Martes, 16 de Febrero del 2021

Historia en la Biblioteca 14

Dios bendito....... Vivian refrescó sus mejillas que se habían enrojecido y retrocedió lentamente. Se había limitado a observar, pero su rostro se había calentado.

Si tuviera que expresar esta escena por escrito.......

Realmente era un desperdicio presenciar una escena así y limitarse a mirar sin comprender. Vivian se distanció de la pareja que parecía estar tan atrapada en el placer que hacía oídos sordos a los demás, y levantó su pluma. Aquellos chispeantes y hermosos ojos violetas brillaban de curiosidad.

"¡Hah! ¡No, Para......!"

El caballero enjauló a la dama que se convulsionaba entre sus dos brazos. Cada vez que empujaba hacia arriba, el pelo castaño rojizo pulcramente atado se balanceaba.

'¿Qué?'

Vivian, que había visto el color de su pelo, ladeó la cabeza. ¿Acaso el pelo castaño rojizo bien atado no era el símbolo del duque Bron?

Como el duque Bron alcanzó la mayor popularidad entre las damas de la aristocracia, durante un tiempo había sido una tendencia entre los aristócratas del Imperio dejarse crecer el pelo y atarlo. El caballero de allí también podría ser sólo uno de los muchos que se subieron al carro. Sin embargo, Vivian era perspicaz y aquella silueta le resultaba increíblemente familiar.

'¿Quizás era el mismísimo duque Bron?'

Cuando el caballero se recogió el pelo suelto, sus sospechas se convirtieron en confianza. Si se trataba de esa mandíbula severa y definida y de esos ojos oscuros en los que no se podía ver, no había ni el más mínimo espacio para la sospecha de que se tratara del mismísimo duque Bron.

Dios bendito, oh mi señor.

'¿Esta dama tenía a su izquierda a Su Majestad, el Emperador, y a la derecha al Duque Bron? ¿Era esto la realidad?' 

Incluso Vivian se hizo la extraña pregunta de ¿Había transmigrado a una novela romántica sin saberlo?

Esto no era una novela. Se trataba de una figura viva y real. Pronto, cuando volvió a sus cabales, no pudo evitar expresar su sorpresa ante la dama que disfrutaba de esta peligrosa situación que parecía salida directamente de una novela romántica.

Wow...... nunca podría hacer eso.

Aunque era la mejor en las novelas eróticas, era la peor cuando se trataba de hombres reales. Tal vez si se tratara de una novela, sería discutible, pero en la realidad, probablemente sería la inocente espectadora que sufre entre la lucha de gigantes.

Como esa señora ahora mismo.

"Ugh, ha....... Por favor, no me apresures apretando así. No importa a qué caballero abraces, tu reacción sigue siendo la misma. Parece que has nacido dotada"

Ja, qué lamentable.

Vivian no sintió celos, sino que toda la compasión posible llegó a su corazón como olas y se desbordó. Si se tratara de una novela, lo habría disfrutado, pero en realidad, ¿no era esto una mera cloaca? Aunque se tratara del Emperador y el Duque, esto era un poco excesivo.

Aunque gritara su amor, lo que devolvía eran comentarios sobre cómo era una prostituta, o cómo su cuerpo era vulgar, o cómo abrazaba a cualquier hombre que se cruzara, y más. Eran personas que se volvían locas para dar cuerda a su pareja.

Actuaban así incluso ante la sinceridad.

Era malicioso y lo peor de todo.

El hecho de tener una boca y la capacidad de hablar no implicaba que se pudiera decir todo lo que se deseaba. Aunque no conocía sus circunstancias concretas, había una cosa de la que estaba segura. Ser Duque Bron no daba derecho a pisar la sinceridad de otro. No podía entender qué parte de los hombres de este Imperio le resultaba tan simpática, le parecía un comportamiento aborrecible.

Para vivir felizmente, era mejor elegir al hombre que miraba a una sola mujer como si colgara la luna, sin importar su nivel de estatus. Estaba bien ser pobre porque podía ganar dinero. Un dulce y caballero era lo mejor.

Sin embargo, eso era todo, y en conclusión, había obtenido material para su novela.

El popularísimo duque Bron como protagonista masculino y su majestad, el emperador, como segundo protagonista masculino sería el mejor de los casos.

Además, parecía que una protagonista femenina amable, angelical y tranquila, que no fuera subjetiva y se conmoviera fácilmente, sería la mejor elección. Así podría expresar fácilmente el conflicto entre los dos hombres y dejarse llevar por cada uno de ellos.

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