EGDLV 48

Miércoles, 28 de Julio del 2021

El Guía de la Villana 48

Tus labios deben haber sido hechos por el demonio y mi corazón debe haber sido hecho por el ángel (3)

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Era una fiesta perfecta.

Los amigos de Lara parecían felices y la princesa Sonnet estaba emocionada. 

Con la deliciosa comida y la alegre música, también fue bastante divertido fingir ser un hombre con frac en lugar de llevar un incómodo vestido. Las jóvenes de la nobleza, que al principio se sentían desconcertadas por el atuendo masculino de Lara, se acercaron a ella una por una y reclamaron su mano para bailar. Lara bailó con una chica con un vestido amarillo de gasa y también con una chica con un vestido azul de satén. 

En lugar de emborracharse con el alcohol, Eunice y Ximena se emborrachaban con el encanto de Sonnet.

Lara pensó que era una fiesta perfecta.

Hasta que llegó Sidhar Hautean.

La voz del asistente anunciando la llegada del Príncipe y el murmullo de asombro inundaron la sala de fiestas.

"¿Príncipe...?"

Eunice miró a Lara y a Sonnet con cara agria y pronto se dirigió hacia la entrada.

Fue a saludar al invitado como anfitrión.

"No sé cómo reaccionar al saber que Su Alteza está visitando este lugar tan cutre"

"Está bien, joven dama Dvonn"

"Si pudieras entrar y brillar esto..."

"Jaja. Te he hecho sentir incómodo, ¿verdad? Sólo he venido a recoger a mi querida Sonnet porque estoy preocupada por ella. Una niña de 14 años necesita dormir temprano para crecer"

Era como un modelo de hermano amable y gentil.

Las mujeres que acudían a la entrada para ver al Príncipe soltaron un suspiro de admiración.

¿Cómo puede ser tan dulce el Príncipe?

La princesa Sonnet debe ser muy feliz. ¿Qué bueno sería tener un hermano como él?

Sus susurros sólo sonaban como alas de mosquito para Lara.

"Tengo que irme"

Fue la voz hosca de la princesa Sonnet la que hizo que Lara volviera en sí.

"¿Princesa?"

"Es difícil de tratar. Ni siquiera escuchó mi petición de ser mi compañero, y sin embargo aquí está..."

Lara levantó una ceja.

Cuando Sonnet estaba muy ansiosa porque todavía no podía conseguir un compañero, ni siquiera la escuchó. Sin embargo, seguía viniendo porque necesitaba hacerse pasar por un hermano mayor que se preocupaba por su hermana menor ante los nobles de la sala de fiestas.

Eso era característico de él.

Si Lara tuviera que elegir cosas de su pasado que no cambiaran en su segunda vida, serían su padre y el Príncipe. Él era exactamente como lo que Lara conocía. No había cambiado nada.

¿Por qué se sintió aliviada?

Pensó que lloraría y golpearía su corazón roto cuando viera al Príncipe Sidhar, pero no lo hizo. Se sintió mejor cuando se dio cuenta de que era el mismo humano que la Lara del pasado había conocido. Y porque supo que podría lidiar con él incluso cuando estuviera sola.

La sangre circulaba por las yemas de sus dedos a gran presión, endureciéndose con la tensión. Sonnet la miró con cara de desconcierto.

"Princesa, ¿qué tal ha ido hoy?"

preguntó Lara.

Sonnet respondió con los ojos brillantes.

"Me he divertido mucho. Lara... Gracias por ser mi acompañante"

"De nada"

Lara tomó la mano de Sonnet y se dirigió hacia la entrada del salón de fiestas donde el Príncipe estaba esperando.

El Príncipe Sidhar levantó la vista.

Le dedicó una sonrisa amistosa a Sonnet. Luego, bajó ligeramente la cabeza y se acercó a Sonnet.

"Sonnet, ¿te has divertido?"

"...Sí"

Sonnet parecía un poco rígido. Lara descubrió que esta pequeña princesa tenía alguna idea de quién era su hermano.

