EGDLV 45

Domingo, 25 de Julio del 2021

El Guía de la Villana 45

Mensual de Lara (6)

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Unos días después, el banquete de Eunice estaba a la vuelta de la esquina.

Lara, que estaba eligiendo un vestido con Konny, murmuró para sí misma, diciendo que si hubiera sabido que esto iba a suceder, simplemente la habría rechazado.

"¿Debo comprar un hombre?"

"¿Perdón? ¿Comprar a quién?"

"Quiero decir, ¿por qué no? ¿Acaso los hombres no suelen contratar a mujeres de la zona roja cuando necesitan ir a fiestas de socios?"

"¿Así que planeas llevar a una prostituta? ¡Pero la princesa Sonnet está en la fiesta!"

Oh, sí.

Lara parecía preocupada, ya que había olvidado el hecho de que la princesa Sonnet asistiría a la fiesta de Eunice.

La princesa Sonnet aceptó la invitación privada -que normalmente no aceptaría- porque Eunice era amiga íntima de Lara.

Incluso Eunice, que envió la tarjeta de invitación simplemente por obligación, parecía decepcionada. Todos sus planes de llenar el salón con licor fuerte, música sexy e iluminación erótica se esfumaron.  

Eunice reservó bebidas dulces y tartas bonitas para la princesa de 14 años con una cara sombría.

"¿Qué debo hacer?"

"Simplemente me vestiré de hombre"

"De ninguna manera. Eres más pequeño que yo"

"¿Así que odias a los hombres pequeños?"

"Vuelve a hablarme cuando seas un hombre"

Kony hizo un mohín ante la severa negativa de Lara.

La última opción de Lara era ir sola sin compañero.

Y para compensar la ausencia de su compañero, decidió ponerse un vestido más bonito y vibrante que los demás para que el espacio vacío a su lado no pareciera solitario.

Llevaría un vestido sin mangas de color púrpura oscuro y una bata negra transparente, con una diadema decorada con decenas de cristales en la cabeza.

Por si fuera poco, también llevaba en la mano un gran abanico de plumas decorativas.

Dibujó las esquinas exteriores de sus ojos con intensidad y se llenó los labios con fuerza.

"¿Qué aspecto tengo?"

"Tienes un aspecto tan aterrador que nadie te hablará"

"Eso es genial"

Lara finalmente se decidió a ponerse el vestido. Cuando estaba a punto de quitárselo, Konny le preguntó.

"Entonces, ¿Quién será la pareja de la princesa?"

"Normalmente, su padre, o su hermano, o sus parientes... o tal vez su caballero"

"No creo que Su Majestad asista a la fiesta. El príncipe es conocido por ser un estudiante modelo, así que probablemente no sea él. ¿Tiene algún pariente propio? ¿Va a asistir con su caballero? Quedarían bien como un tío y su sobrinita, pero..."

Ah, ya veo.

Lara levantó la cabeza.

La princesa tampoco tiene todavía pareja.

"No creo que una niña de 14 años quiera asistir a una fiesta con su caballero, ¿verdad?"

Por supuesto. Ya era lo suficientemente mayor para saber lo que tenía que saber. No sólo los caballeros, sino que también odiaría asistir a la fiesta con su padre o su hermano.

Sin embargo, es conocida por su reputación de ser un ángel, y como princesa, no puede llevar a cualquier hombre con ella. Así que no puede evitar asistir con un caballero severo.

No creo que eso esté bien.

"Konny"

"¿Sí?"

"¿Hay algún frac de hombre en esta casa que pueda usar?"

"¿Perdón?"

Konny parpadeó rápidamente.

La inteligente criada, que leyó perfectamente las intenciones de Lara sin que ésta dijera nada, gritó mientras salía corriendo por la puerta.

"¡Iré a buscarlo!"

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Sonnet Hautean estaba de mal humor desde la mañana.

Le pidió a su hermano, el príncipe Sidhar, que asistieran juntos a la fiesta, pero fue rechazada muy fríamente. La gente pensaba que Sidhar Hautean era un príncipe cariñoso y atento, pero Sonnet se dio cuenta hasta cierto punto de que en realidad era un hombre frío y retorcido.

Sonnet sólo quería ir a la fiesta de la joven noble que tanto anhelaba.

Como se trataba de una fiesta de pareja, sólo esperaba que si llevaba a su hermano -el hombre más querido por las jóvenes nobles de Hautean- se mostraría amable con ella.

Sidhar miró con desprecio a Sonnet.

Parecía pensar que era una niña inmadura e irreflexiva.

¿Debería no ir?

¿Sería descortés si ya he dicho que asistiría pero luego no voy realmente?

¿Debo ir sola?

¿Hay alguien más que vaya solo?

¿Y si piensan que es raro que una princesa de alto rango venga sola sin pareja?

