EGDLV 37

Domingo, 25 de Julio del 2021

El Guía de la Villana 37

En segundo lugar, una villana nunca olvida un rencor (2)

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La habitación de Lara estaba manchada de sangre.

Antes estaba llena de cosas blancas y elegantes, pero ahora era desastrosa.

El asistente, que había sido llamado por el marqués, roció la muñeca de Lara con un agente hemostático y le puso la venda con las manos temblorosas.

"Isadora no tiene más remedio que aceptar mi oferta. Porque es una estúpida"

El marqués de Bailey estaba de pie frente a una puerta, lejos de Lara. Hablaba consigo mismo mientras fumaba un fuerte cigarrillo.

"Si sólo espero, ella vendrá con la cabeza baja. Tanto tú como esa mujer sois emocionales, por lo que no podéis hacer cara o cruz de algo y seguir actuando a vuestra manera"

Lara se dio cuenta sin preguntarlo.

Su padre debía haber enviado un mensaje a su madre. Si quería salvar a su hija, restaurar todo.

Uno podría preguntarse qué sentido tenía restaurar todo cuando los caballeros de la familia real habían completado su investigación, pero Lara podía ver por qué lo hacía por lo que estaba murmurando.

"No puedo entregarle la Casa de Bailey a esa humilde comerciante que sólo sabe de dinero..."

Todo se debía a esa maldita ascendencia.

Después de que el nombre de su padre fuera despojado, sólo quedarían su madre y Lara en la Casa Bailey. El Rey tratará de otorgar una recompensa adecuada a Isadora, la mayor contribuyente a este incidente. Si el Rey reconoce a su madre -la persona más rica de Hautean- como marquesa oficial en lugar de su padre desterrado, ¿no hablaría nadie bien del Rey por haber tomado una sabia decisión?  

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Tras oír un grito, la dueña de la boutique de trajes de montar salió corriendo sorprendida y encontró a Eunice y Ximena, que se desmayaron tras ser agredidas por los secuestradores.

Estaban en mal estado.

Tenían la cabeza desgarrada y sangrando, y la cara se les había hinchado.

Ximena, que fue golpeada en el estómago con un puño, no pudo enderezar la espalda durante un tiempo, incluso después de despertarse. El dueño de la boutique les instó a que fueran al médico y les dijo que fueran a denunciar el incidente a la comisaría. Pero en cuanto recobraron el sentido común, corrieron a toda velocidad en el carruaje y se dirigieron a Isadora.

"¡Lady Isadora!"

No hubo necesidad de una larga explicación.

Un carruaje y unos hombres que aparecieron de repente, asalto y secuestro.

Eunice rompió a llorar, diciendo que ambas habían perdido inmediatamente el conocimiento, por lo que no sabían a dónde se habían llevado a Lara.

"Lo siento. Debería haber impedido que se llevaran a Lara... Debería haber pedido que el carruaje estuviera en espera antes de salir. ¡No, me equivoqué al llamar a Lara para que saliera...!"

Isadora estaba con Sebastián en el despacho de su hotel.

"Lara..."

La cara de Isadora perdió el color de golpe.

"¡Señora!"

Sebastian ayudó a Isadora que se tambaleaba.

Ella le agarró el antebrazo y respiró profundamente dos veces. Luego, rápidamente dio una orden.

"Llama a un médico. Ambos necesitan ser tratados primero. Sebastián, contacta con los caballeros de la familia real y hazles saber esto"

"Sí, señora"

"¿Qué pasa con Demian?"

"Ha vuelto a la arena"

"Llama a los lobos, diles que traigan a Demian y que vayan a la mansión Bailey"

Sebastián recorrió el hotel para transmitir la orden de Isadora con una voz lo suficientemente alta como para hacer resonar el hotel.

"Estoy segura de que mi marido lo hizo. Porque sabía que yo era la que informaba sobre él"

Isadora dejó a Sebastián en el hotel para que se comunicara y se dirigió personalmente a la mansión de Bailey con su carruaje.

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Demian, que había regresado a la arena después de haber estado ausente durante mucho tiempo, estaba durmiendo él mismo cuando los lobos llegaron de repente y le informaron de que Lara había sido secuestrada.

No hizo respuesta alguna.

En cuanto se levantó, cogió un arma, pateó la puerta cerrada y salió corriendo.

"¡Deprisa!"

Los mercenarios también corrieron tras Demian.

Sorprendido por el jaleo, el guardián de la arena vino corriendo. Pero la habitación de Demian ya estaba vacía.

"¡Rápido, más rápido!"

Antes de salir, Isadora dijo a los lobos.

Si tenían que matar al marqués de Bailey, que así sea.

Si tenían que matar a todos en la casa, que así fuera.

No tenían que preocuparse por las consecuencias.

Ella asumiría la responsabilidad de lo que ocurriera, así que les pidió que salvaran a Lara a toda costa.

Isadora dijo con el rostro pálido que le rompería las extremidades a Marqués de Bailey aunque se encontrara un solo corte en el cuerpo de Lara.

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Lara estaba pensando que si hubiera sabido que esto iba a suceder, no habría evitado al Príncipe Sidhar, en cambio, se habría lanzado sobre él en cuanto lo conociera y lo habría mordido como un perro rabioso.