"La joven Lady Bailey. Ah, no. Ahora eres la hija de Isadora. Gracias por acompañar a Sonnet"

"No fue nada"

El tono de Lara era tranquilo y educado, pero su voz era rígida, sin ninguna calidez.

El príncipe Sidhar se rió y dijo.

"Te queda bien el atuendo masculino. Siempre he pensado que eres femenina... pero ¿tu tono también se ha vuelto rígido porque estás tomando el papel de un hombre aquí?"

"No"

Lara le negó inmediatamente.

"Soy el tipo de persona que sólo es amable con la gente que me gusta"

Y esa no eras tú.

Lara bajó ligeramente la cabeza e hizo un breve contacto visual con Sonnet.

Su cara redonda y linda estaba llena de alegría.

Sonnet estrechó la mano de Lara una vez y le hizo una reverencia.

En el momento en que el príncipe Sidhar hizo su aparición, el protagonista de la sala de fiestas fue él. Llamó la atención de todos. La música se cortó y nadie bailó. Pero sólo Sonnet y Lara no dieron importancia al príncipe Sidhar. Respondieron a sus preguntas y le saludaron amablemente, pero para ambos el hecho de que estuviera allí no cambiaba nada.

Sidhar Hautean, que era rápido de reflejos, se dio cuenta rápidamente de ello y, mientras tanto, tuvo que sonreír más suavemente que de costumbre para mantener su máscara amistosa.

"Gracias por lo de hoy, Lara"

Después de despedirse de Lara, Sonnet tomó de mala gana la mano del Príncipe.

La expresión de tocar ligeramente sería más apropiada que la de sostener.

Qué buenos hermanos son.

Lara sonrió con satisfacción.

"Ahora que lo pienso, Lara"

"Sí, Su Alteza"

"Quiero expresar mi pesar por la tragedia que le ocurrió a su familia. Me gustaría poder ser de alguna ayuda. Se dice que el dolor se alivia si se le cuenta a alguien. Así que si necesitas un amigo, no dudes en venir a verme cuando quieras"

Era un buen orador.

Si Lara no supiera quién era realmente, podría haberse emocionado hasta las lágrimas.

De hecho, Eunice y Ximena abrían los ojos de par en par y se golpeaban mutuamente en las costillas.

"Está bien"

El rostro de Lara se enfrió.

Ella sabía por qué estaba siendo tan amable.

Era por su madre, Isadora. Lara tambien sabia como era tratada en la sociedad Hauteana estos dias.

Pero, ¿qué hacer?

Mi madre y yo nunca te apoyaremos.

∘₊✧──────✧₊∘

Tras sus breves conversaciones, el príncipe Sidhar subió a su carruaje. No perdió su firme máscara hasta el final. Cuando la princesa Sonnet iba a subir al carruaje, incluso la ayudó para que no se sintiera incómoda con su vestido.

Saludó a todos los nobles que le despidieron y los llamó a todos por su nombre.

Qué monarca más amable.

Lara se quedó un poco alejada y lo vio alejarse en su carruaje.

Eunice no quería hacerlo pero no tuvo más remedio que despedir al Príncipe con los demás invitados.

"Hola"

Ximena se acercó y susurró al oído de Lara.

"¿Por qué odias tanto al Príncipe?"

"Porque tengo una buena razón para hacerlo"

"¿Por tu padre?"

"No"

Incluso sin su padre, algún día llegará a odiarlo.

Lara, que apartó los ojos del carruaje, dijo al entrar en el salón de fiestas.

"La Princesa ya no está aquí. ¿Vamos a seguir manteniendo este ambiente?"

"De ninguna manera"

Ximena llamó a Eunice con voz fuerte.

"¡Oi, rocío de la mañana!"

La acaban de llamar por su apodo, pero Eunice entendió inmediatamente lo que significaba. Pidió a sus sirvientes que trajeran el alcohol que les habían ordenado limpiar.