Había muchos nobles que tomarían su mano, pero Sonnet era una Princesa. Si ella elegía a alguien, la política intervendría en ese lugar. Aunque era una princesa joven, era consciente de ello.

Pero no quería ir con los caballeros que eran tan viejos como su padre. Eso sería demasiado embarazoso.

Sonnet quería llorar. La Princesa tenía catorce años y nunca había estado en ese tipo de fiesta.

La fiesta en la que las jóvenes nobles bebían y bailaban con confianza. Independientemente de su estatus o postura política, un lugar donde cualquiera podía pasar el rato si estaba en la misma onda.

Lo único que hacía Sonnet en el palacio real era estudiar.

Además, la fiesta era organizada por la mejor amiga de Lara, Eunice Dvonn. Así que cuando recibió la tarjeta de invitación, respondió que asistiría sin siquiera dudarlo.

Sonnet quería conocer a Lara.

No podía olvidar su cálido abrazo.

Sonnet creció en manos de una niñera en lugar de la débil Reina. Después de crecer, nunca recordó haber sido abrazada por nadie de esa manera.

En el momento en que su vida corría peligro, el recuerdo más claro de Sonnet no era el aterrador ataque de los asesinos, sino el rostro de Lara, su voz y la forma en que la abrazaba con todo su cuerpo.

Con un rostro tranquilo, Lara le preguntó si estaba bien. Y cuando Sonnet insistió en cogerla de la mano, no la rechazó y la dejó estar.

Lara dijo que ella sólo estaba allí y rescató a los Príncipes, pero Sonnet no pensó lo mismo.

"Su Alteza, voy a atar la cinta"

Después de atar la cinta azul marino alrededor del vestido rosa en forma de campana, Sonnet con su lindo y esponjoso cabello se paró frente al espejo.

"Estás muy guapa"

Las damas de honor se alegraron.

Sonnet no dejó de mirarse al espejo.

Normalmente, se limitaba a mostrar indiferencia por muy bonito que fuera el vestido que llevaba, pero hoy se miraba tanto hasta el punto de que el espejo se desgastó.

"¿Me veo bien?"

"Por supuesto. Alteza, está usted muy guapa"

"¿No parezco una niña? ¿No crees que esto parece de mal gusto?"

"¿Perdón? Qué dices... Definitivamente no es así"

Las rápidas damas de compañía intercambiaron miradas en secreto.

Luego sonrieron dulcemente y le dijeron a Sonnet.

"Pareces una jovencita. Nadie pensaría que tienes 14 años"

"¿De verdad?"

Sonnet sabía que sus damas de compañía estaban mintiendo por ella. Pero aun así asintió con una mirada más aliviada.

"Iré sola y me despediré rápidamente"

Si Lara está allí, debería hablar con ella. Me armaré de valor y le pediré que visite mi palacio.

Cuando Sonnet estaba haciendo tal promesa, la voz severa del caballero se escuchó desde el exterior de la puerta.

"Su Alteza, Laviore Ria Bailey solicita una audiencia con usted. Ha preguntado si ya tenéis otra..."

¿Quién más? ¿Quién está aquí?

Sin confirmar de nuevo, Sonnet habló con voz fuerte.

"¡Dile que pase!"

Las damas de compañía, que habían estado alisando las arrugas de las cintas, levantaron la vista sorprendidas por la voz de la Princesa.

Tal vez avergonzada por su fuerte voz, Sonnet se aclaró la garganta y bajó la mirada con altivez.

Luego, le dijo al caballero que abrió la puerta.

"Ya no es una Bailey. Así que la próxima vez llámala Lara, la hija de Isadora"

"Sí, Su Alteza"

"Y..."

"¿Cómo está, Princesa?"

Era la voz de Lara.

Sonnet quería saludar a Lara con un trato amable propio de una princesa.

Iba a preguntarle a Lara por qué había venido a su palacio. También quería decirle que no estaba interesada en la fiesta, pero como estaba aburrida, quería intentar ir allí.

Pero en el momento en que vio a Lara frente a ella, sus mandíbulas cayeron inconscientemente.

"...¿Eh?"

Lara estaba de pie en la entrada, vistiendo un frac negro con una fina corbata y un fedora rojo.

Su largo cabello estaba atado naturalmente en una cola de caballo, y sus ojos estaban enfatizados con un fuerte maquillaje. Era como ver a un demonio con un frac.

"...¿Lara?"

Mientras Sonnet se quedaba mirando a Lara con la boca abierta, las damas de compañía que se acercaron primero hablaron en nombre de la princesa.

"Lady Lara, ¿qué sucede?"

"Vengo a pedir permiso para escoltar a la Princesa"

No era necesario ni siquiera pedir permiso.

Sonnet no se atrevía a transmitir sus sentimientos. Así que siguió asintiendo con la cabeza, mientras apretaba el puño con su pequeña mano.

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