EGDLV 70

Martes, 07 de Septiembre del 2021

El Guía de la Villana 70

Tú en la lámpara (3)

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Mientras Acerus examinaba las reliquias y los registros en el Imperio de Estragón, Lara y Demian decidieron interrogar al hechicero negro y a sus seguidores que fueron capturados en Hautean.

Estaban bajo fuerte vigilancia en el calabozo del palacio real. Era un lugar al que Lara no podía acceder fácilmente aunque fuera la heroína que salvó a la princesa. Sin embargo, gracias a Sonnet, y guiada por los caballeros guardianes, pudo entrar al calabozo con Demian.

"Por aquí. La Princesa dijo que ustedes dos podrían obtener una nueva pista de ellos"

"Gracias"

"Son peligrosos, así que no se acerquen demasiado"

"De acuerdo. ¿Qué hay del hechicero negro?"

"Hemos evitado que pueda usar la magia, pero aun así, ten cuidado"

"Sí, lo tendré en cuenta"

Cuando la pesada puerta de hierro se abrió, el aire frío y estancado propio del subsuelo entró a toda velocidad. Lara se sintió intensamente ansiosa y entró en la mazmorra. Más allá de la puerta había un estrecho pasillo. Y al final del mismo había una gran celda bloqueada por gruesos barrotes de hierro.

"Quédate aquí"

Demian le dijo a Lara que se quedara en un rincón oscuro. Lara podía ver a la gente de la celda, pero ellos no podían verla a ella.

Demian caminó solo y se acercó a la celda del fondo. Allí había un hechicero negro que perdía el conocimiento mientras era colgado de la pared. Las huellas de la tortura eran sorprendentemente vívidas. De todos modos, no parecía que pudiera vivir mucho tiempo en ese estado. 

Cuando Demian se acercó a él, el hechicero negro levantó sus ojos hinchados.

"Urgh... ¡Tú!"

Reconoció enseguida el rostro de Demian. Retorció su cuerpo roto y ensangrentado, luchando por escapar de alguna manera.

Demian dijo.

"Déjame decirte algo. No siento nada por la gente como tú. Ni siquiera odio realmente a los brujos negros"

"¿Qué tonterías estás diciendo?"

"Quiere decir que entiendo la psicología de ustedes que se aferran al demonio porque quieren ser fuertes. Todos son así cuando viven en el campo de batalla"

"¿Qué?"

"No has podido evitarlo. Porque naciste débil y cobarde"

Eso no era ni persuadir ni acercarse de manera amistosa. Eso era sólo una provocación.    

Lara miró a Demian con ese pensamiento. El brujo negro probablemente pensaba lo mismo que ella.

Dijo, aún más furiosa.

"¿Quién demonios eres tú? ¿Cómo es que un humano es invulnerable a la magia negra? ¿De dónde eres? Revela tu identidad"

Demian no respondió a su pregunta. Se limitó a formular la pregunta que iba a hacer.

"¿Tu maestro se llama Valac?"

"¿Qué?"

"Pregunto que, si hablo contigo, ¿puede ese Valac o lo que sea escucharnos?"

El brujo negro dejó de moverse. Abrió mucho los ojos y escudriñó a Demian.

"Es un gran ser. Un simple humano no puede decir su..."

"Así que no puede"

Un gran ser, ¿eh?

Lara recordó a su Dios mientras escuchaba la conversación entre Demian y el brujo negro. 

El hechicero negro dijo.

"El día que mi maestro descienda en Hautean, todos los humanos despreciables os arrodillaréis ante él"

'Valac'

Lara anotó mentalmente el nombre del demonio. Se lo iba a preguntar a su Dios más tarde.

Demian, que había estado escuchando las palabras malditas del brujo negro con una mirada agria, preguntó con fastidio.

"Cállate. Dime dónde está tu escondite"

"¡Estamos en todas partes!"

"Está en el oeste. Dime en qué parte del oeste está"

"Hehehe... ¿Crees que te lo diré?"

"Puedo persuadir al Rey para que envíe tropas al oeste. Eso tampoco sería bueno para ustedes. Si sólo me lo haces saber a mí, iré solo, así que dime dónde está"

El brujo negro cerró la boca. Demian tampoco parecía esperar que revelara su escondite.

"Déjame hacerte una pregunta más"

"Si estás tratando de averiguar algo de mí, será mejor que lo dejes ahora mismo"

"¿Por qué el Príncipe Sidhar?"