"Mis amigos"

Entonces, vino corriendo con una gran sonrisa.

"¡Disfrutemos de la fiesta de los adultos!"

La elegante iluminación mágica se convirtió rápidamente en un color erótico. La banda, que sólo tocaba música de baile de cuatro tiempos para la joven princesa, empezó a tocar música lenta y lasciva. Los amantes bailaban con sus cuerpos fuertemente unidos y el fuerte alcohol se acumulaba en la mesa.

Lara probó el alcohol─algo que no suele beber. 

Según Eunice, era un alcohol que podía hacerla feliz con sólo un trago. Se preguntó cuán fuerte era que Eunice dijera eso, pero cuando terminó un trago, su temperatura corporal subió y todo su cuerpo se adormeció.

Lara puso su fedora roja sobre la mesa, se quitó la chaqueta que tenía puesta y la colgó en la silla. Luego, le preguntó a Ximena, que estaba sentada a su lado desde antes.

"¿Dónde está tu compañero? ¿Qué hace aquí?"

"Se ha ido"

"¿Adónde?"

"Le he mandado a paseo porque se ha acabado el tiempo. Tendría que pagarle más si quería prolongar el tiempo"

"...¿Le has comprado?"

"Lo conozco bien. Me dijo que necesitaba dinero para pagar la cuota de la escuela y que quería conseguir un trabajo en un bar sucio, así que le ayudé. Desde entonces, viene siempre que necesito un compañero"

"Qué buena persona"

"Sí, lo es. Sólo es pobre"

"No él, sino tú"

Ximena se rió con cara de asombro. Dijo que nunca había escuchado un cumplido así en su vida. Se burló de Lara y le dijo que le dijera lo mismo al padre de Ximena.

"Ximena"

"¿Qué?"

"Si alguna vez nos peleamos, ¿cómo quieres que lo resolvamos?"

"¿Qué? ¿Por qué íbamos a pelearnos?"

"Las cosas pasan en la vida. Podría haber un día en el que nos peleáramos"

"Oye, yo nunca he perdido en mi vida... ¿Quieres pelear conmigo?"

Ximena llenó el vaso de Lara con más bebidas. Luego, se rió y dijo.

"Incluso Eunice nunca había ganado contra mí. ¿Cómo te atreves, tú que acabas de convertirte en una alborotadora por menos de una temporada, a venir a mí?"

"¿Eunice?"

"Pierdes si lloras. Ella llora mucho. Si alguien llora a su lado, ella también llorará automáticamente. Es muy embarazoso"

Se echaron a reír.

Sus estados de ánimo, que habían bajado con el inesperado encuentro con el Príncipe Sidhar, volvieron a mejorar.

"Si vas a luchar contra mí, ven hacia mí con toda tu fuerza. No voy a dejarte escapar sólo porque seas mi amigo. No me hagas daño a menos que estés dispuesta a sacrificar la mitad de tu pelo"

"De acuerdo"

"Lara, si terminas en una pelea con alguien, sólo dínoslo a mí y a Eunice. No te perdonaremos si te golpean"

Mientras Lara estallaba en carcajadas con los hombros temblorosos, Ximena se levantó y la miró.

"Hola"

"¿Sí?"

"¿Bailamos?"

Ximena llevaba un vestido de color vino oscuro, y sus labios eran del mismo color. 

Cuando Lara vio que Ximena le tendía la mano con una sonrisa sensual, se levantó.

No, estaba a punto de levantarse. 

De repente, un hombre de negro apareció entre las dos y apartó suavemente la mano de Ximena.

Era Demian.

Apestaba a la pesada brisa nocturna, una brisa húmeda. El aire fresco del exterior le seguía y provocaba escalofríos.

"Lo siento"

Agarró la mano de Lara y la levantó.

"Ahora me toca a mí"

La voz de Demian era áspera. Dijo en voz baja y caliente como si saliera de su pecho y no de su cuello.

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