El Guía de la Villana 96
Eres mi mundo (3)
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Tras pasar varias intersecciones, Lampion se detuvo frente a un edificio blanco.
"¡Ya está aquí!"
Unos lujosos carruajes se alineaban frente al edificio. Mujeres llamativamente vestidas como pavos reales tomaban las manos de sus amantes, bajaban del carruaje y entraban en la tienda con una risita.
"Hay parejas por todas partes"
Sin inmutarse por las parejas, Lampion se encogió de hombros. Por otro lado, Domino se apartó con la cara pálida.
"No voy a entrar"
"Cobarde. ¿De verdad te da miedo?"
"Sí, tengo miedo. Me da mucho miedo entrar en una tienda llena de amantes"
"Quédate aquí entonces. Demian y yo volveremos pronto"
Lampion habló con confianza. Se dirigió al frente de la tienda y se bajó de su caballo. Él y su caballo exhalaron vapor blanco al mismo tiempo.
"Demian, ¿estás bien? Lampion siempre ha sido desconsiderado, así que es comprensible que actúe así. Pero, tú..."
"¿Qué?"
"¿No sientes nada?"
"¿Sentir qué?"
"Nada. Parece que el raro aquí soy yo"
Demian realmente no sentía nada. Incluso cuando miraba la tienda llena de amantes, no sentía nada.
Demian se bajó de su caballo y caminó frente a la tienda con Lampion. Luego, se mezclaron con la multitud de amantes y entraron en la tienda. Hicieron cola para comprar el postre. Sus acciones eran naturales, pero no lo eran a los ojos de la gente que los miraba. Su estatura era superior a la de un hombre medio, tenían los hombros anchos, el pelo oscuro, la piel clara y, a pesar de sus gruesas ropas, sus extraordinarios cuerpos se podían sentir; todo ello había llamado la atención de la gente.
Independientemente del sexo, todos los que estaban en la tienda los miraban. Justo a tiempo, Lampion refunfuñó diciendo que hacía calor y se quitó el abrigo. Se escucharon jadeos aquí y allá. Su fina camisa parecía a punto de reventar. Con cada respiración de Lampion, sus gruesos músculos pectorales subían y bajaban.
"Disculpen, ¿son ustedes caballeros?"
Una valiente joven sonrió y les habló. Demian la ignoró sin responder. No le interesaba la atención que mostraban. Pero Lampion sonrió y dijo.
"¡Somos bárbaros!"
La voz fuerte de Lampion estaba llena de orgullo de bárbaro.
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Mientras Demian estaba en la tienda de postres con Lampion y Domino, Lara hablaba con Oscar, que acababa de regresar del castillo de Acerus.
"¿Cómo estuvo Valac?"
"Se dice que ambos actuaron con todas sus fuerzas"
Oscar parecía no saber si debía reír o llorar.
"Valac gritó como el Príncipe Sidhar que estaba a punto de morir. A su vez, el príncipe heredero Acerus le rogó que no muriera. Después de seguir así y gritar toda la noche... Todo concluyó esta mañana"
Lara también tenía una mirada similar a la suya.
"¿Cómo?"
"Se dice que tan pronto como el Príncipe Sidhar murió, Valac actuó como si acabara de despertar de ese cuerpo. Entonces, le dijo esto al príncipe heredero Acerus"
Oscar se mordió los labios temblorosos una vez, manteniendo a duras penas una expresión seria, y dijo.
"Humanidad, adórame"
Lara se mordió el labio.
Oscar dijo una vez más.
"Si lo haces, seré tu amigo"
Ella trató de no reírse, pero fue imposible. Parecía poder entender por qué el Dios del Destino se reía como si fuera absurdo en cuanto escuchaba el nombre de Valac.
Mirando hacia atrás, era muy casual. Lara pensó en la razón por la que Valac, el demonio, eligió tragar veneno.
Obviamente, lo había hecho porque era una buena manera de fingir su muerte. Pero cuando le vino a la mente la cara del príncipe Sidhar, se sintió extraña. Era él quien estaba directamente frente a ella cuando murió, no era ni refrescante ni inquietante, pero tampoco era decepcionante.
¿Cómo decirlo? ¿Déjà vu? ¿Sentirse fuera de lugar?
Se preguntó si esto era lo que la gente del pasado llamaba destino.
"¿Qué pasa?"
"Nada. De todos modos, ¿Acerus va a adorarlo?"
"No pregunté tanto... Pero parece que va bastante bien"
"¿De verdad?"
"Sí, Valac ya había dado el nombre del demonio que se esconde en el norte"
Después de haber estado caminando al lado de Oscar en el jardín del hotel, Lara se detuvo en seco. Preguntó con sus ojos rojos centelleando.
"¿Cómo se llama?"
"Es..."
Cuando Oscar estaba a punto de susurrarle a Lara el nombre del demonio, Konny llegó corriendo, llamándola con voz urgente.
"¡Milady, milady!"
"¿Konny?"
"¡Milady, tenemos un problema!"
Lara quería preguntarle a Konny por qué estaba haciendo un escándalo, pero la cara de Konny estaba seria. Lara se acercó a Konny con una expresión decidida y le preguntó.
"¿Qué está pasando?"