Fue una pregunta inesperada. El hechicero negro hizo una pausa. Lara, que estaba de pie a lo lejos, prestó mucha atención.

"Es débil. No es un líder fuerte ni tiene un poder extraordinario. Sólo es un perdedor lleno de narcisismo retorcido con complejo de inferioridad"

"Lo sé"

"Es imposible que el demonio haya elegido a un hombre así. Sorprendentemente, tienen un ojo para los humanos"

El brujo negro levantó la cabeza y miró a Demian. Luego, sonrió.

"No elegimos al Príncipe. Sabíamos que era inútil desde el principio"

"¿Entonces?"

"Él vino a nosotros. Eligió a mi maestro, se arrodilló ante él y le rogó que le prestara su fuerza"

"¿A qué precio?"

El brujo negro no respondió. Eso fue todo. Se limitó a sonreír y a mantener la boca cerrada. No podía torturar a alguien que ya estaba muriendo ni podía matar al prisionero del Rey.

"Tsk"

A Demian, que chasqueó la lengua y se dio la vuelta, el brujo negro le dijo entre dientes por última vez.

"Vosotros, tontos, no sabéis nada"

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La expresión de Lara era oscura. No esperaba que el hechicero negro respondiera a sus preguntas con facilidad, pero le preocupaba que no obtuviera nada en absoluto. 

Lara salió de la mazmorra, subió al carruaje y preguntó a Demian.

"¿Qué le ofreció el Príncipe al demonio a cambio?"

"¿Lo preguntas porque no lo sabes?"

"¿Perdón? Sí, realmente no lo sé"

"Debe haberse ofrecido a sí mismo"

Lara parpadeó. Eso no se mencionaba en las conversaciones entre el brujo negro y Demian.

"¿Cómo lo sabes?"

"Lara"

"Sí"

"A los demonios les gustan los humanos"

¿Qué significa eso ahora?

Lara miró a Demian, preguntándose. Esperó hasta que el carruaje salió del palacio real y habló en voz baja.

"A los demonios les gusta casi todo de los humanos: la cultura, el cuerpo, las emociones, los sentidos... e incluso las debilidades. Quieren todo lo que no tienen"

"¿Qué quieres decir?"

"Si Sidhar fuera un príncipe fuerte y sin debilidades, el demonio no se habría interesado. Lo que quieren no es ni territorio ni trono"

"¿Entonces?"

"Su vida"

Lara tomó un breve respiro. Sus ojos escarlatas miraban fijamente el rostro de Demian.

Demian continuó.

"Los demonios quieren la vida como un humano. Si el Príncipe fue al oeste para unirse a los adoradores del demonio, hay muchas posibilidades de que su cuerpo sea arrebatado por ese Valac o lo que sea"

"¿Un... sacrificio?"

"Sí"

Un escalofrío recorrió la espalda y el cuello de Lara. Al escuchar a Demian, recordó su muerte. Ella iba a ser sacrificada al demonio del fuego masivo. Entonces, cuando Lara se sacrificó, el demonio que perdió su sacrificio se enfadó intensamente y quemó el reino hasta las cenizas.

"¿Existe un caso en el que el demonio elige su propio sacrificio?"

"Lo hay"

"¿En qué situación?"

"Cuando hay más de un demonio que quiere el sacrificio"

Lara se estremeció. Demian la miró preguntándole qué le pasaba.

"¿Lara?"

"¿Cómo sabes tanto de eso?"

"He visto estos casos en el campo de batalla algunas veces. ¿Por qué?"

"Por nada"

Lara negó con la cabeza. No podía soportar decir que la razón por la que tenía que sufrir era por ser tan popular con tan grandes existencias. 

Cuando llegó a casa, vio a Konny dormitando en el sofá de su habitación a mitad de la limpieza. Lara caminó con los tacones levantados para no hacer ruido. Dejó cuidadosamente su abrigo y pensó en salir al salón para que Konny pudiera descansar cómodamente. Sin embargo, Demian, que tenía poco tacto, apareció con pasos ruidosos y le habló.

"Vuelvo enseguida"

"¡Silencio!"

"Ajá... Oh, ¿milady?"

Lara cubrió tardíamente la boca de Demian con sus manos, pero Konny ya se estaba frotando los ojos y se levantó. Demian sonrió y le dio un corto beso en la palma de la mano. Sobresaltada, Lara retiró la mano, lo que le hizo reír a carcajadas.

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