Planeó atacar al Príncipe lentamente después de prepararlo todo.

Pero lo pospuso porque tenía que ocuparse de su padre. Ahora parecía que iba a morir sin devolverle nada. A veces Lara podía escuchar el sonido de los soldados entrando y saliendo, pero no les pedía ayuda.

Probablemente su padre los había sobornado de todos modos.

Lara se acercó al borde de la cama y se quedó sentada.

Ese era el lugar más limpio de la habitación, ya que todo el suelo estaba lleno de sangre. No quería ni acercarse al sofá porque allí se sentaba su padre.

¿Qué debería hacer?

Fuera estaba oscuro.

La habitación estaba a oscuras a pesar de que el asistente que atendió a Lara dejó cinco velas y lámparas encendidas. Ni siquiera podía confiar en la luz de la luna, ya que la persiana de la ventana estaba cerrada.

Las finas cortinas de verano se agitaban ligeramente cuando el débil viento se filtraba desde algún lugar.

La sombra de la cortina se agrandó debido a la luz de las velas.

Curiosamente, Lara recordó lo que había dicho Konny.

"Era un fantasma que vive detrás de la cortina. Se decía que por la noche, saldría y trataría de herir a alguien que estuviera durmiendo"

"He oído que el fantasma de la cortina tiene miedo al fuego. Así que tenemos que dormir con una lámpara en la cabeza..."

¿Fuego, eh?

Lara pensó que debía retractarse de sus palabras cuando le dijo a Konny que dejara de leer libros raros. Una cosa de la que se dio cuenta después de volver al pasado fue de recordar cada palabra que Konny había dicho. Lara se levantó de la cama y se acercó a la ventana. Entonces, extendió una mano y se agarró a las largas y finas cortinas.

Tuvo suerte de que la lluvia hubiera cesado.

Las cortinas estaban secas y esponjosas.

Era una cortina para el verano, así que se quemaría mejor porque era delgada. 

No eran sólo las cortinas. Incluso la manta y el tapiz estaban igual que el día que había salido de la casa. Sobre todo la ropa amontonada en el vestidor que estaba conectado a su dormitorio.

Una vez más recordó a Konny diciendo que su vestido era gracioso porque parecía que estaba cubierto por una manta y que su vestido era como un fantasma de cortina.

De alguna manera, mi criada podría ser un genio.

Lara pensaba volver a darle a Konny un abrazo asfixiante cuando volviera.

La Marquesa de Bailey no podía aceptar el hecho de que Lara había cambiado completamente, incluso cuando tenía un tono diferente y actuaba de manera diferente. Se dio cuenta por el hecho de que sólo la encerró en la habitación, pero no restringió su movimiento. Podría creer que si la hubiera tenido encerrada durante días y la hubiera hecho pasar hambre durante algunas comidas, ella lloraría y se disculparía por sus faltas.

"Por eso sigue siendo usted burlado, marqués de Bailey"

Porque no quería admitir el hecho de que su hija había cambiado.

Lara se movió rápidamente.

Primero corrió al vestidor y sacó todos los vestidos blancos de los que Konny se había reído.

La ropa era pesada.

Ella solía llevar bien el vestido por aquel entonces, incluso con un cuerpo tan delgado, pero no sabía por qué le resultaba tan pesado ahora. 

Después de sacar todos los vestidos blancos, tiró al suelo la manta y los tapices que estaban sobre la cama. Por último, arrancó todas las largas cortinas de la ventana.

Sudaba mucho y se quedaba sin aliento.

Se sentía mareada porque su corazón latía muy rápido. Pero Lara no se detuvo. Incluso sintió una extraña sensación de alegría.

"Tijeras"

¿Dónde está? Debía estar en el vestidor para que las criadas cortaran los hilos.

Lara corrió de vuelta al vestidor y rápidamente encontró un pequeño par de tijeras. Luego, se tiró al suelo.

El largo vestido blanco era como un símbolo de cuando Lara era la falsa santa. Su padre siempre la obligaba a llevar sólo ese vestido. Lara comenzó a rasgar la ropa que tanto la enfurecía con solo mirarla.

El sonido de la tela al rasgarse fue fuerte. Un fino polvo flotó alrededor mientras los hilos se rompían.

"¡Achoo!"

Incluso cuando no podía dejar de estornudar, no dejó de rasgar la ropa.

"La maldita santa puede irse a morir"

Realmente quería decirle eso a su yo del pasado.

¿Por qué demonios hiciste eso?

Lara, falsa santa.

Sólo eres una herramienta de una sola vez.

Sólo eras una presa estúpida y explotable. Sólo eras una esclava emocional que era perfecta para explotar porque eras un blanco fácil.

"La casa de Bailey puede irse a morir. ¡Quedarse en la cuneta para siempre!"

Realmente le dio escalofríos y le hizo sentir asco cuando su padre dijo que toda la sangre que corría por su cuerpo provenía de su padre. Lara hablaba en serio cuando se cortó la muñeca. Quería devolvérselo todo a riesgo de morir.

Lara era su propia persona, por lo que le disgustaba que su padre la tratara como una subordinada.

"Sidhar Hautean, sólo espera y verás. Me aseguraré de devolverte diez veces la miseria que sentí"

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