"¡El maestro Demian y los bárbaros fueron encarcelados!"
"¿Qué?"
"¿Qué has dicho?"
Oscar estaba más sorprendido que Lara. Se acercó a Konny y le preguntó.
"¿Por qué? ¿Derribaron a alguien? ¿Hicieron volar a alguien? ¿Le rompieron un hueso a alguien? ¿Le arrancaron los dientes a alguien? O... ¿mataron a alguien?"
Konny murmuró cómo Oscar sabía eso. Luego, apretó el puño y le dijo a Lara.
"Destrozaron una tienda"
"¿Eh?"
"Tiraron a los trabajadores de allí e incluso tiraron a los soldados que vinieron después de recibir el informe. Estaban atados con cuerdas pero las cortaron con fuerza. Apenas los atraparon con una red de hierro"
Lara parpadeó lentamente. Oscar gimió a su lado.
Konny preguntó a Lara con cuidado.
"Estaban buscando al responsable. ¿Qué debo hacer?"
"¿Quién?"
"Los caballeros de la ley. ¡Son tan molestos! Se comportaron de forma tan arrogante conmigo y con el maestro Demian, fueron... quiero decir..."
Así que lo trataron como un esclavo.
Lara le dio un golpecito a Konny en el hombro. Significaba que lo entendía aunque no lo explicara en detalle.
Pero Konny no dejó de hablar. Pensó que la virtud de una criada era delatar a su empleada, así que siguió gritando con la cara roja de rabia.
"Me preguntaron quién era mi amo... Me dijeron 'cómo pudiste liberar a esas bestias' Me asustaron, diciéndome que estuviera preparada. Milady, date prisa. Ve y repréndelos"
Lara tenía una cara relativamente tranquila. Pero Oscar no, seguía suspirando porque no sabía qué hacer. Dijo que averiguaría lo que había pasado. Pero Lara lo detuvo.
"Konny"
"¡Sí, milady!"
"Guíanos por el camino"
"¡Sí!"
Konny, que estaba resoplando, de repente puso fuerza en sus hombros y tomó la delantera. Lara siguió a Konny y sacudió la cabeza para decirle a Oscar que se quedara atrás.
Podía soportar todo lo demás, pero no podía soportar que Demian y sus compañeros fueran tratados con desprecio. Especialmente mientras ella estuviera en Dandelion, nunca permitiría que algo así sucediera. El sonido de sus zapatos sonó en el hotel Lara's Garden.
Cuando Lara salió al vestíbulo, vio que un empleado estaba en apuros. Estaba aceptando los documentos entregados por los caballeros de la ley.
"Son ellos"
Konny señaló a los caballeros. Cuatro caballeros estaban de pie, uno al lado del otro, con una insignia azul sobre su armadura que llevaban las fuerzas del orden de Dandelion. Parecían actuar de forma bastante intimidatoria. Lara pudo darse cuenta al ver sus posturas, su voz y su forma de hablar. Eran arrogantes, autoritarios y amenazaban a sus oponentes.
"¿Están diciendo que el mejor hotel de Dandelion tiene cosas tan bajas como los huéspedes?"
"Si el rumor se extiende, ¿crees que los nobles vendrán aquí? Si no quieres que el hotel vaya a la quiebra, deberías haber elegido con más cuidado a tus huéspedes. ¿No lo crees?"
"Dile al responsable que salga rápidamente. ¡Una tienda fue completamente destrozada! ¡Hay gente herida! ¿Sabe cuántos nobles había?"
El empleado asintió frenéticamente. Miró a su alrededor para buscar al encargado. Sin embargo, lo que llamó su atención no fue el gerente de confianza, sino Lara, la hija del dueño del hotel que se había presentado recientemente en el hotel.
"Mi-señora"
El empleado dudó un momento. Lara era todavía una jovencita. ¿Sería capaz de enfrentarse a estos terroríficos caballeros? ¿No sería mejor para él tomar medidas para proteger a la dama? Mientras el contemplaba tales cosas, Lara tomo los documentos de su mano. Luego, se dirigió a los caballeros.
"Bienvenidos"
Lara llevaba un vestido de terciopelo púrpura oscuro casi negro. Con su grueso maquillaje de ojos, su tono era tranquilo y frío. Parecía joven pero no parecía torpe ni amigable. Más que una sonrisa para sus invitados, sólo mostraba signos de incomodidad. Les dijo a los caballeros.
"Si venís a casa de alguien, sed educados"
Entonces, cogió los documentos y los rompió muy lentamente. El sonido del papel rasgado fue largo. Los ojos de los caballeros se clavaron en los documentos rasgados y no se movieron. Lara les tiró los documentos rasgados y dijo.
"Traedlo de vuelta. Esta vez, con la etiqueta adecuada, revelen su unidad y su nombre, y díganme su objetivo. ¿No es esa la orden correcta?"
"¿Qué has...?"
Los caballeros la miraron con una oleada de ira.
"¿Quién eres tú?"
"La hija de Isadora, Lara"
Los caballeros de la ley no parecían saber quién era ella. Así que Lara les informó amablemente una vez más.
"Soy la hija del dueño de este hotel y la amiga de los bárbaros que ustedes capturaron"
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