeño "haa", soltando un largo gemido mientras sus hombros empezaban a temblar. Al parecer, al detenerse el hombre, había estimulado sus puntos sensibles antes de detenerse. Vivian creyó que las lágrimas de la mujer se derramaban una a una desde su mejilla hasta el firme abdomen del hombre.

"Tu parte superior me rechaza, pero tu parte inferior me sujeta con fuerza y parece que no piensa soltarme. ¿Qué me estás diciendo que haga?"

"¡Ahh!"

¡Bam! 

Una vez que el hombre bajó las caderas de la mujer mientras empujaba, la mujer dejó escapar un coqueto gemido y su cuerpo se estremeció. Después de eso, los fuertes sonidos de las embestidas resonaron por todo el interior de la biblioteca, y a cada embestida, los seductores gemidos de la mujer se hacían más fuertes.

"Dime que no te gusta ahora"

"Ah..."

"Deberías decirme lo que realmente quieres. Me detendré si quieres"

El hombre actuaba como si estuviera siendo generoso, pero definitivamente no parecía tener ninguna intención de frenar. Vivian no sabía por qué, pero no dijo que no. En cambio, no parecía tener libertad para hablar con lo mucho que jadeaba.

Además, por las acciones que acababa de realizar, parecía que la mujer se había sujetado mientras el hombre empujaba impacientemente sus caderas hacia delante con más fuerza.

"Ja, siento que me estoy volviendo loco"

La respiración del hombre también se volvió agitada.

"Yo me lo busqué todo"

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